Ferrari se asoma al abismo tras una cumbre en Maranello: el futuro de Hamilton, Leclerc y Vasseur, en el aire
La sesión del jueves en la Bolsa de Milán se vio sacudida por una caída del 15% en las acciones de Ferrari. Un histórico desplome cuyas causas trascendían la Fórmula 1, pero que ayudaba a perfilar el actual momento del equipo. Tras el fiasco del GP de Singapur, la plana mayor de la Scuderia se reunió en las oficinas de Maranello. El presidente John Elkann, el director ejecutivo Benedetto Vigna y el resto de altos mandos abordaron la crisis estructural, en busca de soluciones urgentes. Nadie descarta ya una reestructuración integral, que incluiría a Fred Vasseur, Charles Leclerc y Lewis Hamilton. Nada menos que su team principal y su pareja de pilotos.
El pasado 31 de julio, Vasseur firmó una renovación multianual con la que nadie contaba. Hoy, cinco semanas después, los empleados de Maranello parecen haber perdido la fe en su jefe. Según las últimas filtraciones, los departamentos de la fábrica han venido trabajando bajo directrices contradictorias, ignorando las peticiones de sus pilotos y apostándolo todo a una nueva suspensión trasera. Un cambio que debía corregir los problemas con las alturas del SF-25 y mejorar su manejabilidad.
Nada de esto ha funcionado y para muestra, un aterrador dato. Durante las cuatro últimas carreras, Ferrari apenas ha sumado 38 puntos, menos de la mitad que Red Bull (96), McLaren (91) y Mercedes (89). El peor modo de afrontar la revolución normativa prevista para 2026. Ante tantas convulsiones, Leclerc habría iniciado ya conversaciones con Mercedes y Hamilton, de 40 años, quedaría a un paso de la retirada.
Cinco podios tras 18 carreras
La debacle en el Mundial 2025 puede explicarse al calor de las expectativas generadas a comienzos de curso, cuando el fichaje de Hamilton disparó la euforia. Hoy, 18 carreras después, Ferrari ocupa la tercera plaza en el Mundial de Constructores, donde sólo cuenta con ocho puntos de ventaja ante Red Bull. De momento no ha logrado una sola victoria, por lo que podría cerrar su primer año en blanco desde 2021. Además ha tenido que conformarse con cinco podios, cuando la temporada pasada acabó líder en esa estadística (22).
A última hora del pasado domingo, mientras McLaren festejaba en Marina Bay su segundo título consecutivo, Ferrari intentaba defender a Hamilton ante los comisarios. Nada pudo hacer, sin embargo, para evitar el castigo a su piloto, que había cerrado la carrera recortando las últimas curvas, víctima de una avería en los frenos. A partir de entonces, el británico se enzarzó en sus redes sociales con Fernando Alonso, que le había acusado de contar con el favor de la FIA. Mal momento para el británico.
No pudo elegir peor momento el heptacampeón, que el próximo fin de semana podría establecer un infausto récord. En caso de quedar fuera del top-3 en Austin, uno de sus circuitos fetiche, se convertirá en el piloto con más carreras sin subir al podio en Ferrari, dejando atrás a Didier Pironi, que acumuló 18 entre 1981 y 1982. Desde marzo, el único momento de gloria para el heptacampeón fue su victoria en la sprint race de China, un logro que no cuenta en las estadísticas oficiales de podios.
Hamilton, cabizbajo, en el paddock de Marina Bay.
A lo largo de estos siete meses, Hamilton no ha sido capaz de adaptar su estilo de pilotaje a un monoplaza impredecible. Pese a la colosal campaña de marketing que acompañó su fichaje, el balance actual con Leclerc (15-3 en carrera y 13-5 en qualy) deja en muy mal lugar a Sir Lewis, protagonista de numerosos roces con Riccardo Adami, su ingeniero de pista, a través de la radio. Sin olvidar sus habituales críticas públicas a la cúpula de Maranello ante las deficiencias del monoplaza rojo.
El aviso de Todt
A esos comentarios también se sumó Leclerc, cada vez más harto de la situación, pese a su privilegiado estatus en un equipo que desde hace seis años le considera Il Predestinato. "Muchos pilotos querrán ver la competitividad de su equipo antes de decidir si se quedan o cambian. Preveo un mercado de fichajes muy intenso", deslizó el jueves su agente, Nicolas Todt. La paciencia del monegasco se agota a la vista del paupérrimo balance de la temporada, donde Ferrari sólo ha liderado la tabla en 11 de las 62 sesiones disputadas. Dejando aparte la pole de Charles en Hungría, la mayorían pueden considerarse como glory runs, es decir, meros momentos de lucimiento en Mónaco, Silverstone y Monza, los grandes premios de casa.
Este desolador panorama deja en muy mal lugar a Vasseur, incapaz de reconducir el rumbo en su tercera temporada como team principal. Hace un año, la apuesta por Loic Serra como nuevo director técnico fue su único modo de responder a la pérdida de Enrico Cardile, fichado por Aston Martin, a quien no dudó en responsabilizar por las pobres prestaciones del SF-25. Pese a las evidencias, Vasseur sigue manteniendo su fe en el coche, convencido de que cuenta con un potencial aún sin explotar. A su alrededor, obviamente, se escuchan cada vez más voces críticas. El pasado fin de semana, una extraña anomalía con el peso del coche desquició a Leclerc, mientras la ya mencionada avería de frenos retrasó a Hamilton hasta la octava posición en la tabla.