Un libro es una poderosa herramienta para un ajuste de cuentas. No mata como una pistola o un cuchillo, pero mortifica cuando su contenido es como la sosa cáustica para la imagen y credibilidad de los enemigos del autor. Sucede, en ocasiones, que la expectativa es mayor que el efecto, porque la venganza es temerosa cuando quienes escriben tienen causas pendientes con la justicia. Eran los casos de Mario Conde o Sandro Rosell, que acabaron por convertir sus libros en un diario de su paso por la cárcel. Luis Rubiales no la ha pisado, por ahora, pero está imputado en el Supercopa Files y pendiente de su recurso al Supremo por la sentencia en el caso del beso a Jenni Hermoso. El libro que ha escrito junto a su padre, aunque lo firme el ex presidente de la Federación, está hecho desde el profundo y visceral resentimiento de los Rubiales. Luis&Luis contra todo y contra todos, incluso contra su propio apellido, en la figura del tío Juan, al que consideran el gran traidor a la familia. Matar a Rubiales es, pues, una crónica negra en la que el fútbol es casi un decorado para las cargas de profundidad que a lo largo de 502 páginas caen sobre la política, que empieza por el Gobierno actual, el periodismo y el feminismo.
Pedro Sánchez y Rubiales en la Moncloa.EFE
La cohabitación de Rubiales con el poder, fuera como amigo o enemigo, fue constante y peligrosa, como demostraron las grabaciones que afloraron, una vez hackeado su teléfono. De lo grabado, algo se sabe, pero no todo. De lo hablado, susurrado y escuchado, se conoce poco. Hasta dónde llega el ex presidente de la Federación es un secreto bien guardado por la editorial Última Línea, que no permite divulgar el contenido, preparado como una bomba para la gran presentación en Madrid, el 13 de noviembre.
La fecha está deliberadamente escogida, porque vuelve a ser semana de selecciones, cuando la Roja y la Federación, de cuyos personajes habla, estarán bajo el foco. Rubiales nombró a Luis de la Fuente, que primero aplaudió efusivamente en la Asamblea de la vergüenza, al grito de «¡no voy a dimitir!», y después renegó del presidente. Con muchas de las personas, directivos, técnicos y ejecutivos o ejecutivas, que han sobrevivido a las purgas en Las Rozas y le dieron la espalda, es con quien Rubiales está más dolido.
Una vez presentado en Madrid, Rubiales hará una gira por varias ciudades para explicar su relato, el de «una conspiración de poderosos de diferentes ámbitos de la vida pública española: del Gobierno, algunos partidos políticos, del fútbol, del rentable mundo del feminismo, de algunos medios convenientemente engrasados y de algunos personajes que no serían nada si no tuvieran en Luis un enemigo». De esa forma lo explica la editorial, según el traslado que ha hecho Rubiales.
Secretos de la selección femenina
Por orden expresa del ex dirigente, no hay adelantos previos ni entrevistas a medios de comunicación tradicionales, por los que se siente maltratado. La campaña previa, para acompañar el lanzamiento, la habría hecho Rubiales con youtubers en entrevistas ya preparadas. Es algo que el dirigente ya hizo en el pasado, con la exclusiva concedida a Alvise Pérez, actual parlamentario europeo al frente de la formación antisistema Se Acabó la Fiesta. Rubiales no quiere que se acabé la suya.
Rubiales y Jenni Hermoso, en el podio de Sydney.
Jenni Hermoso es uno de los personajes centrales, a la que el libro va a volver a poner en el prime time de la polémica apenas dos semanas después de regresar a la selección de la mano de Sonia Bermúdez. El beso no consentido que recibió del ex presidente, en la celebración del título mundial, en Sydney en 2023, precipitó la caída del dirigente. Lo mismo sucede con la selección femenina en su conjunto, con el plante de las 15 o las quejas sobre la convivencia del grupo que trasladaba Jorge Vilda. Una rebelión que provocó cambios necesarios, pero con episodios escabrosos pendientes de contar.
La gestación de la Supercopa y su relación con Gerard Piqué, también imputado en el proceso judicial, tienen su espacio en el libro. Los audios en los que el ex presidente de la Federación y el ex jugador del Barcelona mercadeaban con el reparto de dinero fue su primera gran crisis de credibilidad.
Javier Tebas, en un acto de la Liga Genuine.EFE
Entre los enemigos de Rubiales ha habido pocos como Javier Tebas, cuyo enfrentamiento se remonta al tiempo en el que el primero presidió la AFE. Con pocos tiene tantos deseos de ajustar cuentas, aunque sabe que Tebas responde a fuego en los tribunales y eso puede tener graves consecuencias económicas, en un momento en el que Rubiales tiene las cuentas embargadas por la justicia, lo que le impide seguir con sus proyectos empresariales, algunos vinculados al sector hotelero.
Haber puesto en marcha la exitosa candidatura del Mundial 2030, llevarla a la Moncloa y sentirse, hoy, como un apestado, es algo que Rubiales no perdona, por lo que la política tiene su espacio en el libro, con Pedro Sánchez entre los personajes centrales. Luis Rubiales padre, miembro del PSOE con cargos en la administración andaluza, también se sintió de un modo parecido al ser vinculado con los ERE. La alta política y la política deportiva merecen su atención, ya que Rubiales se enfrentó a Miguel Cardenal e Irene Lozano, entre otros, o compartió viaje y cosas que contar con Víctor Francos. Su relación con Alejandro Blanco, uno de sus apoyos, se rompió cuando el presidente del COE le dijo que debía dimitir antes de la sonora y polémica Asamblea.
Un día antes del lanzamiento del libro de Rubiales, Planeta lanzará la esperada autobiografía del Rey Emérito, Juan Carlos I, que comparte resentimiento con el ex presidente de la Federación, aunque bajo el título de Reconciliación. El objetivo de Matar a Rubiales no es precisamente ese. Es el de morir matando.