Doncic deja en la cuneta al número 1 del Oeste y ya espera rival en la final de conferencia

Doncic deja en la cuneta al número 1 del Oeste y ya espera rival en la final de conferencia

Los Dallas Mavericks se clasificaron este sábado para la final del Oeste de la NBA, tras eliminar en un dramático sexto partido (117-116) a los Oklahoma City Thunder, que habían quedado primeros de la conferencia durante la temporada regular.

Fue un juego de idas y venidas, en el que los Thunder, que querían llevar la eliminatoria a un séptimo juego en Oklahoma, estuvieron por delante casi todo el partido con ventajas de hasta 17 puntos.

Los Mavericks, sin embargo, con Luka Doncic iluminando el camino, nunca bajaron los brazos, incluso cuando podía parecer que estaban tocados de muerte, en un esfuerzo colectivo que tuvo recompensa en los últimos minutos.

Shai Gilgeous-Alexander dio a Oklahoma 36 puntos, Jalen Williams 22 y Chet Holmgren 21, pero los Thunder fallaron más tiros y sobre todo atraparon menos rebotes que los Mavericks (47 a 31).

El esloveno Doncic fue el auténtico protagonista de los Mavericks, con un triple-doble de 29 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias, un partido solo manchado por sus 7 pérdidas de balón, que en algún momento dieron alas a los Thunder. Por su parte, Kyrie Irving anotó 22 puntos, los mismos que Derrick Jones Jr.

Los hombres de Jason Kidd vuelven a la final del Oeste por segunda vez en tres años (en esa ocasión cayeron ante los otrora todopoderosos Golden State Warriors) y esperan rival entre Denver Nuggets y Minnesota Timberwolves, que mañana disputan su séptimo y definitivo capítulo.

Dallas da la campanada

Gran inicio de los Oklahoma City Thunder, que en un abrir y cerrar de ojos se pusieron 10 arriba en el American Airlines Center de Dallas.

Tuvo que intervenir Luka Doncic para evitar que Oklahoma City abriera una brecha mayor y redujo esa ventaja inicial a un solo punto, pero el esloveno, que lleva arrastrando molestias durante todo el 'play-off', tuvo que irse al banquillo con dolor en la rodilla.

Circunstancia que aprovecharon los Thunder, que con un gran triple de Jalen Williams sobre la bocina casi desde la mitad de la cancha dejaron un 23-30 en el luminoso del primer cuarto.

Los Thunder volvieron a tener un gran inicio de segmento ampliando a 11 su ventaja, pero perdieron el ritmo y esta vez sí que los Mavericks le dieron la vuelta al marcador por primera vez con un 42-40.

Fue efímero: el horizonte de la eliminación hizo reaccionar a los hombres de Mark Daigneault, que machacaron a triples -5 en los últimos 3 minutos del cuarto- a unos Mavericks que aflojaron y que perdieron 12 balones en el primer tiempo -5 de ellos Doncic-.

El resultado al descanso era de 48-64, con 21 puntos de Shai Gilgeous-Alexander. Para los Mavericks, Doncic llevaba 15.

Con un parcial de 13-0 en el ecuador del tercer cuarto, Dallas se puso apenas cuatro abajo (73-77) y tenía noqueados a los Thunder, sin comprender del todo bien qué les estaba sucediendo.

Los Thunder no dejaron que los Mavericks se les acercaran más, pero fue un mal cuarto para Oklahoma City, superados por una situación que no conocían: la de verse al borde del precipicio.

Al final del cuarto el resultado era de 83-90, aún con Oklahoma por encima, pero la confianza había cambiado de bando.

A 7:22 del final, cuando Daigneault pidió tiempo muerto, Kyrie Irving acababa de dejar el partido 95-97 con un triple. Después de ese tiempo muerto, Dallas empató 97-97.

Los Mavericks no se pusieron por delante hasta el 107-105 a 3:39 del final, con una canasta de Doncic.

Faltando 27 segundos y con Dallas 115-113, P.J. Washington cometió una personal que dio a Oklahoma City un tiro libre y posesión. Tiro libre de Gilgeous-Alexander y 'alley oop' de Chet Holmgren asistido por Shai. 115-116.

Con 20 segundos, los Thunder hicieron una buena defensa a Doncic, que casi perdió el balón, pero llegó a las manos de Washington que recibió una falta de Gilgeous-Alexander cuando alistaba el triple a 2.5 del final.

Con tres tiros libres, P.J. Washington anotó los dos primeros y falló el tercero con toda la intención, dejando a Oklahoma City Thunder sin tiempo material para nada.

Doncic, protagonista indiscutible

Doncic advirtió tras el partido que en la final de la Conferencia Oeste de la NBA deberán enfrentarse a un equipo "muy duro", ya sean los Denver Nuggets o los Minnesota Timberwolves.

En la final, esperan al ganador de la eliminatoria entre Nuggets y Timberwolves, ahora empatada 3-3 y cuyo finalista saldrá del séptimo y definitivo partido que se disputará este domingo en Denver.

"Claramente nos vamos a enfrentar a un equipo muy duro, ya sea Denver o Minnesotta, pero hoy, creo que hoy, tenemos que disfrutar esto", dijo Doncic en declaraciones a pie de pista a la cadena ESPN.

"Mucho respeto (por los Thunder). Tienen un equipo increíble, son muy jóvenes pero no lo parecen, parecen muy experimentados. Y evidentemente Shai (Gilgeous-Alexander) es increíble la manera en la que juega. Mucho respeto por ellos", sostuvo el esloveno.

Doncic, que jugará su segunda final de conferencia en tres años, dijo que mañana verá el partido entre Nuggets y Timberwolves.

"Hoy vamos a celebrar esto y mañana vamos a descansar, pero tenemos que ver el séptimo partido y estar preparados para lo que viene", afirmó.

La debilidad de Aston Martin y la preocupación de Fernando Alonso: “Si traes media décima y el resto traen dos…”

Actualizado Domingo, 19 mayo 2024 - 10:20

Hubo que contar 11 carreras (cuatro de 2023 y siete de 2024) para ver una eliminación de Fernando Alonso en la Q1. Y remontarnos casi ocho años, durante el GP de Malasia 2016, para ver al asturiano en la última fila por una cuestión ajena a la mecánica o las sanciones. Entonces, Alonso protagonizó una fantástica remontada con su McLaren que le llevó de la 22ª posición a la séptima en la meta. El honor de Aston Martin en Imola tampoco fue salvado por Lance Stroll, decimotercero en la parrilla, a cuatro décimas del corte en la Q3. La conclusión, por tanto, no podía resultar más desoladora en el equipo liderado por Mike Krack, que completó a orillas del río Santerno su peor sábado de la temporada.

El 1:15.992 del canadiense, a 1.24 segundos de la cabeza, deja a Aston Martin como antepenúltimo del sábado, sólo por delante de Williams y Sauber. Una situación tan crítica como la del pasado noviembre en Austin, cuando los dos monoplazas verdes partieron desde el pit-lane tras romper la normativa del parque cerrado.

Las mejoras traídas a Imola, con la actualizaciones aerodinámicas probadas en el túnel del viento y el simulador, no tuvieron un correlato sobre la pista, donde el AMR24 volvió a mostrarse a la altura de Alpine y por detrás de Visa Cash RB y Haas. Noticias más que preocupantes para Alonso, que deberá centrar sus esfuerzos del domingo en recabar datos para próximas carreras con más énfasis que en la remota búsqueda de los puntos.

"Tenemos que tener paciencia"

"Es un recorrido largo hasta fin de año y tendremos más actualizaciones en Mónaco la próxima semana. También en Canadá y en Barcelona. Durante las seis primeras sarreras trajimos piezas nuevas", confirmó Alonso. "Todo añadía rendimiento al coche. Aunque si traes media décima, pero el resto de rivales traen dos décimas, entonces eres una décima y media peor que el fin de semana anterior", admitió el doble ganador de las 24 Horas de Le Mans.

Krack, el team principal, recurrió a resiliencia para afrontar la preocupante cuesta abajo. "Nos llevará aún más tiempo compensar este déficit. Nuestros adversarios no llegaron a la cabeza de la noche a la mañana. Tenemos que tener paciencia hasta ponernos al día". Según la revista alemana Auto Motor und Sport, Krack ya habría decidido recuperar algunas de las piezas rotas de su líder, que por lo tanto iniciaría la carrera desde el pit-lane.

La falta de carga aerodinámica, especialmente en la parte trasera, preocupa a los ingenieros de Krack, especialmente porque este déficit multiplica la elevada degradación de los neumáticos. "Debemos intentar hacer el coche más versátil. Así, nuestros pilotos podrán conducir con más tranquilidad y confianza", valoró Pedro de la Rosa, embajador de la marca británica.

Las críticas de Briatore

Esas dificultades al volante quedaron en evidencia el viernes, cuando Alonso cometió un par de errores poco habituales y el sábado, cuando Lance Stroll se quejó varias veces sobre la configuración del coche. Por si no bastase, el accidente del bicampeón mundial durante la FP3 y su posterior paso por la grava en Tamburello durante la Q1 arruinaron las opciones de Aston Martin.

Estos incidentes prolongan la mala racha reciente de Fernando en el Autodromo Enzo e Dino Ferrari. Durante sus dos últimas carreras, ambas disputadas en algún momento bajo la lluvia, el ovetense sólo pudo arañar un punto con Alpine. En 2021, un absurdo toque contra el muro en Tosa durante la vuelta de formación obligó a cambiar el alerón delantero, mientras el curso pasado, un choque sin mala intención con Mick Schumacher desencadenó su abandono.

Quien no se anduvo por las ramas fue Flavio Briatore, mánager de Alonso. "Hay veces en las que parece que vamos para atrás en vez de hacia delante. Después de lo que vi en los libres... Parece que hemos dado un paso atrás", aseveró el italiano, con una rotundidad que no habrá caído demasiado bien en la escudería de Silverstone.

Usyk vence a Fury y se convierte en el primer campeón absoluto de los pesados en 25 años

Usyk vence a Fury y se convierte en el primer campeón absoluto de los pesados en 25 años

Actualizado Domingo, 19 mayo 2024 - 08:59

El ucraniano Oleksandr Usyk venció a Tyson Fury en una decisión dividida este domingo en Riad y se convirtió en el primer campeón absoluto de los pesados en 25 años, una hazaña sin precedentes en la era de los cuatro cinturones.

Fury arrancó agrediendo a su adversario, pero Usyk gradualmente se rehízo y el tambaleante 'Rey Gitano' fue salvado por la campana en el noveno asalto antes de recuperarse.

El púgil ucraniano se une a leyendas como Mohamed Ali, Joe Louis y Mike Tyson como campeón indiscutible de los pesados y en el primero desde que en la década de 2000 el boxeo reconoce cuatro títulos, los de la Asociación Mundial (AMB), Consejo Mundial (CMB), Organización Mundial (OMB) y Federación Internacional (FIB).

Con la victoria, Usyk puede legítimamente afirmar que es el mejor de esta era. "Es una gran oportunidad para mí, para mi familia, para mi país", dijo Usyk, de 37 años, quien sirvió brevemente como soldado después de la invasión rusa a Ucrania. "Es un gran momento, un gran día", y añadió que que estaba "listo para una revancha".

Fury por su parte señaló que fue una "pelea fantástica con Oleksandr". "Creo que gané esta pelea, creo que él ganó algunos de los rounds, pero yo gané la mayoría de ellos". Según el británico, como "su país está en guerra, la gente se pone del lado del país en guerra, pero no te equivoques, en mi opinión gané esta pelea y volveré".

El británico Lennox Lewis fue el último boxeador en unificar los cinturones de peso pesado (tres en ese momento) después de vencer a Evander Holyfield en 1999.

Decisión dividida

Dos jueces le dieron la victoria a Usyk con tarjetas de 115-112 y 114-113, mientras que el tercero se la otorgó a Fury por 114-113.

La victoria lleva el récord profesional de Usyk a 22-0. Después de su primera derrota, Fury tiene marca de 34-1-1.

Usyk, quien suma el cinturón del CMB de Fury a sus títulos de la FIB, la AMB y la OMB, parece destinado a convertirse en uno de los grandes después de dominar a nivel amateur, en el peso crucero y ahora en los pesados.

Un Fury entusiasmado salió decidido de su esquina a comenzar la pelea y con su mayor estatura, 2,06 metros, rápidamente dominó el ritmo, manteniendo al más bajo Usyk atrás con su jab y luciéndose ante el público. Usyk entró con algunas combinaciones rápidas mientras Fury conectó algunos golpes fuertes al cuerpo.

En el cuarto asalto, el británico se burlaba de su oponente y hacía alarde con la guardia baja. Usyk realizó dos golpes bajos en el quinto asalto y fue atrapado con un gancho de izquierda mientras Fury seguía luciendo cómodo, lanzando un gancho en el siguiente asalto y balanceándose y zigzagueando para mantenerse fuera de su alcance.

Pero el ucraniano golpeó a Fury con dos izquierdas limpias en el séptimo y conectó un gancho que aturdió al 'Rey Gitano' en el octavo.

En el siguiente asalto, un implacable bombardeo de Usyk puso a Fury en serios problemas y el mancuniano, tambaleante y sangrante, recibió un conteo de pie antes de ser salvado por la campana. Fury recuperó el aplomo y con la decisión en juego de cara al asalto final, ambos peleadores estaban encontrando el objetivo.

Ronaldo y Neymar entre el público

Wladimir Klitschko estuvo entre las estrellas que presenciaron el evento junto con los astros del fútbol Cristiano Ronaldo y Neymar, que militan en la Liga saudita y que, al igual que el boxeo, son agradecidos beneficiarios de la generosa inyección de dinero dispuesta por esta monarquía rica en petróleo hacia los deportes.

Fury ha tenido una carrera como una montaña rusa, con momentos bajos que incluyen una suspensión de dos años por consumo de drogas y luchas contra el alcohol, la cocaína y la depresión. Perdió 15 libras desde su última pelea, en la que lento y fuera de forma fue derribado por el exluchador de artes marciales mixtas Francis Ngannou antes de terminar ganándole en decisión dividida en octubre de 2023.

Usyk, por el contrario, ha sido el modelo de coherencia con una carrera que siempre estuvo en ascenso. El púgil de 37 años natural de Simferopol, en Crimea, tiene un récord amateur excepcional, ganando títulos europeos y mundiales y el oro olímpico en Londres-2012.

Después de convertirse en profesional, unificó los cinturones de peso crucero en 15 peleas antes de pasar a la categoría de los pesados, donde le quitó tres cinturones a Anthony Joshua en 2021 y le volvió a ganar en la revancha al año siguiente.

EL PGA Championship se decidirá sin españoles y con Morikawa y Xander Schauffele en lo más alto

EL PGA Championship se decidirá sin españoles y con Morikawa y Xander Schauffele en lo más alto

Actualizado Domingo, 19 mayo 2024 - 04:01

Para la mitología, el término Valhalla se refiere al 'salón de los caídos' un lugar privilegiado para aquellos bravos guerreros que dieron su vida en la batalla. Dejando atrás las fábulas, el Valhalla terrenal, el de los 18 hoyos en Louisville se ha cobrado un buen número de víctimas, que me temo no podrán estar disfrutando a estas alturas de ese salón de placeres. Entre todas las bajas, el tridente del golf español que estaba participando en este PGA Championship.

Han pasado 26 años desde que no hay españoles disputando el fin de semana de un major, concretamente desde el PGA Championship de 1998, cuando José María Olazábal y Nacho Garrido fallaron el corte en Sahalee Country Club.

Primero fue David Puig que con 73 golpes y un +3 en la clasificación se quedo lejos del -1 bajo par, la cifra en la quedó establecida el corte final del torneo el sábado tras los aplazamientos del torneo debidos a distintas circunstancias. Jon Rahm fue la sorpresa más negativa, el de Barrika terminó el viernes una aciaga segunda jornada con 72 golpes (+1), un resultado acumulado de par, que le dejó a un golpe de poder jugar el fin de semana. Se trata del primer corte que Rahm falló desde el campeonato de la PGA de 2019 y el cuarto que yerra en major en toda su carrera de los 31 que lleva disputados. No tuvo opción Rahm, muy errático desde el tee de salida, demasiados errores en un campo tan exigente donde pagó muy caro no jugar desde la calle.

El destino del golf español quedó en manos de Adrián Otaegui, que en el momento de la suspensión de ayer estaba con el par del campo, pero con un putt de birdie de un metro que convirtió a primer hora de la mañana del sábado. Con el par, Otaegui se metía dentro del corte a falta de tres hoyos, sin embargo el bogey en el 17, daba al traste con todas sus opciones, el par en el 18, confirmaba la masacre del golf español.

Sin españoles, el torneo perdió para la lucha final a otros dos de sus grandes atractivos, nada más y nada menos que el número uno Scottie Scheffler (-7) y el número dos del Mundo, Rory McIIroy (-8), ambos muy lejos del -15, resultado que manda en este PGA Championship. El tejano parece que una vez superada la adrenalina de la surrealista jornada de ayer, el tiempo y la tranquilidad le ha hecho perder el foco en el torneo y salvo heroicidad mañana, estará fuera de cualquier ecuación de victoria. Tampoco ha sido de gran ayuda, que en la jornada de hoy Scheffler diera vacaciones a su caddie por un asunto familiar y el golfista tejano haya jugador toda la tercera jornada con el párroco del PGA Tour portando su bolsa. Scheffler es humano.

Con -15, encabezan el PGA Championship, Xander Schauffele (68 golpes) y Collin Morikawa (67), que superan en un golpe a la sorpresa del torneo, Sahit Theegala (-14). Compartiendo la cuarta posición a dos golpes, el trío formado por Viktor Hovland, Shane Lowry y Bryson DeChambeau es sinónimo de espectáculo de cara a este domingo definitivo. De entre todos ellos destacaron los 62 golpes de Lowry, de nuevo otra tarjeta más igualando el resultado más bajo en la historia de los majors ( y van cinco ya) y un registro que también le sirve al irlandés para empatar el récord de Valhalla. De hecho Lowry se quedó muy cerca de embocar su birdie en el 18 que le habría dado la cifra más baja jamás firmada en la historia en una ronda de majors.

Sandra Piñeiro, el Ironman de la remera que luchó contra la anorexia: "Poco a poco, estaba matándome"

Sandra Piñeiro, el Ironman de la remera que luchó contra la anorexia: “Poco a poco, estaba matándome”

«Que nazca algo del caos que sembré», escribió ella misma cuando transitaba por el abismo. Sandra Piñeiro (Boiro, 1996) rememora sus nubes negras con una franqueza que pone los pelos de punta. El lado tenebroso del deporte, el que no se quiere ver pero ahí está. La anorexia adueñándose por completo de una remera de elite, ganadora por dos veces de la Bandera de la Concha con el Club Orio Arraunketa Elkartea. «Poco a poco, estaba matándome, me iba consumiendo», recuerda ahora, ya todo superado, de vuelta a sus 70 kilos (llegó a bajar de 50), al apetito, y con tantos horizontes, retos que le devuelven a la vida. El pasado 21 de abril completó el IRONMAN 70.3 de Valencia y a mediados de julio afrontará el más difícil todavía, la distancia completa (3,8 kilómetros de natación, 180 de ciclismo y un maratón) en Vitoria.

Sandra es pura vitalidad, pero ahí está su historia como lección, como ejemplo y como aviso. Cuando pidió ayuda y escapó de sus propia mente, resurgió la salud, la física y especialmente la mental, y sus ganas de todo. Probó crossfit, hizo carreras de montaña, aprendió a escalar -«cuatromiles, tresmiles, todos los Pirineos me los conozco de pe a pá...»- y ahora le apasiona el triatlón. También se ha empeñado en ayudar a los demás, en visibilizar un tabú que en su caso estuvo a punto de arruinarlo todo. Además de trabajar como entrenadora y readaptadora en San Sebastián, colabora con la Fundación Juntos e Invulnerables, para que los niños no tengan que atravesar por lo que ella pasó.

Sandra relata su historia no tan lejana en EL MUNDO, como muestra de hasta donde puede llevar la mente cuando todo se enturbia. Sus inicios en el remo en Galicia, en el club Cabo de Cruz su Boiro natal, «la primera y única chica», ya con ese «punto obsesivo por el deporte» que lo ponía incluso por delante de los estudios. De ahí a Riveira y pronto «el sueño de venir a remar al País Vasco, que era como jugar la Champions League en fútbol. Ganar la Concha, ganar la Liga... las competiciones más importantes en el mundo de las traineras», aunque ya entonces había brotado algo peligroso dentro de ella.

Piñeiro, en la carrera del IRONMAN 70.3 de Valencia, en abril.

Piñeiro, en la carrera del IRONMAN 70.3 de Valencia, en abril.@ironmanspainMUNDO

«El problema psicológico con la comida venía de más atrás. Yo era una niña que se refugió en el deporte, encontré ahí un punto de paz y de control dentro del descontrol que tenía, de la mala gestión emocional de problemas en casa. Nació una relación tóxica: me gustaba, me hacía feliz, pero había algo que no era sano con él. Eso es lo que más me costó ver», se inculpa, aunque admite que a los 10 años ya la habían subido a una báscula y enciende la crítica hacia esos entrenadores, sobre todo en deportes minoritarios, «que hacen de Dios, sin conocimientos ni capacidades, jugando con la salud de las personas». Cuando dio el gran salto y fue fichada por Orio, donde pudo compatibilizar con sus estudios y prácticas de la carrera de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, la «obsesión fue a más». «En mi cabeza ya no había otra cosa que no fuese entrenamiento y restricción de comida. No comer, cada vez tenía que pesar menos. Menor peso, mayor rendimiento...», detalla.

Y llegó el infierno. «Normalizar cosas que no son normales». Y mejor escucharla despacio.

«Evitaba los eventos sociales, salir a cenar, porque sabía que iba a haber comida. Medía siempre las calorías a los alimentos, todo tenía que ser verde. Pensaba que entrenar más era sinónimo de rendimiento: cuanto más sufres, más te castigas, mejor. Es una rueda en la que te aíslas de tu entorno y cada vez estás más encerrado con esa voz obsesiva de tu cabeza. y encuentras una satisfacción, porque piensas que estás ganando con esa fuerza de voluntad la batalla a tu cabeza. Y te empoderas. Dices, qué fuerte soy, lo que soy capaz de hacer. Estás atentando contra tu salud, pero te cuesta verlo de forma racional».

Sandra  Piñeiro, en San Sebastián.

Sandra Piñeiro, en San Sebastián.Jose Ignacio UnanueAraba

«Si sabía que había pesaje, vomitaba. Pensaba 'me da igual comer hoy, porque vomito y ya está'. Me dolían las manos de vomitar, me hacía heridas. Todavía tengo las cicatrices en los nudillos. Ves que tus compañeras también normalizan esas conductas. Estar dos días sin comer. Crees que tienes el control. Pero en realidad es la voz que tienes en tu cabeza la que te está obligando a hacerlo».

«Tenía miedo a toda la comida, al arroz, la pasta.. Pesaba la fruta y me comía la más pequeña, la que menos azúcar tenía... Nivel muy obsesivo. Lo único que veía comer bien era lechuga y tomate. Unos garbanzos, arroz con pollo... era inconcebible».

Piñeiro, durante la bici del IRONMAN 70.3 de Valencia, en abril.

Piñeiro, durante la bici del IRONMAN 70.3 de Valencia, en abril.@ironmanspainMUNDO

«Hubo episodios duros. Hay uno que fue bastante fastidiado [Resopla]. Ahí ya llevaba sin comer unos días... Vomitaba agua. Estás tan obsesionada que hasta el peso del líquido tienes que expulsarlo. No quieres nada que pese dentro de tu cuerpo. Llegas a vomitar hasta 10 veces en un día. Estaba desnutrida, me levantaba de la cama y me temblaban las piernas. No sé ni cómo llegaba a entrenar, iba como un esqueleto, un muerto andante».

Sandra, que en 2019 se hizo viral en un episodio en plena competición que recuerda con mucho cariño -se le rompió el remo y, tras el pánico, siguió balanceándose con sus compañeras para mantener el ritmo hasta acabar ganando aquella regata-, tocó fondo. «Te planteas el querer morir. Es un sufrimiento y un dolor tan grande que no quieres estar», admite. Pero fue capaz de ir en busca de auxilio, en la Asociación de Anorexia y Bulimia de Gipuzkoa. Conoció a su psicóloga y «empezó el proceso con mi entrenador, mi médico y mi nutricionista, un trabajo sinérgico». Y hasta escribió un libro, 'Remando en la oscuridad', con las anotaciones que tenía en su diario del tiempo de recuperación. Una herramienta que su psicóloga le aconsejó que, si lo daba a conocer, podría ayudar a mucha gente, porque «es una enfermedad tabú, de la que cuesta hablar y pedir ayuda. Hay miedo a sentirte juzgado».

«Todo eso ocurrió en mi último año de remo, en 2021. Tuve que parar unos meses, había bajado tanto la masa muscular que tenía riesgo de fallo cardíaco», se sincera. Se retiró y aprendió a hacer «todo lo que siempre me ha apetecido, desde una forma saludable y de ocio». Completar un Ironman, con el lema de su Fundación en el pecho, es también una forma de darle visibilidad a la importancia de la salud mental. Porque Sandra aún sigue teniendo sus «días malos», pero ahora ya posee las «herramientas» para no volver a eso que ella llama «mundo requeteoscuro».

Todo lo que hay en juego en las últimas dos jornadas de Liga: la Europa League, el descenso y 380 millones de euros

Todo lo que hay en juego en las últimas dos jornadas de Liga: la Europa League, el descenso y 380 millones de euros

Podría parecer que en estas dos jornadas finales de Liga no hay nada en juego más allá de la última plaza para la Europa League y el tercer billete hacia Segunda División, pero muchos equipos se disputarán en los próximos 180 minutos algo clave para su futuro: dinero. Mucho dinero. Casi 400 millones de euros.

Vayamos por partes. A nivel competitivo, tenemos claro que el Real Madrid, como campeón, el Barcelona, el Girona y el Atlético participarán en la próxima Liga de Campeones, que el Athletic disputará la Europa League acompañado de Real Sociedad o Betis, que uno de estos dos últimos o el Villarreal irá a la Conference League y que Las Palmas, Rayo, Celta, Mallorca o Cádiz se unirán a Granada y Almería en LaLiga Hypermotion 2024-2025.

«Bueno, pero ese equipo no se juega nada», habrán escuchado estos días en las conversaciones sobre la lucha por el descenso o Europa. Mentira. Cada temporada, cada club recibe un porcentaje de los derechos audiovisuales de la competición según su posición en la tabla. Cuanto más arriba en la clasificación, más dinero. Por eso hasta el último segundo del último partido habrá algo en juego. Entonces, ¿todos los equipos se juegan algo? Bueno, hay uno que no.

El Madrid es el único equipo que tiene asegurado su puesto al final de la temporada. Nadie le puede coger y se llevará el 17% del 25% del total de los derechos audiovisuales. Hagamos las cuentas. La Liga aún no ha comunicado la cifra, pero el total de ingresos por televisión será relativamente similar a los 1.525 millones de euros de la 2022-2023. Cogiendo esta cantidad como referencia, la ley establece que un 25% se reparte según resultados deportivos, haciendo una media de las últimas cinco temporadas pero siempre con la última como factor diferencial. Ese 25% sería, aproximadamente, 381 millones de euros. Incluso un poco más cuando sea oficial. Rozando los 400.

Dinero por Europa

De esos 381, el primer clasificado se lleva el 17%: 64 millones que serán para la entidad de Florentino Pérez. El segundo, el 15%: 57. Una cifra necesaria para la maltrecha economía del Barcelona, obligado a sumar en estos dos duelos para confirmar su puesto. El tercero, el 13%: 49. El cuarto, el 11%: 41. El quinto, el 9%: 34. El sexto, el 7%: 26. El séptimo, el 5%: 19. El octavo, el 3,5%: 13. Y la cifra de millones sigue bajando según la posición: 11, 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3... Hasta llegar a los descendidos, que se llevarán dos, uno y 0,9 millones.

En general, hablamos de un baile de entre seis y ocho millones por puesto en la zona alta de la Liga y de un millón en la zona baja, por lo que cada punto cuenta en estas dos jornadas. Barça (79 puntos) y Girona (75) se disputan la segunda posición, que además da derecho a jugar la próxima Supercopa de España en Arabia Saudí, mientras que el Atlético (73) todavía puede alcanzar el tercer puesto. El Athletic (62) está acomodado en la quinta plaza, pero si pincha en los dos encuentros podría perder el puesto con la Real (57). Los de Imanol tienen un duelo clave este fin de semana ante el Betis (séptimo con 56) en el Villamarín. Ahí se jugarán la Europa League.

Por detrás, el Villarreal (51) espera una victoria txuri-urdin para tratar de dar caza a los béticos en la pelea por la Conference o asegurar el 8º puesto, que da 13 millones. El Valencia (48), descartado de la lucha europea, podría ascender una plaza o bajar hasta el décimo si pierde los dos y el Getafe gana ambos. Alavés, Sevilla (41) y Osasuna (41) se disputan los nueve millones de la undécima posición.

Más abajo, el gran drama del descenso. Las Palmas (38), Rayo (38), Celta (37) y Mallorca (36) quieren sentenciar del todo a un Cádiz (32) que se niega a morir después de su victoria en el Sánchez Pizjuán. Estos equipos se juegan los seis millones del 14º puesto, al que todos podrían llegar, pero nadie quiere caer al infierno, eso es lo más importante. El Cádiz-Las Palmas de esta tarde será clave, pieza central de esta jornada con horario unificado, todos a las siete de la tarde.

Una victoria canaria o un empate sentencia a los andaluces. No hay más cuentas. Pero un triunfo local pondría todo patas arriba y obligaría a Rayo, Celta y Mallorca a puntuar ante Barça, Granada y Almería, sus duelos de hoy. Los dos andaluces son los últimos de la clasificación separados por cuatro puntos, por lo que pelean por evitar el farolillo rojo y por rascar algunos miles de euros más en su regreso a Segunda División.

En caso de empate a puntos, el Mallorca es quien mejor lo tiene. Gana el average a Rayo, Celta y Las Palmas y lo tiene empatado con el Cádiz. El Celta le gana a Las Palmas y Las Palmas al Rayo, pero está todo condicionado a lo que suceda en unas horas en el Mirandilla.

El FC Barcelona conquista la Copa de la Reina por décima vez en su historia ante una Real Sociedad incapaz de plantar cara

El FC Barcelona conquista la Copa de la Reina por décima vez en su historia ante una Real Sociedad incapaz de plantar cara

No hubo sorpresa. El FC Barcelona femenino continúa con su imponente dominio en los campeonatos nacionales y se corona por décima vez como campeón de la Copa de la Reina. En esta ocasión, ha sido la Real Sociedad quien ha osado con acabar con su tiranía, pero las donostiarras no han sido capaces de evitar una más de las habituales goleadas que las azulgrana van cosechando por los campos del fútbol español.

En una Romareda prácticamente a rebosar (más de 27.000 espectadores), cuyo ambiente recordaba a las míticas noches en las que el Real Zaragoza dominaba Europa, las jugadoras de Jonatan Giráldez han demostrado su dominio desde el inicio, haciendo un daño terrible a la zaga del conjunto vasco por izquierda. Batlle era un puñal y en una internada, tras un rechace, lograba el primero. La colegiada del partido, Gil Soriano, necesitó dos minutos para que el VAR le confirmase la posición correcta de la lateral izquierdo, pero, finalmente, concedió el tanto.

Apenas era el minuto cinco y el huracán blaugrana solo acababa de comenzar. Bonmatí tomó el mando y el Barça inició un asedio contra la portería txuriurdin que no cesaría hasta el final del partido. Paralluelo y la 'pichichi' Hansen, por partida doble, acabaron rápidamente con las aspiraciones de la Real Sociedad, que en ningún momento fue rival, y colocaron el 4-0 en el electrónico antes del minuto 25.

Olía a humillación histórica, pero no es un resultado que pueda considerarse como tal. Las azulgrana han convertido las goleadas en algo tan habitual que roza el hastío, y este encuentro, más que como histórico, puede considerarse como un ejemplo más del grave problema de competitividad que existe en el fútbol femenino español.

La vuelta de la Reina Letizia

La Reina Letizia, quien en su vuelta a una final de la Copa de la Reina tras cinco años de ausencia tuvo que soportar los pitos de ambas aficiones al himno de España, observaba perpleja el festín 'culer', que continuó con otra internada de Batlle para el quinto.

A partir de ahí, un entrenamiento. Las azulgrana, con la cabeza puesta en la final de la Champions que disputarán el próximo domingo frente al Olympique de Lyon en San Mamés, soltaron el pie del acelerador y se dispusieron a controlar un partido que no tenía más historia.

Pero la insultante falta de nivel impedía que finalizase el chorreo de goles. En los primeros quince minutos de la segunda parte, el conjunto catalán ya había logrado sobrepasar hasta en tres ocasiones la portería defendida por Lete. Claudia Pina y Mariona Caldentey, con un doblete, permitían que continuase el festival azulgrana. Dos tantos con los que la número 9 del FC Barcelona se coronaba como máxima goleadora del campeonato.

Ese fue el último arreón 'culer'. A partir del 60', lo que sucedía en el terreno de juego pasó a un segundo plano y el idilio entre aficiones dominó La Romareda. Mientras, la Real Sociedad no lograba el tanto del honor y las azulgrana se preparaban para recibir el título. Uno más para este equipo de leyenda que en apenas una semana tendrá ante el Lyon la posibilidad de lograr el triplete.

Las aficiones del Barça y de la Real Socedad pitan el himno español antes de la final de la Copa de la Reina

Las aficiones del Barça y de la Real Socedad pitan el himno español antes de la final de la Copa de la Reina

Actualizado Sábado, 18 mayo 2024 - 20:59

Las aficiones del Barcelona y la Real Sociedad realizaron una sonora pitada al himno nacional antes de la final de la Copa de la Reina de fútbol, que se ha disputado con una contundente victoria azulgrana por 8-0 en el estadio La Romareda de Zaragoza.

Cuando por la megafonía se emitieron los compases del himno español, tanto los aficionados del conjunto barcelonés como los del donostiarra silbaron hasta el punto de que prácticamente fue inaudible.

El partido ha estado presidido por la Reina Letizia

Ganna impone su ley en la pelea contra el crono y Pogacar extiende su dominio

Ganna impone su ley en la pelea contra el crono y Pogacar extiende su dominio

La locomotora de Verbania encandila a los tifosi en las lujosas orillas de Lago Garda. Filippo Ganna, el mejor contrarrelojista italiano de la última década, venció en el postrero test cronometrado de este Giro que enfila su semana definitiva. El elegante rodador del Ineos se anotó su primera victoria en esta Corsa Rosa, comandada con indiscutible autoridad por Tadej Pogacar. El ídolo local superó en 29 segundos al insaciable esloveno.

Fiesta italiana en el lujoso destino turístico que recoge las aguas de las montañas y valles de la antesala de los Alpes. Mansiones majestuosas sólo para los más afortunados. Allí donde Ganna se sintió poderoso.

La cita entre Castiglione delle Stiviera y Desenzano del Garda, con un recorrido de 31 kilómetros, supuso un excelente ejercicio para el lucimiento de especialistas en las contrarrelojes y para rodadores puros. Un perfil carente de dificultades montañosas, que atravesó zonas urbanas con suaves pendientes descendentes. Los últimos kilómetros apenas presentaron curvas, con la meta situada en una recta de 200 metros. Un escenario ideal para que Filippo Ganna exhibiera esa potencia que le caracteriza. El italiano afrontó la prueba perfectamente acoplado a su máquina, limando tiempo en cada curva. Un test de clase, elegancia y aerodinámica rubricado con un tiempo de 35.02.

Sólo Pogacar pudo acercarse al registro de espigado italiano. El esloveno arrancó pletórico para luego mostrar un rendimiento descendente. En el primer tramo cronometrado aventajaba al Ganna en cuatro segundos, en el segundo ya perdía 10 segundos y en el definitivo se distanció hasta los 29. Pogacar se quedó sin victoria pero incrementó la ventaja sobre sus inmediatos seguidores.

En tierras de Lombardía, Pogacar se distanció de unos enemigos resignados a pelear por las migajas. Superó a Geraint Thomas en 45 segundos y a Daniel Martínez en más de un minuto. Si antes del comienzo de la contrarreloj aventajaba a Daniel Martínez en 2.40 minutos y a Thomas en 2.56, ahora la renta respecto al colombiano se queda en 3.56 y con el galés en 3.41.

Primera etapa para Ganna en este Giro y la sexta en sus cuatro participaciones en la Corsa Rosa, las anteriores fueron en las ediciones de 2020 (cuatro) y 2023 (una). Primera vez que sube a los más alto del podio en este curso. En la crono de la la Tirreno-Adriático quedó segundo, superado por Juan Ayuso.

Una jornada muy rentable para Ganna, pero también para el doble ganador del Tour de Francia, que este domingo puede volver a aumentar su distancia, con una etapa de 222 kilómetros de alta montaña, con cuatro puertos, entre ellos el mítico Mortirolo (por la vertiente más suave) y con final en el alto de Livigno.

Verstappen iguala a Senna en Imola y Alonso cae al pozo

Actualizado Sábado, 18 mayo 2024 - 17:30

Qué mejor tributo a Ayrton Senna que igualar uno de sus récords. Tras un fin de semana más bien insulso en Imola, Max Verstappen estableció su octava pole consecutiva (1:14.746) -39ª en el total- como ya hizo el ídolo paulista entre 1988 y 1989. Mientras Sergio Pérez caía de mala manera en la Q2, el líder de Red Bull voló al volante el RB20, dejando con un palmo de narices a los tifosi, que ni siquiera vieron a Ferrari por delante de McLaren. Oscar Piastri, a 74 milésimas de la cabeza, y Lando Norris, a 91, frustraron a Charles Leclerc y Carlos Sainz, cuarto y quinto respectivamente.

"Es muy especial, porque conmemoramos aquí el 30º aniversario de su muerte. Un bonito homenaje", comentó Verstappen nada más quitarse el casco. Su valentía a la hora afrontar las dos primeras variantes (Tamburello y Villeneuve) marcó la diferencia en Imola (236,4 km/h de media) para desdicha de miles de ferraristas. Los fanáticos seguirán añorando aquel trienio maravilloso (2002-2004) comandado por Michael Schumacher y Leclerc aún deberá aguardar otro fin de semana para empatar las 24 poles de Niki Lauda.

Aunque ninguna desgracia pudo equipararse a la de Fernando Alonso, que partirá desde la última línea de la parrilla (o desde el pit-lane) víctima de su nefasto sábado. El feo accidente de la mañana había obligado a Aston Martin a cambiar íntegramente la unidad de potencia del asturiano. Aún con la lógica angustia pudieron recuperar a tiempo el coche, pero un error del bicampeón a la salida de Tamburello terminó por condenar sus ya menguadas aspiraciones. Con 1:16.917 sólo quedó por delante de Logan Sargeant, que ni siquiera pudo marcar un tiempo válido.

Hulkenberg y Tsunoda

A 28ºC, la temperatura más alta del fin de semana, el neumático medio ofrecía un rendimiento casi equiparable al blando, por lo que Ferrari y George Russell se permitieron la licencia de iniciar con él la Q1. No sólo eso, sino que Leclerc, con esa goma ya usada, acabó a sólo 61 milésimas de Verstappen (1:15.762).

Nico Hulkenberg (1:15.841), debutante sobre este asfalto a los 36 años, y Yuki Tsunoda (1:15.894) llevaron la euforia a Haas y Visa Cash RB, colándose en el top-5. Para entender la igualdad reinante, reseñar que los ocho primeros rodaron en un margen de 25 centésimas. Pierre Gasly, al volante del recuperadísimo Alpine, clavó el tiempo de Sainz, también con los medios en su Ferrari.

El asunto volvería a ponerse bravo en la Q2, con Verstappen demostrando que los errores del viernes no habían afectado a su moral (1:15.176). En su pelea con Leclerc volvió a entrometerse el volador Tsunoda (1:15.358), a tres centésimas del monegasco, mientras Sainz bastante hacía con mantener el sexto puesto ante los McLaren.

Aún más doloroso resultó el desenlace para Pérez, medio segundo más lento que Mad Max y expulsado de la fiesta por Daniel Ricciardo. Apenas una centésima, sí, pero por primera vez desde el GP de Singapur 2022, la filial de Red Bull metía sus dos coches en la Q3. "Qué desastre", admitió por radio el mexicano.