El jurado ha otorgado este mediodía en Oviedo a Carolina Marín el Premio Princesa de Asturias de los Deportes. La jugadora de bádminton, campeona olímpica, triple campeona mundial y séxtuple campeona europea, ha sabido convertirse en el rostro de este deporte para los españoles y con este premio toma el relevo del atleta keniano Eliud Kipchoge.
Carolina Marín es sinónimo de bádminton, pero también lo es de lucha, de entrega y de éxito. La onubense siempre se ha caracterizado por su mentalidad en la pista, con una peculiar manera de vivir los partidos, capaz de contagiar a los espectadores sus ganas de vencer y su afán en no rendirse.
El acta, que ha sido leída este mediodía en Oviedo por la presidenta del jurado, la nadadora Teresa Perales, destaca que Marín ha sido "una referente internacional" al tratarse de la primera y única deportista no asiática campeona olímpica en esta disciplina, además de "la mejor jugadora de la historia del bádminton en España y una de las mejores del mundo". A estos méritos deportivos se suma, según el jurado, que la jugadora es "un ejemplo de superación, fuente de inspiración y transmisora de valores, dentro y fuera de la pista".
Carolina Marín ha estado mucho tiempo en la cima, en el Olimpo de un deporte dominado históricamente por jugadoras de países asiáticos como India o Paquistán, donde jugarlo es mucho más común que en España, donde es casi como una religión.
Esa es otra de las hazañas de Carolina Marín, convertir un deporte prácticamente desconocido en España, relegado en algunos casos a las clases de gimnasia en los colegios, en otro motivo para tener a miles de españoles pegados a la televisión siguiendo sus partidos y su carrera.
No ha sido fácil para ella llegar al cielo. Y cuando llegó, cayó al infierno de las lesiones. En 2019, la española se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y tras recuperarse se desgarró el ligamento cruzado anterior y ambos meniscos de la rodilla izquierda. Pero Carolina logró salir adelante y superar los malos momentos fiel a su mantra: "Puedo, porque pienso que puedo".
Y fue el pasado mes de marzo cuando Carolina recobró lo que es suyo y volvió a levantar un título. Fue el All England, trofeo que ya ganó hace 9 años en 2015 y que no hace más que prever que seguirá ascendiendo (ahora mismo está la quinta del mundo) hasta volver a ser la número 1.
En ediciones anteriores fueron distinguidos, entre otros, la Fundación Olímpica para los Refugiados y el Equipo Olímpico de Refugiados; la esquiadora estadounidense Lindsey Vonn; la selección masculina de rugby de Nueva Zelanda, conocida como los 'All Blacks'; el triatleta Javier Gómez Noya; los hermanos y jugadores de baloncesto Pau y Marc Gasol; el Maratón de Nueva York; la selección española de fútbol; el tenista Rafa Nadal o los pilotos de Fórmula Uno Michael Schumacher y Fernando Alonso.
El acto de entrega de los Premios Princesa de Asturias se celebrará, como es tradicional, en el mes de octubre en una solemne ceremonia presidida por los reyes en el Teatro Campoamor de Oviedo, acompañados por la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.
Cada Premio Princesa de Asturias está dotado con la reproducción de una escultura de Joan Miró -símbolo representativo del galardón-, un diploma acreditativo, una insignia y la cantidad en metálico de cincuenta mil euros.
Una vida dedicada al Bádminton
Nacida en Huelva (España) el 15 de junio de 1993, Carolina Marín se inició en el bádminton cuando tenía 12 años y debutó en competiciones internacionales en un torneo Sub'15 disputado en Bruselas en 2005.
En 2007 entró en el equipo nacional y se trasladó a la Residencia Blume de Madrid, con Fernando Rivas como entrenador, con el que forma un tánden mágico que ha situado el bádminton español en lo más alto del mapa internacional de un deporte dominado tradicionalmente por Asia.
En 2009 logró su primer Campeonato de España y se apuntó sus primeros éxitos internacionales en categorías inferiores, que prosiguieron en los años siguientes, cuando ganó el Europeo Sub '19 en Finlandia (2011) y consiguió el bronce en el Mundial júnior de Taipei (2011).
No obtuvo la clasificación para los Juegos Olímpicos de Londres 2012 pero al año siguiente obtuvo sus primeras victorias en categoría profesional, en los Abiertos de Suecia y de Finlandia, llegó a cuartos del Abierto de Indonesia, la primera vez que un volantista español alcanzaba esa ronda en un Superseries, y fue quinta en el Mundial de Guanzhou (China).
Su progresión continuó imparable: el 10 de abril de 2014 entró en el "top ten" mundial, primera jugadora no asiática en lograrlo, y dos semanas después ganó el campeonato de Europa en Kazán (Rusia), una corona europea que renovó en 2016 (La Roche-sur-Yon/Francia), 2017 (Kolding/Dinamarca), 2018 (Huelva/España), 2021/(Kiev), 2022 (Madrid) y 2024 (Saarbrücken).
En agosto de ese año volvió a hacer historia al proclamarse campeona del mundo en Copenhague, final en la que venció a la china Li Xuerui, número uno mundial. Fue el primero de sus tres títulos mundiales: en 2015 venció en Yakarta (Indonesia) derrotando en la final a la india Saina Nehwal; y en 2018 en Shanghái (China) al vencer a la india Pusarla Sindhu.
El 11 de junio de 2015 se convirtió en la número uno del mundo, de nuevo la primera no asiática en conseguirlo y el 18 de agosto de 2016 completó su impresionante palmarés con el oro olímpico en los Juegos de Río tras derrotar en la final, con remontada, de nurvo a la india Pusarla Sindhu.
Tras sus lesiones de 2019 y 2021, regresó a la competición el 26 de abril de 2022 en el Europeo de Madrid, donde cuatro días después ganó su sexto oro continental.
En diciembre de 2023, pese a brillar con un gran juego, perdió la final del título de maestros disputada en Hangzhou (China) ante la taiwanesa Tai Tzu Ying, como ya la había ocurrido en 2020. Este es el único gran título que aún no ha logrado.
Hace menos de un mes, Marín renovó por séptima vez la corona continental, en la ciudad alemana de Saarbrücken, tras derrotar en la final a la escocesa Kirsty Gilmour por 21-11 y 21-18 y en su horizonte están los Juegos de París, donde optará a su segunda medalla olímpica.