El Atlético despide la temporada con media sonrisa

El Atlético despide la temporada con media sonrisa

No fue la misma actitud la del Atlético que en el último partido en el Metropolitano. Tampoco la de Simeone, que decidió dar los minutos a Vermeeren que el belga no ha disfrutado desde su llegada en el mercado invernal y puso a su equipo a morder a una Real Sociedad muy pasiva en su despliegue. Y así despidieron los rojiblancos la temporada, con una victoria y media sonrisa.

Igual escocieron los halagos del técnico al Real Madrid en la previa. "Mejor equipo del mundo", "va a seguir creciendo", "ha rejuvenecido la plantilla", dardos hacia las dianas que el argentino creía que tenía que disparar.

El vestuario las sintió. Tanto, que apenas costó un pase en profundidad de De Paul a la carrera de Llorente para encontrar la espalda no a uno sino a los dos centrales y al lateral derecho donostiarra. La embocó Lino, pero bien pudo ser Griezmann si el balón va algo más corto. Flaco favor le hicieron Elustondo, Pacheco y Traoré a Remiro en su lucha por el Zamora.

El posible doblete del brasileño casi llega cinco minutos más tarde si llega a colocar mejor el cuerpo a una dejada de Correa tras un precioso eslalon en el área donostiarra. Blandísima la defensa de la Real con Le Normand, un deseado refuerzo rojiblanco para la temporada próxima, viendo el espectáculo desde el banquillo.

No es que el central venga a rejuvenecer la plantilla, tiene 27 años, que son uno menos que Hermoso y seis que Savic, ambos jugadores en la rampa de salida del equipo, pero no cabe duda de que su rendimiento ha merecido la atención rojiblanca.

Mostraron los rojiblancos el orgullo del que carecieron en el duelo ante Osasuna. Y fueron suyas las principales ocasiones del primer tiempo, incluyendo un palo tras un intento de gol olímpico de Correa. Estuvo muy activo el argentino, otro cuyo nombre también está en la presunta lista de bajas del año próximo.

La más clara de los locales antes del descanso la protagonizó Brais Méndez, el más activo de los donostiarras en el encuentro. Su picadita en el mano a mano ante Oblak se encontró el sobaco del esloveno, que poco después sacó una buena mano a una falta sacada por Zakharyan con bastante mala uva.

Vermeeren fue el primer cambio del Cholo, en parte por la rigurosa tarjeta amarilla que le sacó Sánchez Martínez, en parte porque no acaba de haber conexión entre el argentino y el belga aunque este, tras su sustitución, tuviera un cariñoso gesto con el jugador. Se había fajado, pero tampoco había destacado en el encuentro.

Dominio sin fruto

Su salida coincidió con el despertar de la Real Sociedad que amenazó hasta en dos ocasiones a Oblak a través de Becker y Kubo. En la primera tapó Giménez y en la segunda respondió bien el esloveno. El Atlético, agazapado como ante el Getafe y Mallorca, esperando su opción de sentenciar.

El partido perdía ritmo, con el toque cansino de la Real, que solo lo aceleraban Kubo o Becker. Alguacil no quería despedir la temporada en el Reale Arena con derrota y sacaba a Oyarzábal para agitar el ataque.

Sin tiempo si quiera para el capitán txuriurdin de romper a sudar, Correa, que ya enfilaba el banquillo, hacía el segundo. El tanto sería anulado por el línea después de que el argentino embocara, decisión que confirmaría el VAR por centímetros.

Pese al dominio local, estaba más cerca el segundo del Atlético que el empate de la Real. De hecho, como si de un deja vú se se tratara, Morata emprendió una carrera en solitario hacia Remiro, similar a la que enfiló en Dortmund. Como en Alemania, el madrileño decidió la picadita, como en Alemania, en balón se marchó rozando el poste.

Quizás fue el último servicio del delantero al club rojiblanco. Un jugador que ha vivido una temporada de dientes de sierra con un terrible valle final. Como el del equipo, aspirante a casi todo en enero y fuera de todo en abril. Al menos, de laliga se despidió con una media sonrisa. Como la de Reinildo, que sentenció el choque en el descuento, su primer gol como rojiblanco. El pase, por cierto, de Morata.

Bagnaia vuelve al circuito de Catalunya, un trazado "peligroso" que se ha cobrado dos vidas este siglo

Bagnaia vuelve al circuito de Catalunya, un trazado “peligroso” que se ha cobrado dos vidas este siglo

Todos los aficionados al motor contuvieron la respiración en las primeras curvas del GP de Catalunya de 2023. En el primer giro a izquierdas, Enea Bastianini se fue al suelo y se llevó consigo a Alex Márquez, Johann Zarco, Marco Bezzechi y Fabio Di Giannantonio. Pero lo peor llegaría en el cambio de dirección siguiente.

Pecco Bagnaia, que lideraba la carrera, aceleraba para levantar la moto y enfilar la curva dos cuando su montura le pegaba una volada que le dejaba en el asfalto a merced de sus perseguidores.

En un milagro de estos que se ven a menudo en las motos, el italiano consiguió librarse de lo que pudo ser una muerte segura si le llega a impactar un compañero. Finalmente, 'solo' fue la moto de Brad Binder la que le pasó por encima de las piernas.

Contra todo pronóstico, el Bagnaia salió del incidente sin ninguna fractura y apenas con varios traumatismos. "Me siento afortunado por estar aquí", dijo el piloto de Ducatti desde Misano, en el siguiente Gran Premio, el de San Marino, en el que finalizaría en tercera posición.

Otros a los que le pasó lo mismo y en el mismo punto del circuito de Cataluña no pudieron contarlo. "En los cambios de dirección te arriesgas a este tipo de cosas, en las chicanes y cosas así se ven cosas peligrosas", explica Efrén Vázquez, piloto de motociclismo, actualmente probador de KTM de Moto3.

17 años y una semana antes del accidente de Bagnaia, Rubén Torres, de 18 años, sufrió una caída en el mismo sector que el italiano. El piloto de la categoría de Supersport se vio envuelto en un accidente múltiple y, cuando intentaba rodar para salirse del asfalto, una Yamaha le pasó por encima y le dio un golpe mortal.

El parte médico fue "hemorragia interna masiva, hemoneumotórax bilateral, rotura de tráquea, hemoperitoneo y traumatismo craneoencefálico grave". Mientras su hermano Jordi quedaba segundo de esa carrera, Rubén perdía la vida camino del Hospital General de Catalunya.

Pecco Bagnaia vuelve al lugar donde pasó todo. A un trazado que siempre le ha gustado mucho pero... "Definitivamente no es el más seguro en el Campeonato del Mundo debido al asfalto. Por eso es peligroso correr allí, pero es uno de los circuitos más hermosos y característicos", opinaba en los días previos al GP de Catalunya de MotoGP.

En 2022, por cierto, también terminó por los suelos poco después de la salida. "Me derribaron en la primera curva y el año pasado me caí en la segunda. ¡Al menos esta vez espero hacer cuatro curvas!", declaró en un medio especializado.

Para Efrén Vázquez el circuito catalán es una referencia en seguridad que ha sufrido muchas actualizaciones para evitar más tragedias como la de Rubén Torres o la de Luis Salom, el piloto mallorquín de Moto2 que falleció en 2016 después de salirse con su moto en la curva 12 del trazado. "No deja de ser un circuito de 1990", apunta Vázquez.

La velocidad

La reflexión respecto a la seguridad del piloto vasco no trata tanto de poner el punto en los trazados clásicos como el de Lemans o Sanschering, "preciosos" pero con "partes inseguras" por muchas actualizaciones que hayan sufrido. Vázquez apunta más hacia la evolución de la velocidad de las monturas.

"Creo que las motos de MotoGP corren demasiado", sentencia el probador y adelanta las evoluciones que van a sufrir las monturas para los años venideros en los que se reducirá la aerodinámica de las mismas así como las asistencias, que permiten más tracción, pero a la vez también mayor velocidad. "Será un paso importante para el espectáculo porque se favorecerán aún más los adelantamientos", explica.

El mundo del motor siempre trata de buscar los cambios que favorezcan la emoción en las carrers y que a la vez resulten seguros para los principales protagonistas: los pilotos.

El último fallecido en el circuito de Catalunya fue Andreas Pérez en 2018 y tenía 14 años. Ocurrió en una caída tumultuaria de la prueba del Mundial Junior de Moto3 en la curva 5 del trazado. Varios pilotos que venían por detrás no pudieron evitarle y le arrollaron. "Aunque los médicos han intentado hacer todo lo posible y lo imposible", explicaron en su momento fuentes del equipo Reale Avintia, al que pertenecía Pérez, "finalmente nuestro piloto ha fallecido. Andreas no ha podido ganar esta carrera", concluyeron. Y no hay carrera más importante.

Kroos, un diamante sin sustituto en la plantilla del Madrid ni en el mercado

Kroos, un diamante sin sustituto en la plantilla del Madrid ni en el mercado

No es casualidad que Thomas Tuchel y Pep Guardiola señalaran la habilidad de Toni Kroos como la principal que debían frenar si querían pasar de ronda en la Champions League. "Marca el ritmo y lleva las riendas del juego", expresó el primero, mientras que el segundo, que le tuvo a sus órdenes en el Bayern, halagó: "Mueve al Real Madrid de la manera en la que solo Toni Kroos puede hacerlo". Ninguno consiguió detenerle y los blancos están en la final de la máxima competición continental.

El único que ha frenado al alemán ha sido el propio Kroos. Renunció a la selección para centrarse en su club y ahora cuelga las botas en una de sus mejores temporadas porque "quiere acabar su carrera a nivel altísimo". El Real Madrid, que desde 2014 solo ha jugado un 6% de los minutos sin Kroos o Modric, debe ahora pensar en cómo restructurar esa línea de creación sin el alemán.

Esta temporada los blancos sólo han disputado cuatro encuentros con ambos ausentes en el once inicial, tres de liga y uno de Copa del Rey. Camavinga fue el que ocupó su posición ante: Athletic (jornada 1), Celta (jornada 3) y Las Palmas (jornada 7). Mientras que a Dani Ceballos le tocó hacerlo frente al Arandina en tercera ronda del torneo del KO. El Madrid ganó los cuatro encuentros.

Así, Modric es el sustituto natural ante la ausencia del 8, pero el croata, aunque más cerca, aún no ha firmado la renovación para el próximo curso. Además, sus años, 39 en septiembre, hacen que su capacidad física no le dé para disputar una temporada entera jugando de media dos partidos a la semana.

Camavinga disputa un balón ante el Alavés.

Camavinga disputa un balón ante el Alavés.JUANJO MARTINEFE

Con Ceballos con pie y medio fuera del club, entre Camavinga, Valverde y Tchouameni deberán intentar suplir al alemán en ese rol de inicio del juego blanco, con el primero como el principal elegido por Ancelotti, al menos esta temporada. Y con la posibilidad también de que los minutos de Arda Güler, que tan buen rendimiento ha dado a final de este año, crezcan ante esta ausencia.

Aunque otra opción para el italiano podría ser recuperar la posición natural de Jude Bellingham, en la que jugaba en el Borussia Dortmund, y retrasarle hacia la zona de creación. No obstante, se perdería esa capacidad de llegada que el inglés ha mostrado este año y con la que ha llegado a disputar el premio Pichichi hasta la penúltima jornada con 19 goles.

La otra solución madridista pasa por sondear el mercado europeo, aunque las opciones existentes no son exactamente iguales a las características que tenía el germano. Igualmente, parece que entre los planes del club blanco para este verano no se contemple ninguna incorporación para esta posición.

Candidatos en Europa

Por proximidad geográfica hablaríamos de Florian Wirtz, el centrocampista del Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, como uno de los posibles nombres que podrían ocupar el trono del alemán. Aunque el joven de 21 años es más ofensivo, Kroos en sus inicios también se situaba más cerca de la portería contraria, tiene las cualidades y la visión de juego para adaptarse a ese rol. El 10 del Leverkusen ha anotado 18 tantos y ha dado 20 asistencias esta temporada.

Otro nombre a tener en cuenta es el del italiano Nicolò Barella, centrocampista del Inter de Milán y con características técnicas más parecidas a Kroos. Barella es un jugador de 27 años, ya contrastado, cuya edad no cuadra demasiado en la política blanca de fichajes, pero su rendimiento como interista no deja dudas respecto al nivel de jugador que es.

Por último, se podría mencionar a Maxence Caqueret, ya en el radar blanco hace algunas temporadas. El futbolista de 24 años, que milita en el Lyon, es una de las grandes promesas del fútbol francés y su juego también es parecido al del germano.

100 millones, revancha en octubre y el polémico 9º asalto del Fury-Usyk: "Papá, ¿me oyes? Lo hemos conseguido"

100 millones, revancha en octubre y el polémico 9º asalto del Fury-Usyk: “Papá, ¿me oyes? Lo hemos conseguido”

Quedaban 30 segundos para el final del noveno asalto, cuando Oleksander Usyk conectó un gancho de izquierda a la mandíbula de Tyson Fury que hizo temblar al gigante británico. Resonaban las palabras prermonitorias de Usyk en la previa: "Si el tamaño importara, el elefante sería el rey de los animales".

The Cat (el gato), como buen felino, olió sangre y comenzó a golpear sin descanso al Rey Gitano que rebotaba de cuerda en cuerda. Lo hizo en cinco ocasiones, hasta que en el último apoyo el árbitro Mark Nelson decidió intervenir para iniciar un conteo.

"El árbitro tenía que haber parado la pelea", responde a EL MUNDO, Jero García, ex boxeador y presentador de televisión. A juicio de García, Nelson debió declarar ganador a Usyk para evitar la "golpiza" que le dio a Fury. "Es mejor parar la pelea un minuto antes que un segundo tarde", explicaba.

Sin embargo, Emilio Marquiegui, periodista especializado en boxeo, es de la opinión que el árbitro "hizo lo correcto". Marquiegui cree que Fury no se apoyó en las cuerdas sino que se desplomó sobre ellas y que fueron las que evitaron su caída. Así, Nelson obró según el reglamento al iniciar el conteo. "Queda a criterio del árbitro si le vio en malas condiciones o no, obviamente luego se vio que Fury aguantó hasta el final y no pasó nada más", cuenta Marquiegui.

Por su parte, Jaime Ugarte, otro periodista especialista en boxeo, compartía la visión de ambos y añadía que la campana salvó al británico del knockout. "Si el árbitro lo para cuando estaba a merced no hubiera sido raro, estaba inerte", explica el periodista y determina que fue cuestión de segundos el que Usyk terminara la pelea en ese asalto.

Uno de los golpes de Usyk a Fury.

Uno de los golpes de Usyk a Fury.FAYEZ NURELDINEAFP

Pero continuó y finalmente el ucraniano fue declarado ganador por decisión dividida de los jueces. El español Manuel Oliver fue el que más ventaja le dio, 115-112, mientras que el estadounidense Mike Fitzgerald solo concedió 114-113 frente a los 113-114 que el canadiense Craig Metcalfe otorgó a Fury. Esa división llevó al británico a declararse ganador y a esgrimir la guerra de Ucrania como el factor que había determinado el dictamen de los jueces.

Todos los expertos consultados por EL MUNDO piensan que Usyk fue el justo ganador. Si bien si Jero García mantiene que debía de haber sido por ko en el noveno, Marquiegui cree que el "mejor final" del ucraniano le hizo merecedor de la victoria. "Fury tuvo la pelea más complicada de su vida", explica y detalla que el combate se le fue "por su desgaste físico al no dosificar" y "por los palos que recibió en el noveno".

"Papá, ¿me oyes? Lo hemos conseguido", gritó Usyk en ucraniano al pabellón de Riad cuando le colgaban los cuatro cinturones (Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Asociación Mundial (AMB), Federación Internacional (FIB) y Organización Mundial de Boxeo (OMB)) de campeón de peso pesado en los hombros. Es el primer campeón unificado en más de dos décadas. Sustituía a Lennox Lewis cuya unificación databa del siglo pasado, noviembre de 1999, ante Evander Hollyfield.

Historia

Marquiegui, García y Ugarte sitúan la hazaña de Usyk en diferente medida. Mientras que para el primero es algo anecdótico, "un premio pichichi" que no te sitúa como uno de los mejores delanteros de la historia. García y Ugarte sí piensan que convertirse en campeón unificado pone al ucraniano en el escalón de los Ali, Lewis y compañía.

Pero ninguno se olvida que este chico, que dejó el fútbol con 15 años para pasarse al boxeo, ha sido oro olímpico así como gran dominador de dos categorías en su conversión a profesional: crucero, donde también fue campeón unificado, y pesado. Con esta victoria, además, ha arrebatado el invicto a Fury 34 (24 KO)- 1 por su 22 (14 KO)- 0.

Sin embargo, y pese a que el ucraniano ponía en liza tres de los cuatro cinturones, es el británico el que se lleva mayor bolsa por este combate del siglo. De los algo más de 100 millones que había en juego, 70 han sido para Fury, de los cuales uno irá supuestamente para organizaciones benéficas de la guerra de Ucrania, y 30 para Usyk. Un reparto que, previsiblemente, cambiará algo para la revancha de octubre. "Usyk no vende tanto", explica Ugarte.

Es precisamente esta revancha la que hará que Usyk pierda uno de los cuatro cinturones poco después de haberlo ganado. El ucraniano no podrá defender el título de la FIB ante el púgil Filip Hrgovic, por lo que el croata se lo disputará ante el también británico Daniel Dubois, al que ya venció Usyk en una defensa del título de la AMB.

Un Atlético de despedidas dice adiós a la tercera plaza

Un Atlético de despedidas dice adiós a la tercera plaza

Era un duelo de despedidas. El Metropolitano echaba el cierre hasta el año que viene y, probablemente, algunos jugadores no volverían a él, al menos como locales. Quiso Simeone darles la titularidad en este partido ante Osasuna para que su salida del club fuera con todos los honores.

Savic y Hermoso salían al césped de inicio pese a que el segundo tuviera bastante más protagonismo que el primero en lo que a minutos se refiere. No es lo mismo sumar 33 años que 28, cuestión de edad y, porqué no decirlo, también reflejo de las actuaciones de uno y otro este año.

Pero no serían ellos los que retrasarían esta jornada con horario unificado, sino una persona que les dobla la edad y, tras 776 partidos y 15 temporadas, se despedía del Metropolitano entre lágrimas mientras los jugadores de Osasuna hacían un pequeño rondo para mantener la tensión.

Igual si leen Óscar Ortega, no caigan en que era el Profe el que vería el último partido del Atlético de Madrid junto a Diego Simeone. Un emotivo vídeo y un sentido abrazo con el técnico cerraban el homenaje a un preparador físico que ha sido algo más que eso en el club rojiblanco.

Tras ese pequeño acto, comenzaba el fútbol. No es que se jugaran demasiado y más tras el gol tempranero del Barcelona ante el Rayo pero, aunque la segunda plaza fuera una quimera, la tercera estaba a tiro y, con un equipo varios años enjuagando su deuda, siete millones, que es la diferencia entre quedar cuarto y tercero, no es poco.

Quién diría que eran los rojiblancos los que tenían un objetivo que perseguir cuando, sin apenas amenazar la portería de Sergio Herrera, recibieron el primer gol del partido fruto de una indecisión de la defensa rojiblanca. Raúl García, de Haro, no el que se despide esta temporada en el Athletic, la empaló desde el punto de penalti tras un segundo centro a una falta botada por Rubén García. Encima, en los transistores sonaba el gol de Savinho en Mestalla, para ingerir cianuro.

Solo Lino mostraba tanto el nervio como la rebeldía que ha exhibido a lo largo de la temporada no sólo para ganarse la titularidad sino también para convertirse en imprescindible en el equipo titular del Cholo. Un tiro suyo al palo fue lo que levantó al equipo de la inanidad.

Sólo quedaban cinco minutos, pero los rojiblancos apretaron para intentar igualar antes del descanso. Pudieron hacerlo si Griezmann y Correa hubieran estado más finos de cara a portería. El del francés fue especialmente doloroso en un jugador de su calidad.

Pese que Oblak volvió a realizar las paradas de mérito que se le suponen a uno de los, todavía, mejores porteros del mundo. Se quedó sin embargo sin poder alargar su racha de imbatibilidad de los últimos tres partidos. Además del gol de la primera parte, justo al inicio de la segunda tuvo que volver a la red tras un remache de Aimar Oroz. Lo haría dos veces más.

Vuelve Morata

Pero, tras una de cal otra de arena. Así que, como si de vasos comunicantes se trataran y contra todo pronóstico, Morata volvió a ver portería dos meses y medio después. El madrileño convirtió un pase de la muerte de Lino, quién si no, y rompió su sequía goleadora.

Poco le duró la alegría al Atlético, repitió Raúl García de Haro ante una pasividad rojiblanca impropia, vayan los otros resultados de la jornada como vayan. Cambió poco después Simeone los pitos por los aplausos con la salida de Vermeeren. Menos de 90 minutos había jugado el belga en lo que iba de temporada y decidió sacarlo el Cholo en los últimos 20 de partido.

Volvería a sonar la música de viento antes y tras finalizar el choque. No gustó en la parroquia una actitud tan pasiva del equipo y más cuando recibió el cuarto gol a dos minutos del final. En un partido de despedidas, el Atlético dijo adiós a la tercera plaza ante su afición y ante un equipo, el Osasuna, que llevaba seis partidos sin ganar.

Cuarta plaza, 800 millones y 12 años en Champions: ¿Es suficiente para el Atlético?

Cuarta plaza, 800 millones y 12 años en Champions: ¿Es suficiente para el Atlético?

No faltaron voces críticas dentro y fuera del Atlético que se lanzaron al cuello de Rodrigo de Paul cuando dijo aquello de: "Si nos clasificamos para la Champions, habrá sido un gran año para el Atlético de Madrid". Una frase que se cumplió con la victoria ante el Getafe.

Diego Simeone aprovechó la duodécima clasificación seguida para la máxima competición continental, como De Paul, para reivindincarse: "A mí me enseñaron que si uno no valora lo que hace, la tiene jodida", comentó el entrenador antes de recitar lo que ha realizado el equipo en todas las competiciones.

Si hablamos de la Champions, son doce temporadas seguidas entrando en el selecto grupo de los mejores de Europa. Un logro que sólo han logrado otros cinco equipos en el viejo continente: Real Madrid, FC Barcelona, Manchester City, Bayern de Múnich y PSG. Eso le ha permitido clasificarse por delante del Barça para el próximo mundial de clubes que se celebrará en 2025 y le reportará a las arcas del club unos 50 millones de euros.

De hecho, en este periodo el Atlético de Madrid ha conseguido ingresar por su participación en Europa una cantidad que supera los 800 millones de euros gracias a sus dos finales (2014 y 16), unas semifinales (2017), cuatro cuartos de final (2015, 20, 22 y 24), dos octavos (2019 y 21) y dos fases de grupos (2018 y 23), aunque en 2018 se alzó con el título de campeón de la Europa League.

Este año cayó con el Borussia Dortmund, el finalista de la competición, y un espejo alemán de lo que es el Atlético en España. Ambos tienen unos valores de mercado parecidos, aunque con ligera ventaja alemana, 463 frente a 417 millones de euros según Transfermarkt, en el puesto 21 y el 24, respectivamente, entre los clubes europeos. Son "alternativas", como le gusta decir a Simeone, cuando los grandes fallan.

En Copa del Rey el equipo cayó de manera contundente contra el Athletic de Bilbao. En la ida, los bilbaínos fueron los primeros en romper la racha de imbatibilidad del Metropolitano y la dejaron en 28 encuentros. Mientras que en la vuelta, el conjunto de Valverde les superó ampliamente. Los colchoneros prácticamente doblan en valor de mercado a los leones que se sitúan en 261 millones de euros.

Respecto a LaLiga, Simeone hablo de "luchar contra monstruos" y recordó que el Real Madrid les lleva 22 puntos, aunque admitió que la distancia con el Barcelona es más corta. En esta ocasión, los dos grandes doblan en valor de mercado a los rojiblancos, 1.000 millones el Madrid y 839 el Barça. No obstante, los culés se hallan en una de las mayores crisis institucionales y deportivas de su historia reciente.

"Yo quiero salir campeón más que nadie, trabajo desde que llegué aquí hace 12 años con una ilusión tremenda para inflar el globo, pero hay veces que se nos pincha", comentó el entrenador respecto a su ambición y la de la plantilla.

La irrupción del Girona, con un valor de mercado de 240 millones, no entraba en las previsiones del club a principio de temporada y por ello los rojiblancos contaban con ese tercer puesto al que todavía aspiran en las dos jornadas que restan. A los colchoneros les quedan Osasuna en casa y Real Sociedad fuera mientras que los catalanes deberán visitar Valencia y recibir al Granada. Entre quedar terceros y cuartos hay una diferencia de unos siete millones de euros por ingresos de LaLiga.

Deportivo

En el tema futbolístico, se ha reclamado al equipo dar un paso más esta temporada. Pero la diferencia de juego en los duelos de casa y fuera ha lastrado los objetivos del club. Tanto que en liga en el Metropolitano han obtenido 16 victorias en 18 encuentros mientras que fuera han perdido más partidos, ocho, de los que han ganado, siete.

A eso hay que sumarle la debilidad defensiva de este año, el peor respecto a goles encajados desde la llegada de Simeone con 64 tantos. "Si vas a los números de los equipos que reciben menos goles, son los que están más cerca de ganar. Hay que mejorar en esa parcela, la hemos tenido por muchos años, la hemos recuperado y esperemos tenerla hasta el final", destacó el argentino tras sumar tres porterías a cero seguidas.

Habría que preguntarse si en el momento más exigente de la temporada, la irregularidad del equipo ha sido una cuestión de voluntad o de capacidad. El Atlético cuenta con una de las plantillas más veteranas de Europa. Las diez alineaciones con mayor edad en la historia del Atlético de Madrid se han producido esta temporada. En Dortmund, Simeone dispuso un once que superaba los 31 años de media, récord en los 120 años de la entidad rojiblanca.

Griezmann resucita para amarrar la Champions para el Atlético

Griezmann resucita para amarrar la Champions para el Atlético

Llegará un momento en el que la gente se canse de que sus hijos vayan con ojeras al colegio tras una jornada intersemanal. Llegará un momento en el que el el aficionado al fútbol reclame, de nuevo, el protagonismo que se merece. Ese momento no llegó ayer en el Coliseum. Se jugaba el Atlético la Champions, sí, pero le bastaba un puntito, mientras que el objetivo del Getafe era meramente mantener el orgullo. Partido a las diez de la noche, que con las prolongaciones, casi termina el jueves. [Narración y estadísticas (0-3)]

Las gradas lucían con bastante público, lógico, un derbi de Madrid siempre merece la mayor atención metas aparte. El cole puede esperar. El Atlético no quiso. La Champions, un objetivo que tuvo en el alero hace pocas fechas, ya estaba amarrada con una mano, faltaba la otra. La propició la resurrección de Griezmann con un magnífico hat trick.

Primero amagó con un precioso pase a Correa en el que este se durmió cuando ya encaraba a Soria. Golpeó después con otra delicatessen. Rodrigo De Paul lanzó un pase teledirigido que el francés acarició con la puntera para bajarlo al césped con media defensa del Getafe embelesada, o por el detalle técnico, o por la hora. El caso es que Griezmann no perdonó en el mano a mano y adelantó a los rojiblancos.

Un minuto de tensa espera

El Principito volvió a golpear, aunque esta vez con suspense. Tras una gran jugada combinativa, el balón llegó a Correa que ganó línea de fondo, la puso atrás y, tras recorrerse media área pequeña con jugadores de uno y otro bando intentando alcanzarlo, lo recogió Griezmann para meterlo en la red con un obús. El árbitro anuló momentáneamente el gol por la posición dudosa del argentino, pero tras un largo minuto, concedió el tanto.

El hat trick lo completaría al inicio de la segunda parte. Fue una contra de manual del Atlético para que Lino filtrara al francés y este se la colara con la punterita entre las piernas de Soria. Ya son cinco goles al Getafe esta temporada, dos en el Metropolitano y tres en el Coliseum.

Para todos los que reclamaban la vuelta del francés, aquí está. Quizás sea tarde para grandes gestas. Se le echó de menos tanto en Copa, tocado, como en Champions, desaparecido. Al menos, gracias a este punto podrán volver a intentarlo el año que viene en la máxima competición continental.

Destellos de Greenwood

Otro que ha vuelto es Oblak. El esloveno quiere volver a reclamar el trono del mejor portero de Laliga. Las dos paradas a Greenwood en la primera parte así lo atestiguan. La segunda, una mano tras un disparo seco que terminó estrellándose en el larguero, fue una maravilla. Buenas noticias para plantear la renovación del equipo el año que viene. Siempre es bueno tener un buen cerrojo atrás y pólvora arriba.

En el Getafe poco que destacar salvo los destellos de Greenwood. Si ya se ganó los halagos del Cholo por su exhibición en el Metropolitano, ayer fue de lo poco salvable de un conjunto, el azulón, ya relajado en tierra de nadie. No es poco teniendo en cuenta lo que sudó el año pasado para salvar la categoría. Otro milagro de Bordalás para justificar la confianza ciega que le profesa Ángel Torres.

Poca historia que destacar en el resto de un choque donde pareció haber un pacto de no agresión. El Atlético perdió colmillo en sus salidas a la contra y el Getafe no atacó con deseperación. En estos postreros momentos de la temporada, quizás haya más pensamientos de evitar lesiones. A fin de cuentas, le quedaba a los azulones el partido contra el Mallorca, en la última jornada de la liga para despedirse con otro sabor de su afición que ya había partido mediada la segunda parte. El objetivo estaba conseguido, también para el Atlético. ¿Qué más se puede pedir? Quizás jugar un par de horas antes. No es poco.

El Simeone de los récords: los partidos de Koke, los goles de Griezmann y los Zamoras de Oblak

El Simeone de los récords: los partidos de Koke, los goles de Griezmann y los Zamoras de Oblak

En el momento en que Rodrigo de Paul acunaba la bola en el pecho tras el rechace de Unai Núñez, Simeone hablaba con Nelson Vivas sobre cómo meter mano al Celta. El golazo posterior del argentino no interrumpió la conversación. Con ese tanto y el pitido final, el técnico argentino sumaba 400 victorias, el entrenador de LaLiga que más ha conseguido.

Y así respondía a la pregunta sobre esa marca histórica: "No lo analizo, miro para adelante, como he buscado ser siempre. No me detengo. Sé lo que quiero, sé lo que busco, estoy convencido de por dónde es el camino y seguiré empujando hasta el último día que esté acá". Ese es Simeone y así se explica la cantidad de marcas que ha roto con el Atlético.

Es el técnico con más partidos dirigidos como rojiblanco, con 678. De los cuales ha ganado 400, empatado 151 y perdido 127. Lleva 13 años al frente del Atlético y si cumpliera su contrato, que finaliza en 2027, superaría a Miguel Muñoz como técnico con más temporadas en el banquillo de un mismo club. Muñoz cumplió 14 en el Real Madrid.

Dentro del club sus marcas son estratosféricas y llevaría un buen rato recopilar todos los registros que ha batido como la mayor racha de victorias europeas consecutivas con 16; de triunfos como local con 20, si hablamos de partidos imbatido en casa el número se elevaría a 28; el que más títulos ha levantado, ocho y así podríamos seguir si metemos porcentajes y goles. El de victorias es el mejor con un 59%. Y si hablamos de tantos, su fortaleza defensiva se demuestra en el ratio de goles encajados por encuentro con 0,8, el menor.

Pero la labor del entrenador, como no podía ser de otra manera, se ha dejado notar en una plantilla que, gracias a él, ha crecido a nivel europeo gracias a la disputa de todas las ediciones de la Champions desde su llegada (sin contar con la media temporada en la que sustituyó a Gregorio Manzano en 2011) y también en el entorno doméstico hasta situarse en el segundo escalón tras Real Madrid y FC Barcelona y le ha permitido grandes momentos como la victoria en la final de la Copa del Rey ante el eterno rival en su propia casa en 2013.

Jugadores históricos

Así, jugadores como Koke, el eterno capitán rojiblanco han conseguido situar la marca de jugador con más partidos disputados en la historia del club con 634 encuentros. Lejos quedan los 553 que llegó a competir el mítico centrocampista colchonero Adelardo Rodríguez.

En la delantera, este año se celebró otro récord. Ni más ni menos que el de mayor número de goles marcados en la historia atlética. Antoine Griezmann fue el futbolista que consiguió superar a Luis Aragonés que había hecho 173 goles con la zamarra rojiblanca. El francés lleva 178 además de 81 asistencias.

Por último, hay que acordarse de Jan Oblak, otro de los bastiones de la época de Simeone. El cancerbero esloveno es el guardameta y el extranjero con más partidos en la historia del Atlético con 441 y también el que más trofeos Zamora ha conseguido con cinco. En LaLiga empata en cabeza con Ramallets y Víctor Valdés.

¿Por qué La Coruña quiere tanto al Depor? "Es todo"

¿Por qué La Coruña quiere tanto al Depor? “Es todo”

Bien entrada la noche, un grupo de aficionados prendía una cantidad ingente de bengalas en torno a la escultura de Arsenio Iglesias en La Coruña. Era el homenaje a la persona con la que empezó todo de la manera en la que los gallegos celebramos todo, con lume (fuego). "Su espíritu sigue impregnando a mucha gente del Depor", apuntaba a EL MUNDO Paco Liaño, una leyenda de la portería del equipo gallego, pese a que él no se quiera poner esa etiqueta que la reserva para otros como el entrenador de Arteixo o el ex presidente Augusto César Lendoiro.

No es casualidad que el tifo de Riazor fuera para el Zorro y tampoco lo es que una bengala prendiera el techo del autobús del equipo justo antes del choque definitivo ante el Barça B. Otro incendio fue el germen del mejor Depor de la historia. Ocurrió en 1991 cuando una luminaria prendió el techo de Riazor. "Se quemó el meigallo", dicen varias voces en La Coruña. Efectivamente, se acabó el mal de ojo y el equipo ya está en el fútbol profesional.

"Tengo un sentimiento de felicidad, pero sobre todo de alivio", confesaba Liaño. Y es que han sido cuatro años de vaivenes en Primera RFEF, de martirio para ver al equipo a través de retransmisiones audiovisuales deficientes, de proyectos fallidos y, también, de mala suerte.

Nadie se olvida de la tragedia del Albacete, el equipo entrenado por tu ex técnico que te echa de la final de ascenso, y de otras anteriores que hundían más al club a nivel deportivo, pero que generaban un sentimiento de unión en la afición como pocos clubes han visto. "Dolía mucho ver al equipo en esa situación y más a los que vivimos su buena época", expresaba Donato Gama da Silva, el jugador que tenía que haber pateado el penalti de Djukic, aquel que el serbio falló y entregó la liga al Barcelona.

Ese penalti, no fue más que un lunar en la época dorada. Para Liaño ni siquiera. Lo incluiría en los éxitos del Depor, otra anécdota de los años en los que se peleaba por títulos. Cuántos no firmarían volver a ese periodo en el que, como dice la alcaldesa de La Coruña, Inés Rey, la vida se contaba según las hazañas del equipo. "Todo el mundo en la ciudad se acuerda perfectamente dónde estaba cuando Djukic falló el penalti", recuerda.

Precisamente, cuenta el periodista de La Cope, Germán Dobarro, que La Coruña no vivía una celebración igual desde que se celebró, por fin, el título de liga. La que metió al Depor en el selecto club de nueve equipos que han conseguido el campeonato nacional. "Tengo la suerte de ver muchas ciudades, pero estar a la altura de esto es casi imposible", describe. Liaño condujo desde Santander para vivirlo. "Llegué muerto a casa a las dos de la mañana, pero con una satisfacción tan grande que no me perdonaría habérmelo perdido", expresaba.

Aficionados del Depor en A Coruña.

Aficionados del Depor en A Coruña.CabalarEFE

De las épocas doradas llegaron etapas más oscuras. De hecho, en los últimos 10 años, la única alegría del deportivismo la dio Carlos Marchena. El central sevillano fue el artífice del gol del último ascenso del Depor en la 2013/14 ante el Jaén. "Fue la recompensa del trabajo a un año muy difícil", explica a EL MUNDO y desvela que "lleva dentro" poder devolver el cariño que le brindó la afición del Depor. "Es un equipo que te abre las puertas y te quiere desde el primer día", rememora.

La conexión sevillana coruñesa se alarga a otra persona muy querida en Riazor. Joaquín Caparrós solo pudo estar dos años, pero su corazón tiene una parte blanquiazul alimentado por la peña que le recuerda en Santa Comba. "Fue un día feliz porque el equipo ha vuelto al fútbol profesional, donde le corresponde, y si siguen haciendo las cosas así, estarán en Primera", vaticinaba.

No son pocas las voces que coinciden que su espacio es en el fútbol profesional. Algo que también se ha dicho en estos cuatro años en Primera RFEF, pero ahí se seguía. Entonces llegó Lucas Pérez, "el padre del ascenso" para Dobarro, tras descender dos categorías y pagar medio millón de euros para salir del Cádiz y "volver a casa".

Lucas, al rescate

Falló el primer año, pero con su armadura blanquiazul reclutó a un ejército de canteranos que creyó en sus palabras y no sólo salvaron a Idiákez, el entrenador con el que estuvieron en puestos de descenso al principio de esta temporada, salvaron a una ciudad.

"El Deportivo es todo", cuenta entre lágrimas Inés Rey a este periódico horas antes de que el equipo rechace la visita al Concello para celebrar el ascenso. Y se acordaba la alcaldesa de los cartones de leche que se compraban en su casa porque regalaban fotos de Bebeto y de las palabras de Lucas cuando volvió a Riazor. "Bendita locura".

Ahora los niños que ayer y hoy visten las calles de La Coruña de blanquiazul entienden un poco más lo que les contaban sus padres del equipo de su ciudad. "La familia" de Donato, "la depormanía imposible de explicar", de Dobarro o el protagonista de muchas "páginas de historia de nuestro fútbol", de Caparrós. Pero, si de infancia hablamos: "El fútbol me ha devuelto con el Depor aquello por lo que peleé y soñé", le define Liaño. Y los sueños, sueños son.

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Han sido tiempos de lágrimas. Muchas. Ni siquiera el mítico Arsenio Iglesias pudo despedirse de su Depor en el fútbol profesional. Él, el zorro con el que empezó todo, que vio desde un precioso tifo, abrazado a Bebeto, como el Deportivo de la Coruña volvía a Segunda División tras vencer al Barça Atlètic.

Horas antes, miles de aficionados enfilaban la calle San Juan de A Coruña tras un cartel que rezaba: "Os tempos son chegados", el mismo que se leía en la pancarta de Riazor. Esa preciosa frase del himno gallego en la que se anuncian muchas cosas, pero en lo concerniente el Depor, se advierte de que, como dice Nacho Carretero, "la factura ya se ha pagado".

El periodista y aficionado del conjunto gallego recuerda que en A Coruña fueron "más felices de lo que correspondía". Años a crédito en el que cayeron una liga, varias copas y supercopas y se rozó una final de Champions. "He vivido los grandes momentos de la historia del Depor, y es increíble la cantidad de niños y niñas que se pelean hoy por ir", cuenta el ex presidente blanquiazul, Augusto César Lendoiro.

Lendoiro fue el mandatario que trajo a los Bebeto, Mauro Silva, Rivaldo, Djalminha, Scaloni y muchos otros que esta tarde estaban pegados al televisor para ver otra historia. Una de sufrimiento, con momentos de thriller y, sobre todo, larga, con demasiado metraje. "Es la primera vez en la historia centenaria del Depor que después de dos descensos hemos tardado tanto en volver. Es el peor momento desde el punto de vista deportivo", apunta el dirigente.

Pero no hay mal que cien años dure o, como dice el propio Lendoiro, "a longa noite de pedra", como aquella obra poética de Celso Emilio Guerreiro que denuncia el orden social imperante, ese que tiene al Depor en Primera RFEF desde hace cuatro años. "La afición del Depor estuvo en un proceso de aprendizaje. Vienes de un período espectacular y te ves en Primera RFEF así que necesitas de un tiempo para aceptar tu nueva realidad. Tienes que comprenderlo hasta aceptarlo", describe Carretero.

Riazor

No se explica de otra manera, ante el Barça Atlètic hubo 31.833 personas en Riazor. El Depor sitúa en más de 20.000 aficionados la asistencia media de esta temporada, la mejor desde que abandonó la Primera División hace ya seis años. Una categoría, por cierto, en la que 11 de los 20 equipos tienen una presencia media inferior al conjunto coruñés según Transfermarkt. "Cuando el Depor inició su crisis deportiva, comenzó su idilio social", explica Carretero.

Hacía 14 días que no había papel en Riazor. Desde las 11 de la mañana, no se podía tomar ningún vermú en San Juan. A las 16.00 una marea tiñó de azul el paseo marítimo bajo la atenta mirada de los Héroes de Orzán, una historia trágica, como la del propio Depor. Y ya a las 19.00 Riazor era una caldera, desde la que incluso se tuvo que apagar el autobús del equipo por una bengala inoportuna. Lume (fuego).

"El Depor representa ese sentimiento de un club de los amigos, de la calle, del colegio... compitiendo con otras ciudades para hacer felices a toda coruña", define Lendoiro. Y hoy, tras muchos años reclamándolo desde la grada, también de cantera. "Soy el niño más feliz del mundo", decía David Mella.

Un momento del partido del Depor.

Un momento del partido del Depor.CabalarEFE

Han sido los Mella y Yeremay, junto con la personalidad de Lucas Pérez, los responsables del giro deportivista. Un giro realizado por Imanol Idiákez en su "última bala", según revela Lendoiro, que le llegó al entrenador precisamente en la ida ante el Barça Athletic. Se ganó y desde entonces 16 victorias, cuatro empates y sólo una derrota. La última victoria, la del ascenso, precisamente con un gol del capitán gallego. Un saque de falta magistral. Riazor en llamas. "Bendita locura haber bajado de Primera División para volver a Riazor", decía Lucas Pérez al acabar el encuentro.

"Cuando el Depor ha hecho las cosas justo al revés de lo que venía haciendo, es cuando ha salido bien y eso debe quedar", cuenta Nacho Carretero. Hablamos de paciencia con el banquillo desde la dirección deportiva de Fernando Soriano, un visionario de esta plantilla, y de dar protagonismo a la cantera junto a Idiákez. "Sois lo más flipante que he visto en mi vida", lanzaba el vasco al público tras la victoria.

En A Coruña había alegría y confianza, pero al estilo gallego. De hecho, la alcaldesa Inés Rey, no quiso participar en este reportaje "por no gafar" el ascenso. "La Coruña va a ser muy feliz pase lo que pase. La hinchada del Depor es feliz. Estamos felices de disfrutar cada partido", apuntaba Carretero.

Lendoiro, en cambio, que ha vivido, más que vivido, construido, el gran Depor habla de que el ascenso es "una gran alegría, pero con los pies en el suelo". "Salimos del infierno o de algo ya sin nombre, que nos sirva de ejemplo para no volver nunca", concluía Lendoiro. Ahora el infierno ya es 'outra historia'.