Russell sobrevive en la agonía para el doblete de Mercedes en Spa

Russell sobrevive en la agonía para el doblete de Mercedes en Spa

A falta de 12 vueltas, los ingenieros de Mercedes preguntaron con total honestidad, para que George Russell decidiera por sí mismo. En ese momento, el líder de la carrera tenía seis segundos de ventaja sobre Lewis Hamilton, pero la frescura de sus neumáticos en nada se parecía a la de los de su compañero. Si Toto Wolff contaba con un caballo ganador en Spa, ese era Hamilton. En cualquier caso, por la radio volvieron a insistir a Russell, que optó por continuar con las gomas viejas. Debería resistir hasta la bandera a cuadros para, al menos, asegurar el doblete de las Flechas de Plata, dado que por detrás acechaba Oscar Piastri con su McLaren.

Russell, sexto en la parrilla, se apuntó su segunda victoria del año tras un ejercicio de angustiosa agonía. Nada menos que 33 giros con el neumático duro, hasta cruzar la meta con sólo 52 décimas sobre Hamilton. Piastri, a 1,17 segundos, completaría el podio de una carrera sin una sola interrupción por el safety car. La igualdad entre Mercedes, McLaren, Red Bull y Ferrari se iba a concretar con otro dato: Max Verstappen, quinto tras partir undécimo, sólo cedería 9,2 segundos frente al vencedor.

Otra victoria, a su manera, para el líder del Mundial, de nuevo por delante de un errático Lando Norris. Ni siquiera en el tramo final, el piloto de McLaren pudo adelantar al tricampeón. Ni en el cuerpo a cuerpo, ni en el aspecto emocional, Norris se siente ahora a la altura. Su frustración se le pinta en la cara cada vez que se detiene ante los periodistas para ofrecer explicaciones.

Hamilton levanta el pie

En Mercedes, por contra, deben ahora contener la euforia, porque todo les sale de cine. Tras una evolución infructuosa y el regreso a las especificaciones de Hungaroring, rubricaron su primer doblete desde 2021. Al coraje de Russell para agarrarse a la pista con los duros hubo que añadir la cabeza fría de Hamilton, que en la penúltima vuelta levantó el pie a su llegada a Les Combes. En caso de haber asumido ese riesgo, quizá el triunfo hubiese pasado a Piastri.

De esa fe para llevar el plan hasta sus últimas consecuencias deberían tomar nota en Ferrari, donde Carlos Sainz acabó séptimo pese a asomar muchos minutos por la cabeza. Fernando Alonso, noveno por detrás de Sergio Pérez, bien pudo sentirse feliz por llegar con esa estrategia a una sola parada. Con un ritmo similar al de Esteban Ocon y Daniel Ricciardo, el Aston Martin sigue estancado en esa zona de nadie.

La primera mitad de carrera, teñida por las precauciones, resultó decepcionante. En la tercera vuelta, Hamilton tomó el liderato con total facilidad en la recta de Kemmel. Nada podía hacer Leclerc ante un Mercedes que volaba con el DRS. En esos compases iniciales, Verstappen había ganado tres posiciones para instalarse séptimo a prudencial distancia de Norris.

El error de Norris

Los 76 puntos de ventaja en el liderato del Mundial permitían a Mad Max tomárselo con calma. Norris, al contrario, se sintió incómodo desde su error en la salida, cuando cedió tres posiciones tras pisar la grava a la salida de La Source. Sobre un asfalto a 42ºC, Sainz era el único de los favoritos con gomas duras. Verstappen, a diferencia de sus rivales, únicamente contaba con un juego de ese mismo compuesto. Nada pasaba por delante, porque todos se mostraban precavidos.

El primer turno de paradas lo inauguraron Russell y Verstappen en la undécima vuelta. Casi de inmediato, Hamilton, Pérez, Piastri y Leclerc, hasta dejar a Sainz como líder provisional, por delante de Norris y Alonso. De la lentitud del Aston Martin en las rectas se quejaba Lance Stroll, mientras el asturiano hacía equilibrismos para sujetarse en la zona de puntos.

La hipótesis de alcanzar la bandera a cuadros con una sola parada sobrevoló durante buena parte de la tarde. En Ferrari lo pensaron con Sainz, a punto de quedarse atrapado en la grava de Stavelot en la vuelta 16. Ese fallo pareció cambiar los planes de Fred Vasseur, que detuvo por segunda vez al madrileño, perdido desde entonces en una zona intrascendente.

Verstappen domina bajo el agua, pero Leclerc se queda con la 'pole' virtual en Spa

Verstappen domina bajo el agua, pero Leclerc se queda con la ‘pole’ virtual en Spa

El cambio de motor le penaliza con 10 puestos en la parrilla, pero Max Verstappen quiso darse el gusto de una pole en condiciones extremadamente difíciles en Spa (1:53.159). Con tremenda autoridad, el líder del Mundial se deshizo de sus rivales, dejando en evidencia los problemas de McLaren sobre el asfalto mojado. Malas noticias para Lando Norris y Oscar Piastri, que partirán cuarto y quinto. La decepción en el garaje británico contrastaba con los abrazos en Ferrari, donde se celebraron los logros de Charles Leclerc, el único que pudo acercarse a Verstappen.

No parecían contar en la Scuderia con esa gran vuelta del monegasco, cuyo duelo con Carlos Sainz marcha casi en empate técnico tras 14 carreras. En Bélgica, el madrileño sólo pudo acabar octavo, justo por delante de Fernando Alonso. Faltó esa pizca de inspiración para ambos, ese punto de riesgo que sí supo optimizar Leclerc. Especialmente en el segundo sector. "Fue un último intento muy malo", admitó Sainz sobre esa vuelta con el último juego nuevo de neumáticos, sin agarre alguno.

El domingo se espera una carrera en seco, un factor que debilita las opciones de Leclerc y potencia las de McLaren. En mitad de ese río revuelto, podrían pescar Lewis Hamilton y Sergio Pérez, en dos momentos de forma totalmente antagónicos. Por una vez, sin que sirva de precedente, poco más pudo exigirse a Checo, que acabó tercero y que el domingo deberá taponar a los monoplazasde Woking. El heptacampeón, por su parte, dejó unas pinceladas de su genio, aunque cediendo 68 centésimas frente a Mad Max.

Tremendo susto para Stroll

La lluvia, tradicional protagonista en las Ardenas, ya había complicado la última sesión libre, donde Sainz sólo pudo rodar dos vueltas, sin marcar un crono válido. Aún peor rodó la mañana para Lance Stroll, que no olvidará fácilmente su susto en Eau Rouge. Su tremendo impacto contra las barreras obligó a Aston Martin a un trabajo contra el reloj para recomponer el coche.

Era un sábado para quedarse en casa, porque los partes meteorológicos anunciaban más agua. Una amenaza que marcaría toda la qualy, donde ni siquiera durante la Q1 hubo respiro para los favoritos. Sobre un asfalto empapado, algunos secundarios reservaban su cuota de protagonismo. Esteban Ocon y Alex Albon pusieron lo mejor de su parte. De hecho, el francés metió su Alpine en la Q3, mientras el líder de Williams iba a quedarse fuera por un suspiro. Bien pudo agradecer Pérez esas tres milésimas al cielo. Tras cinco sábados fuera del top10, el crédito del mexicano parece casi agotado en Red Bull.

Encontrar el momento idóneo de ataque no resultaba sencillo para nadie. Había que administrar los esfuerzos, sin perder de vista la tabla, porque cualquier chaparrón podía desencadenar el desastre. Había que estar siempre en la pista, como quiso Alonso, siempre atento, siempre más rápido que Stroll. Bastante hizo el asturiano con colarse en la Q3, terminando por delante de Ocon. Lástima que no dispusiera de un otro juego de gomas nuevas para dar otro paso adelante.

Piastri lidera un polémico doblete de McLaren en Hungría, con Sainz sexto y Alonso fuera de los puntos

Piastri lidera un polémico doblete de McLaren en Hungría, con Sainz sexto y Alonso fuera de los puntos

Actualizado Domingo, 21 julio 2024 - 17:18

Alegría contenida. En la vuelta 46, Piastri se mostraba implacable, liderando con jerarquía una carrera que se le había puesto de cara desde el principio, pero en un inexplicable intento por protegerse de Hamilton (no hacía falta), que rodaba tercero, pero muy lejos, McLaren se hizo un undercut a sí mismo y permitió a Lando Norris salir por delante de Piastri. La ansiedad dentro del equipo por la situación era evidente. Había un grave problema. Las órdenes parecían ser claras: Norris tenía que dejar pasar a Piastri si tenía la oportunidad, pero convencer al británico de hacerlo no fue tarea fácil.

"No vas a ganar el mundial solo. Vas a necesitar a Oscar y al equipo. Por favor, hazlo ahora", le ordenaban por radio a Norris mientras intentaba hacerse el despistado para mantener la pole y Piastri, que llegó a alejarse bastante por momentos, se iba acercando poco a poco.

Finalmente, cedió a falta de cuatro vueltas y fue el australiano el que lideró un doblete de McLaren en Hungría, donde Verstappen, en un día desastroso, fue quinto, Sainz sexto y Alonso se quedó fuera de los puntos (11º) tras dejar pasar a su compañero Stroll para que intentase adelantar a Tsunoda en las últimas vueltas.

Realmente todo estaba en manos de McLaren desde el comienzo. Era una oportunidad única para coronarse y dar emoción a un campeonato liderado por Verstappen con su ordeno y mando. Habían conseguido lo más difícil, algo posiblemente inimaginable hasta hace poco, pero eran muy conscientes de todo el arsenal que tenían detrás esperando un tropiezo para asaltar el trono.

No era fácil la tarea para Red Bull. Ni mucho menos. El vigente campeón atacó desde el primer minuto. No podía esperar. Con un Norris algo rezagado, el neerlandés se desvió por fuera en la primera curva para adelantar, pero ante una posible sanción por parte la FIA, tuvo que devolverle esa segunda posición a regañadientes, mientras Piastri aprovechaba para ponerse líder. Pero no era el único que luchaba solo ante el peligro. También lo hizo Hamilton, que apostó por un undercut para cazar y adelantar al Red Bull.

Hamilton se impuso a Red Bull

Verstappen intentó tomarse su venganza más tarde apretando los tornillos al heptacampeón. Poder contra poder. Motor contra motor. Una lucha que se llevó el británico en la primera batalla, cuando un error de Max a la hora de culminar el adelantamiento le permitió mantener la cabeza alta. La frustración del neerlandés llegó a su cima cuando Leclerc y el inglés adelantaron su entrada a boxes para obligarle a remar contracorriente.

Los otros nobles en busca del trono eran los dos Ferrari. Tanto Sainz, al que una mala salida alejó un poco de la primera línea, como su compañero lucharon contra adversidad. El monegasco aguantó todo lo posible para sostener la cuarta plaza, pero Verstappen solo tenía en la cabeza la revancha contra Hamilton. Ocurrió en la vuelta 63. Se volvieron a encontrar, pero esta vez entró muy pasado en la curva 1 y, al bloquear ruedas, chocó con Hamilton al intentar adelantarle.

Aston Martin se vuelve a quedar lejos. Fernando Alonso, sin ritmo de carrera en ningún momento, no consiguió mantener esa séptima posición inicial y terminó la carrera en undécima posición. En realidad su puesto hubiera sido el décimo, el último con puntos, pero en el tramo final dejó pasar a su compañero, Lance Stroll, que venía con mejores neumáticos y tenía la opción, aunque finalmente no pudo ser, de adelantar al japonés Tsunoda.

También Sergio Pérez consiguió desquitarse de ese incidente del sábado que le relegó a las últimas posiciones de la parrilla. Meritorio séptimo puesto para el mexicano tras un fin de semana realmente difícil.

El Mundial más largo llega al ecuador: ¿por qué es el mejor campeonato de la última década?

El Mundial más largo llega al ecuador: ¿por qué es el mejor campeonato de la última década?

Desde 2014, año de inicio de la Era Híbrida, la Fórmula 1 no vivía un momento tan intenso sobre el asfalto. Tras la disputa del GP de Gran Bretaña, que acaba de marcar el ecuador del calendario, basta con un vistazo a la tabla para entender el paso adelante del Mundial 2024. No se trata simplemente de los piques en pista entre Max Verstappen y Lando Norris, ni de los éxitos de Drive to Survive en las plataformas de pago. Hay otros factores que explican por qué este campeonato, el más largo de la historia (24 carreras), podría ser recordado como uno de los clásicos modernos en el Gran Circo.

1. Seis ganadores diferentes

El líder del Mundial debería vanagloriarse de sus siete victorias en 12 carreras, aunque sin bajar la guardia ante la competencia. Si a lo largo de 2022 y 2023, sólo cinco pilotos lograron alguna victoria, en esta primera mitad de 2024 ya son seis quienes subieron a lo más alto del podio. Además de Verstappen, Carlos Sainz (GP de Australia), Charles Leclerc (GP de Mónaco), Norris (GP de Miami), George Russell (GP de Austria), Lewis Hamilton (GP de Gran Bretaña) descorcharon el champán tras oír el himno.

Cuatro escuderías en pugna cada fin de semana y diferencias cada vez más estrechas, tanto los domingos como durante la qualy de los sábados. Durante este triplete, iniciado en Barcelona el 23 de junio, se han registrado tres ganadores distintos. Para asistir a un fenómeno similar hay que remontarse a los años previos a la Era Híbrida. En concreto a aquel alocado Mundial 2012, cuando siete pilotos ganaron las siete primeras citas del curso.

2. Max, en cualquier circunstancia

Tras cruzar segundo bajo la bandera a cuadros, Verstappen admitió la evidencia de lo que había sucedido en Silverstone. "Si nos fijamos en el rendimiento, fuimos demasiado lentos durante el primer relevo y sufrimos mucho con la degradación. En un momento dado parecía que podíamos acabar sextos, pero tomamos las decisiones correctas, especialmente en las paradas en boxes". Este análisis compendia el momento actual de un piloto que ya no devora a sus adversarios, sino que debe cocinarlos a fuego lento.

Red Bull disfruta del mejor Verstappen, un campeón que reduce sus fallos a la mínima expresión y optimiza las virtudes de un monoplaza que ya no apabulla como antes. De hecho, Mad Max lidera el Mundial con 84 puntos, una ventaja jugosa, aunque muy inferior a los 125 con los que dominaba hace ahora un año. Además, el margen de Red Bull en el Mundial de Constructores se limita a 71 puntos sobre Ferrari y 78 ante McLaren. Mientras Mercedes, el gran animador de las tres últimas citas, aún mantiene la fe de presentar batalla de aquí a noviembre.

3. El influjo de los veteranos

A los 39 años y 182 días, Hamilton se convirtió en Silverstone en el ganador más veterano del siglo XXI. El final a una sequía de 56 carreras para el heptacampeón, que rompía otros dos récords de longevidad, para superar a Michael Schumacher y Kimi Raikkonen. De momento ya es el único piloto con al menos una victoria en 16 temporadas distintas, una más que El Kaiser. Además, supera al finlandés al ampliar hasta los 17 años y un mes el lapso entre su primer triunfo (GP de Canadá 2007) y el último (GP de Gran Bretaña 2024).

Hamilton y Bonnington, en el podio de Silverstone.

Hamilton y Bonnington, en el podio de Silverstone.AFP

Todos estos logros demuestran la tremenda exigencia que Hamilton se impone en su fuero interno. Para encontrar un equivalente en la parrilla sólo cabría señalar a Fernando Alonso. La efigie del ovetense resulta sagrada para Aston Martin, una escudería muy venida a menos con el avance de los meses, pero que aún puede esperar grandes actuaciones de su líder. Pese a terminar sexto, el GP de Japón representó todo un ejemplo de la pericia del asturiano para extraer el máximo de su monoplaza.

4. Los movimientos del mercado

El pasado 1 de febrero, el fichaje de Hamilton por Ferrari supuso un terremoto cuyas réplicas aún se hacen sentir en el paddock. La noticia no sólo suponía la llegada del piloto más laureado a la escudería por antonomasia, sino que removía el mercado desde sus cimientos. Cinco meses después, Mercedes aún no se ha decidido por Andrea Kimi Antonelli como sustituto, ni Sainz ha cerrado un acuerdo para su futuro.

Verstappen, con el RB-20, el sábado en Silverstone.

Verstappen, con el RB-20, el sábado en Silverstone.AFP

Los rumores durante esta interminable silly season ni siquiera cesaron tras la renovación de Sergio Pérez con Red Bull, resuelta a comienzos de mayo. De hecho, el mal momento de Checo, tras sumar únicamente 15 puntos en las seis últimas carreras, viene alimentando las especulaciones sobre el hartazgo de Christian Horner. Sainz quería haber resuelto su futuro desde hace semanas, aunque de momento aguarda noticias de Alpine, Mercedes y Williams, los que más se han interesado por sus servicios.

5. La evolución de McLaren

Desde el GP de China, McLaren enlaza ocho carreras consecutivas subiendo al podio. El mejor registro en 12 años para la escudería de Woking, que ya encadenó 13 entre el GP de Alemania 2011 y el GP de China 2012. A esta regularidad se suma la asombrosa potencia de su MCL-38, el bólido que más ha mejorado respecto a 2023, tanto en velocidad pura como en ritmo durante las tandas largas.

Aunque el liderazgo de Norris aún necesita el refrendo de un cara a cara exitoso frente a Verstappen, el team principal Zak Brown debe sentirse más que feliz del paso adelante. A la victoria de Lando en Miami, la carrera más vista en Estados Unidos tras 74 años de Gran Circo, se suma la regularidad y consistencia de Oscar Piastri, que aún no se ha perdido ni una sola vuelta de las 12 citas disputadas. Si sus ingenieros olvidan y evitan errores tan flagrantes como el de Silverstone, McLaren aún podría desafiar a Verstappen hasta la última ronda.

El era Hamilton: 'God save the King'

El era Hamilton: ‘God save the King’

Actualizado Domingo, 7 julio 2024 - 23:22

Antes de que se apagase el semáforo, Silverstone estaba preparado para vibrar con el Gran Premio más británico de la historia. El escenario, la meteorología, el olor a bacon y beans en la grada, una afición entregada y los tres pilotos británicos colocados en las tres primeras posiciones de la parrilla. Algo que no ocurría desde el GP de Sudáfrica de 1968 cuando Jim Clark, Graham Hill y Jackie Stewart coparon también las primeras posiciones de aq

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Hamilton llora de gozo en Silverstone con su primera victoria desde 2021

Hamilton llora de gozo en Silverstone con su primera victoria desde 2021

Ondeaba la bandera británica en sus manos y Lewis Hamilton lloraba a moco tendido en Silverstone. Se abrazaba con sus mecánicos, con su padre, mientras el casco enmascaraba un torrente de emociones. Todo un heptacampeón atravesando la pradera para acercarse a la tribuna, quebrando los protocolos de seguridad. Era su 104ª victoria en la Fórmula 1, la novena en este aeródromo. Nadie ganó jamás tantas veces en un circuito. Toto Wolff observaba con orgullo, a prudente distancia. Tuvo esperar 945 días, desde el GP de Arabia Saudí 2021, para ver de nuevo a Hamilton en el podio, bañando en champán a su inseparable Peter Bonnington. En Silverstone, además, Mercedes tuvo que recuperarse del abandono de George Russell, víctima de una avería en la refrigeración hidráulica y soportar el envite final de Max Verstappen, segundo en la meta, por delante de un alicaído Lando Norris.

Falta hacía en este Mundial, recién alcanzado el ecuador, una carrera así, plagada de igualdad. Sin un solo safety car, la emoción se circunscribió únicamente al rendimiento sobre el asfalto y a la sangre fría de los estrategas. En el tramo final, McLaren equivocó el disparo, buscando protegerse de Verstappen y dejando escapar a Hamilton. Sólo había que ver a Norris en la ceremonia del podio para comprender el error de sus ingenieros. Había perdido otra magnífica oportunidad para recortar terreno ante el líder del Mundial, impacable al volante de un monoplaza con numerosos puntos débiles. Las alternativas en cabeza, esa igualdad entre Red Bull, Mercedes y McLaren se resolvió con la segunda victoria consecutiva para las Flechas de Plata.

Lástima que Ferrari haya perdido ese tren y que incluso hoy se vea asediado por el Haas. Tras una carrera muy consistente, Carlos Sainz al menos pudo cruzar quinto la meta, sumando además el bonus de la vuelta rápida (1:28.293), con el que ya sólo queda a cuatro unidades de Charles Leclerc. También cabe dar mérito al octavo puesto de Fernando Alonso, por detrás de Lance Stroll, porque bastante hizo para mantenerse entre Nico Hulkenberg y Alexander Albon. Tras las debacles en Montmeló y Spielberg, estos 10 puntos abren un hilo de esperanza para Aston Martin.

Problemas en Red Bull

Dentro de dos semanas, Hungaroring ofrecerá otra opción para Alonso, aunque entre tanta competencia no sólo basta con astucia. De ello puede dar fe Norris, cuyas ganas de revancha desde su polémico accidente en el Red Bull Ring se desvanecieron en tres curvas. Entre Village y The Loop, Verstappen se perfiló desde el exterior para dejar a Norris en evidencia ante su gente. Y para demostrarle que, en cuestión de jerarquías, aún le queda buen trecho. Sin embargo, al líder del Mundial le faltaban prestaciones para cuestionar el dominio de Mercedes y McLaren.

El RB20 empezó a desinflarse mientras sus ingenieros contaban los minutos para la aparición de la lluvia. Fue un chubasco ligero, aunque suficiente para extraer conclusiones. La más dolorosa afectó al líder, que en apenas tres vueltas cayó hasta la cuarta posición. Nada pudo oponer Russell ante Hamilton en esas condiciones tan delicadas. Ambos se marcaron una pequeña excursión en Farm, mientras Norris y Oscar Piastri montaban su fusil. Llegó el delirio cuando Lando tomó el liderato con una bonita maniobra ante Hamilton en Stowe. Un par de minutos más tarde, en esa misma curva, Piastri tampoco mostró conmiseración alguna con Sir Lewis.

Había que aguantar en pista, casi a cualquier precio, porque esa nube se desvanecería muy pronto. El asfalto más deslizante se circunscribía al primer sector, aunque Sainz asombraba con su velocidad en cada punto del trazado. Los mejores momentos de la tarde para el madrileño, que llegaría a colocarse a la estela de Verstappen. Las opciones de Leclerc, por contra, se perdieron por las prisas de Ferrari al montar el neumático de agua.

Unos metros por detrás, Alonso exhibía sus mejores manos para adelantar a Stroll, menos ducho en esas condiciones mixtas. En la octava posición, el asturiano pretendía acercarse a Hulkenberg, a bordo de un Haas muy potente, aunque pronto se vio acosado por Yuki Tsunoda. En el momento que apostó por las gomas de mojado, Stroll aprovecharía para devolver el favor a su compañero. Por el horizonte se intuía una cortina de agua. Algunos en Silverstone incluso podían olerla.

Por entonces, Alonso bien podía sentirse afortunado por haber resistido una embestida de Albon en la primera vuelta. Esos guiños de buena ventura de los que Sergio Pérez ya nunca sabe nada. Tras partir desde el pit-lane, Checo deambuló por la zona baja, perjudicado además por la madrugadora elección de Red Bull con sus gomas de agua. Red Bull le había reservado, otro domingo más, un mero rol de cobaya. Los datos del mexicano con el neumático duro resultaron más que relevantes para Verstappen a la hora de la verdad.

En la vuelta 39, Red Bull apostó por ese compuesto, mientras Hamilton y Norris se quedaban con el blando. El drama para McLaren fue que esa vuelta de más, sumada a los 4,5 segundos de su pit-stop, no sólo les privaría del liderato, sino que les convertiría en presa fácil para Verstappen. Junto a las tribunas de Stowe, otra vez, el tricampeón iba a devorar a un pececito color papaya. Wolff se hacía cruces ante los monitores y alguien debió de atender sus plegarias. La gloria para Hamilton quedaba a salvo.

Russell comanda un histórico triplete británico, con Alonso y Sainz atascados en el tráfico de Silverstone

Russell comanda un histórico triplete británico, con Alonso y Sainz atascados en el tráfico de Silverstone

Mercedes no colocaba a sus dos coches en la primera fila de parrilla desde el GP de Arabia Saudí 2021. De modo que el júbilo de Toto Wolff, jefe de las Flechas de Plata, después de que George Russell cerrase la pole en Silverstone (1:25.819) por delante de Lewis Hamilton, resultaba más que comprensible. Cuando anunciaron la noticia por megafonía, 120.000 aficionados bramaron en las tribunas, porque Lando Norris completaba un histórico triplete británico.

Seis días después de su victoria en Austria, Russell comandó las operaciones de Mercedes, cuyo paso adelante debería servir de ejemplo a sus rivales. De momento sigue en pugna con McLaren, a quien ya había sometido esta misma mañana, en condiciones de mojado. A la par con Red Bull, algo perdida en este legendario aeródromo, donde Max Verstappen partirá cuarto. Siempre por delante de Ferrari, con Carlos Sainz séptimo tras quedar atrapado en el tráfico de la Q3. Y demasiado lejos de Aston Martin, con Fernando Alonso décimo, dos puestos por detrás de Lance Stroll.

La lluvia había marcado la actividad desde primera hora, obligando incluso al aplazamiento de la carrera al sprint en la F3. Pese a que los partes meteorológicos aún daban un 60% de probabilidad de más precipitaciones, el sol empezó a abrirse camino entre las nubes. Ferrari fue el primero en aventurarse con los slicks en el coche de Charles Leclerc. Ya habían transcurrido ocho minutos de la Q1, así que Red Bull calcó el movimiento para Sergio Pérez.

Salir airoso de la grava

A su llegada a Copse, el mexicano perdió el control y dejó el RB20 clavado en la grava. Nadie podría tocar el coche para sacarle del atolladero, así que Checo partirá penúltimo, sólo por detrás de Pierre Gasly, relegado al fondo de la parrilla tras cambiar piezas de su motor. Curiosamente, el piloto de Alpine venía de protagonizar un trompo semejante en Vale durante la sesión libre de la mañana.

En Red Bull nadie se extrañó con el enésimo desatino de Pérez, aunque sí aguzaron las orejas un par de minutos después, cuando Verstappen dio otro paseo por esa misma curva 9. Sólo el pulso firme del tricampeón, buscando un carril de asfalto a centímetros de las protecciones, evitó la catástrofe para Christian Horner. Aun así, los desperfectos parecieron mermar el rendimiento del monoplaza de Mad Max.

Gran vuelta de Alonso en la Q2

Leclerc, con un triste punto en las tres últimas carreras, dio otro petardazo. Su segundo del año en la Q2, un mes después del GP de Canadá. A 15 centésimas del corte, marcado por Lance Stroll y superado por el Haas de Nico Hulkenberg y el Williams de Alexander Albon. Poco debieron de consolar a Fred Vasseur las quejas del monegasco sobre sus sensaciones con los neumáticos delanteros.

A mediodía, Alonso había asomado con un octavo puesto en la FP3, por detrás de Oscar Piastri. Aunque todos traen novedades aerodinámicas, Aston Martin ha acertado con los ajustes en el alerón delantero. Fernando acabó tercero en la Q2 (1:26.730), a 17 centésimas de Norris y a siete milésimas de Russell. Lástima que el equipo tardase más de la cuenta a la hora de enviar a sus coches de regreso al asfalto para su último intento en la Q3. Ofuscado por esa prisas, Alonso tuvo que abortar su vuelta en el primer sector. Aun mantiene un 7-5 frente a Stroll en las sesiones clasificatorias, pero su dominio no se parece en nada al del año pasado.

George Russell y Carlos Sainz cazan al vuelo en el Red Bull Ring

George Russell y Carlos Sainz cazan al vuelo en el Red Bull Ring

Sale airoso de cualquier calamidad. Suma puntos cuando Lando Norris acaba a cero. Max Verstappen gana incluso cuando George Russell festeja su primera victoria del año. El líder del Mundial fortalece su posición tras una alocada carrera en el Red Bull Ring, donde Carlos Sainz cazó al vuelo un podio que nadie esperaba en Ferrari. El quinto del curso para el madrileño, superado por la velocidad de Oscar Piastri, pero endurecido en la moral. Fernando Alonso estableció la vuelta rápida en el penúltimo giro (1:07.694) arrebatando el bonus a Verstappen, aunque sin poder sumarlo él, dado que cruzó decimoctavo la bandera a cuadros.

Verstappen fue quinto en la meta, tras una penalización de 10 segundos por su ilegalidad ante Norris. Ni siquiera eso le hizo perder el sitio ante Nico Hulkenberg, así que bien puede dar la maniobra por bien empleada. Norris había quedado fuera de combate. La estampa del joven británico, cabizbajo, saliendo del coche y digiriendo la catástrofe, no precisaba comentarios. Con la victoria casi en la mano, todo se había perdido tras un toque en la curva 3.

Verstappen, con la llanta trasera derecha al aire, pudo alcanzar los boxes mientras el virtual safety car ralentizaba a Russell, Sainz y Piastri. Carlos venía un buen tiempo tras el Mercedes, intentando un improbable undercut. Nunca había encontrado el ritmo suficiente. Bastante hacía con sostenerse frente al McLaren. Cuando ondearon las banderas verdes, Piastri no hizo prisioneros. Incluso llegó a soñar con la victoria. Ya nada cambió, claro, pero el sabor del champán supo a gloria al trío del podio. Russell no escuchaba el himno británico en su honor desde el GP de Brasil 2022, Piastri recuperaba el tono tras un fin de semana torcido desde el viernes y Sainz salvaba el domingo para la Scuderia.

Infortunio de Leclerc

Porque la hipotética remontada de Charles Leclerc se evaporó de forma abrupta en la salida cuando defendía su séptima plaza ante Piastri. El contacto con la rueda trasera derecha del McLaren le obligó a pasar por boxes para cambiar el alerón delantero. Igualmente crítico pudo considerarse el episodio entre Sainz y Lewis Hamilton, que aprovechó el exterior de la pista para ganar ventaja. Los comisarios ordenaron que el británico devolviese la cuarta plaza al Ferrari. No era el momento de jugar al gato y al ratón para Carlos.

Tampoco para Verstappen, fuera del alcance del DRS de Norris desde la segunda vuelta, dibujando una curva de progresión inalcanzable. Durante su primer relevo con los medios, el principal inconveniente para el tricampeón fue deshacerse de los doblados, Leclerc incluido. Al monegasco, el compuesto apenas le aguantó 15 vueltas, un dato más que interesante para el resto de favoritos.

Alonso se deshizo de su primer juego de medios en la undécima vuelta, intentando anticiparse a la competencia. Desde la decimoquinta plaza nada resulta sencillo. Ni siquiera una frenada en la curva 3 que casi destroza el Sauber de Guanyu Zhou. Los 10 segundos de castigo, cumplidos en boxes, relegaron al asturiano a la penúltima plaza. Otro domingo donde el único aliciente para Fernando fue asistir desde primera línea al rifirrafe entre Pierre Gasly y Esteban Ocon, enemigos íntimos antes que compañeros en Alpine.

El buen nombre de los comisarios parecía a salvo con las sanciones de cinco segundos a Sergio Pérez, por exceder el límite de velocidad en el pit-lane, y a Hamilton, que había pisado la línea blanca entrando a boxes. Sin embargo, esos aciertos iban a quedar en entredicho al dejar sin castigo a Verstappen, liberado del pitstop en condiciones muy peligrosas para Piastri. Un prodigio como él no necesita de estas prebendas.

Durante más de una hora, Max venía gestionando los neumáticos y reforzando su ventaja, que llegaría a superar los ocho segundos. Antes de cumplir el ecuador se quejó de la caja de cambios porque no le provocaba dudas entre la séptima y octava velocidad, aunque ni el más cenizo podía sospechar lo que llegaría a continuación. A falta de 20 vueltas para la bandera a cuadros, finalizado su stint con los duros, un error con la pistola durante el pitstop, transformó el paisaje.

De pronto, el líder no sólo se veía acosado por Norris, sino que parecía indefenso, desvalido. "Algo va mal, no tengo agarre", gimió Verstappen, mientras el McLaren se adhería a su alerón trasero. Norris prefirió tomar aire, pensarlo un par de veces antes de lanzarse a sangre y fuego. Ni siquiera iba amedrentarse cuando los comisarios empezaron a valorar una sanción por superar los límites de pista. Primero movió ficha en la curva 4, mientras Verstappen se tambaleaba, hecho un manojo de nervios. Simplemente no parecía dispuesto a inclinarse ante nadie, como no cedió ante Hamilton en el GP de Abu Dhabi 2021. Si alguien trae al recuerdo hoy aquella épica de Yas Marina quizá no vaya desencaminado.

Verstappen multiplica y Aston Martin divide en el Red Bull Ring

Verstappen multiplica y Aston Martin divide en el Red Bull Ring

En el trazado más corto del Mundial, con una cuerda de 4.315 metros, Max Verstappen borró a sus rivales del mapa con una pole inapelable (1:04.314). Cuatro décimas de margen, nada menos, con las que multiplicaba por cuatro su ventaja del viernes ante Lando Norris. Nada pudo oponer el británico, algo disminuido por un proceso gripal. Tampoco George Russell, referente de Mercedes. Ni Carlos Sainz, que partirá cuarto en la parrilla, con opciones de podio en un GP de Austria donde la victoria parece adjudicada de antemano.

Las actualizaciones de Red Bull para su carrera de casa sitúan a Verstappen en un plano superior. A su victoria en la carrera al sprint, tras librar una singular batalla con los McLaren, hay que situar esta pole, la 40ª de su vida. Un directo en el mentón de Norris y Russell, que se habían apuntado las tres últimas. Demasiado lejos de estas disputas queda ya Charles Leclerc, protagonista de un doble error, en las curvas 6 y 9, que le relegaría a la sexta plaza. Y aún pueden dar gracias en Ferrari de que Oscar Piastri superase los límites de pista en su último intento.

Ni siquiera en McLaren encuentran el antídoto frente a Mad Max. Desde el viernes se viene sintiendo especialmente cómodo en el RB20, con el que aventajó a Sergio Pérez en 88 centésimas. Esta vez, su momento más inspirado se situó en el sector intermedio. Pero da igual. Sea en la subida hacia la curva 2, con una pendiente máxima del 12% o en la vertiginosa bajada camino de la meta, su dominio no admite parangón. En la Q2, justo cuando recurrió por primera vez a un neumático nuevo, ya había marcado un crono (1:04.577) inferior a la pole del viernes.

"Al menos probamos algo diferente"

Esa segunda criba suponía ya demasiado para Fernando Alonso, a 36 centésimas del corte, establecido por Esteban Ocon. El asturiano saldrá desde la decimoquinta posición, por detrás de los Alpine, los Visa Cash App RB y Nico Hulkenberg. "Al menos hemos probado algo diferente", admitió por radio el asturiano, antes de desfilar hacia el garaje entre el cariñoso aplauso de la tribuna. Incluso podía sentirse satisfecho tra haber evitado el desastre, con un doble susto en las curvas 7 y 10.

No hay soluciones al alcance para Aston Martin, que ya había perdido por el camino a Lance Stroll. Si Fernando pudo librarse en la Q1 fue por ocho centésimas ante Valtteri Bottas. Ahora mismo, la escudería capitaneada por Mike Krack sólo rinde con regularidad por delante de Williams y Sauber. Cada semana, Haas le roba una plaza en el top10 por obra y gracia de Hulkenberg. Pese a recibir dos avisos por intentar colarse en la salida al pit-lane, desobedeciendo incluso a uno de sus mecánicos, el ex piloto de Renault afinó más que nadie para colarse en la Q3 por quinta vez en 11 carreras.

Verstappen aprovecha las facilidades en Montmeló

Verstappen aprovecha las facilidades en Montmeló

McLaren ya cuenta con un coche tan veloz como Red Bull, pero Max Verstappen sigue haciendo la diferencia. No hay modo de acabar con su supremacía. Ni siquiera en Montmeló, donde redondeó una fantástica actuación para disgusto de Lando Norris. En los momentos críticos, el líder del Mundial atacó sin miramientos. Ya en cabeza, controló impertérrito. Fue su cuarta victoria en Barcelona, con la que iguala el récord de Lewis Hamilton -tercer clasificado- y Michael Schumacher.

Cada semana, Verstappen se lleva por delante algún registro, como estos 106 podios, a la altura ya de Alain Prost y Fernando Alonso. Tras siete victorias en 10 carreras, su ventaja se extiende ya a 69 puntos sobre Norris, visiblemente abatido en el podio. Poco puede consolarle su premio de mejor piloto del día o su bonus de la vuelta rápida (1:17.115). El británico, aun con sus fantásticas cualidades, aún no parece preparado para desafiar a Mad Max en la lucha por el título.

Tampoco hubo consuelo para Carlos Sainz y Fernando Alonso, relegados a la intrascendencia ante su público más incondicional. La sexta posición del madrileño a 31 segundos del vencedor, no habla precisamente bien de las evoluciones de Ferrari. El bicampeón mundial, por su parte, ni siquiera se vio en condiciones de pelear por los puntos. Acabó decimosegundo, el primero de los doblados, en una tarde saldada sin un solo abandono ni safety car.

1,9 segundos en el 'pit-stop'

Norris, autor de la pole, reaccionó unas décimas tarde y quiso paliar los daños enviando a Verstappen a la hierba. Por el exterior, Russell avanzaba sin oposición para salir de la primera curva en cabeza. No hubo castigo alguno por parte de los comisarios, aunque tampoco parecía necesitarlo Verstappen, que a la primera oportunidad abrió sus fauces para devorar al Mercedes.

En una carrera tan estratégica, el cuidado de los neumáticos se convierte casi en una obsesión. Y el momento idóneo para cada pit-stop resulta tan crucial como las propias prestaciones. George Russell rompió la baraja en la decimoquinta vuelta, pero un error con la pistola casi le cuesta la posición ante Sainz. Tres giros más tarde, Red Bull sí cumplió puntualmente con Verstappen (1,9 segundos).

Ferrari había dividido su plan, quizá para evitar más rifirrafes como el de la salida, cuando Charles Leclerc rozó la rueda trasera derecha de Sainz. Bryan Bozzi pidió por radio al monegasco que gestionara los blandos, con los que pudo aguantar 24 vueltas. Llegaría a liderar, claro, pero sin el milagro del safety car poco cambiaría para él. Mientras, Sainz se las vio ante Hamilton en un durísimo cuerpo a cuerpo que no iba a merecer investigación. "No entiendo por qué hay una normativa, porque no la seguimos", espetó el madrileño.

Gran batalla frente a Russell

Tampoco comprendía Leclerc por qué sus ingenieros se habían decantado por el Plan A. En verdad, las dificultades de Ferrari se ceñían al ritmo, inferior al de Mercedes y McLaren. Con el primer relevo de medios, Norris dio un recital. Tras desembarazarse de Sainz y Hamilton, su batalla frente a Russell en la vuelta 35 pudo considerarse, de largo, lo mejor del domingo.

Lando exprimía el potencial del MCL38, con el que redujo a la mitad la desventaja. "Estos neumáticos son inconsistentes", lamentaba Max, con sólo cuatro segundos de ventaja. Para ese segundo pit-stop, Sainz y Russell habían optado por el duro, mientras Verstappen y Norris recurrieron al blando. Aún había margen para soñar con el triunfo, pero McLaren lo dilapidó con una parada a paso de tortuga (3,6 segundos).

Cuando Lando se reincorporó a pista, a falta de 19 giros, perdía siete segundos, así que Verstappen sólo tuvo que controlar desde la distancia. Poco a poco, todo se había recolocado también en Mercedes y Ferrari. Russell, con los duros, cedió paso a Hamilton y Sainz hizo lo propio frente a Leclerc, que volaba con los blandos.

De salida, Alonso quedó malparado por un toque que le hizo perder la posición ante Sergio Pérez y Nico Hulkenberg. Pese a que supo regresar al asfalto desde el otro lado de los bolardos, Aston Martin no encontraba modo de enderezar el rumbo y el asturiano aún cayó otros dos puestos.

A ocho vueltas para la bandera a cuadros, ondearon las banderas azules para el asturiano, el octavo de la parrilla doblado por los líderes. Mientras Pierre Gasly y Esteban Ocon, octavo y décimo, constataban la mejoría de Alpine, Alonso rodaba a casi 20 segundos del Haas de Nico Hulkenberg. Dos puestos por detrás del bicampeón, Lance Stroll confirmaba el desplome de Aston Martin.