Pitos al himno contestados con banderas de España y minoría de 'esteladas'

Pitos al himno contestados con banderas de España y minoría de ‘esteladas’

El himno sonó atronador, pero la escena fue un guirigay al que el Rey asistió impasible, como siempre, desde el palco. Recién llegado del funeral de Papa Francisco en Roma, estuvo acompañado por la vicepresidenta María Jesús Montero, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno y la ministra de Deporte, Pilar Alegría. Junto a ellos, en la primera línea, el presidente de la Federación, Rafael Louzán, en su primer gran acto institucional.

La megafonía no pudo evitar que la final arrancase con una sonora pitada desde la mitad del estadio poblada por los seguidores azulgrana. Además, en el minuto 17 y 14 segundos, desde el fondo sur de La Cartuja llegó el grito "In, Inde, Independencia". Otro episodio que alteraba la normalidad en el palco, con Felipe VI y Louzán como protagonistas.

Desde la elección de Louzán, el pasado diciembre, la Copa ha deparado cambios. El principal es que ambos clubes sabían que el campeón se llevaría el trofeo a casa para siempre, no sólo por una temporada. Hasta ahora había que ganar tres ediciones para poder lucir la Copa original en las vitrinas. «Es lo lógico que el ganador se la lleve. En el fútbol la evolución es necesaria», reconocía Louzán en los minutos previos al inicio de una final que puede que sea la última en La Cartuja.

Han sido seis ediciones consecutivas con Sevilla como sede, pero ahora la RFEF va a abrir la subasta para que otras ciudades puedan pujar por ser sede. «Vamos a dar la oportunidad a todos los que tengan interés y se presenten, pero tanto la Junta como el Ayuntamiento de Sevilla y la Diputación, que forman el patronato de La Cartuja, ya me han manifestado su interés en que la Copa continúe aquí», reconoció el presidente de la RFEF. Durante seis años han abonado un canon de 1,2 millones de euros y ahora han eliminado la pista de atletismo y ampliado la capacidad hasta los 70.000 espectadores para ser el tercer estadio de España en aforo.

La competencia del Metropolitano

Como contrincante tendrá a Madrid, que quiere que al menos la próxima edición de la final de esta competición se celebre en el estadio Metropolitano. La capital no es sede de una final desde 2018, si bien la había acogido durante tres temporadas consecutivas.

Todos quieren ser sede de la fiesta del fútbol español porque supone llenar de color los estadios y la ciudad durante todo un fin de semana. Y es que, en esta edición, antes de retarse en la acicalada Cartuja, más futbolera que nunca y presidida por dos grandes pancartas que rezaban «¡Hala Madrid!... y nada más» y «125 anys d'història», las dos aficiones lo hicieron en las calles de Sevilla, con terrazas llenas animadas por la temperatura veraniega, pero también algún incidente.

Los 2.000 efectivos policiales que velaron por la seguridad en la capital hispalense tuvieron que hacerse muy presentes durante la mañana en el centro de Sevilla. Intervinieron para dispersar a un grupo de radicales del Barça con material pirotécnico y bengalas y en varias peleas en otros puntos de la zona monumental que se saldaron con cinco detenidos, tres de ellos identificados como seguidores culés y uno madridista. Otro aficionado blanco acabó herido con la nariz rota.

La Copa del Rey llega, de manos de un SkySurfer en La Cartuja.

La Copa del Rey llega, de manos de un SkySurfer en La Cartuja.AFP

La fiesta blanca, además de en la fan zone junto al estadio, estuvo en la Alameda de Hércules, punto de concentración del madridismo que fue llegando a la ciudad a cuentagotas para teñir de blanco el fondo norte de La Cartuja rivalizando con el azulgrana que pobló la grada sur. Sonaron los himnos de los dos equipos, coreados por unos y silbados por los rivales.

Pero el momento estelar fue cuando el estadio se apagó para recibir el trofeo, que llegó al centro del campo desde el aire en una tabla voladora antes de que, un joven aficionado del Athletic, el último campeón, la depositó en el centro del campo. Un láser dibujó las alineaciones sobre el césped y, de nuevo, el joven athletizale escoltado por un chaval del Barça y una joven del Real Madrid, la condujo hasta la bocana del túnel del vestuarios para que presidera la salida de los dos equipos. Se desplegaron entonces las pancartas en los fondos. El Madrid con su lema «Hasta el final, vamos Real» y el Barça recordando que, con 31 títulos, es «el Rey de Copas».

Las nueve horas de tensión y llamadas entre el Madrid y Louzán para salvar la final de Copa: "¿Cómo vamos a cambiar a un árbitro?"

Las nueve horas de tensión y llamadas entre el Madrid y Louzán para salvar la final de Copa: “¿Cómo vamos a cambiar a un árbitro?”

"¿Cómo va a venir el Rey hasta Sevilla y no se va a presentar el Real Madrid a una final de Copa?" La tarde andaluza tuvo de todo, con los focos y la tensión esparcidos por varios puntos de la ciudad. Por un lado, el Estadio de La Cartuja, sede de la previa de un clásico decisivo en el futuro a corto plazo del fútbol español y del banquillo del conjunto blanco. En sus pasillos aparecieron a mediodía Ricardo de Burgos Bengoetxea y Pablo González Fuertes, cuyas palabras crearon un efecto mariposa que provocó una reacción histórica del Madrid, muchas llamadas, muchos nervios y, nueve horas después, la decisión definitiva: el Madrid, a pesar de un drástico enfado que le llevó a no presentarse a la previa, anunciaba que jugaría la final.

Las lágrimas de De Burgos, árbitro principal del encuentro, mentando a su hijo y a cómo le decían que tenía "un padre ladrón" dieron la vuelta al país, aunque fueron las palabras de González Fuertes, deslizando una huelga y asegurando que tenían que tomar "medidas serias" ante los ataques de Real Madrid Televisión las que echaron gasolina al fuego de la final de Copa.

La reacción del Madrid fue tan inesperada como contundente. "Suspendemos todo". A las siete menos cuarto de la tarde, media hora antes de la esperada rueda de prensa de Carlo Ancelotti, el mensaje saltaba en todos los móviles de la sala de prensa de La Cartuja. El Madrid no acudía a la previa de la final. Lo nunca visto.

"Nunca se ha planteado renunciar"

En ese momento, Rafael Louzán, presidente de la Federación, trataba de calmar los ánimos de la directiva blanca en varias llamadas de teléfono con José Ángel Sánchez, director general del Madrid. En el club blanco no entendían el show, así lo llamaban, de la rueda de prensa, mientras que la RFEF, que admitía el poco tacto de González Fuertes en sus palabras, no daba crédito a los amagos sobre no presentarse a la final. Lo consideraban una respuesta desmedida.

En ese momento, entramos en el terreno de la incertidumbre. Las voces desde el hotel NH Collection, sede del Madrid en Sevilla, eran contradictorias. Unos apostaban por no jugar y dar el golpe sobre la mesa definitivo, pero otros tenían dudas por la cantidad de aficionados que ya se habían desplazado a la ciudad.

Después de un par de horas de debate interno, a las 22:15 aterrizó en la web del Madrid el comunicado final: "El club nunca se ha planteado renunciar a jugar la final". Dicho, con muchas dudas, pero hecho.

En la RFEF esperaban el gesto de responsabilidad del Real Madrid, sin dejar de reconocer que la polémica pudo evitarse. Consideran que González Fuertes no pensó en la trascendencia de sus palabras, que el Real Madrid interpretó "en tono amenazante" y que durante horas tuvieron en vilo no sólo a la Federación, también a la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Sevilla y los patrocinadores. "Todo un año de trabajo", admitían fuentes federativas. "Ha sido muy inoportuno", aseguran. La muestra de transparencia que quiere mantener la RFEF esta vez se convirtió en un problema.

Los árbitros alzan la voz contra Real Madrid TV y De Burgos Bengoetxea acaba llorando

"La venda antes de la herida"

Son conscientes en la RFEF de que el Real Madrid es muy sensible con los árbitros porque son constantes las críticas, y no sólo a través de su televisión. "Si fuera por ellos, los cambiarían a todos", advierten algunas voces. El plan de Louzán desde que llegó a la presidencia pasa por crear, de manera inmediata, una comisión en la que está representado el conjunto blanco. De cara a la próxima temporada, se conformará "un órgano de participación activa" para poner fin a las polémicas que ponen en peligro la competición. "Como las cosas sigan así, estamos a muy poco de que paren el fútbol", advierten desde la Federación.

Por eso, el pulso lanzado por el Real Madrid no podía acabar en un cambio del equipo arbitral. "¿Cómo vamos a quitar a un árbitro un día antes de la final porque lo pida un club? Es imposible", añaden. Sería una declaración de guerra a un colectivo al que Louzán necesita tener de cara. Su relación con Medina Cantalejo es fría y su continuidad al frente del Comité Técnico de Árbitros sigue en el aire. Eso lo saben algunos colegiados, que son fieles a su presidente, como González Fuertes.

Si el Real Madrid no ha provocado un cambio en el equipo arbitral, ¿qué sentido tenía lanzar este pulso? Hay una explicación que corre por los pasillos federativos. "Quieren ponerse la venda antes de la herida, por lo que pueda pasar en el campo", advierten.

Mientras, Joan Laporta apareció triunfante en la cena oficial junto al presidente Louzán y José Luis Sanz, alcalde de Sevilla. Pasara lo que pasara, el Barça había echado la tarde frotándose las manos ante un espectáculo esperpéntico. Un sainete de nueve horas que acabó como esperaba: habrá final de Copa.

Los días más tristes para Ancelotti: el refugio de Mariann y Katia, el apoyo de Florentino y el miedo a perder la "felicidad absoluta" de la ciudad de Madrid

Los días más tristes para Ancelotti: el refugio de Mariann y Katia, el apoyo de Florentino y el miedo a perder la “felicidad absoluta” de la ciudad de Madrid

Han sido 10 días complicados para Carlo Ancelotti. Quizás sus últimos días. Bueno, en realidad está siendo un año "extraño" para él, como lo definen desde Valdebebas los que mejor le conocen. Elevado a los altares del madridismo tras la Liga, la Copa de Europa ganada en Wembley y la Intercontinental, que le situaron como el técnico más laureado de la historia del Real Madrid, durante la Supercopa de Europa en Varsovia y especialmente en el empate en Mallorca en la primera jornada de Liga, allá por el 14 de agosto, ya notó que algo en el vestuario no fluía como hacía un par de meses. Ahora llega a La Cartuja con el miedo del adiós en el cuerpo, la esperanza de seguir en la lejanía del horizonte y la crítica sobre sus hombros.

Una derrota le condena definitivamente y una victoria le da un billete extra en esa "felicidad absoluta", cuentan, que es para él entrenar al Madrid y, no menos importante, vivir en la capital. Y es que Carlo, por mucho que hablen de una oferta de Brasil que desde 2023 no ha vuelto a recibir, no se quiere ir de España.

El fracaso contra el Arsenal, más por las sensaciones que por el resultado, le refugió en su familia, especialmente en su mujer, Mariann, y su hija, Katia, cuyo cumpleaños celebró la semana pasada. La familia es su casa y su trabajo. Ahí están Davide, su hijo y asistente, o Mino, marido de su hija y nutricionista. También Francesco Mauri, hijo de Giovanni, preparador de Carletto durante años, y tercera voz del banquillo por detrás de Davide. Todo queda en familia y en el círculo más cercano. Y, así lo admiten, algunas de las conversaciones más importantes sobre el trabajo surgen en la mesa familiar. A veces el fútbol y la presión son así de inevitables.

Florentino y las diferencias con 2015

Han sido días distintos a los de la primavera de 2015, cuando después de perder ante la Juventus en semifinales de Champions y concluir el año de vacío supo que su etapa en el Bernabéu había terminado. Su relación con Florentino no era del todo buena y cortar por lo sano era la mejor opción para todos. Ahora es diferente. Los títulos de los últimos años, la edad y la experiencia han unido más que nunca a presidente y entrenador y Ancelotti ha encontrado en Pérez conversaciones de ánimo y apoyo, más allá de la lógica autocrítica de esta temporada.

El máximo mandatario del Madrid renovó el contrato del italiano en diciembre de 2023 justo después del "no" del técnico a Brasil, que se acercó por mediación de Kaká. Florentino le dio hasta 2026. La confianza era total. Tras eso llegó el doblete del año pasado y las complicaciones de este.

Es probable que Florentino decida dar por finiquitada la etapa de Carletto, pero se irá con todos los honores y unido para siempre al club, no en guerra ni por la puerta de atrás.

Ancelotti, con Güler, el miércoles en Getafe.

Ancelotti, con Güler, el miércoles en Getafe.AP

Y por esa unión con el presidente y por la forma de ser del transalpino se entiende la bandera blanca de Ancelotti durante gran parte de la temporada. El fiasco continental terminó por confirmar los tres puntos clave que el entrenador ha ido reflexionando durante toda la temporada con su círculo más cercano.

El primero, los peligros de tener "la barriga llena" de títulos. Un aspecto marcado por las pocas vacaciones de verano entre la Eurocopa y la Copa América y el regreso a los entrenamientos para la Supercopa de Europa, apenas unos días para los internacionales. No hubo descanso y descubrió un vestuario al que mentalmente le podía costar recuperarse.

El segundo, la preparación física. Las lesiones sufridas por el equipo han estado condicionadas por ese corto parón veraniego o por la mala suerte. Antonio Pintus es el responsable de la preparación del vestuario y la enfermería no se ha vaciado en todo el curso.

No levantar la voz

Por último, y ligado también a las lesiones, las dudas en la planificación de la plantilla por las que Ancelotti decidió no levantar la voz. "Nunca ha entrado en una guerra mediática con ningún club, y ahora menos", explican en Valdebebas, donde le ven más "serio" y "triste" de lo normal. En verano asumió la dificultad de perder a Kroos y encajar a Mbappé manteniendo a Rodrygo, pieza clave para el proyecto a medio y largo plazo del club, que rechazó el interés del Manchester City. Quién podía decir "no" a tratar de construir un ataque con esos nombres.

Pero con el tiempo, las lesiones de Carvajal y Militao desequilibraron todavía más a la plantilla dentro y fuera del campo. La baja de Dani, voz de peso en el vestuario, se notó en el césped y en la actitud de muchos futbolistas. Y la negativa del Madrid a reforzar la rotación en invierno tampoco encontró elrechazo público de Ancelotti, fiel a la confianza que le había mostrado a Florentino tras la renovación.

En esa confianza, y en una victoria en La Cartuja, pone sus esperanzas Carletto. Sabe que Brasil estará siempre ahí, también algún club de Inglaterra, pero su primera opción es Madrid y el Madrid.

Raphinha, la fiera poco brasileña que impulsa al Barça: “Quería tener esa conexión con Ronaldinho”

Actualizado Viernes, 25 abril 2025 - 22:53

Cuesta creer que Inter de Porto Alegre y Gremio rechazaran por pequeño y delgaducho a un futbolista que sus compañeros definen como «superdotado físico» y que, además, suma 53 participaciones de gol esta temporada -30 tantos y 23 asistencias-, ha superado a Leo Messi en su mejor temporada Champions y lleva camino de ser el máximo goleador de la competición. A Raphinha (Porto Alegre, 1996) nadie le esperaba esta temporada en el podio de los mejores de Europa. Ni siquiera el Barça, que le abrió la puertas hace unos meses para darle su dorsal 11 a Nico Williams. El brasileño está acostumbrado a la pelea constante y a apretar los dientes esperando su momento. Y ha sido Hansi Flick quien le ha preparado el mejor escenario.

Lo buscaba desde que con 18 años se subió a un autobús a ocho horas de casa para jugar en el Avaí persiguiendo un sueño. Le habían advertido que había dinero para la ida, pero no para la vuelta ni para mantenerle allí. Como hacía en el campo, también se buscó la vida fuera. Entonces ya sabía lo que era el Barça. Su padre, Raphael, músico percusionista apodado Maninho, tocaba con Samba Tri en las fiestas de Ronaldinho y, en cuanto destacó, le puso en contacto con Deco. El descenso del Avaí y la necesidad de hacer caja le lanzó a Portugal.

Al Vitória de Guimaraes primero y después al Sporting de Portugal. Ahí lo conoció Rodrigo Moreno, el internacional español que años después formaría con él delantera en el Leeds. «Con el Valencia jugamos un amistoso de pretemporada y recuerdo que en el vestuario comentamos la impresión que nos causaron Bruno Fernandes y Raphinha, del que nunca había oído hablar. Yo llegué al Leeds unos meses antes que él y cuando dijeron su nombre me acordé de aquel partido», explica a EL MUNDO desde Qatar.

«era un líder natural»

Antes de llegar a la Premier, el Rennes pagó 21 millones de euros en una temporada en la que jugó junto a Camavinga e impulsó al equipo a la Champions con ocho goles y siete asistencias. No pasó desapercibido para Víctor Orta y Andrea Radrizzani, los hombres que habían devuelto al Leeds a la Premier de la mano de Marcelo Bielsa.

Un pilar de aquel equipo era Pablo Hernández, ex jugador del Valencia. «Fue una sorpresa porque los brasileños siempre tienen esa etiqueta ofensiva, pero él era diferente. Se vio desde el primer día, con un físico superdotado, comprometido en defensa y que no desistía nunca», explica. Fue el estandarte del Leeds durante dos campañas y en la última «fue clave para evitar el descenso». Tanto que hizo la promesa de recorrer de rodillas el campo si lograban la permanencia. Rodrigo fue a abrazarle tras cumplirla: «Fue una locura. Nos salvamos ante el Brighton y dependíamos de otros resultado que se dio. Él, que era un líder natural, se quitó un peso de encima y maduró muchísimo aquella temporada», recuerda el atacante.

Ambos explican lo sencillo que era jugar con él. «Es de los mayores portentos con los que he jugado. Es capaz de repetir una y otra vez acciones de alta intensidad en un partido. Con lo que exigía Bielsa, se adaptó a la Premier en un instante», rememora Rodrigo, que compartió mucho dentro del campo y también fuera. En especial recuerda dos conversaciones personales que acabaron con decisiones que han marcado la carrera de Raphinha.

Abrazo entre Raphinha y Flick.

Abrazo entre Raphinha y Flick.AFP

«Cuando llegó al Leeds tuvo la oportunidad de ir con Italia. Además era año de Eurocopa. Pero tenía muchas dudas, porque deseaba jugar con Brasil aunque nunca le había llamado. Le dije que la Premier le daría la visibilidad que necesitaba y así fue», admite quien hoy le considera imprescindible en la selección por un rendimiento que le puede conducir al Balón de Oro.

La segunda conversación ya versó sobre la oferta del Barça: «El Leeds prefería que fuera al Chelsea, pero él quería repetir la historia de los brasileños en Barcelona. Quería tener esa conexión con Ronaldinho, Romario o Neymar», desvela.

«nunca tiene miedo»

La adaptación no fue fácil. Le costó seis meses de críticas por los 60 millones de traspaso, por llegar de la mano de Deco -a quien dejó- y por no adaptarse «a un juego más táctico, donde siempre hay menos espacios y los partidos son más cerrados que en la Premier, con menos transiciones», describe Rodrigo. Eso le llevó a pensar que LaLiga no era su lugar y que «el fútbol te destruye» con facilidad, por lo que nunca dudó en apoyarse en psicólogos.

Pero resistió y apareció Flick con el brazalete de capitán para propulsarle. «Dentro del vestuario la gente confía en mí y eso emociona», ha reconocido el jugador, con predicamento entre los más jóvenes. Lo mismo le limpia la bota a Lamine Yamal tras un gol espectacular que invita a su fiesta de cumpleaños a Pau Víctor o Gerard Martí tras endosarle una goleada al Real Madrid en la Supercopa.

Su liderazgo es generoso, como refleja su tatuaje en el cuello: «Soy uno, pero no estoy solo». Sobre él puede descansar el Barça porque, como recuerda Pablo Hernández, «nunca tiene miedo».

Míchel: "Mi objetivo número uno es recuperar a los jugadores, que se sientan bien anímicamente"

Míchel: “Mi objetivo número uno es recuperar a los jugadores, que se sientan bien anímicamente”

Actualizado Viernes, 25 abril 2025 - 17:32

El Girona lleva una temporada complicada. Tras 33 jornadas en Liga, sin contar los empates, suma sólo nueve victorias. Un bagaje que le sitúa decimosexto en la tabla y que hace que el ambiente en el vestuario no sea precisamente esperanzador. Sin embargo, pese a esta delicada situación, su entrenador, Míchel, intenta verlo de una forma optimista. Así, tras el último traspiés -el empate cedido ante el Leganés, desperdiciando una superioridad numérica durante más de una hora- el técnico madrileño lo enfoca pensando que no fueron dos puntos perdidos, "sino que estamos a uno más cerca de conseguir nuestro objetivo".

A los catalanes les quedan cinco jornadas por delante, donde se enfrentarán al Mallorca, Villarreal, Valladolid, Real Sociedad y Atlético. En Liga, por debajo solo figuran cuatro rivales, lo que supone que en caso de derrotas o empates el regreso a Segunda División quedaría muy cerca.

Sobre este posible descenso habló Míchel, comentando que él también estaba "frustrado" y pensó que "nos podíamos ir abajo". El encuentro contra el Leganés le costó la tranquilidad, dejando así ver gestos como el de reventar una botella contra el suelo. La noche tampoco le dio tregua: "Tengo los gemelos destrozados, parece que jugué yo el partido. Llegué a casa a las 11 y algo, me tumbé en el sofá, me quedé medio dormido y me desperté a las cuatro de la mañana. A partir de ahí ya no conseguí conciliar el sueño".

"Cariño, comprensión y diálogo"

La situación de su equipo es sorprendente, sobre todo a la luz de su trayectoria durante el curso pasado, cuando ocuparon la tercera plaza, sólo por detrás de Real Madrid y Barcelona. De los 38 partidos jugados, ganaron 25, perdiendo tan sólo siete. Estos buenos resultados fueron los que les permitieron colarse en la Champions por primera vez en su historia, competición de la que se marcharon rápido, cayendo en la primera fase. La presencia en el gran torneo continental provocó un indudable desgaste de energía, la necesaria para sobrevivir en Liga.

Este ambiente tan difícil que se vive en el vestuario es algo que el preparador vallecano busca gestionar. Quiere "recuperar" a sus jugadores, acompañarles "a través del cariño, de la comprensión y del diálogo". "Gestionar todo esto no es fácil y yo les tengo que dar las herramientas. Más que 4-4-2 o 3-5-2 mi cabeza está en cómo recuperar a los jugadores y que ellos se sientan bien anímicamente", concluyó.

El control de las expectativas

Estas palabras de Míchel llegaron con motivo de la presentación del proyecto Save Football, donde ejerce como embajador, y que tiene a Rubén Godoy como fundador. El objetivo de esta iniciativa es la de mejorar las situaciones de violencia y de odio que se viven en el fútbol base, buscando reeducar desde abajo, en las categorías previas al profesionalismo.

Otro de los puntos tratados fue el de las expectativas sobre jugadores, algo que Míchel también vinculó con su club. "Las expectativas de este año del Girona nos han hecho muchísimo daño. Las hemos intentado controlar, las que vienen de fuera, pero al final hacen daño. Hay que tener mucha empatía con el jugador, el staff... no es fácil", finalizó.

Los árbitros claman contra Real Madrid TV y De Burgos termina entre lágrimas: “Cuando un hijo llega llorando porque le han dicho que su padre es un ladrón es muy jodido”

Actualizado Viernes, 25 abril 2025 - 14:23

La final de la Copa del Rey empezó en la sala de prensa, pero no con una comparecencia de Carlo Ancelotti o Hansi Flick. El Barcelona - Real Madrid de La Cartuja comenzó con Ricardo de Burgos Bengoetxea y Pablo González Fuertes, árbitro de campo y árbitro de VAR en el clásico, ante el micrófono. Con rabia y una amenaza, la de Pablo, y con lágrimas, las de Ricardo, al analizar la situación actual del colectivo, atacado "por los actores del fútbol español".

"Hace unas semanas tuvimos una reunión los árbitros profesionales y hay más unión que nunca. Vamos a tener que empezar a tomar medidas más serias de las que se están tomando. No vamos a seguir permitiendo esto. En pocas fechas posiblemente tengáis noticias de lo que va a venir. Que no os quepa duda. Esta plantilla junto al CTA va a hacer historia", declaró González Fuertes. ¿Una huelga? "Pronto tendréis noticias", añadió.

Sobre la mesa, los vídeos de Real Madrid Televisión y las críticas de clubes y jugadores en redes sociales. "La verdad que estos vídeos me resultan indiferentes", dijo De Burgos, pero González Fuertes fue muy contundente. "Estamos viendo todas las semanas, desde hace tiempo, a cuentas de redes anónimas que insultan y amenazan sin ningún tipo de control. Community Managers que están constantemente atacando por un like, comunicados, actuaciones por parte de los actores del fútbol que dan pie a pensar que no somos honestos...", explicó.

El colegiado, que mañana será el responsable de la sala VOR, aludió a las consecuencias de esas críticas en el fútbol base. "El problema es la consecuencia, cuando hablamos de comunicadores, de periodistas que hablan de robo, de palabras malsonantes, lo que conlleva es que el aficionado paga esa frustración el domingo por la mañana con el niño y la niña que cogen un silbato y tienen que pitar en categoría infantil. Esa es la consecuencia de poner una diana en la cabeza. Tenemos que atajar esas actuaciones y volver a un fútbol limpio", reivindicó.

González Fuertes hizo un llamamiento "a todos los actores del fútbol". "Entrenadores, directivos, jugadores, las cartas, los comunicados, los tuits, los vídeos... Creo que nos equivocamos en el camino. Un día vamos a tener un problema de verdad, ¿quién se va a hacer responsable? Necesitamos dar una vuelta a esa situación de beligerancia con el estamento arbitral".

Llegados al final de la rueda de prensa, De Burgos Bengoetxea, que no había sido tan contundente como su compañero, se emocionó al analizar las consecuencias de los ataques a los árbitros. "Nos estamos centrando mucho en los vídeos de Real Madrid Televisión porque es lo que más repercusión tiene, pero te cuento una situación y me dices. Cuando hay un niño que va al colegio y le dicen que su hijo es un ladrón, y viene a casa llorando... Eso es muy jodido, eh", aseguró entre lágrimas.

"Yo intento educar a mi hijo para decirle que su padre es honrado, que quien diga lo contrario se equivoca. Y eso es muy jodido. Yo quiero que mi hijo esté orgulloso y no hay derecho a pasar lo que estamos pasando. Cada uno que haga una reflexión de por dónde queremos ir y lo que queremos del deporte y del fútbol", finalizó.

Liberan a la mujer y al hijo del del futbolista ecuatoriano Jackson Rodríguez, secuestrados por una banda criminal que pedía una millonario rescate

Liberan a la mujer y al hijo del del futbolista ecuatoriano Jackson Rodríguez, secuestrados por una banda criminal que pedía una millonario rescate

Actualizado Viernes, 25 abril 2025 - 07:52

La esposa y el hijo del futbolista ecuatoriano Jackson Rodríguez, del Emelec, fueron rescatados este jueves tras permanecer más de un día secuestrados por una banda criminal que exigía una alta suma de dinero por su liberación, según anunció el Gobierno nacional.

En un operativo, la Policía Nacional de Ecuador logró rescatar a la mujer y al menor tras irrumpir en un inmueble de un suburbio de la ciudad de Guayaquil.

Ambas víctimas aparecen sanos y salvos en un video publicado por la Policía en los instantes posteriores al operativo que permitió su rescate.

"Ambas víctimas se encuentran a buen recaudo", confirmó el Emelec en un comunicado donde solicitó "respeto a la privacidad e intimidad de la familia en estos momentos".

El secuestro comenzó en las primeras horas del miércoles cuando individuos encapuchados y fuertemente armados irrumpieron violentamente en el domicilio del futbolista mientras descansaban.

Los primeros reportes policiales indicaron que, además de llevarse por la fuerza a la esposa y el hijo de Rodríguez, los secuestradores se llevaron algunos objetos, joyas y dinero en efectivo, mientras que el jugador del Emelec logró esconderse de los secuestradores.

Ecuador vive su peor ola de violencia criminal desde que se tiene registros, lo que ha llevado al país a figurar a la cabeza de Latinoamérica en índice de homicidios, una tendencia que se ha recrudecido en este inicio de 2025 con un promedio de un asesinato por hora.

Esa escalada de inseguridad también va acompañada de secuestros y extorsiones por parte de bandas criminales que han ganado poder en los últimos años en el país y que se dedican principalmente al narcotráfico y a la minería ilegal, entre otras actividades ilícitas, con conexiones con carteles mexicanos y grupos armados colombianos.

Desde inicios de 2024 el país está bajo "conflicto armado interno" declarado por su presidente, Daniel Noboa, para contrarrestar el auge de las bandas criminales, a las que ha pasado a catalogar como "terroristas" y ha decretado una serie de sucesivos estados de excepción en los que ha sumado a los militares a combatir a estas estructuras.

El Betis asoma por la Champions y certifica el descenso del Valladolid

El Betis asoma por la Champions y certifica el descenso del Valladolid

Actualizado Viernes, 25 abril 2025 - 00:00

El Real Betis, quinto y provisionalmente en puesto de Champions, venció con rotundidad al Real Valladolid en un encuentro decantado en la segunda mitad y que certifica el descenso matemático del conjunto pucelano. El triunfo se construyó en una última media hora excelsa en la que, después de una notoria sensación de igualdad, los locales anotaron cuatro goles de bella factura a cargo de Cucho Hernández, Isco, Perraud y Ez Abde. [Narración y estadísticas (5-1)]

La temporada negra del Valladolid, que sólo ha sumado uno de los 39 últimos puntos en juego, se prolongó nada más empezar. Javi Sánchez, su capitán, se lesionó de aparente gravedad en la rodilla derecha sin mediar entrada de ningún rival y fue suplido por Aidoo, cuya primera intervención fue un despeje fallido que facilitó el 1-0, obra de Jesús Rodríguez.

Pese a la desventaja tempranera, se recompuso el conjunto pucelano y generó peligro, sobre todo con un cabezazo de Latasa demasiado centrado como para inquietar a Adrián y con un recorte seco de Raúl Moro sobre Fornals, que lo tocó con más levedad de la exigida para decretar penalti. Al filo del descanso, sí obtuvo el Valladolid el premio a su insistencia gracias a una incursión por la izquierda de Moro, que habilitó con un precioso pase de exterior a Chuky, quien recortó al portero y marcó su primer gol en categoría profesional.

Adrián, providencial

En la larga prolongación del primer tiempo, Adrián se erigió en el salvador del Betis con dos intervenciones meritorias: un manotazo en vuelo para desviar el violento tiro de Luis Pérez desde 30 metros y, en el córner subsiguiente, un despeje poco ortodoxo con el que evitó el autogol de Natan.

El primer tramo de la segunda parte continuó por derroteros parecidos, con más chispa visitante que local, hasta que el triple de cambio de Pellegrini desató la tormenta perfecta sobre el área de Ferreira, que encajó el 2-1 mediante un magnífico cabezazo en plancha de Cucho Hernández a centro de Bartra.

Javi Sánchez, tras su lesión de rodilla en el Villamarín.

Javi Sánchez, tras su lesión de rodilla en el Villamarín.EFE

En la jugada siguiente, el Betis aseguró su triunfo con una preciosa jugada colectiva que comenzó con un robo de Isco y que culminó el propio crack malagueño con un giro de tobillo, casi como un toque del taco de billar, incorporándose desde la segunda línea para rematar el pase de la muerte de Ruibal.

La marcador, con el Valladolid ya rogando por el descabello, se cerró en los minutos finales entre el alborozo del público con dos nuevos golazos: un obús a la escuadra de Perraud tras pared con Cucho Hernández y un tiro cruzado de Abde, que hizo eslalon entre los defensores para plantarse casi en el área chica.

El Atlético supera el primer trámite para mantener la tercera plaza

El Atlético supera el primer trámite para mantener la tercera plaza

Cuesta mucho afrontar un tramo de liga con objetivos mínimos. Con la cabeza lejos y el cuarto cerca. Lo resolvió el Atlético sin apuros ante un Rayo con una gran presentación, pero con una mandíbula de cristal. Todo lo hizo bien en ataque, todo lo hizo mal en defensa. Los rojiblancos, claro, no perdonan lo segundo. [Narración y estadísticas (3-0)]

Siempre está bien presentarte en el Metropolitano y amasar el balón el primer minuto de partido y tener a los rojiblancos persiguiendo sombras. El problema es cuando en el siguiente minuto, apenas en el segundo de duelo, dejas que el Atlético marque. Lo hizo Sorloth, un nueve especialista en goles saliendo desde el banquillo pero con actuaciones menos brillantes como titular. Convirtió una preciosa banana de Giuliano en la que Batalla pudo hacer más.

Pero el noruego estaba dispuesto a cambiar su suerte por lo civil o por lo criminal. No se habían cumplido 10 minutos cuando ya acumulaba dos ocasiones más: un cabezazo similar al del gol, pero asistido por Galán desde el otro costado y un pase en profundidad de Julián que el delantero persiguió al espacio y, esta vez sí, el cancerbero argentino respondió bien al disparo seco.

Diagonales libres

El Rayo se mostró como un equipo de dos caras en el estadio rojiblanco. Su salida de balón es de equipo grande y en fase ofensiva daba gusto verles ocupando los espacios. Fruto de ello llegó una preciosa y vertiginosa combinación a la media hora de juego que culminó Isi, pero se encontró con una soberbia mano de Oblak. El problema es que cuando perdía el balón no sólo le costaba recuperarlo, sino que se posicionaba mal dejando las diagonales libres para los atacantes rojiblancos. Un paraíso para Giuliano y Sorloth.

Volvió el noruego a percutir un centro de Galán en respuesta a la ocasión de Isi, pero su cabezazo se marchó fuera obstaculizado con mucha picardía por Ciss. El partido era un ida y vuelta maravilloso. Lo que se podía prever un duelo de vagancia entre dos equipos sin grandes objetivos fue una pachanga sin mucho rigor defensivo, pero una delicia para los 50.000 espectadores que se atrevieron a acudir un jueves a las 21.30 al Metropolitano. Un horario descabellado en primavera, pero habitual en verano. Afortunadamente, la noche fue más de lo segundo que de lo primero para una de las peores entradas del año en el feudo rojiblanco.

Volvió el Rayo a exhibir esa debilidad defensiva justo antes del descanso. Mal momento para hacerlo por lo anímico. En una jugada lenta, sin aparente peligro, rompió Gallagher por el centro del área para que el periscopio de De Paul encontrase al inglés, que puso la testa. Doblaban la distancia los rojiblancos para desesperación de Íñigo. El técnico rayista miraba al suelo esperando que en la segunda parte la mandíbula de su equipo no fuera tan floja.

Cabezazo de Sorloth ante Óscar Valentín.

Cabezazo de Sorloth ante Óscar Valentín.AFP

Quizás se animaran los vallecanos con el modo Superbowl que activó el Atlético en el descanso con la actuación de Beret con su mítica canción Si por mí fuera. Si por el Rayo fuera, la segunda parte sería de menos vistosidad y más contundencia para sus intereses. Y lo cierto es que no tuvieron suerte en el 51 porque Isi remató de cabeza solo ante Oblak, pero el remate fue al muñeco.

Griezmann, suplente

Mientras, Griezmann calentaba en la banda para entrar en la segunda parte. Segunda suplencia seguida de la leyenda rojiblanca en 138 duelos, algo que no ocurría desde el inicio de la temporada 2022/23 por las circunstancias contractuales con el Barça. Entró a la hora por Sorloth. Se había desinflado el noruego con el choque. Quizás es un hombre de periodos cortos.

Casi emboca el francés su el primer balón que tocaba tras una dejada de Julián y luego se durmió ante Batalla en otro buen pase del argentino. Quizás no un gol, pero para asistir siempre está el galo. Puso un pase en profundidad maravilloso para que La Araña no se marchase de vacío. Primer trámite con la Liga perdida resuelto. Este era importante porque la victoria del Athletic obligaba a sumar para asegurar la tercera plaza. Objetivos pequeños.

Las lesiones lastran aún más el eterno rompecabezas de Ancelotti antes de la final que decidirá su futuro

Las lesiones lastran aún más el eterno rompecabezas de Ancelotti antes de la final que decidirá su futuro

El tercer clásico de la temporada encontrará de nuevo al Real Madrid en urgencia médica. Después del 0-4 liguero del Bernabéu y el 2-5 de la Supercopa de España, las últimas lesiones de Camavinga y Alaba obligan a Carlo Ancelotti a improvisar un nuevo puzle justo cuando más quema la mesa. El italiano, perdida la Champions y con la Liga muy complicada (cuatro puntos le separan del Barça), se juega el curso y su futuro en La Cartuja. Si quiere tener alguna opción de continuar en el banquillo de Chamartín, vencer a los de Flick en Sevilla es una obligación... Pero en su bolsillo cada vez hay menos piezas para resolver el rompecabezas.

Ancelotti parecía haber encontrado un once tipo el pasado domingo, cuando aprovechando la vuelta de Ceballos a la titularidad probó a Valverde y a Camavinga de laterales, acumulando seis centrocampistas en total (dos en los carriles y cuatro en el rombo) y dejando a solo dos delanteros en punta, Vinicius y Rodrygo. Fue un equipo compacto y con más sentido en la ocupación de espacios y a la espera de la recuperación de Mbappé, era el once de gala.

Con Valverde y Camavinga el técnico solucionaba así dos de los principales lunares del equipo esta temporada. Lesionados Carvajal y Mendy, el nivel de Lucas Vázquez, Alaba y Fran García en las bandas no le había convencido ante los grandes equipos. Situar ahí al uruguayo y al francés, físicos, verticales y con recorrido, le aportaba mucho al juego del equipo.

Pero el paso por Getafe dejó K.O. a Camavinga, descartado para la final por una rotura en el aductor de la pierna izquierda y para el resto de la temporada. No podrá estar ni tan siquiera en el Mundial de clubes. El galo, de hecho, había salido en el descanso por Alaba, que se retiró con molestias, y ninguno pudo terminar el duelo.

La duda de Ancelotti

Las dos lesiones y la eterna irregularidad física de Ferland Mendy darán una opción única a Fran García, confirmado su billete a la final por el propio Ancelotti: "Jugará Fran", dijo en la sala de prensa de Getafe.

Será la primera vez que el italiano apueste por el ex del Rayo de inicio ante el Barça, porque en los dos primeros clásicos del año se la jugó con Mendy. Fueron dos desastre para el Madrid, que perdonó en el Bernabéu y lo acabó pagando y que se deshizo en Arabia. Siempre, eso sí, limitado por las lesiones.

En el duelo liguero, Ancelotti no pudo contar con Courtois, Carvajal ni Rodrygo. Mbappé erró varias ocasiones y en la segunda parte el Barça le pasó por encima, sufriendo Lucas por la velocidad de Raphinha. La baja de Rodrygo facilitó el rombo del centro del campo, pero entre Valverde, Tchouaméni y Camavinga no tuvieron demasiada creatividad en la construcción. Faltó un timón.

Ancelotti, el miércoles, en la zona técnica del Coliseum.

Ancelotti, el miércoles, en la zona técnica del Coliseum.EFE

En Arabia, Lucas repitió en el lateral, con Tchouaméni de central (ya lesionado Militao) y con las cuatro estrellas en el ataque secundadas por Valverde y Tchouaméni en el doble pivote. El Madrid estuvo roto, partido en dos por el poco compromiso defensivo de Bellingham, Rodrygo, Vinicius y Mbappé. El 2-5 final lo dijo todo.

Ahora, Ancelotti parece convencido de enviar a Valverde al lateral y de incluir a Ceballos o a Modric en el once. Ambos fueron titulares contra el Athletic junto a Tchouaméni, cuajando uno de los mejores partidos del centro del campo madridista este año, y el técnico debe tomar la decisión más comprometida de la final: estando Mbappé de vuelta tras su lesión de tobillo, aunque veremos a qué nivel, ¿jugará con los cuatro delanteros o reforzará el centro del campo?

Los resultados de la temporada y el nivel del mediocampo del Barça invitan a pensar que la idea más lógica es sentar a Rodrygo o a Mbappé (si no está al 100%) y meter más hombres por dentro, volviendo al 4-4-2 en rombo que tan buenos resultados le ha dado en los últimos años. El puzle, eso sí, está cogido con pinzas. Demasiadas urgencias médicas.