Verstappen gana por cuarto año seguido en Suzuka y deja un mensaje para McLaren

Verstappen gana por cuarto año seguido en Suzuka y deja un mensaje para McLaren

Hizo lo que tenía que hacer, optimizando sus virtudes y aireando las carencias de los rivales. En una muestra de poder, Max Verstappen ganó el GP de Japón por delante de Lando Norris y Oscar Piastri, impotentes, aburridos, exhaustos ante el vigente campeón, el primer piloto de la historia con cuatro victorias consecutivas en Suzuka. Sin embargo, romper el anterior registro de Michael Schumacher (2000-2002), no representa esta vez su mayor logro. El mensaje más apremiante de Verstappen a sus rivales va un par de pasos más allá. Si quieren que algún día claudique en este Mundial, si quieren su cabeza, hay que ofrecer mucho más dinero por la recompensa.

Fue una reedición de lo visto el año pasado en Monza, con McLaren enredada en sus diatribas, dudando entre dar prioridad a uno u a otro. "Lando debería irse pronto porque creo que tengo el ritmo para alcanzar a Max", dijo Piastri por radio, a falta de 12 vueltas. Tras una carrera de desgaste, los bólidos papaya seguían a la estela del líder, ataviado con los colores de Honda. Tan cerca y tan lejos. Establecida la igualdad en los neumáticos duros, con 1,5 segundos de margen, Verstappen gobernaba la situación. Sin mayor novedad, vio la bandera a cuadros y asestó un duro golpe en la moral de McLaren.

A casi 14 segundos de la cabeza, sin opción alguna de podio, Charles Leclerc dio el cuarto puesto a Ferrari. Hubo demasiada tierra baldía también en torno a George Russell y Andrea Kimi Antonelli, quinto y sexto con Mercedes. Por no hablar de Fernando Alonso, undécimo, o Carlos Sainz, decimocuarto. Salvo las notas geniales y discordantes de Verstappen, todo en Suzuka discurrió en torno al guion establecido. Y eso nunca es buena noticia para los españoles.

Pánico al 'graining'

Las condiciones de la pista, con esporádicas bolsas de agua, y los 14ºC en el ambiente podían alterar la armonía. O añadir novedades respecto a las dos citas previas en Australia y China. Había que mimar los neumáticos, por pánico a una degradación en forma de graining, y mantenerse alerta ante la hipotética aparición de la lluvia. Era de prever que el pulso estratégico se resolviera a una sola parada. De modo que en el tramo incial, la carrera sólo se animó con un par de persecuciones.

La más vibrante la libraron Pierre Gasly y Alonso, casi en paralelo durante media vuelta. Desde la curva 2, el asturiano acechó al líder de Alpine, hasta completar una espectacular maniobra a la salida de 130R. Después de sus dos ceros previos, la premisa para Alonso era alcanzar la meta, pero quedaba claro que no iba a andarse con miramientos. Tampoco podía quedarse quieto Lewis Hamilton, con el paso cambiado y gomas duras. El heptacampeón se quitó de encima a Isack Hadjar al final de la recta de meta.

En la vuelta 21, McLaren movió primero sus piezas, llamando a Piastri. El australiano se reincorporó noveno, por delante de Alonso, con la idea de plantear la opción de undercut de Norris ante Verstappen. De inmediato, Red Bull reaccionó con el pit-stop para el neerlandés y McLaren quiso calcar el movimiento. Así que allí estaban los dos favoritos rueda con rueda en el pit-lane. Uno de esos instantes que deciden los campeonatos. Verstappen, por supuesto, no cedió un ápice ante el candidato, que antes de forzar el límite optó por pisar la hierba reseca.

Norris, por delante de Piastri, el domingo en Suzuka.

Norris, por delante de Piastri, el domingo en Suzuka.AFP

Los comisarios anotaron el incidente y unos minutos después desestimaron cualquier tipo de sanción. El triunfo debería resolverse con las fuerzas de cada cual con los neumáticos duros, pero mientras tanto Antonelli se daba el lujo de liderar varias vueltas con apenas 18 años. La evidencia de que Mercedes, como en el pasado Mundial, multiplica su rendimiento sobre un asfalto en perfectas condiciones y a baja temperatura. Si Hamilton hizo durar los duros 30 vueltas, el italiano aguantó una más con los medios.

El plan de Williams con Sainz

Sainz también tuvo que estirar su relevo, amontonando giros, habituándose a un coche que aún no ve como suyo. Casi de inicio había perdido la decimoquinta plaza ante Nico Hulkenberg, aunque pronto se quitó ese hierro candente con una magnífica maniobra en la horquilla ante el líder de Sauber. Resultaba discutible la estrategia de Williams con el madrileño, que tenía 20 vueltas por delante para llegar a meta con los blandos.

Carlos había intentado ayudar a Albon, taponando a duras penas a Hadjar, pero ahora se veía frente a un plan de muy cortas miras. Ya se había saltado la última chicane, aunque los jueces no considerasen pertinente la investigación, pero a la hora de la verdad, lo más valioso que pudo aportar fue un adelantamiento ante Liam Lawson, utilizando el DRS en la recta principal, y un amago de vuelta rápida, más tarde frustrado por Antonelli (1:30.965).

De igual modo, el domingo debió de hacerse eterno para Alonso, incrustado en la undécima posición. Sin opciones de atrapar al Haas de Oliver Bearman, pero con sobrada firmeza para mantener a raya a Yuki Tsunoda. Ganar dos posiciones, desde la decimocuarta en la parrilla, se antoja una pobre recompensa para el segundo piloto de Red Bull, aunque bien sabemos ya de lo odiosas que resultan ciertas comparaciones.

El pase de Isack Hadjar a la Q3 con el cinturón apretando en la entrepierna: "Fue una pesadilla"

El pase de Isack Hadjar a la Q3 con el cinturón apretando en la entrepierna: “Fue una pesadilla”

Desde el inicio de la Q1, las conversaciones de radio entre Isack Hadjar y su ingeniero, Pierre Hamelin, versaban sobre un único tema. "Sigo con el mismo asunto, sigo con el mismo asunto en el cockpit", repetía el piloto de Racing Bulls. Cuando regresó al garaje, las cámaras registraron un gesto de dolor en su rostro, pero sólo más tarde, una vez sellada su segunda clasificación consecutiva para la Q3, el rookie pudo aclarar lo sucedido.

"Fue una pesadilla, tío. Lo superé sin más", explicó Hadjar, víctima de su cinturón de seguridad, demasiado apretado en su entrepierna. "Me di cuenta en la curva 3 y pensé: 'Esto no va bien'. Casi me estrello", añadió el francés, autor de otra fantástica actuación que le permitirá partir desde el séptimo lugar de la parrilla.

Hadjar fue puliendo sus tiempos en Q1 (1:28.278), Q2 (1:27.775) y finalmente la ronda definitiva (1:27.569), donde pudo superar a Lewis Hamilton, Alex Albon y Oliver Bearman. Por no citar a su compañero de garaje, Liam Lawson, decimotercero o Yuki Tsunoda, cuyo estreno en Red Bull se zanjó con una decimoquinta plaza en la parrilla. En cualquier caso, la mayor satisfacción para Hadjar fue haber salido del apuro en la primera tanda. "La verdad es que estoy muy orgulloso de la vuelta que hice en la Q1, con lo que tenía encima", apuntó en los micrófonos de Sky Sports.

"No me puedo concentrar"

De su sufrimiento había quedado constancia a través de la radio. "No sé qué me pasa. ¡Joder!", exclamó a propósito de un problema que había comenzado durante la última sesión libre de la mañana. Cuando Hamelin le conminó a tranquilizarse, con la idea de que ajustar mejor el cinturón en el garaje, Hadjar estuvo a punto de desistir. "No me puedo concentrar, pierdo mucho tiempo en cada vuelta. Simplemente no puedo conducir así". Afortunadamente, los mecánicos de Racing Bulls solventaron el problema en los instantes previos al inicio de la Q2.

Según el artículo 12.7 del reglamento técnico de la F1, el asiento de un monoplaza debe estar "equipado con receptáculos que permitan la colocación de cinturones para asegurar al conductor y uno que permita la colocación de un dispositivo estabilizador de cabeza". Asimismo, este asiento "debe ser desmontable sin necesidad de cortar ni quitar ningún cinturón de seguridad".

Un coche fácil de conducir

Según detalló el francés, cuando pudo librarse del dolor, extrajo todo el potencial del coche y su único error durante la Q3 se produjo llegando a la última curva, donde se dejó una décima. En cualquier caso, Laurent Mekies, team principal de Racing Bulls, puede sacar pecho ante las prestaciones de su VCARB02, un monoplaza equilibrado, cuya configuración resulta incluso sencilla para dos pilotos con muy poca experiencia, como Hadjar y Lawson.

Dos semanas después, Hadjar ha igualado su séptimo lugar de la parrilla del GP de China, donde logró cruzar la meta en idéntica posición. En Sukuza, sólo la previsión de lluvia podría torcer sus planes. "Esto es un buen punto de partida. Si tenemos una salida limpia podríamos sumar más puntos", auguró.

Magistral 'pole' de Verstappen en Suzuka, donde Alonso y Sainz sufren lejos del 'top-10'

Magistral ‘pole’ de Verstappen en Suzuka, donde Alonso y Sainz sufren lejos del ‘top-10’

A bordo de un coche indomable, líder de un equipo roto por dentro, luchando en notoria inferioridad mecánica ante McLaren, Max Verstappen logró en el GP de Japón una pole para el recuerdo. Otro hito en su leyenda. Inexplicable incluso para su ingeniero de pista, que repasaba los datos sin dar crédito a cómo y dónde había raspaso 12 milésimas ante Lando Norris y 44 frente a Oscar Piastri. Los alaridos de euforia en Red Bull debieron de llegar hasta el garaje de McLaren. Christian Horner tendría que extender un cheque en blanco, porque su campeón, al volante de un monoplaza tan difícil, se ve con opciones de pelear por el quinto título.

No cabe mejor homenaje a Honda en Suzuka, el trazado más especial de la F1. El circuito de los pilotos. Verstappen cerró una vuelta asombrosa, al límite en los tres sectores, igualando con su habilidad el hueco que Norris y Piastri abrían con el motor y la aerodinámica. "Es algo increíble, no lo esperábamos. Supo extraer lo máximo del coche", admitió Horner. Con ese mismo RB21, Yuki Tsunoda partirá decimoquinto en la parrilla.

Este 1:26.983 sobre un firme recién asfaltado otorga a Mad Max la propina de un récord histórico. Su cuarta pole consecutiva en Suzuka, igualando los registros de Michael Schumacher (1998-2002) y Sebastian Vettel (2009-2012). Simplemente inaccesible para el resto, porque Charles Leclerc y George Russell, cuarto y quinto, quedaron a tres décimas. Por no hablar de Lewis Hamilton, mudo ante la radio de Ferrari cuando le solicitaban un feedback por su octava posición.

Quinto incendio del fin de semana

No hay más razones que la del descomunal talento de Vestappen. Quizá no alcance para llevarse la victoria el domingo, pero aporta esa dosis de emoción a un Mundial dominado desde el inicio por McLaren. Un campeonato que se antoja muy largo para Carlos Sainz y Fernando Alonso. Sin opciones de entrar en la Q3, partirán decimosegundo y decimotercero.

En su segundo intento de la Q1 Sainz había rebajado el crono de Alex Albon, pero llegado el momento de la verdad, el británico volvió a poner esas dos décimas sobre la mesa. Como en Melbourne y Shanghai, Carlos sufría para adaptar su conducción a las exigencias del FW47. Su pase a la Q3, objetivo básico, se jugaba en 74 milésimas con el tiempo de corte de Pierre Gasly.

Para ese examen final, quien quisiera repasar los apuntes a última hora, aún dispuso de unos minutos por culpa de una bandera roja. La quinta del fin de semana provocada por el fuego en Suzuka. Por mucho que enfriasen la pradera con algún manguerazo, las chispas de los coches sobre la hierba seca terminaban desencadenando los conatos de incendio.

Sainz, con el W47, el sábado en la 'qualy' de Suzuka.

Sainz, con el W47, el sábado en la 'qualy' de Suzuka.AFP

Hubo una tensa espera, pues, antes de comprobar la cruda realidad. Alonso pudo mejorar su crono (1:27.897), aunque de inmediato fue apartado por Albon y Gasly. La impotencia de Sainz quedó aún más de manifiesto, con el añadido de que los comisarios anotaron su maniobra en la curva 1, donde claramente estorbó a Hamilton. El 0-4 del madrileño ante Albon en las cuatro sesiones clasificatorias, incluida la sprint race de China, no precisa de más comentarios.

Stroll, último

A esa misma inferioridad deberá acostumbrarse Tsunoda. Lejos siempre del ritmo de Verstappen, el ídolo local sufrió un par de sustos en el momento de su vuelta lanzada, por lo que partirá decimoquinto en su estreno con Red Bull. No habrá opción a ese podio que él mismo auguró en las horas previas. No hay piedad para quien titubea en Sukuza. Bien lo saben en Aston Martin.

El intento inicial dejaba a Lance Stroll último y decimoséptimo a Alonso. Una situación casi desesperada para la escudería comandada por Andy Cowell, donde volvieron a establecerse las viejas jerarquías cuando hubo que disparar con fuego real. El asturiano salvó el apuro, entrando decimocuarto, a seis décimas de la cabeza y con casi un segundo sobre su compañero, que sufrió una salida de pista en la rapidísima enlazada de las curvas 5 y 6.

También hubo un abismo en los garajes de Haas y Alpine, con Esteban Ocon y Jack Doohan claramente relegados ante Oliver Bearman y Gasly. En su regreso a Racing Bulls, el tiempo de corte lo registró Lawson, mientras su compañero Hadjar sufría por un misterioso dolor dentro del cockpit.

La alianza con Honda que marcará el destino de Aston Martin: prisas, bandazos y un as de gasolina bajo la manga

La alianza con Honda que marcará el destino de Aston Martin: prisas, bandazos y un as de gasolina bajo la manga

Los desafíos a los que se enfrenta Fernando Alonso van más allá de su atribulado arranque de Mundial, plagado de contratiempos y errores. En especial porque no hay garantía de éxito en la arriesgada apuesta de Aston Martin de cara a 2026, cuando el equipo montará, por primera vez, un motor Honda. El fabricante nipón, gran protagonista de este fin de semana en Suzuka, debe impulsar las opciones del asturiano en lo que se prevé su última oportunidad de alcanzar la gloria. Y la escudería de Silverstone tendrá que demostrar que su desmesurada inversión en instalaciones técnicas y fichajes no va a caer en saco roto.

La alianza con Honda añade cierto estrés a Alonso, que aún guarda recuerdo de su trienio negro en McLaren (2015-2017) con aquel recordado lamento: GP2 engine! A esa presión hay que añadir los vaticinios de Adrian Newey, quien a finales de enero advirtió que, con la nueva normativa, el rendimiento del motor influirá más que la aerodinámica. Que el gran gurú del diseño, contratado a golpe de talonario, apunte hacia esa dirección no resulta precisamente alentador.

Tampoco invitan al optimismo los más recientes comentarios filtrados desde Honda. Antes de iniciarse la pretemporada, Koji Watanabe, presidente de Honda Racing Corporation (HRC), admitió que el desarrollo del nuevo motor de F1 no estaba resultando «tan sencillo» como esperaban. «Nos está costando», añadió para escarnio de Lawrence Stroll, propietario de Aston Martin, que no ha escatimado recursos a la hora de edificar un proyecto ganador.

«Con algo de retraso»

Unas semanas más tarde, los presagios se enturbiaron un poco más. «Nuestro objetivo es presentar la homologación en febrero», adelantó Tetsushi Kakuda, responsable general del proyecto de Honda en F1. Ese plazo sobrepasa el de la propia pretemporada, cuyas cinco jornadas se celebrarán entre el 26 y el 30 de enero. Por tanto, según las primeras estimaciones, Aston Martin lo tendría casi imposible para montar su flamante propulsor en los referidos test de Barcelona. «Nos estamos coordinando, hablando cuándo tomará cada cual sus decisiones finales y estableciendo un calendario», relató Kakuda.

Estas urgencias de Honda sólo deben achacarse a tantos bandazos recientes. Tras su abandono al término del Mundial 2021, en mayo de 2023 anunció oficialmente su regreso con Aston Martin. Mientras Mercedes y Ferrari proseguían sin descanso con las evoluciones, el parón voluntario del gigante nipón comprometía su futuro a corto y medio plazo. «Como empezamos con algo de retraso, queremos seguir adelante hasta el último momento», añadió Kakuda.

Desde hace meses, Honda anda inmersa en una reestructuración interna, dado que algunos de sus mejores ingenieros acabaron fichando por Red Bull Powertrains (RBPT), la división de motores ideada por Christian Horner. No en vano, el team principal de Red Bull debería sentirse más que agradecido con quienes propulsaron a Max Verstappen a la temporada más dominante de la historia (2023). De hecho, este mismo fin de semana han querido rendirles tributo en Suzuka, cambiando su tradicional azul y bañando el RB21 en rojo y blanco.

Alonso, en el garaje de Aston Martin en Suzuka.

Alonso, en el garaje de Aston Martin en Suzuka.ASTON MARTIN

Mientras tanto, Honda intenta compensar sus pérdidas en capital humano con efectivos procedentes de MotoGP. Y como aún queda mucha faena por delante, al trabajo en Sakura, 150 km al norte de Tokio, se ha sumado la fábrica de Milton Keynes, 25 km al este de Silverstone, sede de Aston Martin. Esta proximidad, lógicamente, aumentará la eficiencia. La reconstrucción de lo que ellos mismos se habían empeñado en despedazar debe resolverse lo antes posible.

En cuanto a las notas positivas, resulta indudable que Aston Martin se beneficiará del carácter exclusivo de esta alianza. Cada aportación de HRC UK podrá trasladarse de inmediato a la pista, sin la interferencia de ningún otro cliente o equipo satélite. Estas facilidades deben ayudar al empaquetado del motor en el chasis, uno de los procesos más determinantes y delicados, tal y como pudo comprobar Red Bull en 2019, su primer año con Honda.

A partir de 2026, además de las ya citadas Mercedes y Ferrari, Honda va a tener que competir con RBPT, apoyada por Ford, y Audi, debutante en el Mundial. Para los cinco, el objetivo primordial pasa por optimizar un rendimiento más equilibrado en los V6 turbo de 1,6 litros. Según el nuevo reglamento, a través de la combustión interna sólo podrán desarrollarse 550 CV, mientras el resto, hasta llegar a los 1.000 CV del máximo, deberá proceder de los componentes eléctricos.

Los dispendios de Aramco

Aun asumiendo su inferioridad inicial frente a McLaren, Ferrari, Mercedes y Red Bull, Alonso guarda bajo la manga un as que podría marcar la diferencia a partir de 2026. Se trata de la gasolina desarrollada por Aramco. En una nueva era marcada por los combustibles 100% sostenibles, la petrolera propiedad de la familia real saudí parece haber dado con la tecla para Aston Martin. Sin las restricciones del límite de costes, el bicampeón mundial podría encontrar un incremento del rendimiento en torno al 3%. Es decir, 30 CV extra. Honda, que hasta ahora venía trabajando con ExxonMobil, deberá ahora aunar fuerzas con Aramco. Porque sólo Petronas, el suministrador de Mercedes, puede acercarse a sus actuales dispendios.

Por último, tanto en el Campus Tecnológico como en el garaje de Andy Cowell, CEO de Aston Martin, se aguarda con mucha expectación la caja de cambios, el sistema hidráulico y la suspensión trasera, que por primera vez la escudería británica construirá por sí misma.

Un error deja a Fernando Alonso en la grava tras una jornada caótica en Suzuka

Un error deja a Fernando Alonso en la grava tras una jornada caótica en Suzuka

Tres semanas después de su salida de pista en Melbourne, tras pisar una zona de grava, Fernando Alonso cometió otro error con el que acabó de forma prematura su segunda sesión de entrenamientos libres en Suzuka. A falta de 25 minutos para el final, tras marcar el tercer mejor tiempo, el asturiano pisó la hierba con la rueda delantera izquierda y dejó varado su Aston Martin en la grava.

De inmediato, los comisarios ordenaron la bandera roja para retirar el AMR-25 de la zona, una de las más delicadas del circuito. Se trataba de la segunda interrupción, casi consecutiva del viernes, porque sólo unos minutos antes Jack Doohan había sufrido un feo accidente en la rapidísima curva 1. Poco después hubo que lamentar otras dos banderas rojas tras detectarse pequeños incendios en una zona de hierba, similares al ocurrido durante el GP de China 2024.

El accidente de Alonso se produjo en los virajes Degner, que combinan una curva rápida a derechas seguida de otra de 90º, la segunda zona más lenta de Suzuka, después de la célebre horquilla. Aunque Fernando intentó una corrección de última hora, ya no pudo hacer nada para recuperar el coche, que por suerte no chocó contra las protecciones. En un principio, los daños quedarán reducidos al fondo plano, lo que no debería comprometer sus opciones de cara al fin de semana.

Lawson, por delante de Verstappen

En ese momento, Alonso montaba neumáticos nuevos, con los que había sido el más rápido en el primer sector (30.65) y pretendía mejorar su crono, entonces a tres décimas de Lando Norris, el más rápido de la parrilla. Alonso apenas pudo completar cinco vueltas y en el tramo final fue superado por la mayoría de rivales, que le relegaron a la decimoséptima plaza. Un cierre torcido a un día iniciado con buen pie, dado que por la mañana, Alonso marcó el séptimo mejor tiempo, a seis décimas de la cabeza.

La sesión vespertina terminó con un doblete de McLaren liderado por Oscar Piastri (1:28.114), con 49 milésimas de ventaja sobre Norris y cuatro décimas sobre Isack Hadjar, que otra vez dio la sorpresa con el Racing Bulls. Entre tantos contratiempos apenas se pudo extrar conclusiones sobre el rendimiento real de los favoritos. De hecho, Liam Lawson acabó quinto, una décima más rápido que Max Verstappen, justo después de su adiós a Red Bull.

El viernes tampoco resultó especialmente propicio para Carlos Sainz, décimo en la tabla, pero víctima de algunos contratiempos en su Williams. Al inicio de la jornada, cuando había completado la vuelta de instalación, el madrileño tuvo que regresar a boxes tras sufrir un excesivo rebote y sentir algún problema en la parte trasera de su monoplaza..

Red Bull reemplaza a Lawson por Tsunoda a partir del GP de Japón

Red Bull reemplaza a Lawson por Tsunoda a partir del GP de Japón

Actualizado Jueves, 27 marzo 2025 - 10:16

Yuki Tsunoda pasará a ser piloto de la escudería Red Bull a partir del Gran Premio de Japón en detrimento de Liam Lawson, que conducirá el monoplaza de Racing Bulls, algo que ya hizo la pasada temporada.

La escudería anunció este jueves la decisión de intercambiar los pilotos ante "el difícil periodo" de adaptación del neozelandés, que no ha conseguido puntuar en las dos primeras pruebas de la temporada, al estrellarse en Melbourne y ser duodécimo en Shanghai.

Christian Horner, director del equipo y consejero delegado, aseguró, en declaraciones distribuidas por la escudería, que había sido "difícil ver a Liam luchar con el RB21 en las dos primeras carreras", por lo que han tomado "colectivamente la decisión de hacer un cambio" rápido.

"Llegamos a la temporada 2025 con dos ambiciones: retener el Campeonato del Mundo de pilotos y recuperar el de constructores y ésta es una decisión puramente deportiva. Somos conscientes de que queda mucho trabajo por hacer con el RB21 y la experiencia de Yuki será muy beneficiosa para ayudar a desarrollar el coche actual. Le damos la bienvenida al equipo y estamos deseando verle al volante del RB21", dijo.

"Tenemos el deber de proteger y desarrollar a Liam y, juntos, vemos que después de un comienzo tan difícil tiene sentido actuar con rapidez para que Liam pueda ganar experiencia, mientras continúa su carrera en la F1 con Visa Cash App Racing Bulls, un entorno y un equipo que conoce muy bien", añadió Horner.

El día del estreno

Mientras tanto, Laurent Mekies, director de Racing Bulls, admitió que estaban muy "orgullosos" de que Tsunoda haya dado el salto a Red Bull. "Su progreso el año pasado, y más recientemente desde el comienzo de 2025, ha sido sensacional", consideró.

"Personal y colectivamente, ha sido un inmenso privilegio ser testigo de esos progresos para todos nosotros en Faenza y en Milton Keynes. La energía y la positividad de Yuki han iluminado cada rincón de nuestras fábricas y de nuestro garaje, ¡y siempre será un Racing Bull! Le deseamos todo el éxito que se merece en ORBR", añadió Mekies, quien aseguró, así mismo, que tratarán de crear "el mejor entorno posible" a Lawson "para que brille" y "exprese el talento" que tiene.

El Gran Premio de Japón, tercera prueba del Mundial 2025, se disputará el próximo 6 de abril en el circuito de Suzuka, donde se estrenará Tsunoda con el Red Bull tras los años que lleva en la Fórmula Uno en Alpha Tauri y Racing Bulls dispuesto a confirmar su evolución con un monoplaza del máximo nivel al lado de su nuevo compañero, el vigente campeón del mundo, el neerlandés Max Verstappen.

La trituradora de Verstappen: Liam Lawson, otro más hacia el cadalso en Red Bull

La trituradora de Verstappen: Liam Lawson, otro más hacia el cadalso en Red Bull

Quien aún dude de las dificultades que entraña un Fórmula 1 puede revisar los mensajes de Liam Lawson del pasado domingo en Shanghai. "No puedo girar el coche en absoluto", lamentó el piloto de Red Bull en la vuelta 54, a sólo dos para la meta. Nada más cruzar la bandera a cuadros, Richard Wood, su ingeniero de pista, sólo pudo ofrecerle unas palabras de consuelo: "Sí, hoy tuviste que sudar tinta. Lo siento, tío, sinceramente hice todo lo que pude para ayudarte". En ese momento, la comunicación ya se había colmado de balbuceos y silencios de Lawson, muy afectado por su paupérrimo nivel al volante. Por segunda semana consecutiva, ni siquiera se había acercado a la zona de puntos.

El futuro de Lawson, pendiente de un hilo, se resolverá esta semana durante una reunión en Milton Keynes. Una cumbre donde el equipo, protagonista de un flojo arranque, abordará también su plan estratégico. "Estamos preocupados, pero no vamos a tirar la toalla", adelantó Helmut Marko tras el cuarto puesto de Max Verstappen en Shanghai. La opinión del veterano asesor, en estas difíciles circunstancias, tendrá tanto peso como la del team principal, Christian Horner. No se trata de un asunto baladí. Tras perder algunos de los ingenieros que cimentaron el último ciclo triunfal, con los cuatro títulos de Mad Max, Red Bull ha de decidir si da este Mundial por perdido y emplea todos sus esfuerzos en el coche de 2026, primer año de la revolución reglamentaria. Y en el corto plazo, ha de tomar una decisión con Lawson.

"No soy tonto y sé que estoy aquí para rendir. Si no lo consigo, no voy a continuar", admitió el neozelandés en China, donde ocupó la última plaza en las dos sesiones clasificatorias. A estos resultados hay que sumar su decimoctavo puesto en la parrilla de Melbourne. La peor racha de un piloto de Red Bull desde su llegada al Gran Circo, allá por 2005. Su sufrimiento al volante quedó aún más en evidencia en Shanghai, donde quiso partir desde el pit lane para realizar cambios en la puesta a punto. Sin embargo, con esa nueva configuración, mucho más agresiva, sólo pudo adelantar a tres rivales, siendo el último piloto en no ser doblado.

Sólo con el simulador

Las dificultades del RB21, un monoplaza diseñado al gusto de Verstappen, han superado a Lawson en dos circuitos que sólo conocía a través del simulador. Y esta falta de experiencia podría hacerse aún más acuciante a partir de ahora. De las 14 próximas citas del Mundial, Liam sólo conoce Suzuka, tras su paso, hace un par de años, por la Super Fórmula japonesa. Sin embargo, estas dos semanas previas al GP de Japón pueden hacerse demasiado largas. Red Bull maneja la opción de Yuki Tsunoda, el líder de Racing Bulls, su equipo filial. Incluso la de su compañero Isack Hadjar, un rookie que también ha dejado detalles interesantes.

Toda esta incertidumbre trae a la memoria el GP de Bélgica 2024, cuando Red Bull hubo de salir al paso de los rumores para confirmar a Sergio Pérez, a quien había renovado sólo dos meses antes. El mexicano tampoco daba la talla ante Verstappen y a final de año acabó saliendo del equipo. Sin embargo, su cartera de patrocinadores personales siempre representó un obstáculo para cualquier intercambio a mitad de curso. Obviamente, no es el caso de Lawson, un chico de orígenes humildes para los estándares de la actual F1. De hecho, sus padres tuvieron que vender la casa familiar para financiar sus inicios en los karts. Y según él mismo ha confesado, aún no han comprado otra.

Lawson, al volante del RB21, el domingo en Shanghai.

Lawson, al volante del RB21, el domingo en Shanghai.RED BULL

Al igual que sucedía con Checo, las comparaciones con Verstappen dejan en muy mal lugar a Lawson. No sólo por esas 88 centésimas que ha cedido, de promedio, en las sesiones clasificatorias, sino por sus recurrentes problemas a la hora de mantener el coche en la trazada. A bordo de un RB21 muy nervioso, sus mínimas opciones en Australia se toparon contra el muro de la curva 2. Tras la qualy del sábado en Shanghai, Marko ofreció un diagnóstico desolador: "Esto demuestra que nuestro coche es extremadamente difícil. Si le das a Liam el Racing Bulls, va más rápido. No puede seguir así".

Sólo las manos de Verstappen, autor de un segundo y un cuarto puesto, han sido capaces de extraer algo positivo del coche. Aunque no alcance para seguir la estela de McLaren, el tetracampeón mundial puede alardear de una estadística asombrosa. A lo largo de las 20 últimas carreras, ha sumado 337 puntos, por sólo 49 de sus compañeros. Si otros mejor preparados, como Carlos Sainz (2015-2016), Daniel Ricciardo (2016-2018), Pierre Gasly (2019), Alex Albon (2019-2020) o Pérez (2021-2024) ya claudicaron ante él, nada alentador puede esperarse ahora de Lawson.

Todo tan igualado que no se puede fallar

Todo tan igualado que no se puede fallar

Actualizado Domingo, 23 marzo 2025 - 21:36

Que la F 1 es un deporte complicado y difícil de descifrar era algo que ya sabíamos, pero este año promete más sobresaltos de los habituales. Hay tantos frentes abiertos, tanta igualdad en la parrilla, que lo único que saco en claro es lo mucho que nos vamos a divertir. Lo que estaba cristalino antes del inicio de la temporada en Melbourne era que McLaren estaba un paso por delante. Hoy sabemos que lo están, pero quizá ese paso sea sólo un pasito. No pueden fallar. Si el equipo falla en algo o alguno de sus pilotos comete un error hay chacales por detrás dispuestos a devorarles. Oscar Piastri se equivocó en Australia y terminó noveno; Lando Norris se equivocó en la sprint race de China y fue octavo; y si la carrera del domingo hubiese tenido una vuelta más, habría mordido el polvo con George Russell al sufrir un problema en el sistema de frenos. Está todo tan igualado que no se puede fallar.

Es más, la estrategia este año es no cometer errores de bulto. El objetivo es ser sólidos y sumar. Si no puedes ganar, trata de ser segundo. Si no puedes ser segundo, lucha para ser tercero. Haz lo que quieras, pero no hagas un cero porque la jauría te destrozará. Es un poco la táctica de Fernando Alonso en 2010 y 2012. No tenía el coche más rápido, Red Bull estaba un paso o dos por delante, pero a base de puntuar en cada fin de semana y aprovecharse de los errores de sus rivales llegó a la última cita con opciones.

Esta igualdad hace que ocurra lo mismo en las clasificaciones. Es tan grande la igualdad, que un pequeño sobreviraje en el que pierdes una décima de segundo te hace caer tres posiciones. Y si estás en la zona media, una décima es la diferencia entre ser décimo o decimoquinto. Un pequeño detalle, un error, un tipo de circuito, una pequeña evolución lo cambia todo. Así puedes ver a un modesto Racing Bulls codearse con los grandes en clasificación, un Haas que fue un desastre en Australia convertirse en protagonista en China o un Ferrari que está perdido en la primera carrera llevarse la victoria en la primera sprint race una semana después.

Y lo que es aún más complicado de entender, ves ganar a Lewis Hamilton de forma excepcional el sábado y sólo 24 horas después, lo ves sufrir en la pista, sin ritmo y acosado por su compañero de equipo (al que tiene que dejar pasar) que, para colmo, lleva el alerón roto desde la primera vuelta. Alerón, por cierto, que rompió Charles Leclerc al golpear a Lewis en la salida. Dos toques en dos carreras.

De todo lo que vimos en Shanghai me quedo con el tenebroso callejón sin salida en el que se ha metido Red Bull. Hay tres equipos más rápidos que ellos y sólo puntúan con un coche. Quizá la explicación de este fenómeno sea por un lado el talento de Max Verstappen, pero sobre todo haber diseñado y desarrollado desde hace años un coche adaptado a los gustos de Max. Sólo él lo entiende, sólo él es capaz de ir rápido con ese monoplaza y, claro, sólo él puntúa. Sergio Pérez se pasó años quejándose amargamente de que el equipo sólo escuchaba a Verstappen y sus malos resultados llevaron a Red Bull a romper un contrato que habían firmado con el mexicano pocos meses antes. Buen dinero se tuvo que llevar Checo por ello.

Además, seguro que ahora tiene que estar viendo, con cierto regocijo, cómo Liam Lawson está haciendo buenos sus resultados del Mundial 2024. Es tan desastroso el arranque del joven neozelandés que, tras sólo dos carreras, los rumores ya apuntan a un posible movimiento de Red Bull para el GP de Japón: relegar a Lawson de vuelta a Racing Bulls y promocionar a Yuki Tsunoda junto a Max, algo que en su día Red Bull descartó. Mucho me temo que tampoco será la solución. Hicieron un coche para Max, que sólo lo medio entiende Max y con el que ya no puede ganar. Tendría gracia que después de dárselo todo, si este año no es bueno, Max decidiese cambiar de aires para 2026.

De los nuestros, poco que decir. A Carlos Sainz le está costando adaptarse al Williams y entender por qué fue tan rápido en los test de Bahrein y ha estado tan falto de ritmo aquí. Con las descalificaciones de Leclerc, Hamilton y Pierre Gasly, Williams ha logrado un buen puñado de puntos, pero la clave para que el equipo británico se asiente en el liderato de la zona media está en que Carlos se adapte lo antes posible. Lo hará seguro, pero de momento necesita un poco más de tiempo.

Aston Martin sigue recordándonos mucho al equipo del año pasado. De no ser por las descalificaciones habrían salido de China con el zurrón vacío de puntos. Muchas pruebas, muchos cambios de set up, pero pocos resultados. No ayuda que Alonso no esté en la pista. Su abandono por un fallo en los frenos nos privó de ver el verdadero potencial de su monoplaza. Dos carreras, dos abandonos, ningún coche en Q3 y sólo un puñado de puntos en Australia gracias a los fallos ajenos y el acierto del equipo con la estrategia. Queda mucho Mundial, así que, de momento, habrá que seguir confiando.

El bochorno de Ferrari en Shanghai: una insólita doble descalificación y más confusión en la radio de Hamilton y Leclerc

El bochorno de Ferrari en Shanghai: una insólita doble descalificación y más confusión en la radio de Hamilton y Leclerc

El drama de Ferrari comenzó a eso de las cinco y media de la tarde en Shanghai, cuando se cumplían dos horas exactas desde la caída de la bandera a cuadros. Jo Bauer, delegado técnico de la FIA, emitía un escrito donde detallaba que el SF-25 de Charles Leclerc pesaba un kilo menos que el peso mínimo establecido: 799 en lugar de 800. Justo media hora después, los comisarios llamaban a declarar a Lewis Hamilton por una irregularidad en el patín de madera que configura el suelo del coche. El equipo de Maranello, que hace unas semanas se consideraba preparado para el asalto del Mundial de Pilotos y Constructores, cometía dos irregularidades distintas en una misma carrera. Dos errores traducidos en sendas descalificaciones. Un hecho sin precedentes en la historia de Ferrari porque el único caso similar, durante el GP de Malasia 1999, terminó resolviéndose con éxito tras una polémica apelación a la FIA.

En un principio se pensó que el caso de Leclerc se debía al daño en el alerón delantero sufrido tras un toque con Hamilton en la primera vuelta. Sin embargo, Bauer ordenó instalar un alerón de repuesto. Y esa medición iba a arrojar un peso aún menor. Por lo tanto, la FIA no quiso considerar ningún factor atenuante, achacando lo sucedido a un "error genuino" de la Scuderia. Este caso trajo a la memoria lo sucedido durante el GP de Bélgica 2024, cuando George Russell perdió la victoria que había conquistado sobre el asfalto, porque su Mercedes dio en la báscula 796,5 kg y no los 798 reglamentarios.

En cuanto a lo sucedido con Hamilton, según la FIA, el suelo de su monoplaza presentaba un desgaste en tres puntos diferentes, superando la tolerancia establecida de un milímetro. Bauer argumentó que esa anomalía se había detectado a lo largo de toda la tabla, lo que sólo podía atribuirse a un set up configurado antes de la salida.

"Calculamos mal"

Hay que recordar que tras la victoria de Sir Lewis en la sprint race del sábado, Ferrari decidió variar la altura del coche. Dicho cambio suponía una pérdida de eficiencia aerodinámica, dado que se estima que un sólo milímetro se traduce en dos décimas por vuelta. Aunque la intención de los ingenieros no deba interpretarse como un mero fraude, lo cierto es que cometieron un terrible fallo que destrozaría las opciones del británico. El SF-25 rodaba tan bajo que el roce con el asfalto acabó desgastando el patín de madera de su fondo plano.

"Calculamos mal por un pequeño margen. No hubo intención de obtener ninguna ventaja. Aprenderemos de lo sucedido y nos aseguraremos de no volver a cometer los mismos errores", explicó el equipo dirigido por Fred Vasseur, aceptando el castigo y renunciando a cualquier tipo de apelación. Se da la circunstancia de que en el GP de EEUU 2023, tanto Leclerc como Hamilton, siendo éste piloto de Mercedes, fueron descalificados por un idéntico problema en el fondo plano.

En cuanto a Leclerc, Ferrari quiso justificarse con la estrategia a una sola parada seguida por el monegasco. "El desgaste de sus neumáticos era muy alto, lo que provocó que el coche estuviera bajo de peso", razonó a través de un escueto comunicado.

Hamilton, tras la 'qualy' del sábado en Shanghai.

Hamilton, tras la 'qualy' del sábado en Shanghai.AFP

De este modo se evaporaban los 18 puntos de Shanghai. Adiós al quinto y sexto puesto en la meta, que ya de por sí no suponían precisamente un éxito para el Cavallino Rampante. Este doble cero deja al equipo en el quinto puesto del Mundial de Constructores, empatado con Williams. Mientras los británicos han sumado en dos carreras los mismos puntos que en todo el pasado curso (17), Ferrari afronta la primera crisis del año. Un bochorno que deja a la luz graves carencias internas.

Por primera vez desde el GP de España 2009, ningún piloto de Maranello figura en el top-8 del Mundial. De hecho, quien suma más puntos con un motor Ferrari es Esteban Ocon, al volante de un Haas. Tras las eliminaciones de Leclerc y Hamilton, el francés ascendió a la quinta plaza, por delante de Andrea Kimi Antonelli y Alex Albon. Un pésimo cierre de fin de semana para el heptacampeón, que apenas 30 horas antes había logrado la victoria en la sprint race.

"Quisimos mejorar, pero empeoramos"

"El sábado por la mañana tuve un buen coche. Hicimos algunos cambios para intentar mejorar, pero empeoramos en la clasificación y resultó aún peor en la carrera", reveló el británico, cuyo intercambio de mensajes con Riccardo Adami, su ingeniero de carrera, volvió a causar gran revuelo.

El episodio más controvertido empezó a cocerse en la vuelta 16, poco después de adelantar a Oliver Bearman en la curva 14. Entonces, Leclerc se acercó a tan sólo cuatro décimas de su alerón trasero. Dos giros más tarde, Hamilton dijo por radio: "Creo que voy a dejar pasar a Charles porque estoy sufriendo". Casi de inmediato, Bryan Bozzi informó a Leclerc: "Vamos a intercambiar posiciones en la curva 14". Adami se lo transmitió a Hamilton, que replicó: "Lo haré cuando esté más cerca".

Esta secuencia de mensajes no se transmitió de forma íntegra en la señal internacional de la FOM (Formula One Management), lo que dio lugar a algún equívoco. De hecho pudo interpretarse que Hamilton había desobedecido las órdenes de su muro. "Esto es una broma de la FOM. Han creado este espectáculo para generar caos, porque sólo transmitieron la segunda parte de la pregunta", dijo Vasseur, anticipando una conversación con los responsables de la señal televisiva.

Al poco de tomar la salida, el team principal de Ferrari ya había tenido que lamentar un incidente entre sus monoplazas. Cuando Leclerc tomaba el interior de la curva 1 y Hamilton, por fuera, no pareció darse por enterado, dando un volantazo que dañó el alerón delantero del 16. "No sabía que yo estaba allí y no me esperaba, así que fue sólo un desafortunado accidente", comentó el monegasco. "Decidimos no cambiar el alerón, ya que eso nos iba a suponer una pérdida de otros ocho segundos en el el pit-stop y en tener que realizar varios adelantamientos para recuperar la posición", finalizó.

Fernando Alonso: "Los ceros pueden ser habituales este año"

Fernando Alonso: “Los ceros pueden ser habituales este año”

El adiós en la cuarta vuelta del GP de China se sumó al de Albert Park, donde Fernando Alonso, una semana antes, al menos sí había podido completar 32 giros. En cualquier caso, el segundo abandono consecutivo deja al asturiano como último clasificado del Mundial 2025. Un farolillo rojo que no ocupaba desde el GP de Rusia 2017, cuando sufrió un problema electrónico en su McLaren-Honda. En Shanghai, esta vez, fallaron los frenos.

"El pedal se me fue al fondo y me di un buen susto", comentó Alonso tras la carrera, donde Lance Stroll, decimosegundo en la meta, tampoco pudo dar continuidad a su buena actuación en Melbourne. Según el bicampeón mundial, la avería pudo deberse a un tapón en el conducto de los frenos traseros.

"Por suerte todo sucedió en la primera curva, que es muy larga y puedes reducir la velocidad bajando marchas. Si me pasa en la curva 14 me hubiese llevado a tres o cuatro coches por delante", reveló Alonso, feliz de haber salido "indemne" de un "feo accidente". El ovetense protagonizó el único abandono de un domingo resuelto sin ningún safety car.

"Hemos mejorado desde Australia"

Según las primeras estimaciones, el ritmo de carrera del AMR25 de Stroll resultó incluso más lento que el de Alpine o Sauber. Mientras, Haas sorprendía con un nivel mucho más competitivo, puntuando con Esteban Ocon y Oliver Bearman. El francés protagonizó un espectacular adelantamiento ante Andrea Kimi Antonelli, asumiendo tantos riesgos por el exterior como para terminar levantando una gran polvareda.

Pese a la lógica decepción por un adiós tan prematuro, Alonso considera que Aston Marín ha dado "un paso más" en Shanghai. "Hemos mejorado desde Australia", analizó en referencia a sus opciones en la sprint race, donde quedó algo más cerca del top-10.

Alonso, poco antes de tomar la salida en Shanghai.

Alonso, poco antes de tomar la salida en Shanghai.ASTON MARTIN

En cuanto al futuro inmediato, con una semana de descanso antes del triplete en Suzuka, Sakhir y Jeddah, Fernando se mostró bastante escéptico. "Los ceros pueden ser habituales este año", admitió. Según su análisis, Racing Bulls y Williams se encuentran "claramante por delante de nosotros". Además, la recuperación de Haas y la experiencia de Nico Hulkenberg en Sauber suponen otras amenazas. "Tampoco hay ningún coche que sea claramente último", consideró.

A partir de ahora, las esperanzas en el garaje capitaneado por Andy Cowell deberían depositarse en el genio creador de Adrian Newey. Sólo así cabe interpretar el vaticinio de Alonso para las 22 carreras que restan del Mundial 2025. "Quien consiga dos o tres décimas de mejora con algún paquete aerodinámicono va a remontar dos posiciones, sino ocho", finalizó.