La dirección de Chamartín no quiere decidir “en caliente” tras el desastre de Manchester y aboga por la calma y el análisis mientras sondea sus opciones. El italiano, al que espera Brasil, está tranquilo.
Después de la dura derrota contra el Manchester City, Carlo Ancelotti tardó dos preguntas en recordar públicamente las palabras de Florentino Pérez en el estadio de La Cartuja de Sevilla, donde el presidente del Real Madrid había dado por hecha la continuidad del italiano la próxima temporada. “No quiero oír hablar más del tema. Tiene contrato y estamos contentos“, dijo Florentino la noche del 6 de mayo, después de ganar la Copa del Rey. Y 11 días después, Carletto, veterano de mil batallas futbolísticas y mediáticas, se acordó: “Nadie duda. El presidente fue claro. Nadie duda“. Pero hablamos del Madrid, y pocos saben mejor que Ancelotti lo que eso significa.
La imagen madridista en el Etihad ante un enemigo como Pep Guardiola ha caído como plomo en Valdebebas. Ya lo dijo Courtois: “Es el cómo. Duele cómo hemos perdido”. Y dentro del club la sensación es parecida. A nivel de resultados, una Champions y unas semifinales en dos años son una gran noticia y la Copa y el 0-4 del Camp Nou compensan la irregularidad en Liga, pero las sensaciones en el avión desde Manchester eran de “periodo de reflexión“.
El Madrid se ha dado unas semanas para calmar emociones, analizar de forma global la temporada y tomar decisiones con el poso que requiere el momento. El último sentimiento es el de la desgracia del Etihad, el que más duele, pero en Chamartín, según ha podido saber este periódico, no quieren juzgar “en caliente” ni tomar “medidas desesperadas“.
La relación Ancelotti-veteranos
Tampoco Ancelotti, con contrato hasta 2024 y con todo Brasil esperando por él. La noche del miércoles fue una de las más duras de la carrera del italiano, pero como dijo ante la prensa, “no hay que montar un drama”. Sus 63 años le dan la certeza de que se hablará mucho de su futuro en las próximas semanas, pero “no le altera” y en su círculo hay “tranquilidad”.
La situación del italiano es compleja. Por una parte, el club valora su excelente relación con la plantilla, tanto con el núcleo veterano como con el joven. Creen que sólo un entrenador de su estilo puede convencer a los Kroos o Modric de los roles que deben de tener en su próxima renovación, pero a la vez esa relación cercana podría llegar a ser perjudicial, confiando en exceso en ellos en determinados momentos. “¿Quién no confía en Carlo?”, le defendía Kroos en zona mixta.
El Madrid ha fichado a Tchouaméni y Camavinga por más de 100 millones y tiene casi cerrado a Bellingham por 130. El mensaje al entrenador, al que sea, es claro. Pero en el Etihad Camavinga fue lateral y Tchouaméni entró en el minuto 80. La dirección tiene un plan muy claro en los despachos y así lo quiere ver en el césped, y se lo repetirá a Ancelotti en la reunión que tienen planeada a final de temporada. En esa charla se decidirá su futuro.
Posibles Candidatos
El transalpino llegó en el verano de 2021 como solución de emergencia y ahora, con dos años de éxitos y tensiones sobre su espalda y con 12 meses de contrato, es el primero que sabe que el club lleva sondeando el mercado mucho tiempo. Las opciones, eso sí, son escasas. Pochettino, querido en varios momentos, parece cerca del Chelsea, y Xabi Alonso, del gusto de la dirección, todavía acaba de empezar su carrera en el Leverkusen. Zidane, que estuvo el miércoles en los alrededores del Bernabéu, sería la eterna opción de auxilio.
Una alternativa a Benzema
Otra cuestión es la de Benzema. El mes de mayo del francés ha evidenciado su bajón físico y ha dejado al descubierto la planificación del club. Si en el medio Ancelotti sí tiene recambios para Kroos y Modric, en la delantera no. El Madrid ha fichado al brasileño Endrick, de 16 años, pero llegará en 2024 y verde, se supone, para un equipo como el blanco.
El francés, a sus 35 años, necesita un suplente de garantías, y también el entrenador que esté a cargo. Si su nivel hubiera sido más alto, en Chamartín se hubieran conformado con el canterano Álvaro, pero parece que la idea es bucear en el mercado y buscar una alternativa asequible en el corto plazo, asumiendo que los grandes deseos, Mbappé y Haaland, son imposibles.