La broma de Pedri con el 2-0 de Koundé: "Estoy seguro de que no quería rematar"

La broma de Pedri con el 2-0 de Koundé: “Estoy seguro de que no quería rematar”

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No por ser algo que se repita una y otra vez pierde verdad:el fútbol es un deporte caprichoso. Jules Koundé, que podría haber sido el gran villano de la noche para el Barça con un par de desconexiones defensivas que podrían haber salido carísimas y que, además, quedó bastante retratado en el primer gol del Eintracht, acabó por erigirse como el héroe de la noche con un triple estreno salvador. Por un lado, marcó por fin en la Champions con la elástica azulgrana. Por el otro, fueron sus primeros goles en el Camp Nou. Y, finalmente, lo hizo además con el primer doblete europeo de su carrera, con dos tantos que llegaron tras un remate de cabeza inapelable a centro de Marcus Rashford y otro, como mínimo afortunado, tras un balón colgado por Lamine Yamal.

"Estoy seguro que en el segundo no quería rematar, pero se lo preguntaré", señaló Pedri en Movistar Plus. "Koundé trabaja mucho, se lo merece, le va a venir bien y estoy muy contento por él", apostilló. "Queríamos empezar en el Camp Nou ganando y nos lo han puesto difícil. En la primera parte han encontrado ese gol y metían a mucha gente atrás, pero ajustamos cosas, sobre todo con gente por dentro. En la segunda parte hemos salido mejor y hemos encontrado los goles", analizó el canario. "Intento hacerlo lo mejor posible para que el juego sea lo más fluido. Ahora mismo me encuentro bien físicamente y ojalá sea así toda la temporada", recalcó el '8'.

"Estoy contento por la victoria, son tres puntos muy importantes. En cuanto a los goles, a veces toca y era mi día. Hemos controlado la primera parte, nos marcan en la única que tienen, nos faltó arriesgar más con balón, pero en la segunda parte hemos metido esa marcha más y han llegado los goles. Nos ha tocado sufrir, pero son tres puntos vitales", explicó Koundé.

"a veces hay que tener suerte"

"El primero es algo que habíamos trabajado en los entrenamientos. Mi trabajo era llegar, porque sabía que a Rashford le gusta poner esta clase de balones. El segundo, con la rosca, trato de meterlo en la zona, pero se va a la red. Me quedé un poco sorprendido, pero a veces hay que tener suerte", señaló el defensa, dándole así la razón a Pedri.

"Son tres puntos muy importantes. Hemos controlado el partido, ha sido un encuentro muy difícil, porque han defendido muy abajo", analizó Hansi Flick. "Ahora, tenemos que centrarnos en nosotros y sacar seis puntos más", arengó el alemán, quien se mostró comprensivo con la reacción de fastidio de Lamine Yamal cuando decidió cambiarlo para darle entrada a Roony. "Lamine ha tenido una pequeña decepción en el cambio, pero tenía amarilla y necesitaba piernas frescas", se justificó el técnico.

Koundé se viste de héroe y salva al Barça ante el Eintracht

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Koundé fue el héroe de la epopeya que escribió el Barça ante el Eintracht. Durante muchos minutos, los alemanes fueron los protagonistas de loque apuntaba a ser otra tragedia europea. Dos goles en tres minutos permitieron respirar a los azulgranas, que siguen con pocas opciones de estar en el top-8. Tienen que dejar de temblar y afilarse. [Narración y estadísticas (2-1)]

No se encontró el Barça al equipo más goleado de la Bundesliga y al segundo que más ha encajado también en la Champions, sino a uno que se amuralló con la intención de sobrevivir y se encontró con la posibilidad de ganar. No le hizo falta jugar ni siquiera quitarle la pelota a los azulgrana más de una o dos veces, porque les inyectaba el veneno suficiente para plantarse ante Joan Garcia con opciones de hacer mucho daño.

Y eso que comenzó amenazando Lewandowski para afinar la puntería en un pase de Raphinha que acabó en gol anulado por un fuera de juego de la punta de la bota del brasileño. Amasaba Pedri el fútbol del Barça buscando el hueco en una defensa bien armada y, si en el área no se podía, había que probar desde fuera, como hizo Gerard Martín con un disparo que salvó Zetterer. Fue la única parada del meta alemán.

Demasiadas prisas

Poco más hizo el equipo de Flick en la primera parte, atosigado, sin que apenas apareciera Lamine, con Raphinha intentando multiplicarse por todos los perfiles y Fermín ahogado. Lewandowski solo era un espectador.

Estaba cómodo el Eintracht porque tenía claro el plan, y le salió a los 20 minutos. Un robo del central Brown y una cabalgada para asistir a Knauff, colándose a la espalda de Gerard Martín, y que batiera la portería azulgrana. Desde ese momento, el Barça se ofuscó. Había demasiada prisa por empatar. Volcado en campo alemán, ni el periscopio de Pedri fue capaz de encontrar la grieta en el muro, a lo que se unió una gran imprecisión. A Fermín le arrebató la igualada Koch y, desde esa suficiencia, el Eintracht pudo irse al descanso con más ventaja si Eric García no hubiera frenado otra carrera de Knauff, que incluso asistió a Skhiri para un cañonazo que rozó la madera en el añadido.

Tenía que revolucionar Flick a su equipo y le encargó la tarea a Rashford. Se acostó el inglés en la banda izquierda para dejar que Raphinha fuera una amenaza en la media punta. Parecía que iba a costar levantar el partido, con Joan Garcia de nuevo frenando a Knauff, pero el remedio tuvo efecto, con Koundé de protagonista.

Doan, tras errar una ocasión en el Camp Nou.

Doan, tras errar una ocasión en el Camp Nou.AFP

Al borde del área pequeña cabeceó un centro dibujado de Rashford desde la orilla izquierda y, apenas dos minutos después, Lamine hizo que lloviera un balón al segundo palo que el francés, de otro testarazo, cruzó al fondo de la portería de un atónito portero germano. No entendía el Eintracht qué demonios había pasado para verse con el marcador en contra en dos zarpazos.

Para no perder la efervescencia, saltó al campo Ferran Torres. Sus dos primeras jugadas hicieron contener la respiración al banquillo de Dino Toppmöller. La idea era seguir amenazando, pero sin arriesgar el orden que podía permitir al Eintracht correr con peligro, como intentó. En esa tarea tenía que aparecer De Jong. Al Barça le había costado aprender la lección, pero se agarró con uñas y dientes a otra remontada.

El Barça impone su autoridad frente a la insolencia del Elche

El Barça impone su autoridad frente a la insolencia del Elche

Actualizado Domingo, 2 noviembre 2025 - 20:44

El Barça consiguió reengancharse a la Liga con una victoria que pintaba clara en el inicio y por la que tuvo que apretar finalmente los dientes. El triunfo frente al Elche, con goles de Lamine Yamal, Ferran Torres y Marcus Rashford para los locales y Rafa Mir reduciendo momentáneamente la ventaja con el 2-1 para los visitantes, permite a los de Hansi Flick recuperar un poco las buenas sensaciones tras la derrota en el clásico. [Narración y estadísticas (3-1)]

Fue un domingo muy movido, de fútbol vistoso, que permitió además el regreso de Robert Lewandowski y Dani Olmo, ya recuperados de sus lesiones, así como una oportunidad para Lamine Yamal de retomar tímidamente sus buenas sensaciones. El Brujas, el miércoles, y el Celta, antes del parón, serán las próximas piedras de toque para confirmar esta recuperación aparente.

No tardó demasiado el Barça en conseguir una ventaja considerable en el marcador. Cuando apenas se habían disputado 11 minutos del duelo, ya mandaba por 2-0. Dos tantos en los que los azulgrana, recuperando en gran parte esa presión que los caracterizó en la primera temporada de Flick, aprovecharon dos errores en el desplazamiento de balón del conjunto visitante para hacérselos pagar muy caros.

Riesgos en la salida

En el primero, Alejandro Balde recuperó el esférico para adentrarse en dirección al área rival y asistir a un Lamine Yamal que, tras su más que discreta actuación en el Bernabéu, se reencontraba con el gol tras recortar a un defensa rival y mandar su disparo al fondo de la red. Apenas un minuto después, sería Ferran Torres, también más que discreto en el último clásico, quien aprovecharía una asistencia de Fermín López, que robó en la medular para correr hacia la portería contraria como alma perseguida por el diablo para aumentar las distancias, celebrado por el valenciano mostrando un mensaje en recuerdo de las victimas de la dana.

Los visitantes, no obstante, lejos de perderle la cara al partido, mantuvieron sus riesgos en la salida desde la defensa. Y, también, todo sea dicho, empezaron a mostrarse contundentes a la hora de cortar los avances rivales. Muchas, demasiadas veces, al límite. Su entrega acabaría por encontrar premio.

Rafa Mir, aprovechando una desconexión defensiva de los locales, recortó distancias tras plantarse con ventaja en el área azulgrana y batir a Wojciech Szczesny con un remate casi perfecto cuando moría la primera parte. Los locales, eso sí, aún tendrían opciones para volver a poner tierra de por medio antes del descanso. La primera, un disparo de Ferran que Iñaki Peña frustró con una felina intervención. La segunda, un remate por encima del larguero de Lamine tras asistencia de Fermín.

El zurdazo de Lamine que valió el 1-0 ante el Elche.

El zurdazo de Lamine que valió el 1-0 ante el Elche.AFP

En la reanudación, unos y otros volvieron a buscar reencontrarse con el gol. El Elche, sobre todo, por medio del hiperactivo Rafa Mir, capaz de buscar el gol desde cualquier rincón, autor de un soberbio disparo que besó el travesaño. En el otro extremo del campo, Rashford se mostraba más que dispuesto a convertirse en su espejo. Y, tras un tanto anulado por fuera de juego de Fermín, el inglés acabó por encontrar el 3-1 tras un buen centro del onubense, quien había aprovechado un medido servicio de falta de Marc Casadó.

El futbolista cedido por el United, además, fue también el protagonista de una acción que provocó amplias críticas contra Sesma Espinosa, siempre superado por el devenir del partido. El árbitro obvió una posible falta sobre el punta, cuya cabeza chocó además con la de Affengruber, la acción se vio prolongada con un remate al poste de Rafa Mir, que optó por seguir en lugar de ceder saque de banda, y Olmo enviando el balón fuera cuando Lamine buscaba pagar con la misma moneda.

Pese a los intentos de unos y otros, tal vez demasiado tímidos en ambos casos, el marcador no volvería a moverse y los locales acabarían por llevarse una victoria más o menos plácida para retomar el segundo puesto.

Fermín López, la carta ganadora de Flick para el clásico

Fermín López, la carta ganadora de Flick para el clásico

Actualizado Sábado, 25 octubre 2025 - 20:42

Fermín López se ha convertido ahora mismo en la carta ganadora del Barça. Pese a que el verano pasado su continuidad en el club llegó a ponerse en entredicho por el interés del Chelsea y por los problemas de caja de la entidad azulgrana, lo cierto es que el onubense es, en estos momentos, el jugador más efectivo ante la portería contraria de toda la plantilla. Aunque, lidera la tabla de anotadores con cinco goles junto con Marcus Rashford y Ferran Torres, su efectividad es mucho más alta. El inglés ha necesitado 12 partidos para llegar a su número. El ex del Valencia o el Manchester City, 10. A él, en cambio, le ha bastado con siete. Y tres de ellos los consiguió el pasado martes en la Champions.

«Marca, corre, es muy completo. Ha sido sensacional su actuación. Marcó tres goles, el primero de ellos muy importante, porque nos dio confianza. Lo tiene todo: es dinámico y muy veloz», le elogió Hansi Flick tras el 6-1 frente al Olympiacos. El propio Fermín se mostró muy ilusionado con su primer hat trick como profesional. Cómo no, se llevó a casa el balón, firmado por todos sus compañeros.

Y, tras haber estado de baja varias semanas por una lesión muscular sufrida a última hora en el partido contra el Getafe, llega al clásico del domingo con la moral por las nubes. «¿Un hat-trick en el clásico? Sería una sensación increíble. Ojalá pueda darse, pero es un partido muy difícil. Con que gane el equipo ya me conformo. Me da igual si marco o no», reveló en los micrófonos de Movistar.

«Habría elegido al Barça igualmente»

Curiosamente, el eterno rival le siguió los pasos cuando aún era un niño. Todo, al final, quedó en nada. «Es cierto que hubo un interés, pero mi padre me dijo muy pocas cosas acerca de ello. Si me hubiera preguntado mi opinión, yo habría elegido al Barça igualmente, porque era mi gran sueño. Estoy muy contento de haberlo hecho realidad y ojalá pueda estar muchos años aquí», admitió.

Al parecer, durante un tiempo, tuvo al enemigo en casa, ya que en sus primeros pasos con el primer equipo azulgrana, su hermano Juan Antonio era seguidor del Real Madrid. Ahora, en cambio, ya se habría cambiado de bando. La sangre tira más que los colores.

Fermín López celebra el 5-1 ante el Olympiacos.

Fermín López celebra el 5-1 ante el Olympiacos.EFE

Es muy posible que, este domingo, parta en el once inicial que Marcus Sorg, relevo en el banquillo del sancionado Flick, plantará sobre el césped del Bernabéu. Las ausencias de Dani Olmo, lesionado con la selección en el último parón por los compromisos internacionales, y de Raphinha, cuyo previsto retorno a las convocatorias con vistas al clásico se ha visto truncado, obligan a tomar muy en cuenta todas las variables.

Y, aunque la pretemporada de Fermín, fue un poco irregular, hasta tal punto que el propio técnico barcelonista llegó a darle un toque de atención por ello, explotó en el Gamper con un estado de forma que, pese al paréntesis de la lesión, parece haber recobrado en el momento más oportuno. Quizás, puede que tenga que ver con ello también algo que hace en cada partido justo antes de saltar al césped: rezar. «Mi abuela siempre me dice que debo hacerlo y por eso lo hago», ha confesado el talentoso canterano azulgrana.

Fermín y Rashford se llevan por delante a un Olympiacos con 10

Fermín y Rashford se llevan por delante a un Olympiacos con 10

El desenfreno es una virtud en el fútbol. Es catalizador, sinónimo de chispa, improvisación y hasta genialidad. Sirve para adornar grandes victorias y, sobre todo, para rescatar cuando un duelo se atasca. Eso es lo que hizo Fermín desatándose ante Olympiacos para liderar a un Barça que, sin brillo, acabó armando una goleada en Champions que, si no su fútbol, afila su ánimo para la visita al Bernabéu. [Narración y estadísticas (6-1)]

Tuvo suerte Flick de que la pasión de Fermín le hiciera agarrarse al Barça. A su fe incombustible se unió la de Rashford, cada día más teñido de azulgrana, y con el permiso de Pedri, golpear en Europa sin echar de menos a Raphinha, Lewandowski o la mejor versión de Lamine Yamal. Ahora bien, el resultado no puede enmascarar que el partido fue turbio hasta mediada la segunda parte, cuando en 30 minutos lo zarandearon los culés.

Y es que, por si el Barça tenía la intención de sestear, el portugués Podence hizo estirarse a Szczesny a los 39 segundos de arrancar el partido. Los griegos, con Mendilibar al mando, no querían conceder ni una sola ventaja, y eso era un aviso de que tocaba sacudirse la pereza. Flick, ante la plaga de lesiones, había confiado el ataque a Rashford y en la sala de mando junto a Pedri a un debutante Dro y al hombre que nunca le falla: Fermín. Afilado en ataque, es el mejor soldado del alemán en el campo. Tanto que se encargó de borrar de un plumazo cualquier atisbo de sorpresa, y no una, sino hasta dos veces, para acabar con su primer hat trick en Europa.

Ningún partido cómodo

Al susto inicial de Olympiacos respondió el sevillano armando una contra apoyándose en Lamine Yamal para acabar fusilando a Tzolakis. Le había regalado la ocasión al extremo, pero como no encontró el hueco para el remate, apareció con un golpeo inapelable. Con ventaja a los seis minutos de juego, el Barça tenía la ocasión de apretar el acelerador, resolver y tumbarse a pensar en el Clásico del Bernabéu. Pero no.

A este equipo le cuesta ganarse un partido cómodo y se encontró con los griegos rondando el área y probando con disparos como el de Dani García. Al trantrán, los azulgranas eran incapaces de sacudirse el agobio de un rival que veía cómo al no subirle las revoluciones al duelo, sus opciones aumentaban. Fue entonces cuando volvió a aparecer Fermín.

Esta vez se vio beneficiado por su conexión con Pedri y Dro. El canario le birló la pelota en el centro del campo a los griegos, buscó al joven gallego para que, de tacón, intuyó la llegada por la banda de Balde y le sirviera un balón a Fermín al corazón del área. Recorte y segundo gol.

Rashford, ante Retsos, en el área.

Rashford, ante Retsos, en el área.AFP

Al descanso, el Barça se marchó con ventaja pero todavía sin buenas sensaciones.Por eso, aunque en la segunda parte arrancó otra vez con Fermín cabeceando un centro de Lamine, se torció. Sin tensión, los errores aparecen. En el despeje de un centro lateral de Olympiacos, Eric García tocó el balón con la mano. Aunque la jugada acabó en gol, como no subiría al marcador por fuera de juego, el VAR avisó al colegiado suizo del penalti, que no falló El Kaabi. Se apretaba el resultado cuando el Barça más necesitaba sentenciarlo.

Entonces apareció el árbitro para ponérselo más fácil con la expulsión por doble amarilla de Hezze, momento en que Flick aprovechó para mirar a su banquillo. Antes Rashford había forzado al meta Tzolakis y le había sacado un penalti que, VAR mediante, Lamine Yamal convirtió en una ventaja ya definitiva. La joven estrella aún no brilla, pero deja destellos. Mientras, son otros los que toman el protagonismo.

El cuarto gol lo marcó Rashford con un golpe seco con paradinha en el área a pase de Balde. Como la noche ya estaba para lucimiento, Roony se sacó un centro desde la línea de fondo con un regate de cola de vaca que Fermín envió al fondo de la red. Aún apareció de nuevo el goleador inglés para, como si de un duelo de pistoleros se tratara, marcar el sexto y cerrar un marcador de tenis con un cañonazo de derecha a pase de Pedri. Goleada europea.

El Sevilla pasa por encima del Barça en el Pizjuán

El Sevilla pasa por encima del Barça en el Pizjuán

Actualizado Domingo, 5 octubre 2025 - 18:40

El Sevilla pasó por encima a un Barça superado en todos los frentes. Alexis Sánchez, tras un penalti muy protestado por los azulgrana, Isaac Romero, con una acción precedida por una robo de balón a Koundé que el francés reclamó como falta, Carmona y Adams sentenciaron a un conjunto azulgrana poco o nada reconocible, resignado a devolver el liderato al Real Madrid. Un domingo de fiesta en el Sánchez Pizjuán, donde el Sevilla sólo había ganado uno de sus 12 útimos partidos previos. [Narración y estadísticas (4-1)]

En ataque, con la excepción de Rashford, el Barça se mostró incapaz de batir a un Odisseas Vlachodimos que, incluso, vio cómo Robert Lewandowski desaprovechaba desde los 11 metros la opción de poner el que habría sido el momentáneo 2-2. En defensa, mientras, se las vieron y desearon para frenar las internadas de los sevillistas, muy agresivos a la hora de ir al choque a lo largo y ancho del duelo. El guion, que superó seguramente lo previsto por Matías Almeyda, acabó por deparar un triunfo que los locales añoraban desde hacía 10 años.

El Sevilla se fue al descanso con una ventaja por 2-1 que podría haber sido incluso más ancha, por mucho que los azulgrana pudieran sentirse perjudicados por cómo llegaron esos tantos. El primero lo marcó Alexis Sánchez, de penalti, después de que el colegiado corrigiera su valoración sobre una acción entre Araujo e Isaac Romero que inicialmente había considerado como no punible a instancias del VAR.

Falta de mordiente

El segundo lo anotó el propio Romero, tras una recuperación en la que Koundé reclamó falta y que tanto el trencilla como el videoarbitraje no consideraron como tal a falta de poco más de 20 minutos para el final del primer tiempo. Entre medias, los locales podrían haberse marchado aún con más claridad en el marcador. Ante la falta de mordiente azulgrana en ataque y de intensidad a nivel defensivo, la poca puntería, en unas ocasiones, y las buenas intervenciones de Szczesny, especialmente tras un gran remate de Mendy, se encargaron de evitar que las distancias fueran aún más largas.

Y eso les costaría caro. Rashford, tras una buena asistencia de un Pedri incomodísimo a lo largo de toda la primera parte ante los pegajosos marcajes, se encargó de marcar el 2-1 en la prolongación de los primeros 45 minutos e inauguró así su cuenta anotadora en la Liga tras haberse estrenado ya en la Champions.

Visto lo visto, Flick buscó cambiar el devenir del duelo dando entrada a Balde y Eric por Gerard Martín y Araujo para empezar la segunda parte. Y lo cierto es que los azulgrana empezaron a ganar más duelos con un rival que, pese a todo, siguió insistiendo en sus llegadas al área barcelonista e incluso pidió penalti por una posible mano de Balde no considerado como tal ni por el árbitro ni por el VAR.

Akor Adams festeja el 4-1, el domingo en el Sánchez-Pizjuán.

Akor Adams festeja el 4-1, el domingo en el Sánchez-Pizjuán.EFE

Tal insistencia descentró el libro de ruta de un Barça que, pasados los apuros iniciales, encontró la forma de darles respuesta. Primero, con un Pedri que puso a prueba la seguridad de Odisseas Vlachodimos. Acto seguido, con un remate de cabeza de Eric tras el córner bien resuelto por el meta greco germano. La mejor opción la tendría Lewandowski, tras un penalti de Januzaj sobre Balde que el polaco, con su estilo desesperante tanto para propios como para extraños, mandó fuera.

Buscó Lewandowski resarcirse poco después con una buena asistencia para Roony Bardghji que el delantero sueco, con todo a favor para anotar su primer tanto oficial como jugador del Barça, culminó con un disparo que murió mansamente en las manos de Vlachodimos. El sueco también trató de redimirse cuando el partido moría, pero su disparo sería bien bloqueado por el arquero local en una acción que, de hecho, sería la antesala de la sentencia sevillista.

Carmona, en una salida a la contra, se encargó de marcar el definitivo 3-1 con un disparo cruzado que, pese al intento de Szczesny por desviarla con la punta de los dedos, acabó besando la red. Y Adams, en la prolongación, remató la faena con el 4-1 desatando el delirio de la grada de un Sánchez-Pizjuán muy poco acostumbrado en los últimos tiempos a hacerse con los tres puntos en casa.

El Madrid gana en gasto, el Atlético en número y el Barça en oportunidades de mercado: ¿quién ha fichado mejor?

El Madrid gana en gasto, el Atlético en número y el Barça en oportunidades de mercado: ¿quién ha fichado mejor?

Seis presentaciones en una semana y sumando, porque el mercado parece no haber terminado en el Atlético de Madrid. El Barça, por su parte, tiene pendiente entrar en la regla del 1:1 para poder operar con normalidad, aunque ya ha incorporado a dos grandes nombres, y el Real Madrid, en cambio, hizo los deberes pronto para intentar llevarse el Mundial de clubes, aunque Álvaro Carreras y Franco Mastantuono llegaron después.

Ha sido y está siendo frenético el verano de los tres grandes clubes españoles que se jugarán, el curso que viene, cuatro títulos. La Liga, por historia, se dirimirá seguro entre ellos tres, ya que se la han repartido los últimos 20 años (11 para el Barça, siete para el Madrid y dos para el Atlético). No obstante, atendiendo a sus necesidades y al mercado en sí mismo, ¿quién ha fichado mejor?

Cada uno ha experimentado diferentes necesidades respecto a los méritos de la temporada pasada. El Barça cuenta con poco margen de mejora, tras sus tres títulos domésticos y las semifinales de la Champions. Hansi Flick tiene un once muy claro, aunque quizás un banquillo algo exiguo para afrontar con garantías todas las competiciones.

Acumulación de esfuerzos

La llegada de Marcus Rashford responde a esa probable acumulación de partidos. Además, el inglés llega cedido, con lo que no se paga traspaso, aunque se asume su ficha, bastante cuantiosa. Rashford puede actuar en ambos perfiles, así como dar descanso a un Robert Lewandowski que ya dio señales de envejecimiento.

Joan García, en cambio, se presenta como una oportunidad de mercado en uno de los puestos más sensibles de la plantilla, toda vez que Marc-André Ter Stegen mantiene un pulso con el club con una cirugía de espalda de por medio. Los 25 millones de euros de su cláusula pueden resultar baratos si logra mantener su nivel del Espanyol.

El Real Madrid lo dio todo por el Mundial de clubes, donde cayó con estrépito en las semifinales ante el PSG. Era su última bala tras una temporada pobre en cuento a trofeos. Los blancos afrontaron una renovación completa de su línea defensiva, la más débil el año pasado, especialmente por las lesiones. Las rodillas de Dani Carvajal, David Alaba y Eder Militao fueron un quebradero de cabeza para Carlo Ancelotti, recurriendo a Aurelien Tchouaméni para una posición en la que apareció Raúl Asencio, pero en la que también acabó por caer Antonio Rüdiger.

Huijsen, en la presentación con el Madrid.

Huijsen, en la presentación con el Madrid.RM

Así, Dean Huijsen y Trent Alexander-Arnold llegaron antes de un Mundial en el que el central cayó de pie, mientras el inglés ha vivido luces y sombras. A la misma línea llega Carreras, a una posición, la de lateral izquierdo, con overbooking en la plantilla. El único recambio ofensivo ha sido Mastantuono, centrocampista argentino de 18 años. Sin olvidar la llegada de Xabi Alonso al banquillo de Chamartín.

El Atlético se despidió de todo en marzo del curso pasado y esta temporada ha decidido renovar y rejuvenecer la plantilla. Ya son ocho los fichajes para, prácticamente, confeccionar un once nuevo. Álex Baena es la luz en el medio; Thiago Almada, el nuevo gambeteador; Johnny Cardoso, el cemento, y Matteo Ruggeri, una solución al puzle de la izquierda. Falta saber si Dávid Hancko y Marc Pubill parten como titulares o como soluciones alternativas en la línea defensiva a la que volverá Clément Lenglet, ya en propiedad, y Juan Musso, recambio de Jan Oblak.

El Real Madrid es, pese a todo, quien más ha gastado, con un dispendio de 167 millones, según Transfermarkt. El Atlético ha invertido 149 millones, por los 25 del Barça. Aún queda mercado y en el Metropolitano siguen sonando nombres para incorporarse, como Enzo Millot. Blancos y azulgranas parecen haber cerrado el grifo de altas, salvo nuevas salidas.

Baena, en su presentación

Baena, en su presentaciónZIPI ARAGONEFE

Respecto a las bajas, en el Bernabéu parecen haber puesto precio a Rodrygo, lo que permitiría plantearse la llegada de un centrocampista creador, aunque Arda Güler haya gustado en esa posición. Ha salido Jacobo Ramón al Como, pero su baja apenas trae 2,5 millones. En el Barça el nombre que más suena es el de Ronald Araujo, toda vez que la operación de Ter Stegen ha parado su salida. El Atlético ha activado un plan de rejuvenecimiento en las salidas (Reinildo, Witsel y Azpilicueta) al que se suman las de Lino, Saúl, Vermeeren, Correa, Riquelme y Mouriño, incluida la cesión de De Paul. Verano movido en ambos sentidos.

Cuando Kylian Mbappé llegó a un Madrid campeón de Liga y Champions, muchos daban a los blancos favoritos a todo. Sin embargo fue el Barça con las incorporaciones de Dani Olmo y, sobre todo, de Flick al banquillo, quien dio un giro en LaLiga. El Atlético, por su parte, se mantiene apostado a la espera del fallo ajeno. El curso pasado le dio con su ejército hasta invierno. Ahora cuenta con nuevas tropas.

La cara política y social de Marcus Rashford, el nuevo fichaje del Barça: "Yo sé lo que es pasar hambre"

La cara política y social de Marcus Rashford, el nuevo fichaje del Barça: “Yo sé lo que es pasar hambre”

Actualizado Miércoles, 23 julio 2025 - 23:49

La historia de Marcus Rashford (Manchester, 1997) es un ejemplo más de un talento nacido en un entorno de lo más humilde que logró convertirse en una gran estrella del fútbol. Pero, no por eso, se olvidó de dónde venía. Más bien todo lo contrario. Criado junto con sus cuatro hermanos por una madre soltera, sabe muy bien lo que es tener serios apuros económicos en casa. Incluso, lo que es pasar hambre. Por eso, más allá de proclamas vacías o actos de cara a la galería, se embarcó hace poco más de cinco años, en plena pandemia de Covid-19, en una campaña que parecía tan bienintencionada como abocada al fracaso: lograr que el Gobierno británico garantizara en 2020 el acceso a comidas gratuitas a niños en edad escolar vulnerables no sólo durante el periodo escolar, sino también en verano. Y, tal vez para sorpresa de muchos, tuvo éxito.

Todo empezó a mediados de ese mismo 2020, cuando el futbolista arrancó una campaña en redes sociales con la etiqueta #maketheUturn (dale la vuelta) para presionar al Gobierno y lograr que los menores en edad escolar menos favorecidos siguieran teniendo la oportunidad de mantener un mínimo sustento durante las vacaciones veraniegas. En su infancia, esas comidas escolares ya fueron una suerte de salvavidas para que su familia, al límite de la pobreza, pudiera salir adelante.

«Sé lo que es tener hambre», aseguró el propio futbolista a la BBC, a pesar de que su madre trabajó siempre muy duro para que todos tuvieran un plato sobre la mesa. «Lo que están pasando las familias ahora lo tuve que pasar yo y por eso sé que es muy difícil encontrar una salida», aseguró ante los parlamentarios al presentar oficialmente su petición. El 16 de junio de ese mismo año, el Gobierno presidido por Boris Johnson concedió una petición que había corrido como la pólvora. Todo un triunfo que el propio Rashford no dudó en celebrar, recalcando, además, la enorme fuerza que puede tener el pueblo de un país cuando actúa unido.

iniciativa legislativa popular

«Cuando vayas a la nevera a coger leche, para y admite que hay padres de por lo menos 200.000 niños en todo el país que esta mañana se están despertando para encontrar una despensa vacía», arengó el futbolista una vez conseguida tan inesperada victoria, en una campaña que contó con el apoyo de, entre otros, el ex futbolista Gary Lineker, y los por aquel entonces líderes del partido laborista, Keir Starmer, y del partido liberal demócrata, Ed Davey.

Esa, quizás, fue la acción más sonada del jugador, entonces toda una gran estrella del Manchester United y con un salario que rondaba los 13 millones de euros, pero no la única. Ese mismo año, consiguió recaudar más de 23 millones de euros para la organización FareShare, una especie equivalente británico del Banco de Alimentos y, hacia octubre arrancó un proyecto aún más ambicioso: una suerte de iniciativa legislativa popular para que el Gobierno cubriera todas las comidas infantiles durante los días festivos y las vacaciones hasta el verano de 2021. Y, por mucho que logró recoger más de un millón de firmas, se generó toda una polémica alrededor de esta acción.

"proteger mi futuro y el de mi familia"

Los sectores progresistas se alinearon a su favor. Los más conservadores, que ya se habían mostrado muy críticos con su acción anterior, en cambio, radicalizaron su postura contraria. Incluso, con la participación de algunos tabloides también de corte conservador, que llegaron a destacar, por ejemplo, su inversión millonaria para comprarse una casa mientras reclamaba fondos para niños desfavorecidos.

Algo que, por supuesto, le pareció al jugador un golpe muy bajo. «Tengo 23 años. Vengo de tener muy poco. Necesito proteger mi futuro y el de mi familia. Por eso este 2020 decidí invertir en algunas propiedades. Por favor, no escribáis estos artículos haciendo referencia a mi campaña», respondió Rashford en sus redes sociales. Un decidido activismo político que, quién sabe, quizás fue la primera piedra para que, dentro de unos años, una vez dejado el fútbol, en vez de dar el salto a los banquillos, lo dé a los escaños.

El PSG resiste en Birmingham colgado de Donnarumma

El PSG resiste en Birmingham colgado de Donnarumma

Lo que iba para baile, terminó entre sudores fríos. Un par de intervenciones, casi sobrenaturales, de Gianluigi Donnarumma salvaron al PSG de una debacle en Villa Park, donde antes de la media hora se había adelantado con dos goles. Estas son las curas de humildad de la Champions. El aprendizaje que todo aspirante, por muchas ínfulas que gaste, debe asumir. Sólo colgado de su portero, descomunal en un mano a mano ante Marco Asensio, el equipo de Luis Enrique pudo esquivar la prórroga. [Narración y estadísticas (3-2)]

Maldijo la afición de Birmingham la celeridad con la que se esfumaron los tres minutos de añadido decretados por Sánchez Martínez. No hubo recompensa al asedio inglés, truncado por un despeje bajo palos de Pacho ante la volea de Ian Maatsen. Si quiere competir con seriedad en las semifinales, el PSG no puede permitirse desvanecimientos así. Hasta la media hora había manejado el partido a su antojo. Cuando bajó un punto su nivel, el Aston Villa se lo llevó por delante. Todo el crédito para Unai Emery, que imploraba de rodillas a la fortuna esquiva.

El primer deber de su equipo era meter en temperatura a Villa Park, un escenario con 128 años de historia, sobre el que sigue impreso un lema: "Donde nuestros héroes son villanos". Por allí se cuentan historias de la Copa de Europa arrebatada al Bayern. Para excitar aquella magia, Emery necesitaba un par de incursiones tempranas con las que enardecer a la afición. Esas buenas intenciones se vinieron abajo en el minuto 10.

Vulnerables a la espalda

Fue un balón al espacio de Nuno Mendes hacia la cabalgada de Bradley Barcola por la izquierda. Demasiado espacio abierto ante Emiliano Martínez, cuyo mal despeje fue aprovechado por Achraf Hakimi. Un martillazo para el estadio. Más terrible aún que el fallo de la megafonía, que durante la ceremonia de presentación de los equipos hizo sonar el himno de la Europa League.

El castigo se suponía acorde al riesgo asumido por una defensa tan adelantada. Pretendía el Aston Villa imponer el músculo de Boubacar Kamara y Amadou Onana, a riesgo de mostrar una alarmante vulnerabilidad a la espalda de sus mediocentros. Con tanto campo por delante, los laterales del PSG desplegaban sus alas. Así que no fue casual que Mendes, antes de la media hora, ajustase con la zurda a la red un balón servido por Ousmane Dembélé.

El defensa portugués, autor del 3-1 en la ida, compendiaba todas las virtudes de este PSG, que cuando no domina con la posesión también penaliza los fallos del rival. Un equipo que sólo había perdido uno de sus últimos 30 partidos. Desde el pitido final en París, Luis Enrique venía avisando de sus intenciones para la vuelta. No maneja más alternativa que la victoria. Del mismo modo que no admite otra alternativa ante la presión que el balón jugado.

El remate de Nuno Mendes para el 0-2 en Villa Park.

El remate de Nuno Mendes para el 0-2 en Villa Park.AP

Cuando pisaba campo rival, Hakimi volvía a filtrarse entre sus centrocampistas para dar superiodad. Cuando Mendes buscaba la superioridad con Barcola, Vitinha retrocedía para tapar a su lateral zurdo. Los movimientos acompasados del PSG excedían con mucho la resistencia del Villa, que bastante hizo al encontrarse, traspasada la media hora, con un afortunado remate de Youri Tielemans tropezado en Pacho.

Con todo perdido, Emery empleó el descanso para reforzar la moral de sus muchachos. No hizo ni un solo cambio, pero el Villa pareció otro equipo, con un ritmo frenético, una agresividad distinta, una convicción casi suicida. Un disparo de John McGinn, rozado de nuevo por Pacho, galvanizó al príncipe de Gales en el palco. Dos minutos más tarde, Donnarumma salvó un gol cantado de Marcus Rashford. A la salida de ese saque de esquina, el ex delantero del United sirvió el 3-2 con un lacito a Ezri Konsa.

En las tribunas, la gente llegaba al delirio. Como cuando Dennis Mortimer alzó la Orejona al cielo de Rotterdam en 1982. Con Asensio y Maatsen ya en liza, la gente de Birmingham vio la prórroga en sus manos, pero Donnarumma se interpuso a tiempo.

Marco Asensio deja al Aston Villa a un paso de los cuartos

Marco Asensio deja al Aston Villa a un paso de los cuartos

No lanzaba un penalti desde un partido de Copa del Rey ante el Fuenlabrada, allá por octubre de 2017, durante su segunda temporada en el Real Madrid. Tampoco marcaba en Champions desde los cuartos de 2023, en su última campaña de blanco. Contra toda lógica había iniciado como suplente ante el Brujas, pero Marco Asensio tomó ayer el balón en el minuto 88 para certificar desde los 11 metros el triunfo del Aston Villa, con pie y medio ya en los cuartos de final, donde el mallorquín podría cruzarse con el PSG, el club al que pertenece.

La mera presencia en esta eliminatoria, primera desde 1991, suponía ya un hito en el Jan Breydel. El Brujas, que venía apuntando maneras en la liguilla, ridiculizó al Atalanta en la repesca, así que no iba a dejarse atemorizar por las dificultades propias de un rival que este curso ha gastado más de 214 millones de euros en fichajes. Tampoco por el rápido 0-1 de Leon Bailey, con un certero zurdazo tras un saque de esquina cabeceado por Tyrone Mings.

En 10 minutos iba a empatar Maxim De Cuyper, que formaba de lateral zurdo, pero que se sumó al ataque para cruzar a la red una dejada de Christos Tzolis. Bonito modo de festejar su centésimo partido con Las Gacelas. Era un hecho que los jugadores de Nicky Hayen hacían justicia a su apelativo. No sólo Tzolis, sino fundamentalmente Chemsdine Talbi, un zurdo de 19 años que ya maravilló en Bérgamo.

Martínez, providencial

Durante ese tramo inicial, el Aston Villa no titubeó ante el intercambio de golpes, porque cuenta con futbolistas tan prometedores como Morgan Rogers. En cada carrera del canterano del Manchester City se intuía algo, como en cada acción de Marcus Rashford. Sin embargo, a partir de la media hora, Unai Emery quiso bajar las pulsaciones, cediendo el balón, silbando hacia otro lado. El Brujas quiso creérselo y Emiliano Martínez salvó abajo el remate de Talbi que parecía el 2-1.

Emery manoteaba en la zona técnica, nervioso ante los avances de Tzolis, pero el partido empezaba a estabilizarse justo donde más le convenía. Sin ritmo en la circulación, el mero dominio belga ni siquiera hacía cosquillas por los dominios de Martínez. Y cuando suturó todo lo que pareciese una herida, el técnico guipuzcoano se lanzó a degüello, con un cuádruple cambio en el minuto 64: Asensio, Matty Cash, Boubacar Kamara y Jacob Ramsey por John McGinn, Rashford, Bailey y Axel Disasi.

50 partidos como suplente

La recompensa de un cruce de cuartos ante Liverpool o PSG resultaba demasiado goloso para dejar escapar la ocasión. El Brujas había cedido en su entusiasmo y Asensio sólo se demoró cuatro minutos en exigir el máximo a Simon Mignolet. Se trataba del partido 50 del mallorquín como suplente en la Champions, donde apenas ha disputado 20 como titular. Era el momento del Villa.

En otra incorporación de Rogers, esta vez como extremo diestro, su centro raso fue desviado por Brandon Mechele, ese central ataviado con una máscara. Aun sin tiempo para reponerse, Tzolis cometió una imprudencia ante Cash, imputable a su falta de práctica en ciertas funciones. Asensio asumió la responsabilidad, impávido, resuelto, definitivo.