Simeone, el 'Día de la Marmota' para Pellegrini y el Betis

Simeone, el ‘Día de la Marmota’ para Pellegrini y el Betis

Son las 6 de la mañana y en la radiodespertador suena la canción I Got You Babe de Sonny and Cher. Billy Crystal o el meteorólogo Phil Connors es consciente de que su día va a ser el mismo de ayer. Sin saber por qué, está atrapado en un bucle temporal y no tiene ni idea de cómo salir de él. ¿Les suena? Es el Día de la Marmota.

Esa es la sensación que debe de tener hoy Manuel Pellegrini. El técnico del Betis no sabemos con qué canción ni a qué hora se habrá levantado, pero puede que la sensación de que la tarde del domingo se le vuelva a atragantar, como en las 11 veces anteriores, no se le quite de la cabeza. ¿Cómo podría?

El chileno es el técnico que ha devuelto al Betis a su mejor nivel. Pese a las recientes decepciones en Europa League y Conference League, el conjunto bético viene de ganar al todopoderoso Athletic de Bilbao, el azote de los colchoneros en la semifinal de la Copa del Rey, y transita cómodamente en la sexta plaza de la LaLiga.

Sin embargo, Diego Simeone convierte sus enfrentamientos en una odiosa rutina para el chileno desde que ambos se enfrentaron por primera vez en la temporada 2011/12, uno como entrenador del Atlético, donde sigue 12 años después, y otro como técnico del Málaga. Son 11 enfrentamientos entre ambos con siete victorias y cuatro empates para el argentino. O lo que es lo mismo, cero alegrías para Pellegrini

Si nos referimos a la etapa bética del entrenador chileno, que comenzó en la temporada 2020/21, el balance es de cinco victorias para el Cholo y dos empates. Su enfrentamiento en el Villamarín esta temporada terminó, precisamente, con igualdad en el marcador, 0-0. Por lo que las perspectivas para Pellegrini y el Betis en su encuentro en el Metropolitano no son nada halagüeñas.

Simeone en rueda de prensa en el Cerro del Espino.

Simeone en rueda de prensa en el Cerro del Espino.Rodrigo JimenezEFE

Desde la llegada de Simeone al banquillo rojiblanco, el Atlético de Madrid sólo ha perdido uno de los 24 enfrentamientos que han tenido entre ambos conjuntos. Su balance es de 17 victorias, seis empates y una derrota. Este borrón fue obra de Quique Setién en 2019. El equipo verdiblanco ganó por la mínima en el Villamarín con la transformación de un penalti por parte de Canales. Aún no ha conseguido hacerlo en el Metropolitano desde su inauguración.

Hay que añadir al encuentro del domingo a las 16:15 en el Metropolitano la fortaleza del Atlético de Madrid en su feudo esta temporada. Una intensidad que no muestra, precisamente, en los encuentros fuera de casa.

Drama como visitante

Los rojiblancos, borrados de la Copa del Rey en San Mamés por el Athletic, han perdido seis partidos, empatado tres y obtenido apenas cuatro victorias lejos del Metropolitano. El Atlético iría noveno con 15 puntos en su casillero si solo contaran los partidos de visitante. "Lo único que puedo explicar es que el entrenador prepara mal los partidos de visitante. No tengo otra lectura. Son muchos los partidos, los puntos perdidos y la responsabilidad siempre es mía", expresó Simeone tras el empate de su equipo ante el Almería en el Power Horse Stadium.

Sin embargo, la situación en casa es totalmente diferente. Los rojiblancos son el equipo con más victorias en su feudo, 12, y sólo han cedido un empate en lo que va de temporada, aquel 3-3 ante el Getafe de Bordalás. Con estos guarismos, el equipo lideraría la calcificación de LaLiga EA Sports con dos puntos de ventaja sobre el Real Madrid.

Así, pese a la reciente decepción copera del Atlético, Pellegrini intuye lo que le espera en el Metropolitano y ante Simeone. Probará el chileno a cambiar sus rutinas a ver si así sale del bucle temporal en el que se ha atascado con el argentino. Quién sabe, quizás la Marmota este año decida que el invierno para Pellegrini ha terminado por fin.

La redención de los Williams, el miedo de Simeone: "Fue una cuestión de velocidad mental, no física"

La redención de los Williams, el miedo de Simeone: “Fue una cuestión de velocidad mental, no física”

Decía Simeone en la previa que, cuando un entrenador se imagina un partido, a veces sale y otras es totalmente diferente. El técnico argentino imaginó una vuelta de semifinales de la Copa del Rey, pero no contó con que los Williams imaginaron otra muy diferente.

Ellos hicieron suyo San Mamés y sometieron al Atlético. "La pasada semifinal fue muy triste para los Williams, pero el futbol siempre ofrece revanchas", comentó Iñaki al terminar el encuentro.

Se refería el mayor de los Williams a la perdida la temporada pasada ante Osasuna tras varios remates fallados por los dos delanteros bilbaínos. Ante el Atlético llegó la redención.

Destrozaron a la defensa colchonera y mostraron una efectividad que no han tenido en su carerra. La que exhibió también el conjunto bilbaíno: 10 disparos, siete de ellos a puerta y tres de ellos terminaron en gol.

"A la primera fue gol y a la segunda fue gol, y son detalles que parecen pequeños, pero son importantes", así se refería Simeone a la contundencia que tuvieron los Williams y el Athletic. Algo que les faltó a ellos en la ida. "Cuando la situación no se da hay que estar tranquilo y pensar en el Betis", completó el Cholo.

La velocidad, o los "velocistas" como dijo Simeone, eran una de las claves o de sus miedos para este partido y ambos hermanos cumplieron las expectativas para desgracia del Cholo. "No fue una cuestión de velocidad sino de habilidad", comenzó el técnico argentino, aunque luego especificó que se trató de "velocidad mental" y no física.

Esa velocidad mental, madurez si quieren, es la que muestra Nico en cada acción del encuentro. Parece mentira que tenga 21 años. Participó en los dos primeros goles uno asistiendo a su hermano y el otro anticipándose en área pequeña a cuatro defensas rojiblancos. "Nos hemos dejado la piel", comentó el menor sobre un partido en el que no esperaban un "resultado tan amplio".

Intentó contenerle Llorente cuando le bajó Simeone al lateral en la segunda parte, pero el daño ya estaba hecho. "Cuando concedes tan fácil se te hace muy cuesta arriba la eliminatoria", concretó el jugador madrileño quien comenzó en el interior izquierdo.

La esperanza colchonera

Se terminó la posibilidad de la Copa, un torneo que el Atlético no gana desde 2013. Final que se disputó en el Bernabéu ante el eterno rival y que los colchoneros se llevaron por 1-2. "Esta temporada hemos llegado más adelante en la Copa que otras, una pena este último esfuerzo", lamentó Simeone.

En el Atlético de Madrid las esperanzas están puestas en alcanzar el objetivo en liga que, como deslizaron Simeone y Llorente, consiste en situarse entre los cuatro primeros. Y en soñar con una Champions que "será una final" para el futbolista y que "pide contundencia", según expresó el entrenador.

Intervenciones médicas

Durante el encuentro se produjeron dos intervenciones sanitarias. Una mediada la primera parte y otra en el descanso del encuentro. La primera se pudo solucionar en unos minutos. La segunda retrasó el inicio de la segunda parte durante un cuarto de hora por el atragantamiento de un aficionado que tuvo que ser evacuado al hospital, pero ya se encuentra fuera de peligro.

Además, en los momentos previos al encuentro, un aficionado del Atlético de Madrid recibió una paliza por parte de seguidores bilbaínos que le obligó a ser hospitalizado por lesiones graves.

Los Williams aterrorizan al Atlético y meten al Athletic en la final

Los Williams aterrorizan al Atlético y meten al Athletic en la final

En el tocadiscos de San Mamés, no existe la tecla de 33 RPM. El estadio bilbaíno obliga a todos los equipos que le visitan a jugar a 45 revoluciones por minuto. Se necesita nitidez y precisión en el juego y en el toque. No hay otra manera o la aguja no reproduce la melodía que uno quiere. [Narración y Estadísticas, 3-0]

El Atlético salió revolucionado, consciente, como hizo ante Las Palmas, de que a falta de Griezmann, la pausa y la magia del equipo, necesita también jugar con mucho rock and roll. Pero la música, muchas veces, necesita de solistas que destaquen dentro de la orquesta. Y los Williams son Angus Young y Keith Richards juntos en un campo de fútbol. Ambos decidieron el choque y metieron al Athletic en la final de la Copa del Rey. Cosas de familia.

Es impresionante lo que generan los hermanos. Son una amenaza constante a la defensa rival. Combinan, empujan, profundizan y, este año, rematan. Una fuerza de la naturaleza imposible de parar cuando van en carrera y, para demérito de la defensa atlética, mucho pudieron correr los dos para desgracia de las aspiraciones rojiblancas.

Destrozaron a la defensa colchonera, intercambiándose los papeles según lo necesitaba la jugada. En el minuto 13 fue Nico quien dejó atrás a Molina en el perfil izquierdo del Athletic para sacar un centro desde línea de fondo que Iñaki, libre de marca porque Hermoso se volcó demasiado al punto de penalti, empaló con la tibia a la escuadra.

El gol enfrió un poco el ánimo rojiblanco, como una canción de Carla Bruni en un concierto de ACDC, hasta que Angus Young volvió a menear la púa. Esta vez fue en el minuto 43 cuando Iñaki encaró a Hermoso en un balón recuperado en campo contrario, le amagó a toda velocidad y la puso atrás para que su hermano remachara entre cuatro defensas colchoneros. El único del Athletic en área pequeña frente a, repetimos, cuatro jugadores del Atlético.

Si los Williams marcaban los riffs de guitarra, Sancet ponía la base. El mediapunta era el eje que vertebraba las salidas del Athletic, un eje, además, que no escatima esfuerzos. Suyos fueron los pases que lanzaron en carrera a ambos hermanos y suyo era el cerebro que componía la melodía bilbaína apoyado en sus fieles escuderos: Prados y Ruiz de Galarreta.

El Athletic tenía la semifinal donde quería, con un Atlético impotente pese a haber llevado la iniciativa en la primera mitad, pero Morata no ha vuelto de la lesión como se fue y la aportación ofensiva de Correa, dista mucho de la que aporta Griezmann. El argentino se movió con peligro, pero decidió mal en el último toque.

Se enfrió el duelo, en parte por los intereses del Athletic, en parte por el parón que se produjo en el descanso para atender a un aficionado en las gradas de San Mamés, el segundo en el partido. La primera atención médica se resolvió en pocos minutos, pero el incidente en el descanso retrasó el inicio de la segunda parte casi un cuarto de hora.

Y quién si no iba a volver a calentar San Mamés sino un Williams. Aprovechó Nico un balón despedido del ataque rojiblanco tras una falta a favor y se midió con Molina en una carrera de 60 metros. Hay que aplaudirle al argentino el intento, pero era como ver a un rival de Bolt perseguirle en su época prime. Esperó Nico la llegada de compañeros, pero el disparo de Sancet, el primero que llegó por el carril central, se fue arriba.

Sentencia

El partido entonces viró aún más hacia los intereses bilbaínos. Esperaban los vascos agazapados los acercamientos del Atlético de Madrid conscientes de que cuanto más espacio quedara tras la defensa colchonera, mayor ventaja tendrían los Williams para seguir haciendo daño en sus costados.

No hizo falta otra contra para rematar al Atlético. Fue un centro de De Marcos, que prolongó Guruzeta hacia Sancet, solo en el segundo palo, éste tiro bajo y ajustado, respondió Oblak, pero el balón cayó a los pies de Guru, que marcó sin oposición. Demasiado castigo para un Atlético que tuvo más opciones a la ida, pero que se mostró impotente en San Mamés. Amenazaron los colchoneros en los últimos minutos para buscar el gol del honor. Morata, Memphis y Riquelme lo intentaron, pero Agirrezabala respondió bien. No estaba la noche para honores.

Simeone, sin Griezmann, ante la mejor obra de Valverde: "Hizo un gran esfuerzo, pero tenemos la tranquilidad de que los compañeros responderán"

Simeone, sin Griezmann, ante la mejor obra de Valverde: “Hizo un gran esfuerzo, pero tenemos la tranquilidad de que los compañeros responderán”

Algunos creen que este cruce es la final anticipada de esta trepidante Copa del Rey. Son, posiblemente, los que también pensaban que la Real Sociedad estaría en La Cartuja el próximo 6 de abril. El fútbol es tan bonito como impredecible y este torneo ya ha visto muchas sorpresas a lo largo de su historia.

Hay algo, en cambio, que no sorprende ni al Atlético de Madrid ni al Cholo y es la fiabilidad de los equipos de Ernesto Valverde. El txingurri ha creado la mejor obra en su pasado como rojiblanco. El Athletic Club vuela este año. "Es un equipo que juega muy bien, que lleva una buena temporada y va a ser un rival dura", concedió el técnico argentino en la rueda de prensa previa a la eliminatoria de Copa.

Hablamos del mejor rendimiento de la plantilla de las ocho temporadas en las que Valverde ha estado sentado en el banquillo rojiblanco. El Athletic, en 32 partidos, acumula 20 victorias, 7 empates y sólo cinco derrotas. Hablamos de un redimiento de 69,8%, mientras que la mejor temporada hasta la actual había sido la 2015/16 en la que el equipo alcanzó un rendimiento de 58%. Hablamos de 32 victorias, 12 empates y 18 derrotas en 32 partidos.

A nivel goleador, el Athletic ha tenido temporadas más prolíficas con el txingurri en el banquillo, pero cabe destacar que este año, por ejemplo, el conjunto bilbaíno lleva los mismos tantos que la temporada pasada aunque ha jugado 13 partidos menos.

Simeone alabó las virtudes de una plantilla rival que cuenta con muchas armas para hacer daño, pero en la que destaca sobre todo a los jóvenes por su calidad y velocidad. "Si nosotros presionamos mucho y ellos salen con sus velocistas les saldrá el plan de ellos", declaró Simeone. Esta vez, se presume que los dos hermanos Williams podrán formar juntos frente a la escuadra colchonera.

Sin su leyenda

Con quien no podrá contar el Atlético de Madrid es con Antoine Griezmann, su mejor jugador. "Antoine no va a participar en el partido. Necesitamos que se recupere bien. Hizo un gran esfuerzo, pero tenemos la tranquilidad que los compañeros lo harán de la mejor manera", expresó Simeone.

Sin Griezmann, el Atlético pierde no solo goles, lleva 18 este curso sino asistencias, siete en todas las competiciones. Salvando el duelo ante Las Palmas, donde los colchoneros fueron un ciclón, el Atlético había bajado un poco la gran media goleadora que había exhibido en 2023.

El Mallorca de Aguirre, "un entrenador con mucha experiencia", según calificó el Cholo, ya espera a un equipo rojiblanco en la final del 6 de abril en La Cartuja. Para el argentino, los bilbaínos tienen una "ventaja importante" con el 0-1 de la ida, pero confía en "demostrar mañana todo lo bueno que nos imaginamos".

El Mallorca soprende a la Real en los penaltis de la mano de Greif y estará en La Cartuja

El Mallorca soprende a la Real en los penaltis de la mano de Greif y estará en La Cartuja

Se desbordaba por la mañana el río Orio a su paso por Zubieta. Pero la lluvia de Mónica, inclemente, aunque teñía el cielo de negro no podía con el césped de Anoeta, impecable. Sobre el verde, dos púgiles buscaban la historia con el balón corriendo de un bando a otro. Primera mitad de tanteo, con más arañazos que golpes. En la segunda los goles y la emoción que se prolongó hasta una prórroga frenética finiquitada con la lotería de los penaltis. La papeleta le tocó al Mallorca. [Narración y Estadísticas, 1-1]

Imanol Alguacil pedía infierno y lo que tuvo fue un diluvio. Pero el Mallorca, como buen equipo isleño, se maneja bien en fuertes marejadas. Más aguante que Rocky Balboa. El objetivo lo merecía y lo consiguió. Hablamos de la cuarta final para el Mallorca. Aguirre tenía un debe en su currículum español, aquella final perdida con Osasuna ante el Betis en 2005. Alguacil quería igualar a un ídolo blanquiazul, John Benjamin Toshack. El escocés ganó la de 1987 ante el Atlético y perdió la del 88 ante el Barcelona. El de Orio ya tiene la del primer derbi vasco en la buchaca y se quedó con ganas de disputar la segunda.

Pocas ocasiones en la primera parte, un tiro de Zakharyan que acabó manso a las manos de Greif y otro cruzado de Abdon Prats, el pichichi de la Copa, tras una jugada de patadón y tentetieso. Pero un error infantil del capitán del Mallorca pudo cambiar el signo del partido. Raíllo sacó una mano a pasear en un centro lateral de Zubimendi cuando moría la primera mitad. Sin embargo, Brais no aprovechó la oportunidad y lanzó al medio raso. Greif no picó y atajó con los pies negándole la suerte al centrocampista txuriurdin. 45 minutos menos, 135 sin goles.

Pero no se cumplieron los 140 porque los carrileros del Mallorca no quisieron dejar esta semifinal sin goles. Lanzó una banana Jaume Costa tras una descarga de Larin, habilitado por medio centímetro, y entró Gio González como un martillo para picar el cabezazo al segundo palo. Inapelable.

El escenario perfecto para el Mallorca, la situación perfecta para Javier Aguirre y el momento perfecto para sacar al pirata Muriqi, calentando en la banda. Y salió a falta de media hora por el pichichi de la Copa. Al minuto respondió Alguacil sacando a Oyarzábal, el Mr. Copa de la Real, el único que tiene solución a un conjunto sin apenas goles. El capitán que dio la Copa del Rey a Alguacil tras transformar un penalti en la Cartuja. Quién si no iba a empatar el partido en el minuto 70 después de una gran descarga de Brais. Fue, además, poco después de que Larin pudiera sentenciar para el Mallorca pero marró la oportunidad.

Milagro de Samu

Apretó la Real tras el gol de Oyarzábal con el apoyo de su público, pero Jaume Costa silenció Anoeta por unos instantes cuando remató solo desde el punto de penalti en una contra. El balón se fue alto y los donostiarras pudieron volver a meter aire en sus pulmones que sacó Gil Manzano al decretar el final del tiempo reglamentario. Volvieron a contenerlo los txuriurdines tras una doble ocasión que salvó bajo palos Samu a cabezazo de Merino y a zambombazo de Tierney. Dudó el espectador y dudó el VAR unos minutos, porque sin tecnología de gol, costaba saber si el balón del escocés traspasaba completamente la línea. La prórroga comenzaba tan frenética como terminaba la segunda mitad.

El que apretaba para decidir antes de los penaltis fue el Mallorca, más entero físicamente que los blanquiazules. No le dio tiempo. Tocaba lotería y Greif trucó el bombo y amargó a Oyarzábal. Un tirador infalible. Llovía en Anoeta, lloraba la Real.

Irene Paredes, capitana de la selección española: "Jenni ha sufrido y sufre muchísimo"

Irene Paredes, capitana de la selección española: “Jenni ha sufrido y sufre muchísimo”

Es uno de los tres vértices que forman el triángulo del equipo español. Alexia Putellas y Jenni Hermoso son los otros dos. Antes de poder cerrar una semana perfecta, Irene Paredes (Legazpi, 1991) atiende a ELMUNDO para analizar no sólo al rival, Francia, contra el que podrían obtener su segundo título con la selección sino también la situación actual del combinado nacional tras el terremoto Rubiales.

Menuda semana cerrarían si ganan a Francia, llevan 13 partidos sin perder.
Ojalá, es lo que queremos. Son de las mejores del mundo, llevan muchos años pudiendo ganar títulos y, por lo que sea, no lo están haciendo, pero por capacidad no es. Creo que tienen muchas ganas de levantar su primer título y va a ser un partidazo. Los dos equipos nos encontramos bien.
De su época del PSG las conocerá bien.
Sí, he jugado con algunas y al resto las he tenido de rivales, así que es un equipo que conozco bastante bien a pesar de que no nos hemos enfrentado a ellas hace años.
¿En qué situación se encuentra hoy la selección?
Buena, bien preparadas física y anímicamente. Confiando en el equipo porque sabemos de lo que somos capaces. También muy conscientes de la dificultad que tiene jugar estos partidos porque el otro día lo hicimos muy bien, pero hay muchas cosas que se hicieron mal y a veces los pequeños detalles te pueden dejar fuera. Estamos serenas, confiando mucho en el equipo, pero sabiendo que va a ser un partido muy difícil.
¿Cree que con Montse Tomé ha llegado la estabilidad a la selección?
Llevamos mucho tiempo con el foco fuera del fútbol y poco a poco lo vamos retomando, que es lo que queremos y para lo que estamos.
Aún así: Oliva, la convocatoria de Alexia, el cambio de sede... la polémica les persigue, ¿por qué?
Ha habido chorradas y no chorradas, pero es verdad que hay cosas a las que no tenemos que entrar. Nos queremos centrar en jugar, venimos aquí para rendir y el resto es ruido del que nos tenemos que evadir.
Irene Paredes, futbolista de la selección femenina absoluta.

Irene Paredes, futbolista de la selección femenina absoluta.Angel NavarreteMUNDO

Pese al ruido, campeonas mundiales y clasificadas para los Juegos Olímpicos.
Hay muchos motivos para sonreír. Eso está ahí y llevamos hablando mucho tiempo de algo que hasta hace poquito era impensable. Dentro del vestuario confiábamos mucho y sabíamos que lo podíamos hacer, pero no lo acabábamos haciendo, especialmente en partidos importantes. Lo estamos logrando ahora y queremos que siga.
¿Cómo consiguen rendir con todo lo que les ha rodeado?
Al final lo que nos gusta es jugar. Cuando estás dentro del campo te olvidas de todo y es lo que te hace disfrutar y cuanto mejor lo haces es como que entras en un bucle, te picas más y quieres superarte. Tenemos un equipo muy competitivo, todas queremos ser cada día mejores y eso se está notando.
Creo que dijo Jenni que eran una generación irrepetible, ¿coincide con ella?
Puede ser. Yo confío en que a partir de ahora las chicas que vengan crean que esto es sólo el principio, pero es verdad que la generación de ahora es difícil mejorarla.
Hábleme de la foto suya junto a Jenni y Alexia en La Cartuja tras la clasificación a los JJOO.
Llevamos muchos años juntas. Desde el principio hemos vivido todo el cambio, hemos pasado circunstancias muy difíciles dentro y poder tener momentos tan bonitos como ganar un Mundial o clasificarte para los Juegos nos hace especial ilusión y es algo muy chulo compartirlo con ellas.
Alexia, Irene y Jenni tras la clasificación de España para los JJOO.

Alexia, Irene y Jenni tras la clasificación de España para los JJOO.Jose BretonAP

Es increíble su rendimiento y más el de Jenni, que es la que más ha vivido todo este torbellino, ¿cómo lo consigue?
Ha sufrido y sufre muchísimo lo que pasa es que se ha hecho una coraza muy grande y se ha rodeado de gente que le ha ayudado a gestionarlo todo muy bien. Al final lo que le gusta es jugar a fútbol, donde no se acuerda de nada, se evade, muestra su magia y eso es lo que lo que la libera, pero es de admirar el cómo rinde con toda su situación.
Cuando se retire, ¿qué le contará con más orgullo a su hijo, la estrella que consiguió o el haber liderado el cambio en el fútbol femenino, el #SeAcabó?
No creo que se acuerde de nada, pero le recordaré que fue pieza clave en El Mundial. Estuvo con el equipo y nos aportó mucha felicidad. También le explicaré lo que haya que explicarle, pero confío que haya muchas situaciones que le suenen a una película, que para cuando él sea mayor, las cosas hayan cambiado. De momento a él ya le parece normal y ve mucho más fútbol de chicas que de chicos, así que ojalá crezca en otra realidad.
De todo lo pasado, ¿se arrepiente de algo o lo habría hecho diferente?
No, creo que las cosas pasan siempre por algo y hay que aceptarlas y tirar para adelante.
Tiene 32 años y habla con el aplomo de una veterana.
Creo que he sido siempre bastante sensata y cabal. Todo lo que hago lo pienso mucho y creo que es lo mejor.

Orígenes

¿Cuénteme sus orígenes futbolísticos en Legazpi?
Vuelvo a menudo porque tengo familia, amigas y me gusta. Muchas veces es un refugio donde sentirme segura y tranquila. Son mis inicios, es donde empecé y lo recuerdo con mucho cariño, aunque el fútbol fue difícil. Jugaba desde que tengo uso de razón y hasta los 14 años no pude hacerlo en un equipo porque no había de chicas. Entonces, siempre jugaba en la calle. Eso ha cambiado y me gusta volver al pueblo y ver cómo hay más equipos de chicas y cada vez se fomenta más. Además, tengo un campus en verano y me hace especial ilusión aportar ese granito de arena.
A esas edades, ¿quién soñaba ser?
Era muy de la Real Sociedad y veía a los chicos, pero no soñaba con ser nadie porque sabía que no era una posibilidad. Entonces, cuando no existe una posibilidad, tú no sueñas con ser nada de eso, ni jugar al fútbol, ni ser profesional ni nada. Eso son puertas que se me han ido abriendo a posteriori. Y de ahí la importancia de que se nos visibilice, que se normalice y que todas esas niñas vean que se puede ser futbolista profesional y ganar un Mundial o jugar unos Juegos Olímpicos. Cuantas más niñas haya jugando, más aumentará el nivel. Mejores serán las que lleguen y jueguen con la selección y mayor será el espectáculo.
Irene Paredes en uno de los campos de entrenamiento de Las Rozas.

Irene Paredes en uno de los campos de entrenamiento de Las Rozas.Angel NavarreteMUNDO

Hace falta en España porque en el Barça son un rodillo.
Siempre se puede mejorar. Aunque seamos un referente sigue costando que las niñas puedan tener igualdad de oportunidades, que se valore igual. Bueno, hay trabajo que hacer, pero es verdad que el que se está haciendo es muy bueno y cuando ganas es verdad que enganchas a más gente.
Con la selección ya más de 100 partidos, ¿quién se lo hubiera dicho?
Cuando empecé parecía difícil. Ha llovido un poquito, pero feliz de haber llegado a esa cifra y de poder seguir siendo parte de esto.
¿Cuánto cristal le queda al techo de fútbol femenino?
Sí queda, queda mucho, pero estamos en el buen camino y esperemos que sea el inicio de cosas buenas. Nosotras nos centramos en jugar, en seguir ganando, que eso engancha y da razones para seguir empujando.
¿Escuchó las palabras de Rafa Nadal sobre las remuneraciones entre chicos y chicas? ¿Qué le parecieron?
Prefiero no entrar a valorar esa conversación.
Además de Paris, ¿cuáles son sus planes para verano?
No lo he pensado. Ahora solo tenemos entre ceja y ceja ganar el miércoles. Luego también habrá una lista y el objetivo será estar en ella y llegar en buenas condiciones.
¿Qué le gusta hacer fuera del fútbol?
Me gusta mucho pasar tiempo con Lucía, con Mateo y con la perra. Relajarnos mucho en la naturaleza, visitar cosas, tranquilidad.

Entrevista flash