El regreso al blanco no le sentó bien al Barça

El regreso al blanco no le sentó bien al Barça

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El conjunto azulgrana vistió en la derrota ante el Arsenal una equipación alternativa que llevaba ya más de 44 años en el olvido. «Ha habido mucha faltas tácticas y parecía más un partido de Champions que un amistoso», se lamentó Xavi

Gundogan, en su debut como azulgrana, este miércoles.HARRY HOWGetty Images via AFP

Entre los seguidores del Barça hay división de opiniones por la nueva equipación suplente. O bueno, no tan nueva. Algunos consideran que la camiseta que lucieron los de Xavi en su duelo ante el Arsenal, blanca con sólo algunos detalles azules y grana, es poco menos que una traición. Otros, en cambio, ven con agrado el regreso de un uniforme que, durante muchos años, no fue en absoluto ajeno a la entidad. Aunque, eso sí, han pasado ya más de 44 años desde la última vez que lucieron uno parecido en partido oficial. Fue el 7 de marzo de 1979, en un partido de ida de los cuartos de final de la Recopa 1978-79, ante el Ipswich Town, que se saldó con derrota por 2-1. En su reestreno, curiosamente frente a otro equipo inglés, los barcelonistas también hincaron la rodilla. En este caso, por 5-3 y exhibiendo muchas lagunas a nivel defensivo.

El blanco, no obstante, siguió muy presente en los uniformes del Barça. Los dorsales, durante muchos años, hasta la llegada de la multinacional Nike, precisamente, eran de este color. Seguramente, el que más destaca sobre el azul y el grana. En la temporada 1992-93, con todo, se desató una agria polémica con un tono irremediablemente ligado a su gran rival, un Real Madrid al que, con la nueva década, habían empezado a comerle el terreno. Kappa, relevo de Meyba, anunció que sus revolucionarias nuevas equipaciones tendrían una fina línea blanca cruzando los tonos habituales del equipo. Aunque muchos montaron en cólera, curiosamente, esa camiseta acabaría haciéndose con un hueco importante en el imaginario culé. Sobre todo, después de que al ex presidente madridista Ramón Mendoza se le ocurrió decir, buscando la burla, que el Barça era un Dream Team, a la usanza de la selección de baloncesto estadounidense que ganó el oro de los Juegos Olímpicos de Barcelona casi sin despeinarse. El tiro, no obstante, le saldría por la culata. Sin querer, acabaría por darle a ese equipo de Cruyff de principios de la década de los 90 del siglo pasado el nombre con el que acabaría pasando a la historia. Hristo Stoichkov, vaso de tubo en mano, no se cansó de repetirlo una y otra vez en las celebraciones del tercer título de Liga consecutivo para los azulgrana.

Desde el club, además, este regreso al blanco, con el toque vintage de recuperar a su vez el escudo anterior al actual,se presenta como un homenaje al cincuenta aniversario de la llegada de Johan Cruyff al club azulgrana. Y lo hizo, curiosamente después de que el Ajax negociara precisamente su venta al Real Madrid. No es difícil encontrar imágenes del holandés vestido de blanco, aunque con el nueve en lugar del 14 en la espalda. En la gira por Estados Unidos, ese primer número sigue siendo propiedad de Robert Lewandowski, el fichaje estrella del verano pasado. El otro, mientras, es el que luce, al menos de momento, la llegada más ilusionante del presente: Ilkay Gündogan. El polaco marcó el primer gol azulgrana de los de Xavi en esta pretemporada, mientras que Ferran y Raphinha anotaron los dos restantes en un duelo en el que se vieron finalmente superados por 5-3 por un Arsenal mucho más rodado.

«Obviamente podríamos haber jugado mejor, pero creo que hemos competido contra un gran oponente. Lo podemos hacer mejor, hemos cometido errores no forzados, pero sólo ha sido el primer amistoso de la pretemporada», aseguró un Gündogan que tiene claro que aún hay que engrasar la máquina. «Tengo que adaptarme a mis compañeros y ellos, a mí», agregó. Xavi, mientras, lamentó que el Arsenal se empleara demasiado a fondo. «Su intensidad me ha sorprendido mucho, no ha sido la normal para un partido de preparación. Ha habido mucha faltas tácticas y parecía más un partido de Champions que un amistoso», señaló el técnico barcelonista. «El motivo principal de la derrota ha sido la diferencia de intensidad y de tono físico. Para ellos era el quinto partido y se ha notado. Hemos estado tímidos en defensa, pero hemos acumulado minutos y, pese a que el rival estaba más rodado, hemos terminado bien», sentenció el entrenador azulgrana.

kpd