43 Vueltas a España, 28 Tours de Francia y 24 Giros de Italia: la increíble historia de Alejandro Torralbo, el mecánico de Indurain, Valverde, Pogacar...

43 Vueltas a España, 28 Tours de Francia y 24 Giros de Italia: la increíble historia de Alejandro Torralbo, el mecánico de Indurain, Valverde, Pogacar…

El mejor mecánico del mundo empezó a trabajar a los nueve años. Acudía todos los días al taller, sólo paraba los domingos, a las 12 del mediodía, para ir a misa. Alejandro Torralbo (Villanueva de Córdoba, 1962) creció entre arandelas, alicates, tuercas y lubricantes de cadenas. «Salía corriendo de la escuela de mi pueblo y me iba a ayudar a mi tío, que tenía un local de reparación de bicis y motos. Allí estaba siempre, incluidos los fines de semana; de eso hace más de 50 años. Aquellos tiempos nada tienen que ver con los de ahora», advierte el técnico de UAE, formación liderada por Tadej Pogacar y Juan Ayuso.

El álbum de Torralbo es un tesoro, con fotos de Indurain, Rominger, Olano, Ullrich, Juan Fernández, Chava Jiménez, Valverde, Contador, Sastre, Sagan, Basso... También hay recuerdos de su paso por los equipos Clas, Mapei, Banesto, Festina, Coast, Bianchi, Cervélo, CSC, Saxo Bank, Tinkoff o Katusha. Desde hace cuatro años trabaja para el UAE. Ha cubierto 43 Vueltas a España, 28 Tours de Francia y 24 Giros de Italia. Es un fijo de la selección española, ha sido testigo directo de tres Juegos Olímpicos (Atlanta, Londres y Río) y de 29 campeonatos del mundo. Por sus manos pasaron las bicicletas de los campeones Olano, Freire y Valverde.

«Comencé en el ciclismo a los 16 años, con Miguel Moreno, primo de mi madre, que era director del equipo Peña Manzaneque. En mi casa no querían que siendo tan pequeño estuviera por ahí con los ciclistas, pero al final me dejaron salir. En 1980 me fui a la Vuelta a España con el equipo Chocolates Hueso. Luego me llamó José Manuel Fuente, Tarangu, para el equipo Clas y desde ahí hasta ahora. Al principio trabajaba a diario, sólo descansaba el domingo para ir a misa. Creo me equivoqué, tenía que haber estudiado. Empecé BUP y lo dejé por las bicis. Llevo en este mundillo desde siempre... Es lo que hay», dice.

Torralbo, con Olano.

Torralbo, con Olano.T. Torralbo

Y lo que hay es un cúmulo de vivencias impagables. A sus 61 años es un emblema del ciclismo. En Facebock han creado la página Fans de Alejandro Torralbo. «Eso es cosa de unos gallegos que me quieren mucho. Ellos aseguran que soy el mejor mecánico del mundo, pero yo no soy el mejor, solo soy el más viejo», incide el técnico que vive en La Fresneda (Asturias).

Torralbo asegura que ahora el ciclismo es menos familiar: «Antes te ocupabas de la limpieza de las bicis, de la puesta a punto, de la presión de las ruedas, de la altura del sillín, etc. Ahora todo es diferente, trabajamos con los biomecánicos que te aconsejan en el uso de manillares, bielas, retroceso... Los mecánicos españoles siempre teníamos buen cartel, pero ahora los fabricantes nos miran de reojo, porque dicen que nosotros reparamos todo, no como otros, que cuando una pieza se rompe la tiran y buscan otra nueva. En el UAE hay más de 100 personas, con gente de 22 países, es como una empresa. Somos 11 mecánicos, parecen muchos, pero no es así, porque, a veces, hay dos carreras por semana y, además, tenemos que preparar el material en un centro que el equipo tiene cerca de Milán».

Torralbo, Torrontegui y Rominger.

Torralbo, Torrontegui y Rominger.A. Torralbo

Ahora, todo está medido y planificado para obtener el máximo rendimiento. Una labor que ha situado al UAE en la cima. «Pogacar es un fenómeno. Nunca he conocido a nadie igual. Él dice una cosa y la hace. Trabajo con él desde 2021. Está muy pendiente del mantenimiento, pregunta por la presión de las ruedas, por los desarrollos... Es un campeón en todos los aspectos, tanto dentro como fuera de la carretera. El año pasado estuve con él en Tirreno-Adriático, París-Niza, Strade Bianche y Tour de Francia. Hicimos la última Volta a Catalunya y le acompañaré en la concentración de Sierra Nevada», señala.

El mecánico andaluz también valora la gran progresión de Ayuso. «Juan es muy completo. Recuerdo que la primera vez que coincidí con él me sorprendió que llevara las manetas de la bici hacia dentro y para abajo. Yo le decía que no entendía porqué las llevaba así, pero él me contestaba: ''Así tengo cinco vatios menos por la aerodinámica''. Ahora la UCI ha cambiado las normas y no permiten que se inclinen más de 10 grados. Ayuso no ha sido el primero en meter las palancas, recuerdo que Sastre ya lo hacía. Ayuso está pendiente de todos los avances, se preocupa de la mecánica y de la nutrición para mejorar».

En sus 45 años en el ciclismo ha presenciado historias de todos los colores, éxitos grandiosos, escándalos de tramposos y hasta el denominado dopaje mecánico. «Eso del motor escondido en las bicis no lo he visto. No es cierto, es un invento. Me acuerdo que en una ocasión decían que Lance Armstrong había utilizado un motor en una cronoescalada en Alpe d'Huez. Yo no estaba en su equipo, pero pude ver que su bici ni siquiera pesaba 6,8 kilos, que era lo permitido. Los mecánicos tuvieron que poner unas placas para llegar a ese peso. Si hubiera utilizado un motor, su bici pesaría más»..

Con Alejandro Valverde

Con Alejandro ValverdeA. Torralbo

Torralbo, que ha conocido a lo más granado del pelotón de las últimas cuatro décadas, tiene especial cariño a Olano, Tony Rominger y Carlos Sastre. «Con Abraham me entendía muy bien, él venía de la pista y eso se notaba en los aspectos técnicos. Estuve con él en el Mundial de Duitama, en 1995, el que ganó con la rueda pinchada. Todavía mantenemos contacto. Tony presentaba dos caras, como corredor tenía una mentalidad suiza, pero fuera de la carrera era muy atento, le encantaba correr con lluvia. Con Carlos tengo una gran relación, tiene muchos valores, es una persona acojonante, siempre ha estado muy atento con mi familia. En mi casa guardo una bicicleta suya. Su triunfo en el Tour ha sido lo más guapo que me ha pasado en el ciclismo. Casi nadie creía que podía ganar un Tour, pero lo ganó. Puedo presumir de haber inflado las ruedas de su bici», bromea.

El técnico cordobés también destaca la profesionalidad de Contador. «Con Alberto coincidí en el Saxo Bank. Se preocupaba de todos los detalles, de cómo mejorar la aerodinámica y aumentar la velocidad. Sabía mucho de mecánica y se interesaba hasta por las cintas del manillar. Era como un piloto de motos. Si en los entrenamientos escuchaba un ruido raro de la bicicleta me lo contaba para solucionarlo. El ciclismo era y es su pasión. Para mí, Alberto es un ejemplo».

La empatía de Contador contrastaba con la frialdad de Jan UIllrich: «Estuve con él en 2003, en el equipo Bianchi, que heredó la estructura del Coast de Juan Fernández. Era un corredor que hablaba poco, un tanque».

Torralbo sólo coincidió con Indurain en los Mundiales, llegó al Banesto por petición propia de Abraham Olano, cuando el navarro ya se había retirado. «Estaba con Miguel sólo una semana al año, con la selección, el resto del tiempo era nuestro rival. Es buena gente y de eso te das cuenta nada más verlo. Proviene de una familia trabajadora y eso se nota en su capacidad de sacrificio. Recuerdo que no le gustaba mucho el manillar de las bicis de contrarreloj», señala.

El corredor más singular con el que ha trabajado fue José María Jiménez: «Chava era capaz de lo mejor y de lo peor. Cuando me decía: ''Alejandro, mañana ponme las ruedas voladoras'', ya sabía que iba haber tarde toros. Era un genio. El Curro Romero del ciclismo. Cuando estaba bien no había nadie que lo parara. Yo le decía que era un escalador con un cuerpazo de rodador. No podía con las contrarrelojes, yo le ponía un manillar de cabra, pero él me insistía en que se lo quitara porque para lo que iba hacer no le merecía la pena».

Alejandro Torralbo, el incomparable mecánico de manos prodigiosas.

En el reino de Merckx

En el reino de Merckx

Actualizado Domingo, 10 marzo 2024 - 17:37

Desde los años 80, la aparición de un corredor superlativo remite indefectiblemente a Eddy Merckx, la unidad de medida, la tabla de equivalencias del ciclismo. En su grandeza intacta, en su inmunidad, Merckx no deja de suponer un freno, amén de un to

Hazte Premium desde 1€ el primer mes

Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web

Si lo prefieres
<!--

¿Ya eres Premium? Inicia sesión

--> <!--

Cancela cuando quieras

-->
Pogacar regresa con otra descomunal exhibición en el 'sterrato' de la Strade Bianche

Pogacar regresa con otra descomunal exhibición en el ‘sterrato’ de la Strade Bianche

Imperial, majestuoso, colosal, sublime. Se agotan los epítetos superlativos para describir otra hazaña brutal de un ciclista de otra dimensión. Tadej Pogacar es un deleite. Un impagable amante del espectáculo. Este sábado se impuso en la Strade Bianche, la clásica moderna más atractiva, con sus 15 tramos de sterrato, con un ataque a falta de 80 kilómetros. Era su primera carrera de la temporada. Asombroso. Otra vez apelando a la épica, a las gestas de otro tiempo. El heredero más cualificado de Eddy Merckx, lo ya narrado tantas veces.

Este sábado encadenó su segunda edición consecutiva de la Strade Bianche y, como ya hizo tantas veces, ganó por aplastamiento. Un monólogo para la antología, como ya selló en el Tour, en Flandes, en Lombardía, en Tirreno, en París-Niza... Se reducen mucho los territorios por conquistar para este esloveno de 25 años que ya suma 64 victorias.

Una nueva exhibición que el propio Pogacar vaticinó en la salida de Fortezza Medicea de la medieval Siena. ''Me encuentro bien, voy a atacar en el Monte Santa Maria''. Lo dijo y lo hizo sin ningún reparo. En la subida del noveno tramo de tierra, cuando apretaba la lluvia, abandonó la compañía del pelotón y se marchó solo para afrontar un interminable trecho por delante: 80 kilómetros por zonas de barro, subidas y bajadas por sinuosas carreteras de la cautivadora Toscana. La distancia fue creciendo hasta llegar a más de tres minutos. Todos rendidos a la superioridad del líder del UAE, el único interés por detrás era saber quiénes ocuparían los otros dos puestos del podio. Euforia desatada de un público loco que en cada ascensión animaba al héroe esloveno.

Espectáculo total en la tierra y el asfalto, en ese bello tramo de subida a la Piazza del Campo de la medieval Siena, con esas rampas del 16% en las cuestas empedradas de Via Santa Caterina y la avenida Rinaldini.

Y es que la prueba organizada por RCS Sport, la segunda de la temporada Word Tour, lo tiene todo para seducir al público, con paisajes incomparables, 15 tramos de tierra prensada, asfalto, colinas repletas de trampas, zonas de piedra en la entrada de Siena. Imposible caer en la monotonía. Además de una coreografía que es una delicia para los sentidos, este sábado la prueba contó con unos actores que sublimaron la magna prueba. Pogacar dominó ante rivales con pedrigí, como Tom Pidcock, ganador de la edición pasada, Maxim van Gils, Tom Skujins, Christopher Laporte, Richard Carapaz, Lenny Martínez, Julian Alaphilippe o Quinn Simmons.La segunda plaza fue para el letón Skujins y la tercera para el belga Van Gils.

Los Monumentos

Un nuevo triunfo de Pogacar que revaloriza a la clásica italiana en su mayoría de edad. En su 18ª edición, Strade Bianche dio el salto de calidad para opositar su ingreso en la lista de Monumentos, ahí donde están Milán-San Remo, Tour de Flandes, París-Roubaix, Lieja-Bastoña-Lieja y Giro de Lombardía. Los puristas alegan que no debería aparecer en esa nómina porque nunca se superaban los 200 kilómetros de recorrido, una condición cumplida este sábado por la clásica de Siena con sus 215 kilómetros.

Gloria para la Strade Bianche y para un Pogacar que no pierde los buenos hábitos, dominando desde el inicio de temporada. Y eso que este año ha cambiado su planificación para debutar en el Giro de Italia antes de afrontar el Tour de Francia. En este curso concentrará las principales cargas de trabajo en marzo, con la Milán-San Remo (día 16) y la Volta a Catalunya (18). En abril disputará la Lieja-Bastoña-Lieja (21).

Pogacar sólo coincidirá con Jonas Vingegaard en el Tour, ya que el danés tiene previsto afrontar la Tirreno-Adriático (4 de marzo), País Vasco (1 abril) y Criterium Dauphiné (2 de junio). El camino del doble ganador del Tour de Francia es parecido al de Primoz Roglic, que debuta este domingo en la París-Niza y que luego acudirá al País Vasco y al Dauphiné. Sepp Kuss participará en Volta, País Vasco y Dauphiné.

La preparación de los aspirantes españoles al top 10 del Tour de Francia también se concentrará en marzo y abril. Juan Ayuso correrá Tirreno-Adriático, Amstel Gold Race (14 abril) y Flecha Valona (17 abril). Enric Mas se inclinará por Tirreno-Adriático, Volta, Tour de Romandía (23 abril). Carlos Rodríguez irá a la París-Niza. Pello Bilbao, a la París-Niza y País Vasco.