Djokovic se divierte en Madrid mientras huye de la retirada: "Echaba de menos al público español"

Djokovic se divierte en Madrid mientras huye de la retirada: “Echaba de menos al público español”

Aún se divierte Novak Djokovic con una raqueta de tenis. Antes de su debut mañana en el Mutua Madrid Open, se entrena en las pistas exteriores de la Caja Mágica junto al francés Arthur Fils, a quien saca 17 años, y lo vive como un novato. Cuando el joven conecta un buen saque, le felicita; celebra un derecha potente; blasfema después de una dejada horrorosa. Tiene reservada la pista para una hora y media y la utiliza durante una hora y media, ni un minuto menos. «¡Djokovic, Djokovic, Novak, Novak!», le grita un grupo de niños al marcharse, aunque apenas se oye porque al lado juega Tomás Etcheverry ante Hamad Medjedovic -que le hizo un saque por abajo- y los seguidores argentinos no son precisamente silenciosos.

Con 24 Grand Slam en su haber y un oro olímpico, su tesoro más preciado, Djokovic podría estar en cualquier lugar del mundo, haciendo cualquier otra cosa, pero quiere seguir jugando al tenis. ¿Por qué? Porque aún se divierte. «Sigo sintiendo ganas de jugar, la pasión por competir siempre está ahí. Si no tuviera motivación para estar en los torneos, no estaría, habría dejado la raqueta», comentó el pasado lunes después de su llegada a Madrid, aún alejado de los focos.

Todos los ojos sobre él

Hasta que este jueves Carlos Alcaraz anunció su retirada del torneo, Djokovic podía trabajar con tranquilidad. Era leyenda, pero el protagonismo se repartía. Ahora eso ha cambiado. Sin Alcaraz ni Sinner, el Masters 1000 madrileño necesita que el serbio avance rondas para dibujar una fase final atractiva para el público esporádico. Alexander Zverev es el favorito, más después de su victoria reciente en el ATP 500 de Múnich, pero Djokovic es de largo el tenista más famoso. Y el precedente del Masters 1000 de Montecarlo espanta. Allí cayó ante el chileno Alejandro Tabilo en dos sets; si ocurre lo mismo en las gradas y los palcos de la pista central pueden empezar a verse vacíos. Cualquier análisis previo sobre él puede decantarse para un lado o el otro.

A favor del serbio hay que recordar su palmarés, por supuesto, pero también que el año pasado ganó los Juegos Olímpicos de París sobre tierra batida, que en enero ganó a Alcaraz en los cuartos del Open de Australia -luego se retiró en semifinales- o que en marzo fue finalista del Masters 1000 de Miami. En su contra, que este curso ha perdido hasta tres veces en su debut en un torneo -Doha, Indian Wells y Montecarlo- o que en los últimos cinco años sólo ha disputado una edición en Madrid, en 2022.

THOMAS COEXAFP

«Este año no estoy teniendo buenos resultados, pero el nivel que busco puede llegar en Roland Garros», reconoció sin esconder que su mirada siempre está puesta en los Grand Slam. Otro título ATP sería su título número 100, bonito número, pero la gracia sería celebrar su grande número 25 y así demostrar que también puede derrotar a la nueva generación. Dejar una ristra de partidos antológicos ante Sinner o Alcaraz después de hacerlo ante Federer y Nadal. De hecho, el propio Djokovic nombró su debut en Madrid, en 2009, cuando cayó en semifinales ante Nadal en un encuentro precioso que acabó en el tie-break del tercer set.

El regreso de Murray

«España es un país al que quiero mucho. He jugado grandes partidos aquí contra Nadal y Alcaraz. He estado poco en los últimos años, pero echaba de menos al público español: conoce muy bien y respeta mucho el tenis», halagó ya en compañía de Andy Murray después de estar separados en Montecarlo. Como parte del acuerdo entre ambos campeones, el escocés no viaja a todos los torneos, sólo a los preacordados a principios de temporada, y aquel no tocaba. En el Principiado Djokovic estuvo acompañado de su hermano pequeño Marko, ex jugador, con el puesto 571 del ranking ATP como cima, que apenas se atrevió a hablar desde el palco. Esta semana está más arropado.

THOMAS COEXAFP

«Andy también tiene que jugar al golf de vez en cuando», bromeó el ganador de 24 Grand Slam, poco antes de acudir a la gala de los Premios Laureus en Cibeles. Cinco veces Laureus World Sportsman of the Year, esta vez no estaba nominado, pero no quiso perderse el homenaje a Nadal y aprovechó para defender a Alcaraz de las críticas: «No las entiendo. Sé que la expectación aquí es enorme después de Nadal, Moyá, Ferrero... todos han sido números uno del mundo. Pero Carlos tiene 21 años, ha ganado cuatro Grand Slam y muchos torneos. ¿Qué más queréis? Queréis más, pero lo que ha hecho en este periodo es increíble».

Pablo Ibáñez, el corredor que perdió una carrera de 185 km en el sprint final y acabó en el hospital: "Me dolía el contacto con la cama"

Pablo Ibáñez, el corredor que perdió una carrera de 185 km en el sprint final y acabó en el hospital: “Me dolía el contacto con la cama”

La escena da mucha pena. Pablo Ibáñez se acerca dando tumbos a la meta de la Camí de Cavalls, una carrera de 185 kilómetros que da la vuelta a toda Menorca. Ha liderado la prueba durante horas, ha contado con más de 45 minutos de ventaja y apenas le quedan 100 metros para llegar al arco de la Plaça des Pins de Ciutadella. Pero está exhausto. Le cuesta avanzar, incluso mantenerse en pie, y si sigue corriendo es porque ya queda muy poco. Las cámaras de la retransmisión le enfocan y, de repente, alguien aparece atrás. Ahí viene, a toda velocidad, su rival, el francés Antoine Guillon que se acerca, se acerca y se acerca.

«Le está pasando, le está pasando», grita la narradora y, en efecto, Guillon le adelanta y le arrebata la victoria. Ibáñez se para y se rompe. A moco tendido y ya caminando acaba la carrera en segunda posición con un tiempo de 19 horas y 19 minutos. Durante mucho rato seguirá llorando, primero abrazado al propio Guillon, después tendido sobre el asfalto y al final en brazos de su madre, que le esperaba para celebrar. La escena da mucha pena.

Y pese a ello, el próximo viernes 2 de mayo, sólo un año después del drama, Ibáñez volverá a Menorca para rodear nuevamente la isla y tratar, esta vez sí, de proclamarse ganador de la XIII Trail Menorca Camí de Cavalls ConectaBalear.

¿Por qué?
Casi desde el primer momento tuve claro que quería volver para acabar de otra manera. No sé si ganaré, pero tengo que acabar mejor. Al día siguiente de la prueba ya le dije a mi madre que volvería, en el mismo hospital.

Porque sí, Ibáñez acabó en el hospital. En este tipo de pruebas, la deshidratación a veces obliga a una visita a urgencias que se suele resolver con suero, pero esta vez fue distinto. El corredor vasco de 33 años sufrió una rabdomiólisis severa, una dolencia que en el argot médico se suele acompañar de otro apellido más claro: rabdomiólisis dolorosa.

«Durante la carrera se me cerró el estómago y en las últimas seis horas no pude ni comer ni beber. A la meta llegué en un punto de vacío absoluto, desorientado, mareado, y en el hospital me diagnosticaron rabdomiólisis. Según me explicaron, mi cuerpo empezó a comerse mis músculos y esas células musculares acabaron en mi sangre. El dolor al tacto era increíble, me dolía el contacto con la cama. Y mi orina se volvió negra. Me tuvieron que dar morfina», recuerda Ibáñez, que luego estuvo pagando las consecuencias durante semanas.

«Al mes siguiente, estaba en Madrid por un viaje de trabajo, tenía un poco de tiempo libre, intenté volver a salir a correr y me asusté porque no sabía. Me había olvidado. Me acercaba a un bordillo y no levantaba la pierna. Lo consulté con un médico y me confirmó que la enfermedad provoca ciertos problemas neuronales. Me dio mucho miedo. Tardé tiempo en volver a correr con normalidad», narra.

Buena relación con su verdugo

De Bilbao, era un aficionado al ciclismo más hasta que empecé a leer el blog del corredor Anton Krupicka, tantas veces rival de Kilian Jornet, y le picó la curiosidad por el trail. Durante años compaginó ambos deportes, hasta que hace apenas tres años, cuarto en la Canfranc-Canfranc, se centró en correr y saltó a la ultradistancia. La cruel Menorca Camí de Cavalls del año pasado era, de hecho, su estreno en una prueba de 100 millas. Y estuvo muy, muy cerca de ganar.

«Me faltó experiencia, pero también información. Todo el mundo pensaba que tenía mucha ventaja y no me daban información de qué pasaba detrás para no preocuparme. Me relajé y cuando quise volver a arrancar ya estaba muerto. Entrando a Ciutadella, un cámara me dijo: 'Está en la rotonda'. Y yo justo había pasado por allí. Si me hubieran ido diciendo, lo podría haber gestionado de otra manera», cuenta Ibáñez que ha entablado relación con su verdugo.

En los días posteriores a la prueba del año pasado, Guillon le preguntó por su estado de salud por Instagram y desde entonces hablan de vez en cuando. «Es un tío curioso porque sólo sigue a 10 personas. No sigue a Kilian y me sigue a mí», finaliza.

El tirón de los hermanos Márquez vuelve a llevar a los aficionados en masa a Jerez

El tirón de los hermanos Márquez vuelve a llevar a los aficionados en masa a Jerez

Actualizado Jueves, 24 abril 2025 - 20:22

El circuito Ángel Nieto de Jerez es un enclave cargado de mística para los aficionados españoles al Mundial. Tanto que, a veces, en un afán de magnificar el evento, se producen errores de cálculo como el que ocurrió sin ir más lejos el año pasado. Entonces, los responsables de comunicación de MotoGP señalaron en primera instancia que a lo largo de los tres días de competición llegaron a pasar por el recinto un total de 296.741 espectadores, cuando la realidad, una vez reformulados sus cálculos, fue que se habían pasado de largo. Y con mucho. La realidad era que habían contado 115.542 espectadores de más. Pero, incluso así, el número total de 181.289 aficionados que se dieron cita para seguir el evento, según se recalcó desde MotoGP, suponía la mayor cifra en una década.

Lo que parece claro es que este año, si no se bate el récord, por lo menos, se van a seguir subiendo peldaños. Y muy seriamente. Por lo pronto, la venta de entradas, a pocos días del arranque del evento, era un 30% superior a la registrada en 2024. Las entradas de tribuna se agotaron a inicios de este 2025 y las localidades que aún estarían en venta corresponderían a la zona de la pelouse.

Este año, el circuito celebra su 40º aniversario y, desde luego, aspira a hacerlo a lo grande. El curso pasado, la carrera se plantó en Jerez con Jorge Martín al frente de la tabla, con 80 puntos, y Enea Bastianini como segundo clasificado, a 21 de distancia. En la presente temporada, mientras, lo hace con los hermanos Márquez en las dos primeras plazas, con un Marc intratable en cabeza y 123 puntos en el bolsillo, y su hermano Álex en la segunda posición, con 106. En lo que llevamos de curso, el ocho veces campeón del mundo ha demostrado que sólo los errores propios podrán apartarle de un nuevo entorchado.

Último triunfo en 2019

A los seguidores españoles, seguro, les encantaría que estuviera también en liza y en plena forma un Jorge Martín al que su tan esperado campeonato del mundo no le está atrayendo la mejor de las suertes. Justo cuando la temporada estaba a punto de arrancar, sufrió un par de caídas que no le permitieron volver a competir hasta hace un par de semanas, en Qatar. Y allí sufrió un nuevo percance tras el que acabó con 11 costillas rotas y un neumotórax, y que le obligó a permanecer hospitalizado en Doha. El año pasado, no pudo acabar la carrera tras dar también con sus huesos en el asfalto. Marc Márquez, mientras, logró subirse al segundo escalón del podio tras pelear a brazo partido con Pecco Bagnaia.

Ganar en Jerez, algo que visto lo visto hasta el momento parece mucho más que probable, significaría para el mayor de los Márquez reencontrarse con un triunfo que logró por última vez en 2019, una temporada en la que, precisamente, logró hacerse con su sexto título de campeón en la máxima categoría. El circuito presentará varias diferencias y no solo con respecto a aquel entonces. También, con respecto al aspecto que tuvo el año pasado. El trazado cuenta en la actualidad con nuevas escapatorias en cuatro de sus curvas (2, 6, 10, 13), diseñadas a su vez para dar más seguridad a los pilotos en caso de caída.

Imanol dejará de ser entrenador de la Real Sociedad en junio

Imanol dejará de ser entrenador de la Real Sociedad en junio

Actualizado Jueves, 24 abril 2025 - 14:23

El entrenador de la Real Sociedad, Imanol Alguacil, no continuará en el club la próxima temporada, ha informado la entidad txuri urdin club en un comunicado.

A pesar de que tenía una oferta de renovación de su contrato, que finaliza este 30 de junio, el técnico guipuzcoano ha comunicado al club su decisión de no seguir al frente del primer equipo la próxima campaña.

Alguacil cierra así un exitoso ciclo de seis temporadas y media en el banquillo de la Real Sociedad, a la que llevó a lograr el título de la Copa del Rey de 2020, el primer trofeo del club en este siglo (aparte de la Liga de Segunda División), además de clasificar al club para competiciones europeas cinco temporadas consecutivas.

El entrenador guipuzcoano ha comentado en varias ocasiones que la Real le había ofrecido renovar, pero que prefería esperar para comprobar la evolución del equipo, por lo que emplazó a finales de abril o principios de mayo para comunicar su decisión.

Finalmente, no ha agotado ese plazo y el club ha anunciado hoy su marcha, que obligará a la Real Sociedad a abrir un nuevo ciclo, ya que tampoco estará el otro gran pilar del proyecto, el director deportivo, Roberto Olabe.

Alguacil militó siete temporadas como jugador en la Real Sociedad, entre 1991 y 1998 y dos en el Villarreal, tras lo que pasó por clubes como el Real Jaén, la Cartagonova y el Burgos, donde se retiró en 2003.

Su carrera como entrenador comenzó en el club de su localidad, el Orioko, para integrarse posteriormente en la estructura de Zubieta, donde dirigió al filial durante cuatro temporadas. Su primera oportunidad en el primer equipo llegó tras la destitución de Eusebio Sacristán, en marzo de 2018, cuando se hizo cargo de la primera plantilla de manera provisional.

La siguiente temporada la comenzó como técnico del filial, hasta que la Real destituyó a Asier Garitano, en diciembre de ese mismo año, y volvió a confiar en Alguacil, que desde entonces ha ocupado el banquillo txuri urdin. Una Copa del Rey, dos veces semifinalista de este torneo y cinco participaciones consecutivas en competiciones europeas, una de ellas en la Liga de Campeones, constituyen el balance del entrenador que ha dirigido más partidos consecutivos a la Real, 325, justo uno más que otra leyenda blanquiazul, Alberto Ormaetxea.

Carlos Alcaraz no jugará el Mutua Madrid Open por lesión

Carlos Alcaraz no jugará el Mutua Madrid Open por lesión

Carlos Alcaraz no jugará el Mutua Madrid Open que empezó este miércoles por culpa de la lesión en el aductor derecho que sufrió en la final del Trofeo Conde de Godó, según ha podido confirmar EL MUNDO. Después de días de incertidumbre, el actual número tres del mundo lo anunciará este jueves a las 12.30 horas en una rueda de prensa que tendrá lugar en las instalaciones del torneo. El pasado lunes, Alcaraz se sometió a unas pruebas diagnósticas que confirmaron un pequeño desgarro que exige tratamiento y descanso.

La renuncia a jugar el Masters 1000 madrileño es un duro golpe para el tenista, que se proclamó campeón del torneo en dos ocasiones (2022 y 2023) y todavía guarda la decepción por su eliminación el año pasado en cuartos de final. El problema físico que arrastra, además, pone en duda su participación en el Masters 1000 de Roma que empieza el día 7 de mayo y obliga a reajustar su preparación previa a Roland Garros, que dará inicio justo en un mes.

"Me hice unas pruebas el lunes y estoy a la espera. Pensaba a principios de semana que iba a estar mejor, pero la verdad es que estamos un poco fastidiados físicamente y mañana decidiremos. La participación está en duda, porque también hay que escuchar el cuerpo. Mañana hablamos con el equipo médico. Madrid es de los sitios más especiales en los que juego y voy a hacer todo lo posible para poder estar", explicó Alcaraz este miércoles en el programa 'El Hormiguero', última de las muchas obligaciones que tenía esta semana en la capital de España.

Desde que llegó de Barcelona a primera hora del lunes, el campeón de Grand Slam asistió a la gala de los Premios Laureus en Cibeles, a la presentación del propio torneo en la Caja Mágica, a un evento de 'El Pozo en Callao, al estreno de su documental en Netflix en la Torre Picasso y finalmente, este miércoles, al programa de televisión. En medio de esa vorágine no se entrenó y estuvo en contacto con su equipo para valorar las sensaciones.

La última vez que Alcaraz tuvo que parar de jugar fue precisamente hace un año, también en la gira de tierra batida, cuando renunció a disputar el Masters 1000 de Montecarlo, el Trofeo Conde de Godó y el Masters 1000 de Roma por unos problemas en el antebrazo derecho. Entonces, hizo un sobreesfuerzo para estar precisamente en Madrid y luego encadenó sus triunfos en Roland Garros y Wimbledon y la medalla de plata de los Juegos Olímpicos de París.

Güler y Endrick, cara y cruz para Ancelotti: "No puede hacer esas cosas, tiene que aprender"

Güler y Endrick, cara y cruz para Ancelotti: “No puede hacer esas cosas, tiene que aprender”

Arda Güler fue la cara y Endrick la cruz en la salida nocturna del Real Madrid a Getafe. El turco mantuvo a los blancos a cuatro puntos del Barça en la pelea por la Liga con su gol y su brillantez con balón en la creación, mientras que el brasileño falló dos ocasiones claras y recibió la reprimenda de Carlo Ancelotti en el césped y en la sala de prensa.

Al técnico italiano le ha costado mucho dar oportunidades a los jóvenes durante esta temporada. La exigencia del calendario y las derrotas puntuales en Liga y Champions le obligaron a llevaron a insistir con sus estrellas en las alineaciones, dejando poco espacio para las rotaciones. Así lo sufrieron los dos talentos, los últimos en el fondo de armario de Ancelotti.

Arda, que venía de hacer una gran Eurocopa con Turquía, es el 16º futbolista más utilizado por el entrenador transalpino con 1.323 minutos, sumada ya la hora de juego de Getafe. Endrick, por su parte, apenas acumula 700 tras los 60 minutos de ayer por la noche. Sólo Alaba, recuperado de su lesión en Navidad, Vallejo, que no cuenta, y los canteranos que han participado de forma circunstancial y los lesionados de larga duración (Militao y Carvajal) suman menos minutos que ellos.

A pesar de todo, el brasileño ha logrado siete goles, siendo el sexto máximo anotador del equipo, y el turco cuatro, los mismos que Modric. No han tenido minutos, pero sí los han aprovechado cuando han visto la oportunidad.

En Getafe, Güler fue el mejor del Madrid en plena lucha por la Liga. Acostumbrado a jugar en el extremo derecho, retrasó su posición y se convirtió en el timón del equipo, que giró a su alrededor. A sus 20 años, podría estar camino de un cambio de posición, situación similar a la que vivieron antes Kroos o Modric. Así lo ve Ancelotti.

"Al jugar en 4-3-3 puede situarse como interior, pero en el 4-4-2 no puede estar en el doble pivote. El 4-3-3 no siempre lo hemos utilizado, pero esta noche lo ha hecho muy bien ahí. Le falta un poco de contundencia en los duelos, pero tiene mucha calidad. Creo que su futuro va a ser más ahí que más adelante", reflexionó el italiano, que cree que "en el futuro lo podemos ver ahí en un 4-3-3". "Tiene calidad en la construcción, ideas y mucha tranquilidad", finalizó.

En el campo, uno de los futbolistas que más desesperó a Ancelotti fue Endrick, el más joven del vestuario. A sus 18 años, el técnico ha cuidado sus minutos, a pesar del importante montante de su traspaso, y con Mbappé como fijo en la punta del ataque al brasileño le ha costado entrar en la rotación y cuando lo ha hecho no ha convencido al técnico. Tampoco en Getafe, donde le dio una titularidad clave en la Liga y donde terminó sustituyéndole a la hora de juego tras una acción que le enfadó.

En el minuto 56, Endrick se plantó ante Soria e intentó una vaselina que apenas se levantó del suelo. Una ocasión clarísima que podría haber sido el 0-2 definitivo para el Madrid, sentenciando el duelo para mirar ya a la final de Copa. Cuando Ancelotti vio la definición de Endrick, levantó sus brazos enfadado y se giró hacia su hijo Davide señalando a Bellingham, que calentaba en la banda. Quería sacar del campo al brasileño de inmediato y así lo hizo.

Más tarde, en sala de prensa, le lanzó un mensaje directo. "Endrick ha tenido dos oportunidades. En la de la primera parte no lo podía hacer mejor. Y luego en la segunda... Podría ser fuera de juego, pero no puede hacer estas cosas. Es joven y tiene que aprender, tiene que pegarle fuerte. En el fútbol, el 'coup de theatre' (un giro inesperado de guion o una sorpresa) no existe", declaró.

Después de perdonar al Getafe, el Madrid terminó jugando con uno menos por la lesión de Camavinga y sufriendo durante los últimos minutos. El francés sufrió un problema en el aductor y está casi descartado para la final de Copa. Una baja importante para Ancelotti, que planeaba situarle en el lateral izquierdo para tratar de limitar a Lamine Yamal. y que tampoco podrá contar con Alaba, que se retiró en el descanso con molestias.

El tembleque mezquino de Ancelotti

El tembleque mezquino de Ancelotti

Actualizado Jueves, 24 abril 2025 - 00:21

El Madrid sigue en la lucha por la Liga a pesar de Ancelotti, autor de errores tácticos y mezquindades, responsable de despachar el partido con un paupérrimo gol y jugar miserablemente hasta el pitido final. Defendió una ridícula ventaja, que se pudo torcer al jugar los últimos minutos con 10, por sus atrocidades tácticas.

El héroe fue el enorme Arda Güler, gran conductor del juego. En una posición que jamás le había puesto Ancelotti. El pobre ha tenido que esperar hasta los últimos suspiros de la Liga. Una gran injusticia. Fue el único madridista con gol, no como los mediocres Vinicius y Brahim. El brasileño pone enfermo a cualquiera. Y el internacional con Marruecos se cree que el mundo vive con su regate.

Ancelotti se ha rendido ante la maravillosa calidad del turco. Es mejor que Modric y Ceballos juntos, por su calidad, su brújula y su facilidad para hacer goles. Pero no lo pone nunca. Hasta ahora, Carletto le ha dado sólo pan ácimo, con malversación, porque parece que en Estambul Arda rajó del patriarca del pelo blanco. En cuanto le dio mando en el centro mareó al mediocre Getafe.

Ya sé que Bordalás no tiene jugadores de calidad. Aunque, francamente: "Tu fútbol es una mierda, papá". Sólo juega bruscamente y a tirones. Ya sé que no tiene futbolistas, pero se puede hacer algo más que ser sucio, con una capitulo de faltas kafkiano, con el colmo del pésimo Domingos Duarte y Älvaro, que sólo se quiere cargar al Madrid, porque no resultó en la cantera blanca. Su última entrada a los riñones de Courtois era de expulsión.

Ancelotti desarmó tácticamente al equipo al meter atrás a Tchouaméni, que nunca será un central y e,pequeñecer el equipo en la medular. Perjudicó al francés y tampoco le vino bien un descosido Valverde, harto de correr, sin darle siquiera un vaso de agua.

De Vinicius es mejor no hablar. Me produce repulsión, como a muchos madridistas. Es repulsión absoluta. Acabó con Rodrygo. Le hicieron un penalti al final, pero el Comité de Árbitros prohíbe pitar una pena máxima al equipo blanco. Igualito que al Barcelona.

Me destrozan los esquemas Bellingham, en una baja forma espantosa. No es centrocampista ni delantero centro falso. Es un misterio lo que hace. Ya lo escribí incluso el año pasado. Nunca me gustó, ni siquiera en el Dortmund. No sé dónde juega. Quizá en el limbo.

La cicatería de Ancelotti provocó que Camavinga acabara lesionado y ya no podrá ocupar el lateral izquierdo. Y Valverde de lateral derecho por culpa de unos defensas exteriores que nunca dan la talla.

No sé. El Madrid no tiene más remedio que jugar valiente desde el primer minuto la final de Copa, pero si logra un gol no puede caer en las mezquindades italianas de quien aún es su entrenador.

El Madrid sufre en Getafe, pero sale vivo gracias al pie de Arda Güler y las manos de Courtois

El Madrid sufre en Getafe, pero sale vivo gracias al pie de Arda Güler y las manos de Courtois

El Madrid sigue vivo en la guerra de la Liga tras la batalla de Getafe, donde el pie de Arda Güler, timón y goleador, le valió para mantenerse a cuatro puntos del Barça. Tambaleó, eso sí, en un final de infarto donde jugó con uno menos por la lesión de Camavinga. La noche del sur de Madrid la hizo suya Güler. El turco aprovechó las rotaciones de Ancelotti, que sentó a Camavinga, Modric, Ceballos y Bellingham, y se convirtió en el líder del conjunto blanco. Acompañó a Tchouaméni y Valverde en el centro del campo, abandonó la mediapunta, bajó a la base izquierda de la jugada y ordenó y creó para los suyos en una parada clave en la lucha por la Liga. [Narración y estadísticas (0-1)]

El Madrid creció a partir de su pie izquierdo. Calmado, a pesar de la intensidad inicial del Getafe, pausó y aceleró el juego cuando debía, rompiendo líneas en conducción o tocando con los centrales a la espera de la presión rival. Su posición puede abrir una solución para Ancelotti a medio plazo. El Madrid busca desesperadamente un cerebro que complete el puzle de sus próximos años, alguien que sustituya las virtudes de Kroos. Y el turco, mediapunta como el alemán en sus inicios, tiene detalles para crecer en ese puesto.

Y además, Güler puso la guinda a su partido con el 0-1, que asentó las ideas del Madrid en Getafe y puso su mente camino de la final de la Copa del Rey de este sábado ante el Barcelona. Los de Ancelotti fueron superiores al cuadro de Bordalás, que apostó por un bloque sólido en defensa pero sin profundidad en ataque. No le ganó la batalla del centro del campo al Madrid, entregó el balón y estuvo vendido cuando los blancos consiguieron abrir su defensa.

Caminando por el alambre

Valverde y Fran García lo probaron en el primer cuarto de hora, justo antes del gol del turco. Vinicius arrancó en una contra tras un córner de los locales y provocó el tanto. Brahim no aprovechó el pase atrás del brasileño y el rechace terminó en Güler, que batió a Soria con la derecha desde la frontal del área. Sin reacción, el Getafe repitió un plan: balones largos para que Borja Mayoral se peleara con Asencio y alguno de los centrocampistas pudiera lograr una segunda jugada. Tuvo intentos, pero no puso en aprietos a Courtois.

En el otro área, el Madrid se adueñó del balón y buscó romper al espacio con Vinicius y Endrick, que entró en el lugar de Rodrygo y tuvo un mano a mano clarísimo en el minuto 30. Alaba le encontró en largo, el joven delantero tiró una pared con Vini y cuando estaba delante del portero, no logró superarle. Hubiera sido la sentencia de un partido que seguía en el alambre, a un gol de ponerle en bandeja la Liga al Barça.

Pero el paso por vestuarios descolocó al Madrid. Alaba, con molestias en la pierna izquierda, se quedó en la caseta y Camavinga entró en el césped, obligando a Tchouaméni a pasar al centro de la defensa. Y lo que carburaba a pleno rendimiento se gripó. Güler dejó el mando y los blancos comenzaron a perder duelos individuales alentando al Getafe. Lo vio Bordalás, que apretó la salida blanca y lo apostó todo al ataque, dando entrada al gigante Álvaro, canterano madridista, a Coba y a Peter, látigos en la banda. Por ahí nació el peligro local.

Una de las paradas de Courtois ante el Getafe.

Una de las paradas de Courtois ante el Getafe.AP

El Madrid, con la Liga en juego, sufrió. Por el ímpetu rival y por sus propios errores, inadmisibles en un equipo que está peleando por el título. En el 56, Endrick tuvo otro mano a mano clarísimo ante Soria, pero con tiempo para pensarlo todo, intentó una vaselina que apenas se levantó del suelo. En la banda, Ancelotti se desesperó y llamó a Bellingham, que estaba calentando.

El enfado del italiano fue a más cuando Vinicius erró otra ocasión clarísima que hubiera sentenciado el duelo y les hubiera dado libertad para pensar en La Cartuja. El brasileño arrancó hacia portería en una contra, amagó ante varios defensas y en lugar de ceder a Bellingham, se jugó el disparo, forzado ante Soria, que sacó a córner.

Arambarri, en el otro área, perdonó la vida liguera del Madrid al definir desviado ante Courtois y el duelo entró en el drama con la lesión de Camavinga, que dejó a los blancos con diez en los últimos minutos. Ahí apareció el héroe Courtois, salvando a su equipo ante un disparo potente de Álvaro. Vivió el Madrid.

Sebastián Álvarez, el hombre que alcanzó los 550 km/h con un traje con alas: "Cuando me preguntan qué sentí en el vuelo no sé qué decir"

Sebastián Álvarez, el hombre que alcanzó los 550 km/h con un traje con alas: “Cuando me preguntan qué sentí en el vuelo no sé qué decir”

«¿Sabes qué? Cuando me preguntan qué sentí en pleno vuelo no sé qué decir. Estaba superconcentrado. Tenía tantas cosas que hacer a la perfección, estaba preocupado por tantos detalles... Todo tenía que salir bien. Cuando aterricé, ya lo disfruté, sentí una explosión de felicidad. Estaba agotado, pero entonces festejé».

El pasado 22 de marzo, en el centro de paracaidismo de West Tennessee, en Estados Unidos, el chileno Sebastián Álvarez se subió a un avión de hélices, ascendió a 12.670 metros de altitud y decidió saltar sin paracaídas. ¿Quería matarse? Todo lo contrario. Era el culmen de su carrera en el aire, la celebración de toda una vida. Álvarez batió todos los récords de los vuelos con los peligrosísimos trajes de alas: alcanzó una velocidad máxima de 550 km/h, recorrió 53,45 kilómetros -una distancia similar a la que separa Madrid de Guadalajara- y planeó durante poco más de 11 minutos. Cualquier plusmarca anterior no tiene comparación. En lugar de volar desde un lugar elevado, como había hecho tantísimas veces en el Montblanc o en el edificio Burj Khalifa de Dubai, decidió hacerlo desde más allá de las nubes, más alto que cualquier avión comercial.

¿Qué fue lo más difícil?
En el vuelo lo más difícil fue mantenerme rígido para coger más velocidad y planear más tiempo. Digamos que tenía que ser como la ala de un avión, tan duro como el metal. Con tanta velocidad debía hacer la máxima fuerza posible, tensar mi cuerpo al máximo y mantener eso durante 11 minutos supuso un desgaste supergrande. Aunque creo que la mayor dificultad del salto estaba en la logística, en la tecnología, en la preparación.

Por la altitud inicial, Álvarez, de 39 años, al que apodan Ardilla, tenía que enfrentarse a dos obstáculos que parecían insuperables: las bajísimas temperaturas y la falta de oxígeno. «El tema del oxígeno fue el que nos llevó más tiempo», reconoce el especialista en conversación con EL MUNDO desde Múnich, donde estos días participa en varios actos de la marca que le patrocina, Red Bull.

El frío como obstáculo

A tantísima altitud corría el riesgo de perder la conciencia antes de llegar al primer minuto de vuelo, necesitaba una botella de oxígeno, pero el peso le jugaba en contra. Al final lograron adaptar un arnés para llevar una ampolla en el pecho, aunque eso le obligó a adelgazar cuatro kilos. «Luego nos dimos cuenta que a estas temperaturas la válvula de exhalación de la máscara se congelaba así que diseñamos un casco especial para cubrirla», recuerda quien también utilizó como abrigo un sistema de capas calefactadas eléctricamente que le permitió soportar un frío de hasta -70 grados.

¿Y en el aire había diferencia al ir a 200, a 300, a 400 o a 550 kilómetros por hora?
No exactamente. Yo llevaba un audífono con GPS, una cajita chiquitita, que me iba diciendo la velocidad y la distancia recorrida. Por eso sabía que iba acelerando, pero es verdad que físicamente no sentía ningún cambio a partir de cierta velocidad, de los 300 a los 550 km/h.

Cuenta Álvarez que la preparación le llevó dos años por los desafíos que le presentaba el material, pero también por la necesidad de saberse preparado. Durante horas practicó en el túnel del viento que hay en el aeropuerto de Bromma, en Estocolmo, y siguió un programa de fuerza específico centrado en la espalda, el pecho, los hombros y los brazos. «Aunque en realidad creo que la parte más importante del entrenamiento fueron los muchos años que llevo practicando con el traje de alas y los más de 1.050 saltos que ya había completado en mi vida», apunta.

Su salto en Montserrat

«Mi profesión es piloto militar, estuve años en las Fuerzas Aéreas de Chile. En mi formación para volar aviones y helicópteros, me enseñaron a saltar en paracaídas y me encantó. Durante muchos años estuve dedicándome al paracaidismo hasta que probé el wingsuit hace 15 años en el centro Lodi, en California, que entonces era uno de los mejores lugares del mundo. Desde entonces no he parado. La tecnología ha mejorado mucho y cada vez es más seguro».

Antes de su vuelo de todos los récords hace unas semanas, Álvarez ya había completado saltos muy recordados como cuando se mantuvo un paralelo al lado de una avioneta, llegando a tocarla, sobrevolando Montserrat. Según cuenta, el Skydive Empuriabrava, en la Costa Brava, es uno de los mejores lugares para practicar el paracaidismo en Europa. «Me encanta España y me encanta conocer el mundo desde el aire, aunque en los últimos años ya me pesan tantos viajes. Para mí es el lado malo de dedicarme al paracaidismo. Estoy en constante movimiento por el mundo, es sacrificado», finaliza Álvarez.

Pep Chavarría, el niño que nunca dudó que sería futbolista y el hombre que tiene momentos de bajón: "Antes las palabras depresión o ansiedad no existían"

Pep Chavarría, el niño que nunca dudó que sería futbolista y el hombre que tiene momentos de bajón: “Antes las palabras depresión o ansiedad no existían”

Pep Chavarría (Figueres, 1998) tarda en llegar a la entrevista con ELMUNDO. Tiene tratamiento y él es, ante todo y desde pequeño, un «profesional» consciente de la importancia de respetar la vida de futbolista. Una vida que siempre supo que tendría, pese a los sacrificios que conlleva.

Está muy en forma.
Hoy todos los futbolistas se cuidan al mínimo detalle porque es algo esencial, es su trabajo: alimentación, descanso, entrenamiento, preparadores físicos, fisios... Esa es la clave. Y yo desde pequeño he tenido esa disciplina de entrenar mucho y de cuidarme y lo agradezco.
¿Se entrena mucho fuera del club?
La mayoría tenemos algún entrenador personal para intentar llegar a la excelencia físicamente, pero mentalmente también, porque hay que trabajar todo. Yo lo hago.
¿Tiene coach?
Sí. Se nos pasan muchas cosas por la cabeza a lo largo de la temporada y la clave es no ser una montaña rusa, sino mantenerte estable. Ellos te hacen ver las cosas como son, tener los pies en el suelo. Cuando va muy bien no eres tan bueno y cuando va mal no eres tan malo. Se centran mucho en eso, en que tengas un equilibrio durante el curso.
¿Siempre ha sido fuerte mentalmente o ha tenido bajones?
Todos los futbolistas hemos tenido siempre algún bajón, por eso trabajo en ello. Aunque al final vas cogiendo experiencia a lo largo de los años y en esos momentos donde flaqueas un poco, tener esa ayuda siempre viene bien. Es imposible mantenerte toda la temporada al 100%.
Antes era más tabú, ¿no?
Sí, antes la palabra depresión o ansiedad no existían. Hoy las enfermedades mentales han aparecido en varios futbolistas. Se les tiene que dar mucha importancia porque creo que el 80% puede ser la cabeza y lo demás será el físico, la táctica, la técnica...
¿Cree injusto que les llamen privilegiados y no valoren eso que dice?
Es normal que lo piensen porque jugamos al fútbol y ganamos dinero, pero detrás hay muchos sacrificios. No quiere decir que no seamos privilegiados porque trabajamos de algo que nos apasiona y eso es el éxito.
El futbolista, en uno de los banquillos de Vallecas.

El futbolista, en uno de los banquillos de Vallecas.Elena Iribas

¿Preveía así su vida de futbolista?
Desde que tenía 17, 18 años, sabía que iba a ser futbolista profesional. Era mi plan A y sólo tenía un plan A. Sí que me la había imaginado así, con muchísimo trabajo, mucho sacrificio, pero nosotros amamos esto: levantarnos para ir al gimnasio, entrenar por la tarde, tratarte, cuidarte... una rutina que cuando te la quitan, la echas de menos. Me pasa en los parones. Yo estoy siempre conectado.
¿Ve mucho fútbol?
Me encanta, si puedo veo todos los partidos de Primera e incluso de Segunda, especialmente del Zaragoza, mi ex equipo. Lo disfruto y también lo uso para aprender.
¿Usted llegó a dudar?
En ningún momento, lo tenía claro. No salgo de un filial, ni de una cantera y... no sé. ¿Sabes cuando tienes un sentimiento dentro que dices voy a llegar? Pues me pasaba eso.
¿Es más o menos difícil llegar cuando se está en una cantera?
Cuando tenía 15 estuve en Girona y me acuerdo que había muchísimos compañeros que les quería al Barça, el Atlético... Si te soy sincero, de esa época creo que no llegó ni uno a jugar como profesional. Depende de muchas cosas. Son tantos los niños que juegan en el mundo y lo desean...
Uno de ellos Lamine y mire dónde está ahora, ¿es uno de los mejores?
Está, con 17 años, siendo de los mejores extremos del mundo. Hoy ves un montón de jugadores jóvenes que con 17-18 años juegan al fútbol que parece que no tienen ninguna presión, que están en la pista de su barrio, pero hace siete u ocho años eso era casi imposible, porque no se confiaba tanto en los jóvenes. Me alegro que ahora se confíe más en ellos.
El jugador sostiene un balón en el banquillo.

El jugador sostiene un balón en el banquillo.Elena Iribas

También es muy joven su técnico, ¿eso es bueno o es malo?
Se agradece que haya sido futbolista porque te entiende en muchos aspectos, él ha vivido lo que estamos viviendo. Nos ayuda y nos trata por igual. Él se hace imponer, pero transmite calma y serenidad.
¿Se ha planteado usted serlo?
Nunca se sabe, podría ser. Me gusta mucho ver fútbol, fijarme en lo táctico y bueno, quizá en un futuro.
¿Cómo manejaría el vestuario?
Con el coach ahí al lado porque si no, madre mía. (risas).
En el suyo no hay malos rollos, ¿verdad?
No, aquí no la verdad, yo creo que también porque llevan muchos años con un grupo que los jugadores han jugado muchas temporadas juntos, entonces los que vienen aprenden de ellos también, les inculcan los valores que tienen y esto pasa de jugador que está aquí ya contrastado y viene uno nuevo y así sucesivamente.
¿Qué es Vallecas para usted?
De los campos más especiales de Primera División. Tienes la gente a un metro, los escuchas, es un estadio donde hay mucha presión, te animan en cualquier momento, llueve y se quedan ahí ... Jugar en Vallecas yo siempre he dicho que mola mucho y es muy especial.

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