Ángel Correa dice adiós al Atlético y se marcha al Tigres mexicano

Ángel Correa dice adiós al Atlético y se marcha al Tigres mexicano

Fue algo extraño lo que ocurrió en el último partido del Metropolitano en el que el Atlético ganó al Betis y Ángel Correa se despidió de su público el pasado 18 de mayo.Especialmente cuando el club recordaba al argentino poco después que tenía contrato en vigor y que no había recibido ofertas por el futbolista. Quizás era una cuestión de tiempos, pero lo cierto es que tras diez temporadas y media el Atlético de Madrid confirma hoy el adiós del delantero argentino.

El destino es el que se rumoreó desde el primer momento: el Tigres mexicano, equipo que juega en el estado de Nuevo León. Se sigue reforzando así la liga del país americano con jugadores de LaLiga como ya hiciera con Sergio Canales, Óliver Torres o Sergio Ramos.

El jugador termina su periodo como rojiblanco con 469 partidos oficiales, como sexto futbolista con más encuentros en la historia del club, el segundo extranjero. En esa etapa ha convertido 88 goles y ha dado 65 asistencias siendo siempre un jugador clave para Simeone, pero partiendo principalmente desde el banquillo.

Para siempre se recordarán el tanto que marcó en el cierre del estadio Vicente Calderón ante el Athletic Club y el que marcó el camino de la victoria frente al Valladolid en la liga de la pandemia. El gol importante más reciente fue el de la victoria ante el PSG en la Champions en el Parque de los Príncipes.

El argentino conquistó una liga (2020/21), una Europa League (2017/18) y la supercopa de Europa (2018). A nivel de selección en el periodo como jugador del Atlético de Madrid conquistó la Copa América (2021) y el Mundial de Qatar (2022).

El club ha querido "agradecer a Ángel Correa su dedicación y esfuerzo durante todos estos años" y le desean "mucha suerte en sus futuros retos personales y profesionales".

Carlo Ancelotti, condenado a un año de cárcel por fraude a Hacienda en 2014

Carlo Ancelotti, condenado a un año de cárcel por fraude a Hacienda en 2014

Actualizado Miércoles, 9 julio 2025 - 16:21

El ex entrenador italiano del Real Madrid Carlo Ancelotti ha sido condenado a un año de prisión por un delito contra la Hacienda Pública relacionado con el ejercicio fiscal 2014, mientras que ha sido absuelto de otro igual relativo a 2015.

Fuentes jurídicas han informado a EFE de que la sección 30 de la Audiencia Provincial de Madrid le condena, en relación al fraude de 2014, también a un multa 386.361,93 euros y a la pérdida de la posibilidad de obtener ayudas o subvenciones públicas y del derecho a gozar de los beneficios o incentivos fiscales o de la Seguridad Social durante tres años.

Aunque ha sido absuelto de un presunto fraude en el IRPF en 2015, el tribunal establece que la responsabilidad civil derivada de la pena se declara en favor de la Hacienda Pública por importe de 386.361,93 euros.

La Fiscalía acusaba al ex técnico del Real Madrid de haber defraudado al erario público 1.062.079 euros en los ejercicios fiscales de 2014 (386.361 euros) y 2015 (675.718 euros) durante la primera etapa en la que el italiano entrenó al Real Madrid.

Durante el juicio, celebrado los pasados 2 y 3 de abril en la Audiencia madrileña, Ancelotti dijo que nunca pensó en defraudar a Hacienda y que él hizo lo que le dijeron el club y sus asesores, pidió su absolución y, en caso de ser condenado, solicitó que se le aplicara las circunstancias atenuantes de reparación del daño, al haber saldado la deuda con fecha de diciembre de 2021, y de dilaciones indebidas.

Lío con el vuelo del Madrid a Nueva York: sufren un retraso de dos horas por la tormenta y cancelan toda la previa de la semifinal contra el PSG

Actualizado Miércoles, 9 julio 2025 - 03:08

La previa del PSG - Real Madrid sufrió un imprevisto que obligó a la FIFA a cancelar la rueda de prensa de Xabi Alonso y la zona mixta de tres futbolistas del conjunto blanco, Thibaut Courtois, Fede Valverde y Jacobo Ramón. El avión del equipo madridista salió con retraso desde Miami por las tormentas que están afectando al sur de Florida y sufrió todavía más demora al aproximarse al aeropuerto de Newark por el tráfico aéreo. A la hora a la que debía haber comenzado la comparecencia de Alonso, la expedición aún estaban dando vueltas alrededor de Newark esperando el momento para aterrizar en tierras neoyorquinas.

"Se nos está complicando", admitían desde el conjunto blanco a media tarde. Dos horas después, el Madrid pedía a la FIFA la cancelación de todos sus compromisos con los medios de comunicación. "Por el retraso en el vuelo del Real Madrid debido a la tormenta, la rueda de prensa y la zona mixta quedan canceladas", explicaba el responsable de FIFA en la sala de prensa.

Después de ganar al Borussia Dortmund en los cuartos de final del Mundial, el Madrid decidió volver a su hotel de Palm Beach, a unas tres horas en avión de Nueva York. Una decisión que al principio no estaba prevista porque el club planeaba quedarse en la Gran Manzana a partir de esa eliminatoria, pero que se tomó porque las familias de los jugadores están en varios hoteles de Miami, cerca de los futbolistas, y la expedición se sentía cómoda en su hotel de Palm Beach, tanto a nivel logístico como de entrenamientos.

Como en cada previa, repetida este mes en el Miami-Charlotte, Miami-Philadelphia y Miami-Nueva York, el Madrid agendó su vuelo a la ciudad donde disputaría el partido en el mediodía del día previo a disputarse. Debía despegar de Palm Beach a las cuatro de la tarde hora local, pero despegó pasadas las cinco, lo que ya provocaba una hora de retraso. Por si fuera poco, al llegar a Nueva York se encontraron con mucho tráfico aéreo y tuvieron que dar vueltas alrededor del aeropuerto en un vuelo que se alargó mucho más de lo previsto, pisando suelo neoyorquino a las nueve de la noche hora local. Cinco horas para un vuelo que debía haber durado cinco.

Luis Enrique: "El secreto es el equipo"

Desde la rueda de prensa, Luis Enrique deseó a los blancos una llegada "con normalidad", elogió la historia del Madrid, reconoció su predilección por el Barça y el Sporting de Gijón y evitó hablar de Mbappé. "Eso pertenece al pasado y el pasado mueve pocas cosas. Nos centramos en el presente. No hablo del pasado", contestó a la primera pregunta sobre el francés.

El asturiano, campeón de Europa con el PSG, insistió en que "el secreto es el equipo". "Y la capacidad de los jugadores de gestionar su rendimiento en función del equipo, no al revés. Ese es el objetivo que tenemos todos", añadió.

Cuestionado por el juego de ajedrez que ha hecho esta temporada con su equipo y la famosa frase que dijo en su documental, afirmando que después de la salida de Mbappé "ahora lo controlo todo", destacó que "lo más bonito es que lo que piensas hoy vale para mañana, si ganas, pero para pasado ya no vale". "Esa frase la dije porque era mi pensamiento, pero los rivales se adaptan y la grandeza es que cada vez controlo menos. Y cuanto menos controlo, más posibilidades tenemos de que el rival no espere lo que hago. Tenemos que tratar de salir de esa zona y dejar de controlar las cosas para que se vuelvan imprevisibles. Ese es el objetivo que tenemos como equipo", reflexionó.

Del Madrid destacó que "es un placer jugar contra ellos". "No me atrevo a dar consejos a Xabi. Estamos en escenarios diferentes, uno acaba de llegar y otro lleva dos temporadas. Pero el fútbol no sabe de eso, sabe de 90 minutos y de demostrar calidades. Es imposible de predecir. Apasionante", declaró.

Y de nuevo, recordó su pasado culé y gijonés. "Es una gran motivación jugar contra el Madrid. Ver a tanto periodista español algo menos, aunque veo muchas caras nuevas y me alegro. Yo soy culé, sigo siendo socio culé y sportinguista así que siempre motiva jugar contra el Madrid".

Los huecos que la Guardia Civil intenta rellenar del accidente de Diego Jota y André Silva: unas ruedas quemadas, un camionero desaparecido y el GPS del coche

Los huecos que la Guardia Civil intenta rellenar del accidente de Diego Jota y André Silva: unas ruedas quemadas, un camionero desaparecido y el GPS del coche

Es la marca que define el siniestro. Un derrape de unos 50 metros que invade el carril izquierdo de la autovía A-52 en el punto kilométrico 63,300. Un poco más adelante, en la mediana, 100 metros cuadrados de superficie quemada, decenas de metros de valla quitamiedos hechos un ovillo y numerosas piezas de un Lamborghini Huracán que ya habrán sido recogidos por el servicio de mantenimiento de la autovía que conecta Pontevedra con Benavente. Sólo seis días después de un siniestro que se cobró la vida de Diogo Jota y su hermano André Silva, las causas apuntan a un "exceso elevado de velocidad" y a un problema de una de las ruedas del vehículo en el que viajaban.

Son las conclusiones iniciales a las que ha llegado la Brigada de Tráfico de la Guardia Civil de Zamora, la responsable de investigar el accidente. El fuego dificulta mucho su labor, puesto que ha destruido indicios que podrían haber acelerado unas pesquisas que se entregarán al juzgado único de Puebla de Sanabria cuya titular es Elena Rubio González. Es el responsable de concluir lo ocurrido aquella noche del 3 de julio aproximadamente a las 00.40 de la noche.

Una de las cosas más dolorosas fue la necesaria identificación de los cuerpos de los jóvenes por parte de sus familias a través de los objetos personales. Gracias a anillos y otros elementos propios se ha podido concluir que el conductor del vehículo era Diogo Jota. Otra fue la descomposición del caucho de las ruedas, un elemento clave para dilucidar si una de ellas habría podido causar el siniestro. Al parecer, ese derrape o marca de rodadura indicaría que una de ellas tenía un problema.

Para saber más

Es esa propia marca la que apunta también al "exceso elevado de velocidad": la longitud de la misma, en torno a los 50 metros, y la imposibilidad de controlar el vehículo tras el frenazo, así como el choque posterior. La Guardia Civil confía en que el coche dispusiera de GPS integrado, como muchos de alta gama, para conocer de manera fehaciente la velocidad a la que circulaban los jugadores en el momento del accidente.

De momento son todo indicios a los que se ha tenido que agarrar esta brigada de la Comandancia de Zamora porque no han podido identificar a ningún testigo de lo sucedido. De hecho, siguen buscando al camionero que grabó el vídeo en el que se mostraba el coche en llamas poco después del choque. No obstante, la rápida viralización del vídeo está dificultando mucho llegar a la fuente para poder realizarle un interrogatorio a él o los integrantes de los otros vehículos que se ven en los 25 segundos que ya han visualizado cientos de millones de personas.

Miembros de la Guardia Civil en el lugar del siniestro.

Miembros de la Guardia Civil en el lugar del siniestro.EFE

Pese a lo mediático del caso, la Guardia Civil no tiene prisa por resolver un siniestro que podría tener muchas consecuencias económicas y de responsabilidad civil, aunque no se haya cometido ningún delito. La desgracia ya ha ocurrido, pero falta conocer el grado de implicación de todos los actores de la tragedia por si hay reclamaciones posteriores.

Coche de alquiler

Al parecer y según ha podido saber EL MUNDO, el Lamborghini siniestrado pertenecía a una empresa de alquiler de vehículos de lujo de la localidad de Barcelona. Era un coche de matriculación española y con el volante en la parte izquierda. La pregunta que subyace es el periodo del contrato, sobre si la responsabilidad del mantenimiento de las ruedas del coche recaía más en la compañía o en los usuarios y el grado de importancia de las mismas en lo sucedido. La documentación ya está solicitada, pero la Ley de Protección de Datos requiere que se cumplan ciertos requisitos para facilitar esa información al Cuerpo Armado.

Y es que, una vez concluya el informe y se entregue, al estar judicializado, se utilizará para determinar las consiguientes indemnizaciones que procedan. En ellas se tendrá en cuenta el lucro cesante especialmente derivado del salario de Diogo Jota, futbolista del Liverpool, en torno a 7 millones de euros anuales. Aunque el club inglés, en un gesto de buena voluntad, haya decidido pagar íntegramente los dos años que restaban de contrato a la familia del jugador.

Precisamente, a la pretemporada del conjunto inglés, en la que debía presentarse el lunes, se dirigía Jota vía ferry desde Santander acompañado de su hermano. Una reciente operación pulmonar le obligó a tomar esa fatídica alternativa al avión.

El Chelsea acaba con la rebelión americana del Fluminense

El Chelsea acaba con la rebelión americana del Fluminense

Se vistió este Mundial de clubes como un duelo entre Sudamérica y Europa, con claro favoritismo para el Viejo Continente, y con invitados del resto del mundo a la fiesta. Pero cuatro equipos brasileños se colaron en los octavos y rompieron las predicciones del establishment. El Fluminense llegaba a estas semifinales como underdog, como ese invitado incómodo que estás deseando que se marche para empezar el guateque de verdad. Y el guateque empezó con Joao Pedro a los mandos. Dos golazos para eliminar el último vestigio americano en el torneo y terminar la rebelión. [Narración y estadísticas (0-2)]

Los primeros minutos fueron de tanteo. Con esos jabs con los que los boxeadores prueban a los rivales, aunque Jhon Arias buscaba siempre algo diferente. El colombiano es uno de los grandes descubrimientos de este torneo: incisivo y con gran control de balón y del tempo del juego.

El primer clavo del ataúd lo puso un ex del equipo brasileño. Joao Pedro pegó con el interior desde el pico del área a la escuadra más alejada de Fabio. Primera vez en el torneo que el Flu comenzaba perdiendo. El dominio era total y la reacción brillaba por su ausencia. El Chelsea aplicaba la receta de los americanos: presión y físico.

Despiste absurdo

Pero en un despiste absurdo de los británicos, Hércules se introdujo por una rendija de la línea defensiva para encarar a un lento Robert Sánchez. La pelota se coló entre las piernas del guardameta, pero Cucurella la salvó en la línea. Un chispazo en un océano, que pudo convertirse en fuego si aprovechan las opciones que el balón parado les brindó pasado el ecuador de la primera mitad. La más clara un penalti que corrigió el VAR por mano en posición natural de Chalobah.

El partido cambió poco a la salida de los vestuarios, la ventaja era exigua y a los brasileños parecía valerles con forzar la prórroga. No había prisa. Nunca la tuvo Renato Gaucho en todo el torneo, aunque en esta ocasión decidió romper su habitual línea de fcinco para sacar dos delanteros. Casi le sale de primeras la jugada si Everaldo llega a anotar en el primer balón que tocó. Pero la suerte se torció en la siguiente jugada, una contra del Chelsea que pilló desprevenidos a los cariocas. Cuatro contra uno, pero Joao Pedro quiso resolver él mismo con otro golazo.

Los brasileños tocaron a rebato con cambios muy ofensivos para luchar por las pequeñas opciones que les quedaban para colarse en la final. Sin embargo, las ocasiones eran inglesas, con un Cole Palmer mucho más entonado y con más espacios en esta segunda mitad. El reloj avanzaba inexorable y la fe de Fluminese se reducía de manera inversamente proporcional. Las esperanzas americanas morían en las rayas de su último superviviente. Cayó con honores en semifinales, cuando nadie lo esperaba. Europa sofocó la rebelión.

Mbappé-Luis Enrique, una pareja futbolística incompatible: "¿Te gusta Michael Jordan? Jordan defendía como un hijo de puta"

Mbappé-Luis Enrique, una pareja futbolística incompatible: “¿Te gusta Michael Jordan? Jordan defendía como un hijo de puta”

En una sala de la ciudad deportiva del Paris Saint-Germain, Luis Enrique, de pie, recibe a Kylian Mbappé, que se sienta en la primera de siete filas. Están los dos solos. A los cinco minutos, el entrenador pregunta «¿Te queda claro?», el francés dice «sí» y su míster responde «gracias». No se dan la mano y la gran estrella del equipo se va por la puerta. Esos cinco minutos resumen la relación entre Luis Enrique y Mbappé: la pasión y la intensidad del español y la falta de feeling entre ambos. Hoy se reencuentran, PSG y Real Madrid mediante, en las semifinales del Mundial de clubes.

Aquella reunión entre ambos ha sido una de las más comentadas porque se emitió en el documental Luis Enrique: No tenéis ni puta idea. Una charla de varios minutos en la que el técnico intentaba convencer a Mbappé de la necesidad de involucrarse en la presión y en la parcela defensiva. Una escena elegida a propósito. Se produjo durante los cuartos de final de la Champions 23-24 contra el Barcelona, el PSG ganaría aquella eliminatoria pero unos días más tarde perdería en las semifinales contra el Borussia Dortmund, que sería el rival del Madrid en la final de Wembley.

El discurso de Luis Enrique a Mbappé lo dice todo sobre el tipo de futbolista que el técnico quería en el ataque y explica muy bien porqué Ousmane Dembélé puede alzar su primer Balón de Oro el próximo mes de octubre. «He leído que te gusta Michael Jordan, Jordan cogía de los huevos a todos sus compañeros y se ponía a defender como un hijo de puta. Tú tienes que dar ese ejemplo, primero como persona y luego como jugador», le dice Luis Enrique, de pie y gesticulando, a Mbappé, sentado, impasible, sin hablar.

«eso no me vale»

«Tú piensas que sólo tienes que marcar goles, eres un fenómeno, un top mundial, pero eso no me vale. Un líder de verdad es el que cuando no nos puede ayudar con los goles nos ayuda en todo lo defensivo», insiste. «Si coges a Ousmane, a Barcola, a Ramos o a quien sea y te pones tú como ejemplo a presionar, ¿sabes lo que tenemos? Una puta máquina de equipo», sigue Luis Enrique, picando a Mbappé con el posible final que tendrá en París.

«Quiero que te vayas de aquí por la puerta grande, Kyky, ninguna duda. Pero te lo tienes que ganar. El día que no ataques tienes que ser el mejor jugador de la historia defendiendo. Eso es un líder, ese es Michael Jordan. ¿Te queda claro?», terminó el técnico.

Unas semanas después, Mbappé anunciaría su fichaje por el Madrid y Luis Enrique lo celebraría a su manera con esta frase: «Vamos a mejorar los resultados, sin ninguna duda. El tener a un jugador (Mbappé) que se movía por donde él quería implica que hay situaciones de juego que yo no controlo. El año que viene las voy a controlar todas. Todas».

Mbappé anota el 3-1 al Dortmund ante Yan Couto.

Mbappé anota el 3-1 al Dortmund ante Yan Couto.AFP

Una premonición de lo que sería la temporada en París, con la conquista de la Champions League, ganando 5-0 al Inter de Milán en la final, como guinda del pastel. Mientras, Mbappé terminó el curso como máximo goleador del continente pero eliminado, junto al Madrid, en cuartos de final de la Copa de Europa por el Arsenal. El francés cuajó algunas buenas eliminatorias, como ante el Manchester City, pero contra el cuadro londinense no estuvo a la altura. Un síntoma general.

Entre medias, Mbappé ha vivido un enfrentamiento en los juzgados con el PSG y con Nasser Al Khelaifi, que siempre que ha podido le ha dejado algún recado en los medios de comunicación. «Ahora la estrella es el equipo», aseguró el qatarí durante el curso, en un mensaje directo al futbolista. En su momento, el presidente del PSG quiso apartar a Mbappé por no renovar su contrato con el equipo y Luis Enrique medió para solucionar el conflicto, pero la pelea ha llegado hasta los tribunales por el pago de la última parte del salario del futbolista.

Una guerra por 55 millones

Mbappé le reclama al PSG 55 millones en sueldos y primas y ha llegado a acusar a Al Khelaifi de «acoso moral» y «extorsión» por las presiones recibidas durante las negociaciones por su renovación en 2023, una demanda que finalmente ha retirado esta semana, justo antes de verse en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, «por una voluntad de calmar la situación sobre el terreno jurídico y el deseo de concentrarse exclusivamente en el terreno deportivo», según L'Equipe.

La intensidad y la presión, eso en lo que insistía Luis Enrique a Mbappé, están siendo dos de las palabras más repetidas por Xabi Alonso en el mes que lleva al mando del Real Madrid. El delantero, que sufrió una fuerte gastroenteritis en los primeros días del Mundial, todavía no ha sido titular en el torneo y espera que ese momento le llegue esta tarde contra el que fuera su equipo.

Luis Enrique, durante una rueda de prensa en Atlanta.

Luis Enrique, durante una rueda de prensa en Atlanta.FCWC

Sobre la mesa, el gran papel de Gonzalo, tanto en ataque (cuatro goles) como en la parcela defensiva, donde no deja de presionar la salida del rival. Mbappé es indiscutible para Alonso, pero éste le pedirá aquello que le pedía Luis Enrique: ser Michael Jordan en todas sus facetas.

Un "exceso elevado de velocidad" y problemas en una rueda, causas del accidente de Diogo Jota y su hermano, según los primeros indicios de la investigación

Un “exceso elevado de velocidad” y problemas en una rueda, causas del accidente de Diogo Jota y su hermano, según los primeros indicios de la investigación

La Brigada de Tráfico de la Comandancia de Zamora de la Guardia Civil ha determinado que las causas más que probables del accidente de Diogo Jota y su hermano, André Silva, son, como se apuntó en un primer momento, un problema con una rueda del vehículo y un "exceso elevado de velocidad".

El subsector de Tráfico está acabando el informe pericial respecto al accidente producido en el kilómetro 63,300 de la A-52 que une Pontevedra con Benanvente, en sentido la localidad zamorana, sobre las 00.40 horas del jueves 3 de julio. Se han analizado todos los indicios que ha dejado un siniestro en el que el posterior incendio del vehículo ha complicado mucho la investigación.

No obstante, las marcas dejadas por una de las ruedas en el asfalto de la carretera, a unos 100 metros del lugar del impacto, y con una longitud de unos 50 metros han podido ser determinantes a la hora de realizar estas conclusiones preliminares.

Todas las pruebas realizadas por este grupo de la investigación apuntan a que el conductor del coche era Diogo Jota. Según ha podido saber EL MUNDO, han sido los familiares quienes, por medio de las pertenencias de los jóvenes, han podido determinar las identidades y la posición de los ocupantes ya que el fuego había dañado considerablemente los cadáveres de los dos futbolistas.

El informe está todavía en curso, pero se encuentra judicializado pese a que no haya mediado ningún delito. El responsable de la investigación es el juzgado único de Puebla de Sanabria cuya responsable es la juez Elena Rubio González.

Los secretos del césped del Mundial de clubes: capa de drenaje, capa geotextil y “un año de investigación” para superar las críticas

Actualizado Martes, 8 julio 2025 - 07:53

El césped está siendo uno de los grandes protagonistas de este Mundial de clubes. El clima tan cambiante de esta época del año en Estados Unidos, con calor extremo y tormentas tropicales según la hora del día, y la cantidad de partidos que se están disputando justo cuando más calienta el sol, han hecho de la hierba uno de los puntos de fricción entre la organización y los equipos. Por eso es importante visitar el interior del Metlife Stadium, sede de las semifinales y la final del torneo, para descubrir qué tipo de césped ha seleccionado la FIFA para los duelos decisivos.

La superficie del Metlife, casa de los New York Giants y los New York Jets de la NFL, es normalmente de turf, hierba artificial, como muchas en la liga de fútbol americano, pero para el Mundial de clubes la FIFA ha optado por la hierba natural. Después de las críticas por la superficie de los campos de la Copa América 2024, la organización de Gianni Infantino ha estado "un año investigando" y analizando opciones hasta dar con la mejor.

"La superficie es una Tahoma 31", explica a EL MUNDO Blair Christensen, responsable del césped de los estadios del Mundial. Se trata del mismo césped que se utiliza en otros cinco sedes del torneo. "Hemos dedicado más de un año de investigación y desarrollo para la elección. Realizamos un trabajo de investigación sobre el clima, ensayos, pruebas de cultivo y comprobaciones. Conocemos el ambiente del estadio. Hemos traído una superficie específica para este evento, confiábamos en que sería fuerte durante el torneo y lo estamos viendo. No tendrá problemas en acoger cuatro partidos en una semana", analiza.

Desde una granja de Nueva Jersey

El césped es utilizado durante el año por equipos de la NFL como los Chicago Bears y los Philadelphia Eagles, los equipos de la MLS de Louisville y Philadelphia o de la liga de béisbo (MLB) de Los Angeles Dodgers y Los Angeles Angels. Según la web de la compañía que se encarga de cultivarla, "es ideal para campos de golf y césped deportivo en climas cálidos y fríos".

El césped se trasladó de noche en 23 camiones refrigerados desde una granja a 150 kilómetros del Metlife Stadium, concretamente desde Tuckahoe Turf Farms, en Nueva Jersey, cinco días antes del primer partido. "La particularidad de este césped es que tiene fibras en la superficie que le dan resiliencia y estabilidad", comenta Christensen, pero hay más detalles.

El calor excesivo y el no tener aspersores automáticos como los campos de hierba natural han complicado algunos procesos. Antes y en el descanso de cada encuentro, los operarios del estadio introducen unas máquinas con mangueras por los laterales del campo para hidratar más la hierba. Algo "insuficiente" para algunos entrenadores, como Niko Kovac, del Borussia Dortmund. "La cantidad de riego ha sido insuficiente porque no tienen las herramientas para ellos. Cuando está muy seco es increíble. Te quedas pegado", aseguró en rueda de prensa.

Xabi Alonso, durante el partido ante el Dortmund.

Xabi Alonso, durante el partido ante el Dortmund.AFP

Para evitar esa sequedad, debajo de la superficie de hierba natural, la FIFA ha instalado una capa de drenaje de 85 milímetros y una capa geotextil, elevando el césped unos centímetros por encima de su altura habitual durante el resto del año y formando una capa estabilizada de cinco centímetros de hierba.

El gran cambio con respecto a la Copa América, origen de las críticas, es que el césped ya no se asienta sobre una base de hormigón. Ahora han introducido una tecnología de fibra estabilizada "para darle más de resistencia". Las pruebas, eso sí, han sido constantes durante el torneo. "Probamos muchas cosas a diario, la humedad, la densidad... Todo para intentar alcanzar los parámetros correctos", explica.

El Metlife acogerá las dos semifinales y la final del Mundial de clubes, pero también la gran final del Mundial de selecciones del año que viene. "Estamos aprendiendo a diario, pero a pesar de las cosas que se dicen, esto no es ninguna prueba para 2026. Esto es algo histórico, el mayor Mundial de clubes que se ha hecho. Estamos contentos y no estamos probando nada", insiste Luis Castro, director de partido de FIFA, a este periódico.

Antoni Daimiel: "Me gusta muy poco el periodismo deportivo que se hace hoy en día. El mal periodismo se ha despenalizado y ya todo vale"

Antoni Daimiel: “Me gusta muy poco el periodismo deportivo que se hace hoy en día. El mal periodismo se ha despenalizado y ya todo vale”

Antes de comenzar esta serie de entrevistas a periodistas deportivos que hoy termina, acordé con Antoni Daimiel (Ciudad Real, 1970) que, como mi amigo más cercano en la lista, iba a ser mi llamada de emergencia. Si alguna semana me dejaban colgado en el último momento, activaría la Daimiel-señal: "En dos horas, en cualquier bar". En un mundo ideal, no sería necesario y la leyenda (a su pesar) que lleva 30 años personificando la NBA en España clausuraría la sección. Contra todo pronóstico, ha sucedido. "Es un honor. ¿Qué has descubierto?", me pregunta.

He descubierto que hay periodistas estrella sinceramente humildes que no quieren aparecer, otros con la piel muy fina que montan guerras imaginarias porque alguien les critique en una entrevista o en una columna, algunos demasiado presumidos como para aceptar el primer plano de la foto y que (para esto necesité múltiples intentos) si quedas con José María García, llévate un libro porque hay serias posibilidades de que no aparezca. También, que la gran mayoría son tipos y tipas normales que sienten devoción por el oficio. Es difícil sacar conclusiones de 55 entrevistas a gente tan dispar, pero ahí van tres: la admiración por Michael Robinson es unánime, Roberto Gómez siempre estaba allí y es increíble la cantidad de periodistas deportivos que aseguran que trabajarían gratis o que han inventado algo.

¿A ti, como lector, qué te ha llamado la atención?
Que el panorama de la profesión es, más o menos, el que esperaba. Ahora el periodista deportivo ya es un personaje y sus opiniones llaman mucho la atención al aficionado, a quien consume a ese periodista deportivo, pero a mí lo que más me ha gustado es que las entrevistas han confrmado la idea que tenía de cada uno de los protagonistas. No ha sido un efecto sorpresa, sino un efecto satisfacción por ver que acertaba en mis valoraciones previas. Y, sí, en efecto, queda claro que el ego es grande en este oficio. Y en parte lo entiendo.
¿Por qué?
Incluso muchos de los que han tenido una carrera merecedora de salir en esta sección han pasado malos momentos y digamos que eso pide una reivindicación cuando se les da la oportunidad. Hay una idea común en casi todos los periodistas deportivos: todo el mundo piensa que ha entregado su vida a esto y que es algo más que una profesión. Quieren reivindicar, diría que hasta lógica y justamente, que se han ganado todo lo que han logrado.
¿Es también más que una profesión para ti?
No [risas]. Para mí ha sido sólo una profesión que, viendo cómo me ha ido, obviamente me ha gustado mucho tener y me ha dado un muy buen nivel de vida, pero he realizado un ejercicio permanente de pensar que es un trabajo como otro cualquiera. Me ha ayudado el hecho de haberla conocido, desde que empecé, poco dignificada comparada con otras profesiones. Al final, uno busca referencias de gente de tu generación y yo veía que mis amigos que habían estudiado Económicas o Químicas, a los cuatro o cinco años de empezar a trabajar, estaban mucho más estables y mejor situados que yo. Eso te hace ver la profesión con todos sus problemas y sus grietas. Es algo que me he esforzado en tener siempre presente, cosa que no he visto mucho alrededor, la verdad. Los periodistas deportivos a los que les va bien han estado en un parque de atracciones sin fijarse en cómo estaba el del llavero de los coches de choque y todo lo que tiene que cargar y arrastrar.
Siempre has sido bastante pesimista con el periodismo deportivo.
Sí y los acontecimientos me siguen dando la razón. Recuerdo que, cuando era muy niño, escuché a uno de mis tíos decir que es mejor ser optimista que pesimista porque, aunque acaben igual, el optimista mientras tanto lo ha pasado mejor. Bueno, pues yo no me lo he aplicado, no he querido dejarme llevar y soy pesimista en general, no solo con la profesión. La mayor parte de las cosas que veo en la sociedad no van como yo esperaba o como pienso que tienen que ir cuando estamos en un proceso teóricamente evolutivo de la especie.

Para saber más

Has ido dejando trabajos estos últimos años.
Sí. No quiero caer en una reivindicación que sería todo lo contrario de las que he leído en tu sección, pero en cierto modo, sin darme importancia ni pretender decir que soy mejor, sí reivindico mi diferencia porque es verdad que es poco habitual que un periodista deportivo deje motu proprio trabajos que económicamente eran muy rentables, como ser analista de la SER yo participar en ‘Colgados del aro’. La gente se asombraría porque eran lugares donde me pagaban muy bien, pero decidí dejarlos precisamente para tener más tiempo para mí. Y no es fácil ni es habitual. Es verdad que tengo el colchón de Movistar, pero tarde en hacerlo incluso un año o dos más de lo que pretendía porque cuesta mucho, la verdad.
Venga, ¿qué has inventado tú?
No he llegado a eso de manera individual, pero sí formé parte de un equipo que creó una manera de hacer deporte en televisión cuando arrancó Canal+, sobre todo con lo que hicimos en ‘El Día Después’. Alfredo Relaño nos mandó a varios imberbes con un operador de cámara a viajar por España y ver qué se nos ocurría. Ahí sí éramos conscientes en tiempo presente de que se estaba haciendo algo nuevo y nos cautivaba, nos entusiasmaba. Luego íbamos viendo cómo otras cadenas, por ejemplo Telemadrid que era muy potente entonces, nos copiaban y eso nos llenaba de satisfacción y nos retroalimentaba para seguir así. Ahí sí tengo esa idea de ser parte de una revolución pero era una cosa colectiva. De esa época, y no porque tenga muy buena relación con él, Maldini sí fue un pionero que inventó algo, el periodista como comentarista. Él rompió esa barrera y yo luego me inspiré bastante en eso cuando cogí la NBA. Soy consciente de que quise tirar por ahí tras ver a Julio.
¿Por qué dejaste de cubrir fútbol?
Se me hacía demasiado selvático el mundo del periodismo de fútbol, había demasiado codazo, y no era fácil sobrevivir. Había que estar con el machete en la mano y yo siempre he buscado un poco alejarme de los conflictos y dedicarme a realizar mi trabajo tranquilo. Siempre pensé que eso era más fácil de conseguir como especialista de otro deporte. Recuerdo que en aquella época aconsejé a Nico Abad varias veces que se volcase en el tenis, que le gusta mucho. Entonces, cuando surgió la oportunidad de dedicarme al baloncesto lo vi como una salida más que digna y, sobre todo, muy saludable.
¿Cómo era por dentro aquella redacción fundacional de Canal+ en la que tantos novatos acabaríais siendo estrellas?
Creo de verdad, y trato de ser justo y que la nostalgia no me condicione, que fue muy bonito y, desde el punto de vista profesional, muy satisfactorio. Se hicieron cosas muy buenas. A veces Alfredo Relaño, que fue el instigador y el líder de aquello, ha hablado de cómo formó aquella redacción y mi sensación es que fue un experimento. No había garantías de continuidad ni de que triunfara ni de que se estableciera. De hecho, todo el mundo pensaba que nadie iba a pagar por la televisión en España, pero, claro, yo tenía 20 años y ni pensaba en eso ni caía en esa cuenta, sólo lo pasaba muy bien y disfrutaba. Esos sí fueron años de disfrutar trabajando, porque eres una esponja, estás en plenitud física y mental, te da igual no dormir, viajar, vas aprendiendo a una velocidad tremenda y además me encantaba la dinámica que estableció Relaño en la que el éxito tenía premio y el error no tenía castigo.
Hombre, algo os exigiría.
Sí, pero desde el sentido común y la comprensión. El verano estuve de becario, en el 91,y me encargaron una serie de cosas, Como todo el mundo se iba de vacaciones y eran muchas, no me dio tiempo de hacerlas todas. Además me quise escapar un fin de semana, que era legítimo cuando iba a trabajar todo el verano. El caso es que un periodista que llevaba varias cosas de las que yo me tenía que encargar, le dijo a Relaño que no había cumplido y que me echara. Relaño me llamó, me dijo que el tipo ese me quería echar y me preguntó qué había pasado. se lo expliqué y creo que le enterneció que yo tampoco me intenté defender, le expliqué mi versión y le dije que si me tenía que despedir, él vería, pero que yo había hecho todo lo que había podido. Un mes después me hicieron contrato. Andrés Montes siempre decía que Canal+ era trabajar en Disneyworld y que él había estado en la colina de la hamburguesa. Era todo bueno, la verdad.
¿Has tenido algún enemigo en todos estos años?
Conflictos directos, muy pocos, prácticamente nada. Ha habido gente con la que obviamente he tenido menos química y he sentido que algunos me han querido perjudicar, no sé si para pasar ellos por encima o porque les caía mal, pero he tratado de seguir mi camino. La dinámica de grupo, el estado de ánimo y todo esto que luego se ha hecho tan académico para los expertos de empresa y los coaches siempre ha sido importante para mí porque, precisamente, creo que fue la clave del éxito de aquellos primeros tiempos. Se pasaba bien, nos íbamos todos a tomar algo después de los programas y nos reíamos. Yo he tratado de llevar eso a todos mis trabajos. No puedo rajar a nivel individual de nadie, aunque tampoco tengo problema en decir quién me gusta más y quién me gusta menos.
¿Quién te gusta más y quién te gusta menos?
[Risas] Te la he puesto botando. Me gusta muy poco lo que se hace hoy en día en el periodismo deportivo, esa es la verdad. Creo que hay mucha gente joven que hace cosas que están bien, lo cual tiene un mérito extraordinario porque es gente que ya se ha criado con un modelo triunfante que para mí es negativo y, normalmente, el que se forma viendo que algo triunfa lo toma como modelo y se piensa que eso es lo que está bien. Hace ya unos años que se ha despenalizado el mal periodismo deportivo y ya todo vale. Incluso se trata de justificar de cualquier manera y de venderlo como un modelo a seguir. Y no, era mal periodismo antes y sigue siéndolo ahora.
Entiendo que te refieres al modelo que ha establecido ‘El chiringuito’.
Sí, pero no sólo ellos, lo ves por todos lados. Hablando de fútbol, que es lo más masivo, me gusta lo que trata de hacer y en muchos casos consigue Miguel Quintana, me gusta ‘La media inglesa’ y me siguen gustando, pero ya me cuesta mucho encontrarlas, las crónicas de eventos deportivos con un mínimo toque estético. En la radio, para qué mentir, todo lo que oigo me gusta poco. Estuve cuatro años en Onda Cero y doce en la SER y pienso que seguramente no di lo mejor de mí. Todo el mundo dice que la radio es mágica, pero yo no encontré el perfil bueno ni he sentido ese enamoramiento loco. No di el máximo nivel, pero precisamente tiene que ver con que no me gusta la mayor parte de las cosas que se hacen en ella.
¿Y en la tele? Trabajaste en Canal+ con los referentes máximos de dos corrientes opuestas: Michael Robinson y Josep Pedrerol.
La trayectoria de Michael Robinson, bien estudiada y estando muy cerca de él en muchos momentos, es realmente apasionante. Es cinematográfica porque él, aunque había jugado en el fútbol español y había hecho el Mundial de Italia en TVE, estaba vendiendo derechos deportivos cuando se le ocurre a Relaño ficharlo y llega bastante virgen. Relaño algo detectó y él, que era un tío muy listo, enseguida va construyendo su imagen. Michael era muy bueno argumentando por qué ese tipo de periodismo que a él le gustaba era el que valía, el que podía perdurar y el correspondiente a una tele de pago. Yo siempre he estado 100% de acuerdo con él en eso, pero creo que sólo se hubiera podido crear algo como lo que supuso ‘Informe Robinson’ por el estatus que él tenía. A ningún otro le hubieran dado ese presupuesto para hacer reportajes sin una recompensa inmediata. Y eso es un logro tremendo porque en el periodismo, como en todo, hay un camino muy sencillo hacia al éxito y otro más intrincado que supone mayores retos y es más difícil. El bueno es el segundo. El otro lo puede seguir cualquiera.
También hay que valer.
Hay que querer. Si quieres, valer es sencillo. En cuanto a Pedrerol, llega desde Barcelona dos o tres meses después de que entre yo e identifiqué enseguida que era un periodista de radio con todas las virtudes y defectos de ese periodismo. Su obsesión era buscar la noticia, lo cual no encajaba mucho con el Canal+ de la época. De hecho siempre hubo diferencias con el resto porque buscábamos cosas distintas. Estuvieron varios años juntos Robinson y él haciendo ‘El Día Después’ y funcionó, aunque muchas veces discrepaban. De todos modos, las mayores audiencias del programa fueron en la etapa anterior, cuando presentaban Robin y el Lobo Carrasco. Dentro de la casa había mucha gente que criticaba al Lobo porque no era un presentador, pero fue otra cosa que se inventó Relaño y funcionó muy bien. poner a dos futbolistas repartiéndose las tareas. Estuve mucho tiempo compartiendo mesa con él, nuestras pantallas de ordenador chocaban, pero nunca encajó del todo allí. Luego ha encontrado y ha construido un modelo más acorde con su personalidad y su manera de entender el fútbol, la profesión y la vida. Y le ha ido muy bien, se ha hecho de oro.
Pero a ti no te gusta.
No. He ido dos veces a sus programas y la primera vez me llamó mucho la atención que, estando en maquillaje, vi el reparto de papeles que hacían antes de empezar. Es más cercano al mundo de la interpretación que al periodismo y el análisis. Esa manera de hacer televisión deportiva ha tenido mucho éxito, es indudable, pero para mí eso no es periodismo. Ellos defienden que sí y, como se ha despenalizado ya todo en esta profesión, tal vez tengan razón y es periodismo lo que diga el que triunfa, pero yo creo que no debería ser así. Está todo preparado y a mí siempre me ha fascinado lo imprevisible. Por eso me cautivaban Andrés Montes y el Relaño que yo tuve de jefe. Con ellos, cada día te podías encontrar algo que ni imaginabas y eso me alimenta mucho. Lo que hace Pedrerol es todo lo contrario, un programa en el que antes de empezar ya sabes lo que va a decir cada uno. Eso sí, a la gente le engancha. La defensa que hacen es que, después de un día muy duro, la gente quiere evadirse y se sienta delante de la televisión a no pensar. Que la gente no piense al verte es una mala defensa. Como consumidor de deporte, mi principal objetivo es que me ayuden a disfrutar y a profundizar, pero entiendo que a lo mejor la mayor parte de la audiencia no busca eso. Es una pena y las consecuencias son graves.
¿Cuáles?
Lo que se ha conseguido es el frentismo absoluto, hasta tal punto de que la política nos culpa y dicen que la política se ha futbolizado. En parte, es cierto.
¿Te hubiera gustado hacer más fútbol o las veces que has metido el pie has salido espantado?
Todo lo que es tremendamente popular y masivo hoy en día te mete en un pozo de conflicto y de frentismo que no me interesa nada. En la época en la que hice de reportero para ‘El Día Después’ no era así y en la radio, tanto con Javier Ares en Onda Cero como luego en la SER, estuve a gusto y he pasado buenos ratos hablando, pero no me gusta que me que me aten, quiero tener la libertad de decir lo que pienso sin que me miren mal y con el fútbol eso es muy difícil. No hay una tolerancia para que puedas pensar lo contrario que la mayoría. Por ejemplo, con el Atlético de Madrid lo he sufrido. Es mi equipo, pero cuando he planteado críticas o dudas hacia Simeone la respuesta ha sido feroz. No me da nada hablar del Atlético en redes y ha habido mucha gente encargada de silenciarme, de que sea tan desagradable poner algo por todo lo que tengo que leer luego que al final decidas no decir nada. Ese ambiente y ese tono no me interesan, no los quiero en mi vida.
De todo eso te salvó la NBA, que ha acabado siendo tu vida.
Totalmente y qué bien, ¿no? Estoy muy contento de que la NBA haya acabado siendo la base de mi carrera pese a que ha sido muy exigente en cuanto a vida, salud y horarios, pero el balance es fantástico. Es una competición a la que admiro de verdad. Mucha gente me sigue diciendo que la defiendo porque vivo de ella, pero eso es relativo. No he vivido de la NBA, he estado en el borde del precipicio en varias ocasiones para dejar de cubrirla, por decisión propia o ajena, y hubiera seguido viviendo, a lo mejor peor, de otras cosas. He tratado siempre de ser libre en mis opiniones. Sobre todo, cuando ha habido una presencia importante de jugadores españoles en la NBA me he negado a ser la voz que trataba de dulcificar todo lo que hacían esos españoles y ponerlo todo por las nubes. He intentado ser bastante justo y poner siempre en valor la competición por encima de los jugadores o de lo que podía importar a determinados sectores. Me ha gustado mucho que desde el primer año vi que la audiencia de la NBA es muy diversa pese al tópico que dice que es para jóvenes. Desde los años 90 me están viendo abuelos.
¿Cómo se convierte uno en estrella saliendo en la tele a las dos de la madrugada?
El secreto es la permanencia. Al estar tanto tiempo, el que más y el que menos me ha visto aunque sea un minuto durante estos 30 años. Además he tratado de no tener demasiadas pretensiones de fama y ha sido muy reconfortante. La NBA es una competición muy rica en noticias, te da recompensas continuamente y tienes muchos temas de los que hablar. Es una gran competición siempre maltratada en los medios españoles porque la gente de orden, que es la que suele mandar, no son seguidores de la NBA porque están en reuniones a las 9:00.
¿Qué sería la NBA en España sin Antoni Daimiel?
Sería más o menos lo mismo. Hubiera estado otro en mi lugar, lo hubiera hecho diferente, cosas mejor, cosas peor, y lo habrían visto los mismos. Soy bastante escéptico con esto, no es una pose. Yo sólo voy a trabajar y lo intento hacer bien, sin más. No soy Montes, que desde el primer partido sabía lo que hacía y que su objetivo era popularizar la NBA con su estilo, su look, sus altos y sus bajos en las retransmisiones. Todo esto eran herramientas que utilizaba porque él quería trascender. Decía que lo había pasado mal en la profesión y quería aprovechar esa oportunidad de la televisión. Lo logró y lo hizo fantástico, pero yo nunca he tenido esos grandes planes.
¿Aún le echas de menos?
Todo el rato. Me encantaría comentar con él cada cosa que ocurre en el deporte, en la profesión y en la vida porque era muy original en sus opiniones y muy gracioso sin pretenderlo. Pienso en Andrés constantemente.
Antoni Daimiel posa para la entrevista en la sede de El Mundo.

Antoni Daimiel posa para la entrevista en la sede de El Mundo.Elena Iribas

¿Sigues dando vueltas a su muerte?
Sí. Han pasado más de 15 años, pero tengo muy presente aquel día. Era una época en la que nos veíamos bastante y hablábamos prácticamente a diario. Es curioso porque era su etapa en La Sexta y a nivel personal nos veíamos más que cuando éramos compañeros. El martes de esa semana estuvimos cenando en el asador Frontón. Le vi bien y, como hacíamos muchas veces, una vez fuera del restaurante estuvimos en la calle hablando hora y media, riéndonos y tal. El miércoles me llamó cuando yo volvía del trabajo a casa, pero el jueves no y me extrañó porque me llamaba casi todos los días. Como no soy muy proactivo, no le llamé yo, que es algo a lo que luego le he dado muchas vueltas. Pensé que estaría liado...
Y el viernes falleció.
Fue tremendo aquello. A las seis de la tarde, iba a salir, me estaba duchando y sonó el teléfono. Salí mojado y era un amigo para contarme que alguien que conocía a alguien de la agencia EFE, porque Andrés vivía enfrente de su redacción, le había dicho que había pasado algo con Montes. No sabía si era grave, pero andaba por allí la policía. Al principio lo dulcificas y, sabiendo que era un personaje, pensé: "A ver qué ha liado este. Habrá discutido con alguien en el portal o algo así". Seguí con el proceso para salir y a los diez minutos la misma persona me llama y me dice que ha muerto Andrés. Me quedé congelado, sin saber qué pensar ni qué hacer. Me vestí rápido y no se me ocurrió otra que ir a su casa. Acababa de pasar, no era público y me llamó mucho la atención que, no sé si antes que yo o a la vez, el primero en llegar allí fue Roberto Gómez.
Habían sido buenos amigos.
Sí, desde muy jóvenes. Me parece terrible que todavía están por YouTube las imágenes en las que se ve el cadáver de Andrés saliendo en camilla del portal de su casa. Todo fue una conmoción y esa noche, como homenaje, nos reunimos sus amigos a cenar en un VIPs del que había sido cliente habitual porque estaba al lado de la antigua redacción de Antena 3 Radio. El tanatorio se prolongó todo el fin de semana y fue súper confuso. Nadie explicaba nada de lo que había pasado. Yo sabía desde el primer día que trabajé con él que estaba muy delicado de salud porque lo iba proclamando a los cuatro vientos. Año y medio antes le había visto bastante mal, recuerdo siempre que quedé un día a comer con él y le costaba caminar por una patología cardíaca, pero le operaron y mejoró bastante. Sin embargo, en la época de su muerte estaba aparentemente bien. Se creó un clima de confusión, estaban empezando las redes sociales y todo el mundo especulaba.
Hubo muchas teorías de la conspiración.
Ha sido un tema que yo no he querido revolver ni preguntar casi. Prefiero quedarme con su mejor imagen y pensar que su vida finalizó mucho antes de lo que le correspondía, aunque él llevaba años preparándonos. Trece o catorce años antes de su muerte, en un avión a San Antonio, me dijo que tenía las tres enfermedades con mayor causa de fallecimiento en España [cáncer, infarto y diabetes] y yo me pasaba los viajes a Estados Unidos preocupado porque comía demasiado. Se medía el azúcar en sangre, le salía disparado y yo pensando en cómo hacer el trámite de que se me muriera allí [risas]. Era un personaje tremendo. Dos o tres meses después de fallecer, comí con sus hijos y Nelson, que ahora es médico, me contó que estaba bastante molesto por todas las teorías de la conspiración que había y me ratificó que había sido muerte natural.
Te has posicionado a menudo social y políticamente, que es algo que muy pocos periodistas deportivos hacen.
Y me forran y me castigan por ello. Nunca he pretendido mojarme públicamente con estos temas porque no soy un experto y vivimos tiempos en los que hace muchísima falta que de cada cosa hablen los que saben porque si no vamos a ir muy mal. Siempre defendí las redes sociales y ya estoy entrando por el embudo por el que han pasado muchos de pensar que nos quitan más de lo que nos dan de largo. He mantenido muchos años que la cuenta final salía en positivo, que me gustaba lo que aportaban, pero ya no lo creo. Las grandes tecnológicas al final son las dueñas de estas plataformas, de los estados de opinión y de la ideologización de la gente y ni siquiera los países soberanos son capaces de ponerles freno. Entonces, como no experto, nunca he querido hablar de política públicamente, pero hay cuestiones sociales que nos afectan a todos y en las que como ciudadano voy a defender mis ideas.
¿Por qué has dicho que te castigan por ello?
Lo que más me perjudica a nivel de opinión pública es una cosa que ocurrió en ‘La resistencia’ hace seis o siete años. En realidad yo no lo quería contar y mucha gente muy cercana a mí no lo sabía, pero David Broncano me lió con lo de cuánto dinero tienes y, para dar una explicación de por qué tenía poco, se me escapó contar que tenía un piso alquilado que el inquilino no me pagaba hace años y que como la presidenta de la junta de vecinos me decía que eran unas bellísimas personas pues les dejaba seguir allí como una obra solidaria, igual que soy de Ayuda en acción. Lo conté en ese tono afable que tenía el programa, pero me ha traído muchos problemas.
¿De qué tipo?
Se sigue haciendo viral en TikTok un corte bastante sesgado de aquella anécdota y me han amenazado de muerte por ese vídeo. Lo mezclan todo, que si defiendo la okupación, que si la inmigración… Me insultan mucho. Hablar es meterse en un problema, pero obviamente tengo mis ideas y mis convicciones y si alguien me pide la opinión sobre un asunto importante, se la voy a dar porque tampoco voy a estar escondido en una cueva por temor a que haya, como decían las abuelas, otra guerra. Últimamente he pensado bastante sobre esto de las ideologías y el periodismo deportivo.
¿El qué?
¿Por qué en deportes no hay diferencia entre si un medio es conservador, progresista, alternativo, mainstream…? Todos hacen lo mismo. ¿Cuál es el proyecto de los medios deportivos en función de su ideología o de su talante? Ninguno. Son todos iguales, no hay ideas, no hay propuestas, no hay principios. No dice eso mucho bueno del periodismo deportivo.
¿Cómo has llevado una carrera tan exitosa con tan poco ego?
Creo que como he tenido desde el primer día en este trabajo la sensación de estar en el alambre, nunca me he creído nada. Siempre he pensado que me podía caer en cualquier momento porque veía que era una profesión inestable, poco agradecida y poco digna en general. Pensaba: "Aquí cambian de jefe y me quitan" o "cualquier día me agobio y me voy". Además me han dicho tantas veces en los despachos eso de que hace mucho frío fuera que al final cala. Es curioso porque está inseguridad no la he visto mucho a mi alrededor, los periodistas tienden a tener mucha confianza en sí mismos, pero yo no me he permitido nunca pensar que esto me lo he ganado yo o qué bien lo hago cuando a lo mejor al día siguiente estaba en la calle. Y además, como te decía al principio, esta es una profesión como otra cualquiera, no hay ningún motivo para sentirse especial.
Algo te enorgullecerá. Por ejemplo, todos los grandes del baloncesto español, de Pau Gasol a Ricky Rubio, han reconocido públicamente que te admiran.
Mira, hay una cosa que sí amenaza seriamente con alimentar mi ego desde hace unos años. Me encanta y es una sensación muy placentera que vengan a saludarme o a pedir una foto chicos y chicas adolescentes. Vivimos una época de una separación generacional tremenda y ver que aún les llego es una gran satisfacción, la verdad. Cuando sucede, siento que algo habré hecho bien. En cuanto a los jugadores, la lectura que le doy es que llevo haciendo esto demasiado tiempo. Pau, cuando jugaba en los Lakers, contó que de chaval tenía un póster de Jordan porque creció viendo las finales de Chicago comentadas por Montes y por mí. La verdad es que, si lo piensas, que una gran estrella del deporte diga que sus primeros inputs de la liga en la que acabaría jugando los tuvo gracias a lo que tú le contabas, te estremece un poco. Lo que más me gusta es que todos me han mostrado respeto profesional, de eso se trata.
¿Eres un periodista mucho más valorado por el público que por la profesión?
Creo que sí y estoy contento de que sea así. Salvo el 1% que me amenaza de muerte en redes por lo del inquilino o por Simeone, siento el cariño, la valoración y el respeto de la gente, pero no tanto de la profesión. He sentido muchas veces la displicencia de colegas, en plan: "Este es el que comenta la NBA, no me interesa lo que dice ni lo que hace, pero no me molesta. No juega en mi liga". Luego, en las empresas, uno se va dando cuenta según pasan los años de que los que toman las decisiones no tienen el conocimiento ni las capacidades para hacerlo correctamente porque el periodismo no coloca en esos cargos a los perfiles ideales. Los que creamos contenidos para los medios rara vez dirigimos. Hemos estado liderados por gente de financiero o de marketing que no tienen capacidad para decidir sobre algo que sigue siendo fundamental en el periodismo y el entretenimiento: los contenidos.
Desde que te conozco, y aún éramos jóvenes, te has querido jubilar. ¿Cómo llevas las cuentas?
Van muy bien, con suerte no me queda mucho. Mira, durante mis primeros años, esta conversación la tenía con Maldini y con Nico Abad cuando vivíamos juntos…
¿Con 25 años ya pensabas en jubilarte?
[Risas] No en jubilarme, pero llevaba ya cuatro años o cinco trabajando en la tele y ya pensaba que mi destino ideal era ser cronista deportivo de un periódico de provincias. Claro, era el año 94 o el 95 y no anticipaba las dificultades que esperaban a la prensa de papel, pero soñaba con esa vida agradable y cómoda. Siempre he sido bastante misántropo de no querer estar rodeado de mucha gente ni del bullicio de la gran ciudad. En esos años lo estaba disfrutando, pero pensaba que mi gusto por todo aquello se iba a acabar enseguida, como así ocurrió, y como me he criado en Valladolid, una ciudad con fútbol, baloncesto, balonmano y rugby, me imaginaba siguiendo a los equipos y viviendo tranquilo en una ciudad de provincias. Esa era mi ambición inicial. A los pocos años empecé a ver las prejubilaciones de las reconversiones industriales y cambié de plan. Además, he tenido casos cercanos de gente que se jubila muy tarde y se muere al mes y yo quiero que me quede todavía una parte importante de vida en la que desenvolverme sin el compromiso del trabajo.
¿Cuánto calculas que te queda en activo?
Tengo dudas con las cuentas porque tengo un niño muy pequeño y eso te hace ser más conservador, pero creo que es cuestión de muy poco tiempo. Una o dos veces al mes durante el último año, me envalentono y cuando me ofrecen algo digo que no. Yo lo que quiero es no trabajar y asomarme al escenario de no tener compromisos, ser dueño de mi agenda y levantarme cada día pensando que voy a hacer lo que yo quiera. Sólo eso.
La gran revolución silenciosa de Florentino Pérez: cuatro entrenadores nuevos a la vez, terremoto en el baloncesto y tres ascensos para la Junta del Madrid

La gran revolución silenciosa de Florentino Pérez: cuatro entrenadores nuevos a la vez, terremoto en el baloncesto y tres ascensos para la Junta del Madrid

Cuatro entrenadores nuevos para las cuatro plantillas más importantes del Real Madrid, dos fichajes para la dirección general de la sección de baloncesto, tres directivos añadidos a la Junta tras las últimas elecciones y varios cambios en los banquillos de las categorías inferiores. Los primeros meses de año, y especialmente los de mayo y junio, han supuesto una revolución en el conjunto blanco. Una revolución casi silenciosa, alejada de las agitadas polémicas de principios de siglo, que pone de manifiesto el cambio de ciclo en esta nueva etapa de Florentino Pérez.

El máximo responsable del club ganó en enero, sin rival, las elecciones que le hicieron otra vez presidente. Cumple ahora su séptimo mandato y ha vuelto a alargar cuatro años el debate sobre su sucesión. En 2029, con 82 años, volverá a decidir, pero mientras va dando algunos pasos para asentar el futuro a corto, medio y largo plazo del club.

Este verano, esos pasos se han convertido en zancadas gigantes. La gran revolución de los banquillos. Xabi Alonso en el lugar de Carlo Ancelotti en el primer equipo del fútbol, Álvaro Arbeloa por Raúl González en el Castilla, Sergio Scariolo por Chus Mateo en el baloncesto y Pau Quesada por Alberto Toril en el femenino. Cuatro cambios en apenas unas semanas. El femenino tiene todavía poca historia de vida, pero Florentino no cambiaba a los tres principales técnicos (primer equipo, Castilla y baloncesto) en el mismo verano desde 2009.

Denominador común

Ese año, justo cuando arrancó su segunda etapa como presidente, firmó a Manuel Pellegrini, a Ettore Messina para el baloncesto y a Alejandro Menéndez para el filial. Ahora a la revolución se suma Quesada, que ya trabajó en las inferiores, y el terremoto de la canasta: Sergio Rodríguez llega como nuevo director deportivo, puesto que ocupaba Alberto Herreros, y Carlos Ocaña, que era adjunto a José Ángel Sánchez, asume el rol de Juan Carlos Sánchez, responsable de la sección durante 15 años.

En unas semanas, el Madrid ha puesto fin a dos de las etapas más exitosas en la historia de la entidad. Ancelotti se ha ido con 15 títulos, siendo el entrenador más laureado del club, Chus Mateo con seis y Juan Carlos Sánchez con 26.

Pero en todos esos trofeos hay un denominador común, Florentino Pérez. Aquella pequeña revolución de 2009, con los fichajes de Cristiano Ronaldo y Karim Benzema y la llegada de José Mourinho al año siguiente, devolvió al equipo de fútbol a la elite continental. Y ahora busca lo mismo. El presidente tenía claro que la etapa de Ancelotti había finalizado, en cuanto a fútbol y sensaciones, y que el club necesitaba savia nueva a todos los niveles.

Scariolo, con España, durante los Juegos de París.

Scariolo, con España, durante los Juegos de París.AFP

Para ello, eso sí, no ha improvisado. Ha mantenido el perfil de los fichajes de los últimos años: gente de su máxima confianza en el banquillo y con los que tenga una excelente relación. Así ha sido desde la llegada de Zinedine Zidane en 2016, se confirmó con su cercanía con Ancelotti estos años y ha vuelto a pasar con Alonso, con el que nunca ha perdido el hilo.

Xabi y Arbeloa, que escala al Castilla tras la salida de Raúl después de varios años en el Juvenil A (el efecto dominó provoca varios ascensos), son los nuevos capitanes generales de Pérez en el plano futbolístico. Ambos pesos pesados del vestuario en la época de Mourinho, el entrenador que mejor relación ha tenido con el presidente. Y junto a Arbeloa, como entrenador de porteros del filial aterriza Diego López.

buena relación con la FIFA

Nombramientos que abren una nueva etapa en todas las secciones y que asientan el círculo del mandato de Pérez mientras el presidente mantiene su pelea con las instituciones, especialmente con LaLiga y la UEFA.

Ha sido interesante su buena relación con la FIFA en este Mundial de clubes, consciente e insistente en que el futuro del fútbol va hacia torneos entre los mejores equipos de Europa y del planeta. Le queda concretar qué pasará con la Superliga, si termina como competición independiente, logra un acuerdo con UEFA o FIFA o se difumina en el tiempo.

A su alrededor sigue teniendo gente de su máxima confianza y tras las últimas elecciones se han sumado a la Junta del club José Ángel Sánchez, director general y mano derecha, Manuel Redondo, director del gabinete de Presidencia, Francisco García Sanz, durante 17 años vicepresidente de Volkswagen y una década del Wolfsburgo, y Manuel Gómez Barrera, hasta ahora encargado de gestión de las peñas. Una revolución silenciosa.