Nadal cae ante Hurkacz en Roma por la vía rápida y duda sobre Roland Garros: "Estoy tocadillo"

Nadal cae ante Hurkacz en Roma por la vía rápida y duda sobre Roland Garros: “Estoy tocadillo”

No queda nada que cocinar, las guirnaldas ya están colgadas, el cava espera en la nevera: la fiesta de despedida está lista. Los actos previos a Roland Garros, los tres torneos sobre tierra batida que Rafa Nadal había planteado como preparación, acabaron para él este sábado quizá de manera prematura, quizá de manera lógica. En segunda ronda del Masters 1000 de Roma, Nadal cayó ante el polaco Hubert Hurkacz en dos sets, por 6-1 y 6-3, y ya sólo le quedan 15 días para presentarse en París de la mejor manera.

Marcharse para siempre de la Philippe Chatrier con un título parece realmente difícil, casi imposible, pero podrá competir, lo que deseaba. Como le pasó ante en el Trofeo Conde de Godó y en el Mutua Madrid Open, su eliminación en el Foro Itálico plantea dudas sobre su nivel si no se observa el objetivo final. Ya no es cuestión de ganar y ganar; para eso estuvieron las últimas dos décadas. Ahora es cuestión de encontrarse sobre la pista, de jugar al tenis y, de alguna manera, de disfrutar. Para eso le dará el físico.

Su rostro en los últimos juegos ante Hurkacz demostraban que Nadal no estaba satisfecho, pero su encuentro no fue tan terrible como el marcador insinúa. Ante todo un Top 10 del ranking ATP, el rival más duro desde su regreso, tuvo ciertas opciones. En concreto, siete. Siete bolas de break que no pudo convertir por culpa del violento saque del polaco, pero que existieron. Si su rival hubiera fallado más -Hurkacz acabó sólo con 10 errores no forzados-, Nadal hubiera podido entrar en el partido y quién sabe qué hubiera pasado.

"No tomaré una decisión aún"

Especialmente relevante fue el primer juego del primer set. Pese a que el partido apenas duró una hora y media, ese periodo inicial se extendió hasta los 20 minutos y, en él, Hurkacz estuvo contra las cuerdas. Hasta cinco veces pudo Nadal romperle el servicio y complicarle el encuentro, pero el nueve del mundo las salvó todas. Ahí cimentó su victoria, su confianza, su juego, su temple. Como hizo ante Roger Federer en Wimbledon 2021, pese a sus malos resultados en arcilla Hurkacz elevó su tenis para fulminar a Nadal en Roma.

En rueda de prensa, el español, todavía tocado, certificó que la derrota le había dolido y llegó a plantear dudas sobre su presencia en París. "No quiero tomar una decisión aún. Hay dos caminos posibles. Creo que no estoy preparado para competir en Roland Garros por lo que he hecho hoy. Faltan dos semanas, vamos a hacer lo posible para cambiar la situación. Aunque sea difícil para mí, frustrante, me siento más cerca de intentarlo. Estoy tocadillo, pero intentaré todo lo posible estas dos semanas".

"Hoy parece imposible ir a Roland Garros y pensar en nada especial, pero físicamente no he estado tan mal. Yo espero llegar con las condiciones suficientemente buenas y darme una oportunidad. Tengo algunos problemas, pero no suficientes para decir ya que no voy a jugar en el evento más importante de mi carrera. Veremos cómo va la cosa, cómo me siento mentalmente mañana, pasado y en una semana. Si me siento preparado, intentaré estar allí y pelear por las cosas por las que he peleado durante estos últimos 15 años", finalizó Nadal antes de marcharse de Roma con una cerradísima ovación.

falta de evolución

Más allá de su derrota ante Hurkacz, el problema del ganador de 22 Grand Slam fue la falta de evolución. Antes de debutar en el Foro Itálico, Nadal completó dos buenísimos entrenamientos ante Francisco Cerundolo y Stefanos Tsitsipas y, después de esas prácticas, creyó que podría llegar lejos en el torneo. Entre el Trofeo Conde de Godó de Barcelona y el Mutua Madrid Open ya había aumentado la velocidad y el peso de su derecha y en el Masters 1000 de Roma tenía que ir a más.

No pasó. En primera ronda, ante el belga Zizou Bergs, estuvo lento y apenas encontró apoyos para su golpeo y este sábado ante Hurkacz nunca llegó a entrar en el partido. En todo caso, no era más que una preparación para Roland Garros. No queda nada que cocinar, las guirnaldas ya están colgadas, el cava espera en la nevera: la fiesta de despedida de Nadal está lista.

Dominic Thiem, el príncipe de la tierra batida, se retira a los 30 años harto de los dolores

Dominic Thiem, el príncipe de la tierra batida, se retira a los 30 años harto de los dolores

En cada impulso, cada paso, cada gesto, cada golpeo se esconde el peligro de un 'crec': más que la derrota, ésa es la tragedia del deporte. La desgracia alcanzó al austriaco Dominic Thiem en el mejor momento de su carrera, cuando ya había ganado un Grand Slam, el US Open 2020, y ascendido hasta el número tres del ranking ATP. Durante el verano de 2021, jugando el ATP 250 de Mallorca para coger ritmo, Thiem sintió un dolor punzante en su muñeca derecha y en ese instante, en ese mismo instante, su vida como tenista se acabó.

Un desgarro en un tendón, le diagnosticaron; ya no volvió a jugar al máximo nivel. Este viernes, pese a sus 30 años, harto de los dolores, anunció que a final de temporada se retirará de la competición.

"Mi muñeca no está como debería y como quiero que esté. He estado pensando sobre esta decisión durante mucho tiempo. Pondré punto y final a mi carrera a final de 2024. Ha sido una carrera increíble, he ganado títulos, he tenido éxito. El viaje fue increíble. Estoy emocionado de lo que vendrá ahora", comentó en un vídeo publicado en sus redes sociales después de un par de años para el olvido.

Caído del Top 100, la temporada pasada, de hecho, perdió más partidos que los que ganó, aunque las fuerzas le alcanzaron para darse un último homenaje. En el ATP 250 de Kitzbuhel, en su país, llegó a una final que acabaría perdiendo contra el argentino Sebastian Báez. El torneo era, cómo no, en tierra batida, su superficie, la superficie de la que fue príncipe durante varias temporadas.

Contra Nadal, su mejor versión

Entre 2017 y 2019, Thiem fue el mejor rival de Rafa Nadal en arcilla. Con un juego relativamente parecido, en ese tiempo ambos se encontraron en nueve ocasiones sobre ese terreno, con seis victorias para el español, sí, pero también tres para el austríaco. Nadal le venció en las finales de Roland Garros de 2018 y 2019, por ejemplo, pero Thiem se sobrepuso en los cuartos de final del Masters 1000 de Roma 2017, los cuartos del Masters 1000 de Madrid 2018 y en las semifinales del Torneo Conde de Godó de 2019.

Fue entonces cuando, con el crepúsculo de Nadal, se advirtió a Thiem como su heredero natural, más después de que se impusiera en el US Open de 2020 tras eliminar a Daniil Medvedev y Alexander Zverev. Justo antes de la aparición de Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, Thiem fue uno de los mayores exponentes de la Next Gen.

Nacido en un país de escasa tradición tenística como Austria, sus padres, Karin y Wolfgang Thiem, eran entrenadores de tenis y por eso su vida siempre estuvo asociada al deporte. De una ciudad pequeña, Wiener Neustadt, a los 16 años se mudo a Viena para entrar en la academia de Günter Bresnik, donde sufrió unos duros inicios.

En pleno estirón -creció 16 centímetros en un año- su sistema inmune no está preparado para la competición, pero brilló tras cumplir un estricto programa de entrenamiento. En 2016, a los 22 años, entró por primera vez en el Top 10 y encaró los años de plenitud que, para su desgracia, fueron pocos.

Nadal tira de oficio para sobrevivir ante Bergs en su debut en Roma

Nadal tira de oficio para sobrevivir ante Bergs en su debut en Roma

La memoria, repleta de recuerdos exitosos, niega que hubiera un Rafa Nadal así, perdido, errático, amenazado en una primera ronda de un torneo sobre tierra batida ante un adversario fuera del Top 100 de la ATP, pero lo hubo. El sufrimiento que padeció este jueves ya lo había vivido. Años atrás todo eran episodios más livianos, anecdóticos, pero incluso en sus mejores tiempos Nadal tuvo algunos malos estrenos que se olvidaron con el paso de los días y de los partidos. Esta vez, en su debut en el Masters 1000 de Roma, una mala noticia y una buena: los fallos realmente le pusieron contra las cuerdas y, al mismo tiempo, tuvo la capacidad de levantarse y sobrevivir.

Ante el belga Zizou Bergs venció por 4-6, 6-3 y6-4 en una remontada sufrida que le obligó a jugar casi tres horas: dos horas y 47 minutos. Finalmente estará en la próxima ronda, ante Hubert Hurkacz, noveno del mundo, y lo hará con la lección aprendida. Su físico mejora cada semana, está más rápido que en Barcelona o Madrid, pero ya no le permite victorias plácidas.

Tampoco ayudó el rival. Al contrario que en sus primeros partidos en el Godó o el Mutua Madrid Open, cuando se encontró a jóvenes temblorosos con la bandera blanca en la mano, en Roma Nadal se topó con un currante del tenis con ganas de disfrutar del momento. De 24 años y habitual del circuito challenger, Bergs supo interpretar el escenario. En la pista central del Foro Itálico, ante una leyenda, no tenía absolutamente nada que perder, así que... ¿Por qué no jugar un rato?

Su derecha hizo daño a Nadal, más su desparpajo, y en el primer set parecía encaminado a la victoria. La manera en la que remontó un break inicial en contra -del 3-1 al 4-6- sorprendió a todos los presentes y obligó al público italiano a volcarse en levantar el ánimo del español. Sin Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, su eliminación hubiera sido un drama para el torneo. Pero, para alivio general , algo cambió.

La reacción de Nadal

En el primer juego del segundo set, Nadal levantó la mirada hacia las gradas y advirtió al juez de silla: "¡Allí, allí, una ambulancia!". A un espectador le acababa de dar un golpe de calor. Y a partir de ahí el partido fue distinto. Durante la parada para que los médicos atendieran al aficionado -que se recuperó sin problemas-, Nadal estuvo analizando sus problemas con su entrenador, Carlos Moyà, y tras la reanudación fue otro jugador.

De un primer periodo nefasto, con sólo tres golpes ganadores y 16 errores no forzados, pasó a un tenis más sólido, más efectivo. Tampoco llegó a brillar, pero con el oficio le bastó para llevarse el triunfo. En el tercer set, de hecho, vivió varios juegos en el alambre, con tres bolas de break en contra, y supo salvarse. A Bergs, antes disfrutón, se le empezó a agriar el carácter y acabó rompiendo una raqueta, mala señal. Igualmente una enseñanza para Nadal de cara al muy cercano Roland Garros. Otrora podía permitirse partidos desafinados, especialmente en los arranques de los torneos, pero ahora necesita entonarse desde el primer juego.

La mejora física de Nadal, a prueba en Roma: ¿Y si puede optar al título? "Estoy disfrutando"

La mejora física de Nadal, a prueba en Roma: ¿Y si puede optar al título? “Estoy disfrutando”

El tenis masculino vive meses inciertos. El número uno del ranking ATP, Novak Djokovic, juega de manera intermitente; quienes están llamados a relegarle, Jannik Sinner, Carlos Alcaraz y Daniil Medvedev, están lesionados o tocados; y por detrás abundan tenistas irregulares como Alexander Zverev, Andrei Rublev o Stefanos Tsitsipas. Sólo hay una buena noticia. Rafa Nadal ha vuelto. Realmente ha vuelto. Después de su inicio lento y dubitativo en el Trofeo Conde de Godó, en el Mutua Madrid Open de Madrid ya mostró velocidad y confianza y en el Masters 1000 de Roma que empezó ayer cualquier cosa puede pasar.

¿Es capaz Nadal de levantar su undécimo título en Italia? En plena recuperación, todavía parece una utopía, pero por primera vez en los últimos dos años el español podría volver a disputar la fase final de un torneo. ¿Cuartos de final en el Foro Itálico? ¿Semifinales? No parece imposible.

Su mejora física es el mejor argumento. Sus victorias en Madrid ante Alex de Miñaur y Pedro Cachín confirmaron su evolución y en los últimos días en Roma se le ha visto en un estado excelente. El domingo apareció en las instalaciones a orillas del río Tiber con una media compresiva en su gemelo derecho y disparó las alarmas. Cualquier dolor, cualquier molestia podría frenarle e incluso llevarle al adiós definitivo. Pero, al final, era sólo cautela. En cuanto empezó a entrenar, Nadal se deshizo de vendajes y voló.

Buenos entrenamientos

Este lunes, de hecho, disputó un partido de entrenamiento contra el argentino Francisco Cerundolo, actual 22 de la lista ATP, cuartofinalista en Madrid, y lo derrotó por 6-3 y 7-6, según explicaron los aficionados presentes. Este martes, más cauto, disputó sólo un set contra Stefanos Tsitsipas, octavo del mundo, al parecer también con victoria para el español. A sus 37 años y con todos los achaques del mundo, Nadal ya volverá a ser el velocista que fue, pero simplemente manteniéndose sano le llega para ganar. ¿Cuánto?

Esa es la incógnita. Su rival en primera ronda este jueves (no antes de las 13.00 horas, Movistar) es el belga Zizou Bergs, fuera del Top 100 de la ATP, de 24 años y con un balance profesional dudoso -nueve victorias y 21 derrotas-. Luego, en segunda ronda se podría encontrar con Hubert Hurkacz, un Top 10 con dificultades en tierra batida, y en tercera, ante el brasileño Thiago Seyboth Wild, víctima de Alcaraz en Madrid, o el argentino Tomás Martín Etcheverry. Hasta octavos de final, con la posible presencia de Holger Rune, Nadal no se toparía con un candidato a campeón en Roma. En ese escalón estará su prueba.

"Soy feliz"

Ante Rune o incluso en cuartos, en un hipotético enfrentamiento ante Medvedev -si el ruso juega-, el ganador de 22 Grand Slam sabrá donde estará realmente su nivel. Entonces comprobará si puede levantar otro título en Italia y, sobre todo, si puede llegar a Roland Garros con opciones de triunfar. "Estoy disfrutando jugando. Soy feliz. Voy a encadenar tres torneos seguidos cuando hace poco no podía encadenar ni tres entrenos seguidos. Mi evolución no es igual todos los días. Por eso lo de París lo diré después de Roma", comentó este miércoles con exagerada cautela. Que gane en el Foro Itálico es improbable, pero más lo es que se pierde el Grand Slam francés.

Es el objetivo por el que lleva trabajando más de un año y, de hecho, quizá es su principal inconveniente para llegar lejos en el Masters 1000 de Roma. Como ya dijo en el Trofeo Conde de Godó y repitió en el Mutua Madrid Open, sólo tomará riesgos en la Philippe Chatrier y en estas semanas previas aflojará o se retirará ante cualquier susto. No es su filosofía, como ha lamentado últimamente, pero despedirse con honores en París está por encima de todo. De momento, todo está abierto.

Incluso un cálculo alocado surgía ayer desde la web de ATP: Nadal, que ya ha entrado en el Top 300 del ranking, podría acabar alrededor del puesto 35 si gana este Masters 1000 y, con las múltiples bajas previsibles, sería cabeza de serie en Roland Garros. Una suposición fantasiosa... o no. ¿Es capaz Nadal de levantar su undécimo título en Italia? Es improbable, pero.

Andrey Rublev, el hombre que derrotó a sus demonios interiores: "Es el título del que me siento más orgulloso"

Andrey Rublev, el hombre que derrotó a sus demonios interiores: “Es el título del que me siento más orgulloso”

Más templado de lo que acostumbra a lo largo de las dos semanas de competición, haciendo gala de una serenidad infrecuente en un tenista a menudo traicionado por su temperamento, Andrey Rublev consiguió en la Caja Mágica el segundo título más importante de su carrera. La victoria lograda ante Felix Auger-Aliassime (4-6, 7-5 y 7-5) devuelve al ruso, de 26 años, su cuota de protagonismo tras un período delicado.

El ruso, que llegó a la Caja Mágica con tres derrotas consecutivas en primera ronda, tocado por su descalificación en el ATP 500 de Doha por sus airadas protestas a una juez de línea, asciende dos puestos en el ránking y desde hoy es el sexto del mundo.

"Diría que es el título del que me siento más orgulloso a lo largo de mi carrera. Estaba casi muerto cada día. No dormía por las noches. Los últimos tres o cuatro días no dormí. Me aplicaron anestesia en un dedo, en el pie, porque estaban inflamados y sentía toda la presión en al apoyar el pie. Además, sigo enfermo. Lo he estado durante los últimos ocho o nueve días", reveló.

Un adolescente en la Copa Davis

Son ya 16 los trofeos que ha levantado el tenista entrenado por el español Fernando Vicente, ganador a principios de curso en el ATP 250 de Hong Kong. Rublev es un habitual en las rondas importante de los Grand Slam, con 10 presencias en cuartos de final. Desde que se diese a conocer en la eliminatoria de Copa Davis frente a España, en Vladivostok, cuando, con tan sólo 17 años, ganó el punto definitivo ante Pablo Andújar y condenó a nuestro país a los infiernos, fue ascendiendo poco a poco hacia los puestos nobles del ránking.

Siempre competitivo, sabe lo que es derrotar a Roger Federer, a quien superó en los octavos de final de Cincinnatti en 2019, a Novak Djokovic, al que ganó en la final de Belgrado de 2022, con 6-0 en el último set y a Rafael Nadal, a quien doblegó en las semifinales de Montecarlo en 2021.Tampoco Carlos Alcaraz, ya campeón del Abierto de Estados Unidos y de Wimbledon, pudo resistirse a su empuje y vio cómo ponía fin a casi tres años invicto en la Caja Mágica.

Ahora residente en Dubai, pasa largas temporadas en Barcelona, pero aún se resiste a expresarse en castellano ni en catalán, pese a que entiende bien ambos idiomas. «Si tuviera que dar clases con algún profesor, creo que explotaría mentalmente», confesaba en una entrevista concedida a este periódico.

Ante las ausencias de JannikSinner y Alcaraz y las dudas alrededor de Djokovic, asoma como uno de los candidatos a pelear por el título en Roma, que se inicia esta semana.

Rublev se sobrepone a la tenaz resistencia de Auger-Aliassime y gana en Madrid su segundo Masters 1000

Rublev se sobrepone a la tenaz resistencia de Auger-Aliassime y gana en Madrid su segundo Masters 1000

De menos a más en la que fue su sexta final de un torneo de esta categoría, Andrey Rublev conquistó en Madrid su segundo Masters 1000, tras el logrado el pasado año sobre la arcilla de Montecarlo. El ruso, que llegó a la Caja Mágica con cuatro derrotas consecutivas en primera ronda, tocado por su descalificación en el ATP 500 de Doha por sus airadas protestas a una juez de línea, confirmó el pronóstico y, habiendo dejado atrás a Carlos Alcaraz en cuartos, logró el decimosexto título de su trayectoria. Venció por 4-6, 7-5 y 6-4, en dos horas y 48 minutos. Asciende dos puestos en el ránking y desde este lunes será el sexto del mundo. Es el segundo ruso que gana en Madrid, después de Marat Safin, que lo hizo en 2004.

Bajo el techo retráctil de la Caja Mágica, debido a la tímida lluvia con la que se inició el partido, ante las 12.500 personas que llenaron el recinto pese a la ausencia de un jugador de la casa, Rublev vio cómo, en un final paradójico tal y como se había desarrollado el partido, su rival cometió una doble falta que le condenó a la derrota.

Ni siquiera los más arriesgados en los barruntos hubieran imaginado una final entre dos hombres que llegaban a Madrid plagados de dudas. Poco a poco fueron cayendo los principales candidatos al título, entre ellos el bicampeón Alcaraz, la más preciada pieza que se cobró el bravo tenista ruso.

El camino de su oponente en la final de este domingo fue más diáfano debido a las sucesivas retiradas de sus adversarios. Ganaba 6-1 y 1-0 cuando vio a Jakob Mensik mostrar bandera blanca en tercera ronda. No tuvo que disputar los cuartos por la baja de Jannik Sinner, que este sábado anunció que tampoco estará en Roma por culpa de sus problemas en la cadera derecha. Y se le marchó, con una dolencia en la parte baja de la espalda, Jiri Lehecka, a quien correspondió el papel de despedir a Rafael Nadal en el torneo del que es pentacampeón. Derrotó, eso sí, en octavos, a Casper Ruud, campeón en el Conde de Godó y finalista una semana antes en Montecarlo.

Mal comienzo

Rublev no disimulaba su asombro tras comenzar el partido con dos dobles faltas y ceder poco después su servicio en blanco. Tardó en despertar el ruso, que pronto volvió a entregar el saque. Mandaba Auger-Aliassime, que viajaba en carroza con el servicio y veía cerca la posibilidad de llevarse el set. Como se suponía, tal y como se presentó en la final, llegó la reacción de Rublev, que recuperó parte de la desventaja e hizo saber a su adversario que la tarea no le iba a resultar tan sencilla. Se llevó el set el canadiense, que había tenido su primera opción de cerrarlo al resto, pero estaba claro que había partido.

Auger-Aliassime se reivindicaba con el saque y prefería los intercambios cortos, en un encuentro jugado a cara descubierta, en el que ambos iban con todo en cada pelota. El segundo parcial caminaba hacia el desempate, un territorio que en principio le favorecía por la eficacia de su primer golpe. Sin embargo, le tembló algo la mano al canadiense cuando se aprestaba a igualar a seis y Rublev aprovechó su segunda pelota para hacerse con el parcial.

El tercer set fue un ejercicio de resistencia de Auger-Aliassime, que fue atendido en ambas piernas en cada descanso desde el quinto juego. Fue entonces cuando el partido alcanzó su máxima altura tenística y emocional, con un desenlace muy duro para el de Quebec, a las puertas del desempate. Sumó 14 saques directos, salvó ocho de 11 pelotas de rotura, pero acabó muriendo con una doble falta.

Rublev impone su ley ante Fritz y disputará su quinta final de un Masters 1000

Rublev impone su ley ante Fritz y disputará su quinta final de un Masters 1000

Eliminados Carlos Alcaraz y Rafael Nadal, ausente Novak Djokovic, baja por lesión antes de cuartos Jannik Sinner, retirado también por lesión Daniil Medvedev tras perder el primer set de la antepenúltima ronda frente a Jiri Lehecka, eliminado prematuramente Alexander Zverev, al igual que Casper Ruud y Stefanos Tsitsipas, los dos principales protagonistas en arcilla en lo que va de temporada, el Masters 1000 de Madrid se ha ido descapitalizando de los nombres más queridos o atractivos para el público.

Su primer finalista será Andrey Rublev, número ocho del mundo, que se impuso a Taylor Fritz, décimocuarto, por 6-4 y 6-3, en un partido sin apenas ritmo, con demasiados errores, de los que no generan entusiasmo. Fue el ruso quien más hizo por llevarse el triunfo, fiel a su estilo, con mayor pujanza y destreza. Una rotura en cada uno de los sets le proyectó hacia la que será quinta final de un Masters 1000, la primera en la Caja Mágica.

Protagonistas inesperados

Cuatro semifinalistas inesperados, entre ellos el vencedor, un tenista que llegó al torneo decaído, aún bajo los efectos de su descalificación en el ATP 500 de Dubai por comportamiento antideportivo, y que creció hasta detener a Alcaraz, campeón en las dos últimas ediciones, y provocarle su segunda derrota en las cuatro participaciones en el torneo, antes de plantarse en la final. Fritz tampoco posee un gran bagaje en torneos de esta categoría, pero en esta edición había hecho valer sus condiciones, no las más aptas sobre tierra pese a la reciente final en Múnich, auxiliado por la altura de la ciudad.

Ninguno de los dos consiguió tomar el mando en los primeros juegos. Después de sendos breaks de entrada, el partido discurría sin que ocurriesen demasiadas cosas. Fritz dominaba por 5-3 el cara a cara, pero había perdido el único duelo sobre arcilla, el pasado año, en semifinales de Montecarlo, una referencia de peso a la hora de esbozar un pronóstico. Hubo que esperar al décimo juego, con rotura en blanco del ruso, para que se decantase el primer set.

El segundo fue aún más sencillo para Rublev ante un rival que apenas presentó oposición. El moscovita, que se garantiza ascender del octavo al séptimo puesto, será sexto si se lleva el torneo. Campeón en Montecarlo el pasado año, se encuentra ante una magnífica oportunidad.

Nadie gobierna en la tierra: "Demasiados torneos importantes, demasiado largos y demasiado juntos"

Nadie gobierna en la tierra: “Demasiados torneos importantes, demasiado largos y demasiado juntos”

Novak Djokovic, número 1 del mundo y tricampeón del Masters 1000 de Madrid, se dio de baja en esta edición, al igual que sucedió el pasado año. Hizo semifinales en Montecarlo, su único torneo sobre tierra hasta la fecha. Se le espera en Roma a partir del 9 de mayo. El italiano Jannik Sinner, número 2, decidió no disputar los cuartos de final frente a Felix Auger-Aliassime. Arrastra problemas en la cadera desde Montecarlo, donde también fue semifinalista. Está inscrito en Roma. Carlos Alcaraz, número 3, defensor del título y doble campeón en la Caja Mágica, perdió en cuartos ante Andrey Rublev, condicionado po r la lesión en el antebrazo que le impidió jugar en Montecarlo y Barcelona. También figura en la lista de Roma.

Los principales candidatos a ganar Roland Garros, que se jugará del 27 de mayo al 9 de junio, y al posible premio añadido de una medalla olímpica en el mismo escenario, del 26 de julio al 11 de agosto, se tientan la ropa, guardan fuerzas y reducen el rodaje en la superficie.

«Son torneos demasiado importantes, demasiado largos y demasiado juntos en el calendario», comenta a través del teléfono Marc Boada, fisioterapeuta de Maria Sakkari, número seis del mundo, y hasta hace pocas semanas de Grigor Dimitrov, décimo en el ránking y finalista del Masters 1000 de Miami. Djokovic cumplirá 37 años el día 22. Sinner tiene 22. Alcaraz entra en los 21 el próximo domingo. El serbio, que no ha ganado título alguno esta temporada, administra energías en el tramo final de su carrera. El italiano y el español arrastran la exigencia del curso: Sinner suma tres títulos en 2024, Alcaraz revalidó la corona en Indian Wells y fue cuartofinalista en el Abierto de Australia y en Miami.

«El calendario es cada vez más exigente y los jugadores que se preparan para ganar un Grand Slam tienen muy difícil jugar para ganar dos torneos importantes de dos semanas, como son ahora Madrid y Roma. Hay algunos top 10 que disputan estos torneos sólo como preparación, haciendo simultáneamente sesiones más largas de físico», agrega Boada.

El precedente de Nadal

Nadie gobierna la tierra como durante tres lustros Rafael Nadal, capaz de hacer cumbre en París tras dejar su huella en los torneos precedentes. El 14 veces campeón de Roland Garros, que el 3 de junio cumple 38 años, vive una situación excepcional. Sólo ha podido disputar nueve partidos en los últimos 18 meses debido a las lesiones y trata apresuradamente de afinar su puesta a punto para intentar aproximarse a un nuevo mordisco en su torneo favorito. Octavofinalista en Madrid, también disputará el torneo de Roma, donde tomará la decisión sobre su presencia en la gran cita de la arcilla.

Sólo dos de los 10 primeros cabezas de serie llegaron a este jueves en el torneo. Entre las víctimas más significativas se encuentra también Alexander Zverev, quinto en el ránking y bicampeón, sorprendido en octavos por Francisco Cerúndolo.

«La evolución general en todos los deportes es hacia un competidor más físico. Los tenistas son más altos, le pegan más fuerte y se someten a un mayor desgaste. La intensidad ha crecido mucho, de ahí que también los equipos sean más amplios, con especialistas en todos los ámbitos, también en el nutricional», prosigue Boada.

Desde que hace dos temporadas los torneos de Madrid y el pasado año el de Roma ampliaron su duración, el escenario ha cambiado. Ya no es factible aspirar a pelear por todo en todos los puntos de la tierra. Como hacía Nadal.

"Me puse muy quejica por no aprovechar las oportunidades": Madrid se queda huérfana sin Alcaraz ni Nadal

“Me puse muy quejica por no aprovechar las oportunidades”: Madrid se queda huérfana sin Alcaraz ni Nadal

Con menos de veinticuatro horas, Madrid perdió a sus dos principales activos en un torneo que se queda en estado de orfandad. En la madrugada del miércoles, despedido con los honores que merece tras participar en 20 de las 22 ediciones y ganar más títulos y partidos que nadie, se fue para siempre Rafael Nadal, uno de los mejores tenistas de la historia, homenajeado a pie de pista y con el largo tributo del público al que se ganó año tras año. Este miércols, contra las previsiones, tomó la puerta Carlos Alcaraz, a quien aún habrá mucho tiempo de ver, y con carácter triunfal, en una competición donde no perdía desde que el 5 de mayo de 2021, cuando ingresó en la mayoría de edad, le superó precisamente Nadal.

Por si los daños fueran pocos a la hora de restar atractivo al torneo, Jannick Sinner, el mejor jugador de la temporada, número dos del mundo, campeón del Abierto de Australia, del Masters 1000 de Miami y del ATP 250 de Rotterdam, anunció que no jugará hoy su encuentro frente a Felix Auger-Aliassime debido a los problemas de cadera que padece desde el torneo de Montecarlo.

Siete de los 10 primeros cabezas de serie ya están fuera de competición, tras las eliminaciones con anterioridad de Alexander Zverev, quinto, Casper Ruud, sexto, Stefanos Tsitsipas, séptimo, Hubert Hurkacz, noveno, y Grigor Dimitrov, décimo. El torneo tendrá este domingo un campeón inédito.

«Ha sido un día difícil. El partido tan largo e intenso ante Struff me pasó factura porque hacía tiempo que no competía a ese nivel, y amanecí con agujetas en todo el cuerpo y el antebrazo ahí, ahí. También estoy resfriado, pero lo principal es que he estado mucho más débil mentalmente de lo normal. Me puse muy quejica por no aprovechar las oportunidades», explicó Alcaraz en conferencia de prensa, tras perder contra Andrey Rublev, pesaroso por convertir sólo una de sus ocho bolas de rotura, la que le facilitó llevarse el primer set.

Ganador de las últimas ediciones en Madrid y campeón este año en el Masters 1000 de Indian Wells, condicionado por esas molestias que no acaba de dejar atrás, Alcaraz se mueve en la pista con una cierta indefinición. La prudencia a la hora de golpear su derecha le ha obligado a modificar su plan de juego, a extraer de su amplio repertorio otras formas de prosperar en los partidos. Ha perdido violencia en el drive y trata de añadir mayor sentido táctico. La fórmula puede incluso resultar interesante en su evolución, pero esa menor explosividad le resta posibilidades ante jugadores de las características de Rublev, con impactos de hormigón.

Muchas dudas previas

«Un día antes de empezar el torneo no sabía si podría competir y estuve casi una semana sin golpear de drive», explicó el murciano en rueda de prensa. «Está claro que una vez que entro a pista no me gusta nada perder, pero considero esta semana muy positiva porque he podido jugar cuatro partidos a una intensidad alta. Ahora toca seguir trabajando para recuperar cuanto antes la normalidad en mi golpe de derecha».

«Él ha jugado bastante bien. Su servicio fue increíble. No pude llevarle al límite en cada pelota y cuando un jugador como él logra golpear en buena posición es casi imposible hacer puntos para derrotarle», agregó el tenista de El Palmar.

El vencedor se mostró lógicamente muy satisfecho por un triunfo que confirma su reacción en Madrid, adonde llegaba tras sufrir cuatro derrotas consecutivas y con el estigma de haber sido descalificado del ATP 250 de Dubai por conducta antideportiva cuando jugaba ante Alexander Bublik. «No sé, sinceramente, si una de las bases de la victoria estuvo en mostrarme más calmado. No sé si podría decir esto. No tenía energía ni fuerza para hacer nada más que estar concentrado en mi juego. No tenía energía para discutir», comentó con una sonrisa. Con un balance de cuatro victorias en once partidos ante jugadores del top 3, la ya penúltima de ellas lograda contra Tsitsipas en las ATP Finals de 2022, Rublev da un paso adelante en el ecuador de la temporada de tierra y se convierte en un serio candidato al título.

Un gran Rublev pone fin a la racha de Alcaraz en el Masters de Madrid

Un gran Rublev pone fin a la racha de Alcaraz en el Masters de Madrid

Como es comprensible cuando aún no ha cumplido 21 años, Carlos Alcaraz carece de estabilidad en algunos partidos. Le sucedió en octavos de final ante Jan-Lennard Struff y volvió a ocurrirle en cuartos frente a Andrey Rublev. Tras un primer set brillante, quedó sometido en el segundo. Bien es cierto que el ruso elevó el rendimiento, en particular con su saque, casi inabordable por mucho que Alcaraz fuese a recibirlo casi pegado a los anuncios, pero también cabe achacar el desenlace a una desconexión del defensor del título y doble ganador del torneo. Aún corto de competición tras su ausencia en Montecarlo y Barcelona por la dolencia en el antebrazo derecho, le falta gestionar mejor los momentos de los partidos, sostener el relato de su tenis sin consentir abruptos giros de guion. Rublev se impuso por 4-6, 6-3 y 6-2 y se clasificó para semifinales.

En menos de 24 horas, el Masters 1000 de Madrid se ha quedado sin sus dos ídolos. Tras la despedida del torneo para siempre de Rafael Nadal, con el público madrileño aún bajo una profunda melancolía, Alcaraz vio cómo Rublev dejaba en 14 victorias consecutivas su triunfal secuencia en el torneo y provocaba su primera derrota en la capital desde que cayese ante Nadal en la segunda ronda de 2022. Por si los daños fueran pocos a la hora de restar atractivo a la competición, Jannick Sinner, el mejor jugador del año, decidió no disputar su partido de cuartos frente a Felix Auger-Aliassime, pensando en Roland Garros.

El bicampeón del torneo y defensor del título había encontrado en el difícil partido frente a Jan-Lennard Struff, un rival que siempre le resulta incómodo, una plataforma de lanzamiento hacia el objetivo máximo en este torneo, que no es otro que revalidar la corona. Hasta entonces, hasta esa tercera ronda, Alcaraz realizaba una especie de autoexamen, calibraba ambiciones y riesgos, pendiente de esa lesión en el brazo derecho de la que aún no se ha desembarazado.

Buen primer set

Una vez cautivado por las emociones de un partido que él solo se complicó, Alcaraz lo quería todo. Bajo techo ante la tímida lluvia previa al partido, tardó poco en provocar la primera brecha en el marcador, impulsado por un magnífico passing shot cruzado de revés. Andrey Rublev, su rival en cuartos, es puro temperamento y tiene tendencia a mostrarse demasiado monocorde. No fue así este miércoles.

Al otro lado, un tenista de amplio registro, que puede jugar de muchas maneras. En Madrid sigue sacando punta al saque abierto liftado en el lado de las ventajas, con el que desesperó, entre otros, a Novak Djokovic en las semifinales de hace dos cursos. Alcaraz ya había derrotado a Rublev en la fase de grupos del último torneo de maestros, el único cruce entre ambos antes de la cita de este miércoles.

Cada uno de los contratiempos iniciales, por pequeños que fueran, encontraban una respuesta valiente del español. Miren sino. 5-4 arriba, tras haber contado con dos bolas de set al resto en el juego anterior. Doble falta y 15-30 para Rublev. Alcaraz sirve y termina pronto la jugada con volea de derecha. Tardaría poco en certificar el primer parcial.

Todo cambió de manera radical a partir del segundo set. Se diluyó progresivamente Alcaraz mientras crecía su rival. Triste, decaído, tal vez limitado en su físico, al murciano no le alcanzó con el apoyo de una grada ya en estado de orfandad, sin ningún español en los cuadros individuales del torneo.