George Russell y Carlos Sainz cazan al vuelo en el Red Bull Ring

George Russell y Carlos Sainz cazan al vuelo en el Red Bull Ring

Sale airoso de cualquier calamidad. Suma puntos cuando Lando Norris acaba a cero. Max Verstappen gana incluso cuando George Russell festeja su primera victoria del año. El líder del Mundial fortalece su posición tras una alocada carrera en el Red Bull Ring, donde Carlos Sainz cazó al vuelo un podio que nadie esperaba en Ferrari. El quinto del curso para el madrileño, superado por la velocidad de Oscar Piastri, pero endurecido en la moral. Fernando Alonso estableció la vuelta rápida en el penúltimo giro (1:07.694) arrebatando el bonus a Verstappen, aunque sin poder sumarlo él, dado que cruzó decimoctavo la bandera a cuadros.

Verstappen fue quinto en la meta, tras una penalización de 10 segundos por su ilegalidad ante Norris. Ni siquiera eso le hizo perder el sitio ante Nico Hulkenberg, así que bien puede dar la maniobra por bien empleada. Norris había quedado fuera de combate. La estampa del joven británico, cabizbajo, saliendo del coche y digiriendo la catástrofe, no precisaba comentarios. Con la victoria casi en la mano, todo se había perdido tras un toque en la curva 3.

Verstappen, con la llanta trasera derecha al aire, pudo alcanzar los boxes mientras el virtual safety car ralentizaba a Russell, Sainz y Piastri. Carlos venía un buen tiempo tras el Mercedes, intentando un improbable undercut. Nunca había encontrado el ritmo suficiente. Bastante hacía con sostenerse frente al McLaren. Cuando ondearon las banderas verdes, Piastri no hizo prisioneros. Incluso llegó a soñar con la victoria. Ya nada cambió, claro, pero el sabor del champán supo a gloria al trío del podio. Russell no escuchaba el himno británico en su honor desde el GP de Brasil 2022, Piastri recuperaba el tono tras un fin de semana torcido desde el viernes y Sainz salvaba el domingo para la Scuderia.

Infortunio de Leclerc

Porque la hipotética remontada de Charles Leclerc se evaporó de forma abrupta en la salida cuando defendía su séptima plaza ante Piastri. El contacto con la rueda trasera derecha del McLaren le obligó a pasar por boxes para cambiar el alerón delantero. Igualmente crítico pudo considerarse el episodio entre Sainz y Lewis Hamilton, que aprovechó el exterior de la pista para ganar ventaja. Los comisarios ordenaron que el británico devolviese la cuarta plaza al Ferrari. No era el momento de jugar al gato y al ratón para Carlos.

Tampoco para Verstappen, fuera del alcance del DRS de Norris desde la segunda vuelta, dibujando una curva de progresión inalcanzable. Durante su primer relevo con los medios, el principal inconveniente para el tricampeón fue deshacerse de los doblados, Leclerc incluido. Al monegasco, el compuesto apenas le aguantó 15 vueltas, un dato más que interesante para el resto de favoritos.

Alonso se deshizo de su primer juego de medios en la undécima vuelta, intentando anticiparse a la competencia. Desde la decimoquinta plaza nada resulta sencillo. Ni siquiera una frenada en la curva 3 que casi destroza el Sauber de Guanyu Zhou. Los 10 segundos de castigo, cumplidos en boxes, relegaron al asturiano a la penúltima plaza. Otro domingo donde el único aliciente para Fernando fue asistir desde primera línea al rifirrafe entre Pierre Gasly y Esteban Ocon, enemigos íntimos antes que compañeros en Alpine.

El buen nombre de los comisarios parecía a salvo con las sanciones de cinco segundos a Sergio Pérez, por exceder el límite de velocidad en el pit-lane, y a Hamilton, que había pisado la línea blanca entrando a boxes. Sin embargo, esos aciertos iban a quedar en entredicho al dejar sin castigo a Verstappen, liberado del pitstop en condiciones muy peligrosas para Piastri. Un prodigio como él no necesita de estas prebendas.

Durante más de una hora, Max venía gestionando los neumáticos y reforzando su ventaja, que llegaría a superar los ocho segundos. Antes de cumplir el ecuador se quejó de la caja de cambios porque no le provocaba dudas entre la séptima y octava velocidad, aunque ni el más cenizo podía sospechar lo que llegaría a continuación. A falta de 20 vueltas para la bandera a cuadros, finalizado su stint con los duros, un error con la pistola durante el pitstop, transformó el paisaje.

De pronto, el líder no sólo se veía acosado por Norris, sino que parecía indefenso, desvalido. "Algo va mal, no tengo agarre", gimió Verstappen, mientras el McLaren se adhería a su alerón trasero. Norris prefirió tomar aire, pensarlo un par de veces antes de lanzarse a sangre y fuego. Ni siquiera iba amedrentarse cuando los comisarios empezaron a valorar una sanción por superar los límites de pista. Primero movió ficha en la curva 4, mientras Verstappen se tambaleaba, hecho un manojo de nervios. Simplemente no parecía dispuesto a inclinarse ante nadie, como no cedió ante Hamilton en el GP de Abu Dhabi 2021. Si alguien trae al recuerdo hoy aquella épica de Yas Marina quizá no vaya desencaminado.

Verstappen multiplica y Aston Martin divide en el Red Bull Ring

Verstappen multiplica y Aston Martin divide en el Red Bull Ring

En el trazado más corto del Mundial, con una cuerda de 4.315 metros, Max Verstappen borró a sus rivales del mapa con una pole inapelable (1:04.314). Cuatro décimas de margen, nada menos, con las que multiplicaba por cuatro su ventaja del viernes ante Lando Norris. Nada pudo oponer el británico, algo disminuido por un proceso gripal. Tampoco George Russell, referente de Mercedes. Ni Carlos Sainz, que partirá cuarto en la parrilla, con opciones de podio en un GP de Austria donde la victoria parece adjudicada de antemano.

Las actualizaciones de Red Bull para su carrera de casa sitúan a Verstappen en un plano superior. A su victoria en la carrera al sprint, tras librar una singular batalla con los McLaren, hay que situar esta pole, la 40ª de su vida. Un directo en el mentón de Norris y Russell, que se habían apuntado las tres últimas. Demasiado lejos de estas disputas queda ya Charles Leclerc, protagonista de un doble error, en las curvas 6 y 9, que le relegaría a la sexta plaza. Y aún pueden dar gracias en Ferrari de que Oscar Piastri superase los límites de pista en su último intento.

Ni siquiera en McLaren encuentran el antídoto frente a Mad Max. Desde el viernes se viene sintiendo especialmente cómodo en el RB20, con el que aventajó a Sergio Pérez en 88 centésimas. Esta vez, su momento más inspirado se situó en el sector intermedio. Pero da igual. Sea en la subida hacia la curva 2, con una pendiente máxima del 12% o en la vertiginosa bajada camino de la meta, su dominio no admite parangón. En la Q2, justo cuando recurrió por primera vez a un neumático nuevo, ya había marcado un crono (1:04.577) inferior a la pole del viernes.

"Al menos probamos algo diferente"

Esa segunda criba suponía ya demasiado para Fernando Alonso, a 36 centésimas del corte, establecido por Esteban Ocon. El asturiano saldrá desde la decimoquinta posición, por detrás de los Alpine, los Visa Cash App RB y Nico Hulkenberg. "Al menos hemos probado algo diferente", admitió por radio el asturiano, antes de desfilar hacia el garaje entre el cariñoso aplauso de la tribuna. Incluso podía sentirse satisfecho tra haber evitado el desastre, con un doble susto en las curvas 7 y 10.

No hay soluciones al alcance para Aston Martin, que ya había perdido por el camino a Lance Stroll. Si Fernando pudo librarse en la Q1 fue por ocho centésimas ante Valtteri Bottas. Ahora mismo, la escudería capitaneada por Mike Krack sólo rinde con regularidad por delante de Williams y Sauber. Cada semana, Haas le roba una plaza en el top10 por obra y gracia de Hulkenberg. Pese a recibir dos avisos por intentar colarse en la salida al pit-lane, desobedeciendo incluso a uno de sus mecánicos, el ex piloto de Renault afinó más que nadie para colarse en la Q3 por quinta vez en 11 carreras.

Verstappen aprovecha las facilidades en Montmeló

Verstappen aprovecha las facilidades en Montmeló

McLaren ya cuenta con un coche tan veloz como Red Bull, pero Max Verstappen sigue haciendo la diferencia. No hay modo de acabar con su supremacía. Ni siquiera en Montmeló, donde redondeó una fantástica actuación para disgusto de Lando Norris. En los momentos críticos, el líder del Mundial atacó sin miramientos. Ya en cabeza, controló impertérrito. Fue su cuarta victoria en Barcelona, con la que iguala el récord de Lewis Hamilton -tercer clasificado- y Michael Schumacher.

Cada semana, Verstappen se lleva por delante algún registro, como estos 106 podios, a la altura ya de Alain Prost y Fernando Alonso. Tras siete victorias en 10 carreras, su ventaja se extiende ya a 69 puntos sobre Norris, visiblemente abatido en el podio. Poco puede consolarle su premio de mejor piloto del día o su bonus de la vuelta rápida (1:17.115). El británico, aun con sus fantásticas cualidades, aún no parece preparado para desafiar a Mad Max en la lucha por el título.

Tampoco hubo consuelo para Carlos Sainz y Fernando Alonso, relegados a la intrascendencia ante su público más incondicional. La sexta posición del madrileño a 31 segundos del vencedor, no habla precisamente bien de las evoluciones de Ferrari. El bicampeón mundial, por su parte, ni siquiera se vio en condiciones de pelear por los puntos. Acabó decimosegundo, el primero de los doblados, en una tarde saldada sin un solo abandono ni safety car.

1,9 segundos en el 'pit-stop'

Norris, autor de la pole, reaccionó unas décimas tarde y quiso paliar los daños enviando a Verstappen a la hierba. Por el exterior, Russell avanzaba sin oposición para salir de la primera curva en cabeza. No hubo castigo alguno por parte de los comisarios, aunque tampoco parecía necesitarlo Verstappen, que a la primera oportunidad abrió sus fauces para devorar al Mercedes.

En una carrera tan estratégica, el cuidado de los neumáticos se convierte casi en una obsesión. Y el momento idóneo para cada pit-stop resulta tan crucial como las propias prestaciones. George Russell rompió la baraja en la decimoquinta vuelta, pero un error con la pistola casi le cuesta la posición ante Sainz. Tres giros más tarde, Red Bull sí cumplió puntualmente con Verstappen (1,9 segundos).

Ferrari había dividido su plan, quizá para evitar más rifirrafes como el de la salida, cuando Charles Leclerc rozó la rueda trasera derecha de Sainz. Bryan Bozzi pidió por radio al monegasco que gestionara los blandos, con los que pudo aguantar 24 vueltas. Llegaría a liderar, claro, pero sin el milagro del safety car poco cambiaría para él. Mientras, Sainz se las vio ante Hamilton en un durísimo cuerpo a cuerpo que no iba a merecer investigación. "No entiendo por qué hay una normativa, porque no la seguimos", espetó el madrileño.

Gran batalla frente a Russell

Tampoco comprendía Leclerc por qué sus ingenieros se habían decantado por el Plan A. En verdad, las dificultades de Ferrari se ceñían al ritmo, inferior al de Mercedes y McLaren. Con el primer relevo de medios, Norris dio un recital. Tras desembarazarse de Sainz y Hamilton, su batalla frente a Russell en la vuelta 35 pudo considerarse, de largo, lo mejor del domingo.

Lando exprimía el potencial del MCL38, con el que redujo a la mitad la desventaja. "Estos neumáticos son inconsistentes", lamentaba Max, con sólo cuatro segundos de ventaja. Para ese segundo pit-stop, Sainz y Russell habían optado por el duro, mientras Verstappen y Norris recurrieron al blando. Aún había margen para soñar con el triunfo, pero McLaren lo dilapidó con una parada a paso de tortuga (3,6 segundos).

Cuando Lando se reincorporó a pista, a falta de 19 giros, perdía siete segundos, así que Verstappen sólo tuvo que controlar desde la distancia. Poco a poco, todo se había recolocado también en Mercedes y Ferrari. Russell, con los duros, cedió paso a Hamilton y Sainz hizo lo propio frente a Leclerc, que volaba con los blandos.

De salida, Alonso quedó malparado por un toque que le hizo perder la posición ante Sergio Pérez y Nico Hulkenberg. Pese a que supo regresar al asfalto desde el otro lado de los bolardos, Aston Martin no encontraba modo de enderezar el rumbo y el asturiano aún cayó otros dos puestos.

A ocho vueltas para la bandera a cuadros, ondearon las banderas azules para el asturiano, el octavo de la parrilla doblado por los líderes. Mientras Pierre Gasly y Esteban Ocon, octavo y décimo, constataban la mejoría de Alpine, Alonso rodaba a casi 20 segundos del Haas de Nico Hulkenberg. Dos puestos por detrás del bicampeón, Lance Stroll confirmaba el desplome de Aston Martin.

El futuro de Carlos Sainz y lo que va de un Kimi a otro Kimi

El futuro de Carlos Sainz y lo que va de un Kimi a otro Kimi

Andrea Kimi Antonelli, de 17 años, tiene encandilado a Toto Wolff, aunque durante sus 11 primeras carreras en la Fórmula 2 aún no haya subido siquiera al podio. Ayer mismo, el piloto italiano acabó décimo la sprint race en Montmeló, con una penalización posterior de seis posiciones por superar reiteradamente los límites de pista. Al jefe de Mercedes, sin embargo, poco parecen importarle estas nimiedades. Ahora que se van a cumplir 150 días del anuncio de Lewis Hamilton, rumbo a Ferrari, Wolff tiene claro que apostará por Antonelli en detrimento de Carlos Sainz. Casi cinco meses después de que el heptacampeón le usurpara su asiento en Ferrari, Carlos deshoja una margarita de sólo dos pétalos: Williams y Audi.

Desde febrero, Sainz se perfiló como la indiscutible joya del mercado, pero la fe de Red Bull en Sergio Pérez y la citada irrupción de Antonelli en Mercedes terminaron por debilitar sus opciones. Ni Audi ni Williams podrán ofrecerle en 2025 un coche con el que pelear por los podios. El equipo alemán aterrizará con un ambicioso y mutimillonario proyecto, mientras los británicos seguirán presumiendo de su motor Mercedes. Poca cosa, en cualquier caso, para Carlos, que sigue evaluando sus ofertas con extremo cuidado. No quiere dar un paso en falso. Aunque quizá lo mejor que puede deparar el futuro no quede precisamente lejos de Maranello.

En 2001, cuando Kimi Raikkonen debutó en el Mundial al volante de un Sauber, Sainz era un niño de siete años fascinado por los coches de su padre. Dos décadas después, cuando el finlandés anunció su adiós a la Fórmula 1 tras 350 grandes premios, Sainz tributó a Iceman uno de los agradecimientos más afectuosos del paddock. "Sin Kimi, la Fórmula 1 hubiese sido algo diferente durante los últimos 20 años. Hay que felicitarle por su gran carrera", valoró el madrileño.

"el corcho que destapa la botella"

Su singular carácter y su fulgurante velocidad eran las señas distintivas de un piloto que ni siquiera esbozó una amplia sonrisa tras conquistar el Mundial 2007. Al igual que Sainz, él condujo para Ferrari, McLaren y Renault -aunque bajo el nombre de Lotus, que había heredado la estructura francesa y pudo competir con motores del rombo entre 2011 y 2014. Esa trayectoria común en tres de las escuderías con más solera de la historia suponen otro punto de conexión entre Carlos y Kimi. Aunque no el más decisivo.

El ejemplo de Raikkonen podría servir de ayuda a Sainz para resolver su futuro. Una decisión muy, muy peliaguda y por ende, muy, muy postergada. De hecho, sus consecuencias no afectarán tan sólo a las partes interesadas, sino también al resto de pilotos. Según la feliz definición de Kevin Magnussen, la decisión de Sainz ejercerá como "el corcho que destapa la botella" de la silly season.

En 2009, poco antes de cerrar su tercera temporada en Ferrari, en la que sólo pudo acabar sexto en el Mundial, KImi se quedó sin sitio. El fichaje de Fernando Alonso le cerraba las puertas, Michael Schumacher ya había firmado con Mercedes y Jenson Button se marchaba a McLaren. No había un asiento a la altura de su talento. Así que, recién cumplida la treintena, optó por tomarse un respiro.

Cerrar sin portazos

Dos años sabáticos en los que alternó los rallies con la pesca, antes de regresar en 2012 como buque insignia de Lotus. A las órdenes de Eric Boullier, con unas expectativas acordes a la leyenda de la marca británica, Kimi apenas pudo celebrar dos victorias y 13 podios. Desde tiempo atrás venía rumiando su regreso a Maranello. Y la salida de Felipe Massa, tras ocho temporadas de rojo, solventaría las últimas reticencias.

Hay notorias similitudes entre los casos de Sainz y Raikkonen, pero el que debiera recordar Carlos es el citado regreso del finés a Ferrari. Porque no faltan razones para pensar que la aventura de Lewis Hamilton, la primera lejos de suelo británico, podría no durar demasiado. Su paciencia para afrontar una hipotética falta de competitividad del coche se antoja más que limitada. Y Sainz, casi una década más joven que el heptacampeón, no debe perder ojo.

A diferencia de Fernando Alonso, la familia Sainz siempre ha sabido despedirse. Cerrando al salir. Sin portazos. O dejando la cancela entreabierta. Sucedió en Toro Rosso, Renault o McLaren. Ferrari no será una excepción, así que las opciones de un regreso en 2027 no deberían considerarse a la ligera. Hoy, Sainz partirá sexto en Montmeló, justo por detrás de Charles Leclerc. El podio, otra semana más, se antoja una quimera para Alonso, undécimo en la parrilla. El héroe del sábado fue Lando Norris, autor de la segunda pole de su vida (1:11.383), con dos centésimas de margen sobre Max Verstappen.

Norris arrebata la 'pole' a Verstappen en Montmeló

Norris arrebata la ‘pole’ a Verstappen en Montmeló

Desde 1991, año de su debut en el Mundial, sólo cuatro pilotos vencieron en Montmeló sin salir desde la primera línea de la parrilla. Un dato que se complementa con otro aún más rotundo, ya referido al vigente siglo: desde 2001, sólo cinco pilotos lograron ganar sin partir desde la pole. Por tanto, el logro de Lando Norris (1:11.383) debe hacer rebosar de optimismo a McLaren, que vio cómo su piloto arrebataba ese logro a Max Verstappen. Por sólo dos centésimas, en su último intento, sin opción alguna para la réplica. La segunda pole para el británico, casi tres años después del GP de Rusia 2021. Un pequeño zarandeo para Red Bull, cada semana más asediado por McLaren, Mercedes y Ferrari.

Así se ordenan ahora mismo las jerarquías del Mundial, con los seis primeros en 35 centésimas. Lewis Hamilton, George Russell, Charles Leclerc y Carlos Sainz, por ese orden, exprimieron sus mecánicas para acercarse a la cabeza, aunque sin encontrar manera de desafiar a Norris y Verstappen, algo más que dos líderes para Red Bull y McLaren. Sergio Pérez, 65 centésimas más lento que Mad Max, partirá octavo, mientras Oscar Piastri ni siquiera pudo marcar un tiempo válido, por culpa de una salida de pista en la curva 12.

Aletargado, fuera de foco, Verstappen se había pasado el fin de semana haciendo el Tancredo. Hasta que en la Q2 paró el reloj en 1:11:653, con dos décimas sobre Norris y Sainz. En un coche menos estable de lo habitual, el neerlandés debía emplearse a fondo para que la competencia no le quitase la merienda. El domingo necesitará un golpe estratégico para llevarse los 25 puntos. No hay que olvidar que en 2016, con 18 años, conquistó aquí su primera victoria partiendo desde la cuarta posición.

Difícil imaginar un desenlace más cruel para Fernando Alonso, empecinado en alcanzar la Q3, un listón demasiado ambicioso ahora mismo para Aston Martin. Los ingenieros habían decidido que Lance Stroll lo intentase sin tráfico, pero el canadiense no cumplió con su parte del trato (1:12.372).

Sin los Visa Cash App RB, eliminados en la Q3, la batalla se presentaría esta vez con Sauber y Alpine. Aun sin actualizaciones aerodinámicas, el equipo francés volvió a exhibir sus mejoras. Logró meter a Pierre Gasly y Esteban Ocon, un binomio que lleva varias semanas tirándose los trastos a la cabeza. Sólo fueron 19 milésimas, suficientes para que Alonso (1:12.128) quedase apeado, justo por detrás de su ex compañero en Alpine.

Tras el primer intento, Verstappen (1:11.673) dominaba con cierta autoridad, con 12 centésimas sobre Norris y 25 ante Leclerc, que cerraba el grupo de favoritos. El líder del Mundial negociaba como nadie la la última curva, mientras Ferrari sufrían demasiado, salvo en el primer sector. Mercedes se había colocado en segunda línea de la parrilla. T

Carlos Sainz se cuela en una pelea a tres bandas en Montmeló

Carlos Sainz se cuela en una pelea a tres bandas en Montmeló

Desde antes del comienzo del Mundial, Carlos Sainz se fijó el GP de España como una de sus prioridades. Una alegría para los 120.000 aficionados que abarrotarán el domingo las gradas de Montmeló supondría la mejor despedida con Ferrari. Y ese objetivo, por lo visto durante los dos entrenamientos libres, se antoja a la mano, porque el madrileño mostró el viernes una velocidad más que notable.

Mientras los incesantes comentarios sobre su futuro acaparan las conversaciones del paddock, Sainz acabó segundo en la sesión vespertina, a sólo 22 milésimas de Lewis Hamilton (1:13.264). Unas horas antes, sin recurrir al neumático blando, el ganador del GP de Australia ocupó la tercera plaza, a tres décimas de Lando Norris (1:14.228). Esa regularidad supone un síntoma más que alentador para un piloto como él, que acostumbra a plasmar desde primera hora sus buenas sensaciones al volante.

A la espera de cómo evolucionen las condiciones meteorológicas, con la amenaza de lluvia durante la mañana del domingo, las primeras conclusiones en Montmeló apuntan a una pugna muy apretada entre Red Bull, McLaren, Ferrari y Mercedes. Montmeló, el campo de pruebas más exigente del Mundial, examinará las actualizaciones de los favoritos.

La regularidad de Piastri

Por encima del resto, desde luego, habría que situar a Max Verstappen, vencedor de las dos últimas ediciones y con la moral alta tras su trabajado triunfo en Montreal. No obstante, el líder del Mundial se ha sentido bastante incómodo al volante del RB20 y durante la FP2 se quejó de subviraje: "Este coche no muerde". A su estela volverán a asomar Norris, líder por la mañana y a sólo 55 milésimas de Hamilton tras la pausa, y Oscar Piastri, cuya consistencia en las tandas largas ofrece pistas sobre la fortaleza de McLaren.

Mercedes, por su parte, pretende desbloquear el rendimiento de su W15, cuyo tremendo potencial ya quedó en evidencia hace dos semanas en Canadá. George Russell y Hamilton no montaron las gomas blandas por la mañana, pero su ritmo se antoja prometedor. Ahora queda por ver si los ingenieros de Toto Wolff dan con la tecla, porque la estrategia en Montmeló se antoja el factor clave.

El otro foco de interés apunta hacia la degradación de los neumáticos, especialmente en el delantero izquierdo. Ese parece el único asidero para Fernando Alonso, que ya ha avisado que la pelea por las posiciones de honor se antoja casi un imposible. A una vuelta, el objetivo real durante la qualy del sábado debería ser un hueco en la Q3. Durante la primera sesión, el asturiano acabó noveno, a 99 centésimas de la cabeza (1:15.222), mientras por la tarde ocupó la decimocuarta posición, a 82 centésimas de Hamilton (1:14.091).

Otro récord de longevidad para Fernando Alonso y la feroz autocrítica de Lewis Hamilton: "Una de mis peores carreras"

Otro récord de longevidad para Fernando Alonso y la feroz autocrítica de Lewis Hamilton: “Una de mis peores carreras”

Aston Martin pudo disfrutar las horas posteriores al GP de Canadá con mayor tranquilidad que sus rivales. No sólo por los 14 puntos embolsados en Montreal -más que en el global de las tres anteriores carreras- sino porque sus pilotos se libraron de la cita ante los comisarios. Mientras Oscar Piastri, George Russell, Sergio Pérez o Yuki Tsunoda declaraban por diversos motivos -incluido el delirante retraso del japonés en la ceremonia de los himnos- Fernando Alonso y Lance Stroll abandonaban el Circuito Gilles Villeneuve con la sensación del trabajo bien hecho.

La sexta plaza del español y la séptima del canadiense confirmaron las buenas sensaciones del sábado, cuando Fernando sólo rodó dos décimas más lento que la pole. Tras las debacles de Imola y Mónaco, el AMR24 volvió a comportarse como el quinto coche de la parrilla. "Hemos salvado el día y podemos estar contentos", valoró Alonso, conforme con su papel sobre una pista que parecía favorecer al AMR24. "Las 70 vueltas han sido diferentes, con condiciones cambiantes. Una carrera estresante, difícil de ejecutar, porque teníamos dos metros de trazada y si ponías una rueda fuera de la línea seca, todo se complicaba", analizó.

Ese sexto puesto bajo la bandera a cuadros le iba a permitir, asimismo, superar otro registro de Michael Schumacher: el de mayor tiempo entre la primera y la última carrera en los puntos. Hasta ayer, El Kaiser registraba 21 años, dos meses y 17 días entre sus primeros puntos (GP de Italia 1991) y los últimos (GP de Brasil 2012). Desde ahora, Alonso suma dos semanas más que el legendario líder de Ferrari: 21 años, tres meses y dos días entre aquel lejano GP Australia 2003 y este GP de Canadá.

"Que quede claro"

El domingo de Fernando en Montreal iba a fraguarse ante Lewis Hamilton, el otro heptacampeón. "Iba mucho más rápido y merecía quedar delante. Pero al menos no me adelantó en la pista, sino en los boxes. Que quede claro", bromeó el doble ganador de las 24 Horas de Le Mans. Esos 4,3 segundos cedidos en el pit-stop resultarían letales frente al británico.

Durante el primer tramo de carrera, antes del primer safety car, el ritmo de Mercedes era medio segundo más rápido que el de Aston Martin. De hecho, Hamilton dispuso de opciones para pelear frente a Max Verstappen o Lando Norris, gracias a sus mejoras aerodinámicas, en el alerón delantero y el suelo del W15. "Este fin de semana el coche era capaz de ganar. Por eso no tengo precisamente buenas sensaciones", admitió el británico.

"Desde el viernes tuve una actuación realmente pobre", añadió Sir Lewis, en los micrófonos de Sky F1. "Ha sido una de mis peores carreras. Simplemente cometí muchos errores", subrayó, con un tono extremadamente autocrítico. El pulso final ante Russell, por la última plaza del podio, tampoco iba a resolverse a su favor. Pese a los pasos adelante en las fábricas de Brackley y Brixworth, Hamilton no endereza el rumbo ante su compañero de garaje, que le supera tanto en las sesiones clasificatorias (8-1) como los domingos (7-2).

Dentro de dos semanas, la llegada a Barcelona supondrá otro examen para Mercedes y Aston Martin. Un exigente campo de pruebas con el que dar comienzo al extenuante triplete europeo, completado por el GP de Austria y el GP de Gran Bretaña. "Necesitamos seguir desbloqueando más ritmo para desafiar a nuestros rivales", adelantó Mike Krack.

El team principal de la escudería de Silverstone pudo congratularse también por el buen papel de Stroll. Esa séptima posición suponía su mejor actuación tras seis carreras en casa. Minutos después de la bandera a cuadros, el ídolo local salió hacia el muro para recibir el calor de los aficionados. Una rutina durante la mayoría de citas del calendario, pero que en Canadá podría costar cara a los organizadores.

La invasión de la pista no iba a pasar desapercibida para los comisarios, que llamaron a capítulo a Octane Racing Group, el promotor de la prueba. La FIA, después de lo sucedido el año pasado en Interlagos y Albert Park, no quiere que se repitan más escenas de peligro que pongan en riesgo la seguridad de los pilotos.

Verstappen gana esperando y Ferrari se desangra en Montreal

Verstappen gana esperando y Ferrari se desangra en Montreal

Hasta este fin de semana, sólo Michael Schumacher (Silverstone 2012) y Lewis Hamilton (Singapur 2017) habían alcanzado las 60 victorias en la Fórmula 1. A Max Verstappen aún le queda trecho para equipararse con los heptacampeones, pero ya cuenta con otro récord más en los libros de la Fórmula 1. Sin la tremenda superioridad mecánica de hace no tanto, Mad Max ganó en Montreal porque se equivocó menos que Lando Norris y George Russell, sus compañeros en el podio. Y eso, sobre las endemonionadas condiciones del asfalto, tuvo su mérito. Pregunten, si no, a Fernando Alonso, empeñado en sostenerse entre los mejores con su sexto puesto, justo por delante de Lance Stroll.

Entre los charcos y los surcos secos, en un domingo donde cada titubeo se penalizaba con un par de posiciones, Verstappen lo hizo más fácil que el resto. También Red Bull, con un plan estratégico más riguroso que McLaren. Los 25 puntos de Montreal, sumados al estrepitoso fiasco de Ferrari, duplican su ventaja en el Mundial. Alonso, por su parte, ya se daba por satisfecho nada más cruzar la bandera a cuadros: "Fue una carrera muy difícil, que salvamos lo mejor que pudimos".

Desde la misma salida, que la FIA había validado sin recurrir al safety car, hubo sobradas razones para multiplicar las precauciones. Poco hubo de reseñable cuando se apagó el semáforo, salvo el adelantamiento por fuera de Alonso a Daniel Ricciardo, más el toque en la curva 2 entre Sergio Pérez y Pierre Gasly. Haas fue el único que asumió el riesgo de los neumáticos de lluvia extrema. Kevin Magnussen, desde la decimocuarta plaza y Nico Hulkenberg, desde la decimoctava, nada tenían que perder. Sólo implorar al cielo para que siguiese lloviendo. En ocho vueltas, ambos recuperaron 10 posiciones, antes del paso por boxes del danés. Asomaban los primeros rayos de sol y todos aprovechaban los primeros carriles de las trazadas.

"Esto es por lo que sucedió en Miami"

Verstappen se acercaba con prudencia a la cabeza, sin aviesas intenciones y fuera del alcance de los McLaren. Hasta que un error en la decimoséptima vuelta, poco antes de que se permitiera el DRS, empezó a cambiar el panorama. Norris aprovechó las facilidades en la última chicane, antes de marcharse como un disparo hacia Russell. Su precisa maniobra debió de desesperar al británico. De otro modo no se explica su calamitoso fallo, que le regalaría la posición a Verstappen.

Los radares llevaban ya un rato anunciando con insistencia el regreso del agua. No faltaban alicientes cuando Logan Sargeant estrelló su Williams en una zona demasiado peligrosa. Tanto como para hacer inevitable el safety car. Un golpe de fortuna para Red Bull, que ordenó el inmediato paso de Verstappen por boxes, mientras McLaren no acertaba a cumplir con Norris. Donde las dan las toman, pensaron en la escudería austriaca. "Esto es por lo que sucedió en Miami", recordaron a Mad Max, que había perdido aquella victoria frente a Norris por otro coche de seguridad.

Con más de la mitad de carrera por delante, Verstappen atrapaba al fin la primera plaza. En la elección de las últimas gomas, a la espera del momento idóneo para retirar las de mojado, se resolvería todo. El primer envite, totalmente a la desesperada, lo lanzó Ferrari con Charles Leclerc, perdido en las profundidades. Una avería en el motor provocaría su retirada.

Hubo que esperar un poco más para el primer órdago serio, de Mercedes con Lewis Hamilton. Por entonces, la zona más resbaladiza se situaba en las curvas 1 y 2, aunque el resto del circuito tampoco permitía la mínima indecisión. Sólo alguien heterodoxo como Alex Albon podía animarse a una maniobra tan genial ante Esteban Ocon y Ricciardo, justo antes de la recta de meta. El resto, incluidos los favoritos, debían conformarse con subsistir.

Alonso se había batido rueda con rueda frente a Hamilton, equiparando sus cronos con los de los favoritos. Tanto empeño quedó devaluado por los mecánicos de Aston Martin, con 4,3 segundos en el pit-stop. En su regreso a la pista, el asturiano ya se temió lo peor: "Quizá deberíamos haber montado las gomas para seco". Dos minutos después, cuando le confirmaron el parte meteorológico, Fernando supo que las 19 vueltas que le quedaban con el intermedio de lluvia se harían largas.

en busca del 'overcut'

Red Bull emuló de inmediato a Mercedes, mientras McLaren mantuvo a Norris, en busca del overcut. Había escasísimo margen entre ambos y así quedó patente en la reincorporación del británico. A la desesperada, con el coche cruzado, buscaba tracción Lando por el carril seco. No hubo suerte para la gente de Woking. Aun sin poder acercarse a los pianos, Verstappen se perfilaba como gran favorito. Tampoco el último safety car truncaría sus opciones.

La neutralización, en este caso, debió atribuirse a Carlos Sainz, con una pifia en la curva 7 que dejaría fuera de combate a Albon. Aunque supo sacar el Ferrari de la pradera empapada, nada quedaba ya por delante para el madrileño. Este doble abandono, apenas un par de semanas después del confeti en Mónaco, deja muy tocada a la gente de Maranello. Tampoco Sergio Pérez recordará con nostalgia un domingo donde acabaría sin alerón trasero. El bagaje de Checo en las tres últimas citas se reduce a los cuatro puntos de Imola.

Una 'pole' con el mismo tiempo, 27 años después: la euforia de George Russell y el desplome de Ferrari en Montreal

Una ‘pole’ con el mismo tiempo, 27 años después: la euforia de George Russell y el desplome de Ferrari en Montreal

Difícil recordar una sesión clasificatoria tan dispar, tan divertida, tan necesaria. George Russell conquistó en Montreal la segunda pole de su vida, con el mismo crono que Max Verstappen (1:12.000). Desde el GP de Europa de 1997, la Fórmula 1 no asistía a un desenlace similar. Y desde el GP de Bélgica 2021, con sus dos coches fuera de la Q3, Ferrari no fracasaba de un modo tan insolente. Entre tantos sobresaltos, Fernando Alonso pudo al menos salvar la situación para Aston Martin, con un sexto puesto en la parrilla que bien debe dejarle satisfecho.

Había que oír gritar a Russell cuando le cantaron por radio la buena nueva. Y ver la cara de satisfacción de Verstappen, víctima de numerosos problemas a lo largo del fin de semana, ante las cámaras. Las actualizaciones aerodinámicas habían convertido a Mercedes en la referencia, mientras Red Bull tenía que esforzarse como uno más. Otro síntoma de que algo anda cambiando en el Mundial 2024.

En verdad, Red Bull había perdido por el camino a Sergio Pérez, recién renovado hasta 2025. Por tercera carrera consecutiva, el mexicano no lograba alcanzar la Q2, sin poder alcanzar siquiera a Daniel Ricciardo y Yuki Tsunoda, los pilotos de Visa Cash App RB, filial de la escudería austriaca. Sobrevolaban las nubes por el Circuito Gilles Villeneuve, sin descargar nunca con la intensidad esperada, mientras Checo pagaba su frustración a base de puñetazos.

El susto en la curva 4

Verstappen ya había padecido lo suyo, salvando la papeleta en la Q2 al volante de un RB20 inestable, impredecible. Russell también pudo esquivar el desastre con un rectificado en la curva 4, rematado con un alarido: "Santo Cielo". En ese momento, el más inspirado parecía Lewis Hamilton, dominador en el primer parcial, el más decisivo en este trazado. Sin embargo, el heptacampeón se vino abajo en el momento decisivo y partirá séptimo.

Aunque si algún equipo estuvo irreconocible, sólo cabe señalar a Ferrari. Sin estabilidad, sin velocidad en un trazado donde se perfilaban como favoritos, Carlos Sainz y Charles Leclerc cayeron con estrépito en la Q2. Dos semanas después de su triunfo en casa, el monegasco andaba tan furioso que ni siquiera quiso decir nada en caliente. Carlos, algo más comedido, hizo hincapié en la falta de agarre.

"No vamos a ninguna parte"

Esas gotas caprichosas, ese continuo abrir y cerrar de paraguas, terminaron por desquiciar a Ferrari. No aprovecharon un rebufo, no encontraron soluciones en una pista siempre cambiante y perdieron la batalla ante el Williams de Alex Albon. Cuando pudo tranquilizarse, el veredicto de Leclerc ante los micrófonos resultaba demoledor: "En condiciones de seco simplemente no vamos a ninguna parte. El coche, sencillamente, se siente mal".

En esas aguas procelosas, Aston Martin supo al menos optimizar sus recursos. Durante la Q3, después de que todos optasen por los neumáticos usados para su primer intento, Alonso se sacó de la manga una fantástica vuelta (1:12.228), casi medio segundo más rápido que Lance Stroll. Trepar tres posiciones más hasta el podio, desde luego, se antoja casi una fantasía ante McLaren. Porque Lando Norris y Oscar Piastri, tercero y cuarto, se perfilan con más opciones de pelear contra Russell y Verstappen que de ceder terreno ante el AMR-24.

Hamilton y Alonso recuperan el aliento en Mónaco

Actualizado Viernes, 24 mayo 2024 - 15:22

Lewis Hamilton lleva tres años en Mónaco sin rodar una sola vuelta de carrera entre los tres primeros. Desde su victoria en 2019, el heptacampeón no encuntra modo de acercarse a su cuarta victoria en el Principado, pero al menos este viernes llevó algo de esperanza a Mercedes. Suyo fue el mejor crono de la primera sesión libre (1:12.198), por delante de Charles Leclerc y George Russell. A esa ola de optimismo también pudo subirse Fernando Alonso, sexto a 60 centésimas, mientras Carlos Sainz finalizó décimo, a 81.

"El volante pesa demasiado, así que necesito un poco más de asistencia", detalló el asturiano por radio. Porque sólo sintiéndose cómodo hay opciones de remontar el vuelo en Mónaco, donde Aston Martin volvió al alerón trasero previo a Imola. La configuración específica de Mónaco, sin ofrecer resultados espectaculares, bastó al menos para meter a los dos monoplazas verdes por delante de Red Bull.

Siempre hay que valorar con precaución los tiempos del viernes, aunque la irrupción de Mercedes y los problemas del RB20, undécimo y decimosegundo, acaparen los titulares. Ferrari, como apuntaban los pronósticos, dará batalla hasta el final, en cerrada pugna con McLaren.

Nubarrones negros

A falta de un cuarto de hora para el final, Guanyu Zhou se dejó el endplate del Sauber en Beau Rivage y los restos de fibra de carbono casi provocan un destrozo a Leclerc. La bandera roja duró muy poco, aunque nada más reanudarse la acción Kevin Magnussen se cruzó en el camino de Yuki Tsunoda a la entrada del pit-lane. A la iracunda reacción del japonés siguió la investigación de los comisarios.

Tras las montañas acechaban nubarrones negros, que descargaron unas gotas casi imperceptibles. No hubo necesidad de neumáticos de mojado, pero sí de paciencia para evaluar la confusión en Red Bull. Después de un inicio alentador, Max Verstappen lanzó demasiados mensajes por radio. Y ninguno bueno: "Tengo problemas con los baches y cualquier corrección sólo empeora las cosas". Sergio Pérez, ganador en el Principado hace dos años, tampoco se encontraba precisamente cómodo.

"Algunas vueltas buenas"

Las trampas de Mónaco acechan en cada rincón, en cada bajada a la piscina, donde Hamilton y Sainz bloquearon in extremis. Aún cuenta con margen de mejora el madrileño si quiere igualar sus fantásticas actuaciones de 2021 y 2022. El primer desafío será poner en aprietos a Leclerc, cuya velocidad fue elogiada por Bryan Bozzi, su nuevo ingeniero. "Estás haciendo algunas vueltas buenas". En una de ellas, antes de probar el neumático medio, el monegasco besó las protecciones camino de la Rascasse.

Como cierre negativo, una mención a Alpine, que venía progresando desde Miami, pero que esta vez sufrió sendas averías. La más grave, para Pierre Gasly, con sólo 10 vueltas en su casillero y último en la tabla. Esteban Ocon, decimoctavo, ni siquiera pudo con el Williams de Logan Sargeant.