El 25 de mayo de 2005, Antonio Núñez (Madrid, 1979) levantaba la Champions League conocida como El Milagro de Estambul. El futbolista español pertenecía a aquel ‘Spanish Liverpool’ de Rafa Benítez que daría la vuelta a un 3-0 adverso en sólo 45 minutos contra el Milán dirigido por Carlo Ancelotti. Finalmente, conseguirían el histórico trofeo en la tanda de penaltis.
10 años después, en la 2014/15, Núñez, descendía a 2ªB con el Recreativo de Huelva. “Son situaciones parecidas mentalmente. Las vives con la misma intensidad porque te va mucho y eres consciente de toda la gente que hay detrás”, comenta el ex futbolista a EL MUNDO. Cuatro puntos separaron al ‘Decano’ de la salvación, cuando el año anterior se había quedado a un punto del playoff de ascenso a Primera División. De tocar el cielo, al infierno.
Aunque Núñez pensaba en colgar las botas si eso ocurría, la conexión con la afición y la ciudad fue tal que el futbolista, canterano del Real Madrid, se mantuvo en el equipo dos años más. “Las circunstancias me animaron a seguir. El Recre es un club importante”, apunta el ex jugador, que ahora vive a caballo entre Huelva y Madrid.
“Lo multiplica exponencialmente”
El Recreativo de Huelva es el club más antiguo de España con más de 130 años de historia. Aunque sólo ha disputado cinco temporadas en Primera División, está entre los 50 equipos más importantes de LaLiga (puesto 42). El Real Murcia ocupa el 32, el Hércules CF el 29 y el RC Deportivo de La Coruña, el 12.
Los cuatro transitan desde hace varios años en el fútbol semiprofesional. El Hércules y el Real Murcia cumplen 10 años fuera del fútbol profesional, aunque los alicantinos lo hacen en Segunda RFEF mientras que el Murcia consiguió ascender el año pasado a Primera RFEF, el Recre y el Depor, también en Primera RFEF, llevan 9 y 4 años respectivamente.
“Igual que cuando bajas de Primera a Segunda pierdes muchos ingresos, hacerlo a Primera RFEF lo multiplica exponencialmente”, explica el profesor de Gestión Deportiva de la Universidad Europea, Jorge López y detalla cómo se reducen, principalmente las ganancias televisivas, pero también los patrocinios, que pasan de una influencia nacional a una autonómica y, como no, aparecen los problemas de deuda ante un escenario no contemplado. “No puedes pensar que vas a bajar o no competirías”, añade.
Deudas
De la deuda del Recreativo de Huelva tuvo que hacerse cargo finalmente el propio Ayuntamiento de la ciudad; de la del Deportivo, la entidad financiera Abanca y la del Hérculés y del Murcia, diversos empresarios privados, unos con más éxito que otros. “La entrada de Felipe Moreno ha sido una bocanada de aire fresco, la deuda es grande porque se va sumando de otras temporadas. Se está solventando y ahora el Murcia lleva camino de conseguir que se hable del tema deportivo y no del económico”, revela Paco López, Director General del Real Murcia.
Un equipo, por cierto, que no descendió deportivamente sino que fue fruto de una decisión judicial derivada «del no cumplimiento de los ratios económicos financieros». Otros clubes también sufrieron descensos en los despachos como Guadalajara, Oviedo o Elche, aunque estos dos últimos han conseguido retornar al fútbol profesional hace 10 y 5 años, respectivamente.
Hace apenas 10 días, la Seguridad Social levantaba el embargo que pesaba sobre las cuentas del Real Murcia. La situación, hace unos años, llegó a ser crítica. «Hubo un momento aquí, que pensé que se bajaría la persiana. Afortunadamente, el movimiento social salvó al club», explica José Manuel Sánchez, gerente del Real Murcia.
“Una gran masa social ayuda porque es más fácil generar ingresos y competir en mejores condiciones pero también hay una mayor presión. Genera más frustración cuando no se alcanzan los objetivos”, apunta Jorge López. “Nosotros partimos con la ventaja de nuestra afición, pero a veces es muy exigente”, cuenta Paco Peña, director Deportivo del Hércules CF. Algo que también se vive en A Coruña.
Tres años seguidos en Primera RFEF con medias de asistencia de 20.000 personas en Riazor animando a un equipo que siempre ha peleado por el ascenso, pero que por unas u otras circunstancias no ha podido conseguirlo. Goles en la prórroga, expulsiones absurdas y todo tipo de desgracias, más propias de una serie de televisión que de la propia realidad. Luego todos los veranos mucho ruido hasta que este último se ha saldado no sólo con la salida del entrenador, sino de todo el Consejo de Administración, incluido el presidente, para «favorecer el proceso de reestructuración del Club de cara a la nueva temporada».
Cada año, más difícil
Cada año que pasa, la estancia en el fútbol semiprofesional para este tipo de clubes es más complicada debido, sobre todo, a sus grandes estructuras. El Depor, por ejemplo, presupuestaba 8 millones para la temporada 2022/23 con casi 5 millones en pérdidas. «Te merman muchas cosas, principalmente en la parcela deportiva. Vas reduciendo las áreas de club y, si no remontas en una temporada, cuesta mucho», revela el Director General del Real Murcia.
«Cuanto más tiempo, menos capacidad tienes para hacer frente a tus gastos. Son equipos muy grandes con muchos costes por todo lo que tienen: cantera, ciudades deportivas…», añade el profesor de la Universidad Europea. Y es secundado por el director Deportivo del Hércules, «Necesitamos subir ya, la exigencia es máxima. Es lo que transmitimos a todos los jugadores».
Primero llega la merma y después, si no ha habido una buena gestión económica, los temidos impagos. «Nosotros llegamos a estar 6 o 7 años sin cobrar y claro en esa situación, la cabeza de los jugadores no estaba limpia», revela el Gerente del Real Murcia.
Algo que corrobora un jugador que vivió esa situación y que la define como «la pescadilla que se muerde la cola». «A más dificultades económicas, más deportivas. No es que el jugador no corra, es que se crean problemas enormes en la vida personal de cada uno y termina afectando a su rendimiento», explica Antonio Núñez y recuerda casos de compañeros suyos en el Recre con problemas incluso para pagar el alquiler de sus propias casas.
La fórmula
El Santo Grial sería encontrar la fórmula efectiva para volver al fútbol profesional aunque José Manuel Sánchez sabe que no existe ya que «a veces suben equipos con presupuestos pequeños, otras veces, con grandes». Hacerlo supone sumar esos 6 millones por televisión más al merchandising, la publicidad y los abonos con los que cuentan estos clubes históricos. «En el fútbol profesional los abonos y la publicidad representan un porcentaje pequeño mientras que aquí, junto con las aportaciones de los propietarios, es todo», apunta el Gerente del Real Murcia.
Antonio Núñez tampoco tiene la solución pero sí da una clave muy sencilla «primero tapar agujeros y luego volver». Porque la afición, de este tipo de clubes históricos, siempre va a estar ahí. A Coruña, Murcia, Alicante y Huelva tienen una poblacion de casi 1,2 millones de personas, 50.000 de ellas son socias de estos históricos que añoran volver a ser grandes.