Primera y merecida derrota en liga de un Atlético sin actitud

Primera y merecida derrota en liga de un Atlético sin actitud

Está el Atlético en una indefinición que preocupa a propios y extraños. Desde fuera, el público se impacienta porque el equipo no carbura y desde dentro el entrenador da vueltas a tácticas y nombres, pero no termina de encontrar la idea que quiere poner en práctica esta temporada. Sabe Simeone que debe mantener la portería a cero, y algo mejor le va que la temporada pasada, pero arriba no hay definición y las victorias cuestan un mundo. Si encima empiezas perdiendo y no pones actitud para solucionarlo, pierdes, como ocurrió ante el Betis. [Narración y estadística, 1-0]

Sólo bastó un pelotazo a la banda hacia la profundidad de Perraud para que éste descargara al primer toque para Abde, que entró en el área del Atlético como Pepito por su casa. Puso el balón al área pequeña y entre Witsel y Giménez se la metieron a Oblak. El Atlético se quedó aturdido con el gol y aún tardó cinco minutos en despertar y en amenazar, con un disparo tímido de De Paul, la portería de Rui Silva.

Sin embargo, fue Abde quien pudo poner el segundo en el marcador para los verdiblancos tras un pase maravilloso de Johnny. Oblak reaccionaba gritando a los suyos tras ver que el mano a mano del marroquí se iba fuera. Simeone, lo dicho, cambiaba el sistema de 4-4-4 al 5-3-2 habitual. Más vale malo conocido...

Ese susto de Abde inflamó a los jugadores de azul. Comenzaron a morder arriba, conscientes de que les faltaba creatividad para construir desde atrás. Koke está lento, De Paul vive en uno de esos períodos de apatía que tanto enfadan a la parroquia rojiblanca y Gallagher es más un box to box que un arquitecto de juego. Todo queda en las botas de Griezmann. Pero lo que no se le puede pedir al francés es construir y rematar. Siempre se ha dicho que no se puede estar en misa y repicando.

Igualmente, la cosa no marchaba y seguían los verdiblancos percutiendo la portería y los postes de Oblak. A la media hora, los de Pellegrini llevaban 10 disparos por apenas dos de los colchoneros. ¿Y si, esta vez sí, el chileno conseguía vencer al conjunto de Simeone? Desde luego, en la primera media hora podían haber resuelto el encuentro si Vitor Roque hubiera estado más acertado. Los mejores minutos del Betis en toda la temporada y lo mejor para el Atlético al descanso era el resultado.

Sacó Simeone a Galán y Sorloth para buscar más posibilidades ofensivas con los tres magníficos arriba. Pero el problema para el Atlético venía por la derecha, Molina no veía a Abde. Ni en parado, ni al espacio, ni de espaldas. Se le fue el marroquí de todas las maneras. Si tuviera más pausa en sus decisiones, Abde quizás no habría abandonado el FC Barcelona. No obstante, con el noruego fijando los centrales, Julián Álvarez y Griezmann ya empezaron a encontrar espacios arriba que no aparecían en la primera parte.

Polémica en el área

Pese a la mejoría del Atlético, había despistes en defensa y falta de contundencia en los duelos que generaron más de un susto a la portería de Oblak. Si Fornals pegó un palo, el rechace volvió al propio jugador del Betis y Galán metió ahí la bota. Gil Manzano pitó penalti pero, tras consultar el VAR, deshizo su decisión. Respiraba el Cholo, pero por poco. El Betis seguía percutiendo la portería del esloveno. Con más contundencia esto hubiera sido una goleada, pero las ocasiones no cuentan.

Cómo estaría viendo el Cholo la actitud de su equipo en el Benito Villamarín para que, perdiendo, decidiera meter a Lemar, que no había salido ni un minuto esta temporada, aunque Julián y Correa hubiera enviado el balón al palo cinco minutos antes. Quizás los últimos cinco minutos sí fueran un acoso. Pero ganar en ese tiempo lo que no has hecho en 85... Primera y merecida derrota rojiblanca, que pudo ser mayor.

Así venció Ilia Topuria a Max Holloway: Dios, FIFA, crochet de izquierdas y la 16ª rosa

Así venció Ilia Topuria a Max Holloway: Dios, FIFA, crochet de izquierdas y la 16ª rosa

Era el día previo al pesaje de la pelea ante Max Holloway e Ilia Topuria no podía dormir. No porque el campeón del peso pluma estuviera preocupado por la pelea o por dar los 65,8 kilos pertinentes en la báscula. "Las peleas se ganan en los entrenamientos", le dice siempre a su equipo y los suyos, esos seis meses intensos de training camp, habían sido espectaculares. Estaba preparado tanto física como mentalmente.

Así que, para volver a conciliar e

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Topuria gana por ko a Holloway, el hombre innoqueable, y permanece inmaculado

Topuria gana por ko a Holloway, el hombre innoqueable, y permanece inmaculado

Cuando uno se sube al octógono, las palabras se borran, los desplantes se olvidan y la fanfarronería se entierra tras el primer golpe y los 18.000 aullidos del Etihad Arena de Abu Dhabi. La noche 308 de UFC tenía dos estrellas en el firmamento, pero una bajó a golpes a la otra. No pudo ser en los primeros 10 segundos, como había retado Ilia Topuria, qué más da. Ese guantazo dorado, el que distingue los combates por el título, llegó en el tercero. Se cortaron las alas del ángel.

Atizó a Max Holloway con un directo de derecha brutal, tras amagar con la mano izquierda. Abría la guardia el hawaiano buscando aire, pero ya no podría con la siguiente combinación. Esta vez fue diferente, amago con la derecha y crochet de izquierda. A la lona. Remate y el árbitro se vio obligado a parar la pelea por el cinturón del peso pluma.

Y eso que el primer asalto sirvió a Topuria para entender que El Bendecido no iba a ser un rival fácil de llevar a la lona. Lo hizo dos veces, una de un derechazo, que inclinó el octógono hacia su esquina y otra lanzándose hacia su cintura. La mandíbula de Holloway, de granito decían, aguantaba las embestidas del campeón en los dos primeros rounds.

El campeón entraba con un doble jab y buscaba luego una combinación para terminar con una poderosa derecha, pero el hawaiano mantenía la distancia a base de patadas y aguantando los golpes con buenas contras. Tiraba más el hawaiano, pero la iniciativa la llevaba el español. Esto no era un combate, era una guerra de pequeñas batallas en las que la victoria de Holloway se veía que estaba en mantener lejos a Topuria.

El Matador trabajó a mitad de combate el pateo abajo para cerrarle huidas al hawaiano y acortarle el físico en los últimos asaltos, momento más peligroso del norteamericano. Pero no hizo falta llegar hasta allí. Ya había avisado Topuria que lo conseguiría, y lo cumplió en el tercero. "Me sorprendió la fuerza de sus golpes", admitió el hawaiano.

Agradeció el hispanogeorgiano a Dios desde la lona del Etihad Arena y después se bajó a celebrar no sólo con su equipo, también con las numerosas celebrities que acudieron a la cita. Sorprendió el beso en la cabeza que el luchador dio al Rey Emérito, presente en la primera fila.

"Lo primero que quiero decir es gracias a Dios, todo le pertenece. No sé qué decir, para ser honesto. Derroté a una leyenda, a Max Holloway. Seguí su carrera, me inspiré, fue un referente para una generación. Quiero ser una pequeña porción de lo que fue Holloway", fueron las palabras del luchador después de que el árbitro de la contienda alzara su brazo al cielo de Abu Dhabi.

Posteriormente, confirmó El Matador que habrá revancha con Volkanovski, el hombre al que derrotó para obtener el cinturón de campeón que hoy cuelga a su cintura. "Él defendió su cinturón muchas veces. Se lo merece, es una leyenda", explicó.

Retorno infructuoso

El 'maño' Chris Barnett, por su parte, no pudo volver a la UFC con victoria y sucumbió rápido ante la pujanza del gigante Kennedy Nzechukwu en la categoría de semipesado. El nigeriano se aprovechó de su envergadura para conectar más golpes y de manera más efectiva hasta que terminó con un rodillazo en el primer asalto con el sueño de Barnett.

Aunque el ko de la noche lo protagonizó el daguestaní Shara Magomedov. El ruso conectó una doble combinación de puños con reverso para noquear al armenio Armen Petrosyan que levantó al público de sus asientos. Fue uno de los kos del año en la UFC y el aperitivo perfecto para el maincard. Porque todo el mundo sabía que la noche 308 de esta liga de MMA era de Ilia Topuria.

La construcción del campeón Topuria: seis meses de 'Training camp', comida orgánica, 100 'burpees' y tecnología punta

La construcción del campeón Topuria: seis meses de ‘Training camp’, comida orgánica, 100 ‘burpees’ y tecnología punta

El 24 de abril, Aldo Martínez, el Doctor Aldo, realizó el primer entrenamiento de preparación con Ilia Topuria (récord de 15-0 en sus apariciones) para la pelea que este sábado por la noche enfrentará al hispanogeorgiano con Max Holloway (27-7). Un combate anunciado con una cuenta atrás en la portada de la página de la UFC. Allí aparece la foto de Ilia con el cinturón de campeón de Peso Pluma, que pondrá en juego ante el luchador estadounidense.

Han sido seis meses de férrea rutina física y nutricional para esculpir a Topuria al milímetro, en los que 100 gramos o una mejora de un 0,1% pueden hacer la diferencia. "Es como un coche de Fórmula 1", apunta el Doctor Aldo a EL MUNDO. Un coche que, a día de hoy, es el cuarto mejor peleador de la UFC libra por libra y que cuenta con un equipo de élite para afrontar la primera defensa de su cinturón.

En el equipo principal de Topuria hay en torno a 15 personas, pero el 'core' lo componen cinco: Aldo, que es su preparador físico; los hermanos Climent, que le ayudan en la estrategia y en su técnica de artes marciales mixtas; su hermano Aleksandre, como consejero, y Javi Climent, que es su entrenador de boxeo. Quizás también haya que mencionar a Giorgina, su esposa, y responsable de que Ilia haya cambiado su alimentación por completo hacia la comida orgánica.

Topuria corriendo con Aldo Martínez.

Topuria corriendo con Aldo Martínez.EM

"Se ha aplicado mucho más la ciencia de lo que se puede ver desde fuera, no hemos dejado nada al azar", explica el preparador. El entrenamiento de Topuria ha contado con máquinas de frío, donde el luchador somete su cuerpo a diario a temperaturas de -140º durante un periodo de tres minutos; entrenamientos en saunas a 70 º, cámaras hiperbáricas de alta presión, camas con luz roja y gafas estroboscópicas para incrementar la velocidad de reacción. "Cuando digo que tiene el ojo más rápido de la Premier, es porque el optometrista deportivo, Josep Caballero, que valora a muchos porteros de esa liga, no ha visto a ningún deportista que reaccione más rápido que los ojos de Ilia".

Porque la idea del equipo no es preparar su cuerpo para los impactos, aunque también se esmeran en ello. Se trata de darle las herramientas para que reciba los menos posibles. "Se entrena para recibir pocos golpes, para poder evitar, poder bloquear o poder apartarse", apunta Aldo, y revela que su capacidad estratégica y de análisis durante el combate le permite ir llevando la pelea, al rival, donde él quiere. De hecho, uno de los secretos de Ilia es su gran nivel en ajedrez, deporte que practica a diario. "Ilia es una computadora", ensalza el doctor.

No obstante, el luchador hispanogeorgiano no depende únicamente de su análisis. Es perfectamente capaz de recurrir a la fuerza bruta, como demuestra el reto que lanzó a Holloway de iniciar el combate con un intercambio de golpes durante 10 segundos en el centro del octógono. Cosa, por cierto, que el americano ha preferido ir toreando y no ha confirmado si aceptará. "Hay diferentes main plans según lo que acontezca en el combate, pero Holloway, lógicamente, no entrará en el juego, porque sino caería noqueado el primer golpe de Ilia", asegura el preparador físico.

Max Holloway, en la rueda de prensa previa al combate.

Max Holloway, en la rueda de prensa previa al combate.ALI HAIDEREFE

Max Holloway, El Bendecido, no es un peleador cualquiera pese a que Topuria le llamara "mequetrefe" en la rueda de prensa previa al combate. Su periodo de estrellato se centró entre 2016 y 2019 como campeón de peso pluma y defensor hasta en tres ocasiones de su cinturón. El hawaiano se mantiene como el hombre récord en triunfos (20), finalizaciones (11) y nocauts (9) en las 145 libras. No obstante, en los días previos a la pelea, se le vio algo serio por la dificultad que es, para un hombre de 180 centímetros, dar 65,8 kilos en la báscula.

Nutrición

Topuria en cambio, según explica Aldo Martínez, llegó más preparado al pesaje. Su recorte, dice su preparador, comenzó hace 12 semanas con una bajada paulatina del porcentaje de grasa del luchador que, a día de hoy, puede rondar el 6%. Gracias a su paso a la comida orgánica, su adaptación a las restricciones de una pelea es más sencilla. En los días previos, además de eliminar completamente la pasta y el arroz ha incrementado su ingesta de agua a más de siete litros diarios para que la deshidratación permita un recorte más efectivo.

El cálculo del equipo de Topuria es que, tras el pesaje, y antes de la pelea, es decir, en poco más de 24 horas, pueda recuperar en torno a 10 o 10,5 kilogramos para afrontar la pelea en sus condiciones óptimas de movilidad y fuerza. En el combate ante Volkanovski, en el que El Matador obtuvo el cinturón de peso pluma, Topuria rebotó 10,270 kilogramos. "Con ese peso es muy ágil, muy rápido y su fuerza se mantiene. Se ha cuidado mucho su sistema nervioso, para que la transmisión del impulso eléctrico sea perfecta", explica Aldo.

Topuria, en otro momento de su preparación.

Topuria, en otro momento de su preparación.IG

De hecho, el preparador admite a este periódico que Ilia, que entre ejercicio y ejercicio propuso hacer 100 'burpees' para seguir mejorando su capacidad aeróbica, consigue mantener su intensidad eléctrica a lo largo de 10 asaltos sin bajar un ápice. "Eso no sólo es fascinante desde el punto de vista deportivo, también fisiológico", admite Aldo. Así, pese a que en la previa del combate 20 de 24 peleadores de la UFC den favorito a Holloway, en el equipo de Topuria y el propio hispanogeorgiano no tienen dudas de su victoria. "Le voy a arrancar la cabeza", expresó El Matador en la rueda de prensa antes del combate.

En estos momentos previos a la pelea, le viene a la cabeza a Aldo el día que conoció a Ilia. El luchador tenía 17 años y tenía claro que quería ser campeón del mundo. Algo que ha conseguido gracias a la impresionante capacidad de concentración en sus objetivos según dice el preparador. "Lo diferente ahora es que se va a hacer leyenda", según cree Martínez porque no sólo noqueó a Volkanovski por el cinturón sino que va a noquear a Max para retenerlo, algo que nunca ha ocurrido.

Piscinas de olas, rocódromos, sets virtuales... los 'secretos' artificiales de deportistas de élite como Fernando Alonso: "Es fácil entrenar porque repites con las mismas condiciones"

Piscinas de olas, rocódromos, sets virtuales… los ‘secretos’ artificiales de deportistas de élite como Fernando Alonso: “Es fácil entrenar porque repites con las mismas condiciones”

Simuladores de conducción, parques de esquí indoor, rocódromos, piscinas de olas... Son muchos los escenarios en los que el deporte ha ampliado su esfera tanto para fomentar su práctica como, más recientemente, elevar las prestaciones de los atletas de élite. "Es una gozada poder entrenar en cualquier momento del año, con mayor tecnología y de una manera más segura", explica a EL MUNDO, Jesper Tjäder, esquiador de freestyle y campeón del Mundo de Pista de Obstáculos en 2014 en Sochi y medallista olímpico en los Juegos de Invierno de 2022 en Pekín.

Tjäder era uno de los atletas asistentes de GoPro a la presentación de su nuevas cámaras Hero 13 y Black en el centro O2 Surftown en Múnich. Resulta que estas instalaciones, que abrieron el 10 de agosto, tienen esa doble función de ocio y lugar de evolución para deportistas profesionales. "Es fácil entrenar en lugares así porque puedes repetir con las mismas condiciones", expresa Justine Dupont, surfista especialista en olas grandes.

El portavoz de la instalación, Jonathan Henderson, explica a este periódico que cuentan con hasta siete niveles de olas y, dentro de ellas, hay dos secciones para practicar aéreos y otra para realizar tubos. "Todo es customizable", apunta Henderson sobre las infinitas posibilidades que ofrece una de las instalaciones con más tecnología del mundo. "Mediante inteligencia artificial, traqueamos tu recorrido y la posición de tu cuerpo a la vez que tus movimientos y así puedes mejorar tras someter todo a un análisis más exhaustivo", desarrolla.

Precisamente, Johanne Defay, reciente medallista de bronce en París 2024 en la modalidad de surf individual, explicaba que este tipo de mejoras son algo que ya están aplicando todos los atletas jóvenes y menciona el ejemplo de su compañera Erin Brooks que, a sus 17 años, tiene las sesiones de piscina de olas como algo habitual en su entrenamiento a la hora de prepararse para las pruebas profesionales.

Lógicamente, hay deportes, y el surf es uno de ellos, en los que el entrenamiento en lugares artificiales tiene los hándicaps de que las condiciones en los lugares naturales son muy diferentes. Defay ponía el ejemplo de la ola de Teahupoo en Tahití, donde se realizaron los Juegos Olímpicos de París 2024. Para ella, lugares tan característicos como ese, no disponen de modelos replicables fuera de ir allí a entrenar.

En cualquier entorno, Teahupoo también, puede ocurrir que la naturaleza no permita entrenar a los deportistas o por la época del año o, por ejemplo, porque simplemente no hay olas. Así el freeskier Jesper Tjäder agradece que existan lugares para poder practicar su deporte haya o no haya nieve, por ejemplo, o sin estar sometido a condiciones de viento fuertes que pueden generar más peligros a la hora de entrenar en la montaña.

Los peligros, por ejemplo, son otro de los factores que se reduce considerablemente en entornos controlados. "Nosotros tenemos airbags, que nos permiten aterrizar trucos sin ningún riesgo o, al menos, con un riesgo menor", cuenta Tjäder, un deportista que tiene el récord de deslizarse por la barandilla más larga del mundo con sus esquís: 154,49 metros de tubería tras 127 intentos.

Tjäder desliza en el récord de longitud en barandilla.

Tjäder desliza en el récord de longitud en barandilla.RED BULL

La mayoría de estas instalaciones disponen de sistemas de vídeo análisis en alta definición con varios puntos de visión que permiten al atleta corregir todo tipo de parámetros y añaden más ojos a los de, por ejemplo, su propio entrenador. "A través de vídeo en 4K consigo ver la posición de mis caderas, las piernas, las manos y eso me permite desde mi propia visión saber de qué manera necesito colocarme para hacer mis trucos", apunta Tjäder.

Virtuales

Entre los entornos artificiales hay que mencionar los virtuales, que los hay de todo tipo. Existen de golf, para practicar la extensa variedad de golpes que tiene este juego; de tiro y, también de conducción. Fernando Alonso, piloto de Fórmula 1, es uno de los deportistas que han recurrido a este tipo de beneficios, especialmente en la época en la que el Covid-19 paró el mundo en 2020. El asturiano preparó la carrera de las 24 horas de Lemans, tanto la que se realiza de manera virtual que es en junio, como la real, que se celebra en septiembre.

Entre las desventajas, lógicamente, existe la visión romántica y ecologista contraria a este tipo de entornos. Hay deportistas profesionales que cuestionan el impacto medioambiental de estas instalaciones, la mayoría, consumidoras de una gran cantidad de energía y recursos para generar el entorno en el que practicar el deporte. No obstante, las más modernas, como el O2 Surf Town de Munich disponen de sistemas tanto para no desperdiciar agua como para emplear, por ejemplo, energías limpias para mover los motores que generan las olas.

"Además, en este tipo de sitios se pierde el instinto", explica Justine sobre lo intangible del deporte. Eso que, generalmente, diferencia a los superclase del resto de deportistas. Lo que te hace, en resumen, entender esa capacidad espacio tiempo que tiene el deporte para conseguir ventaja respecto de tus rivales.

Un fondo sur 'sin' el Frente, un tridente sin fortuna y un penalti escandaloso: "Ojalá encontremos algo para poder decir que fue penal"

Un fondo sur ‘sin’ el Frente, un tridente sin fortuna y un penalti escandaloso: “Ojalá encontremos algo para poder decir que fue penal”

Le resultó raro a estadio, jugadores y técnico. Faltaban casi 5.000 almas, y las más ruidosas, animando ante el Leganés. Volvieron frente al Lille en Champions. Cumplida la sanción impuesta por Disciplina, el Metropolitano ya no debía nada a nadie, pero el Frente Atlético sí.

"En vista de los constantes ataques sufridos desde todo el Nacionalmadridismo, aceptados y comprados por una parte del mundo Atlético", comenzaba el comunicado que el grupo ultra lanzó en redes sociales criticando a los que no piensan como ellos. Para, posteriormente, solidarizarse con "esos Atléticos que sin ser ultras, comparten y entienden esta forma de vida igual que nosotros, y que han sido perjudicados sin motivo". Y anunciar, finalmente que "para poder reflexionar detenidamente, y tener tiempo para pulsar a esas peñas, colectivos y aficionados que buscan como nosotros una unión inquebrantable, esta noche no animaremos".

En el resto del comunicado, el grupo pedía unión y ofrecía asesoramiento legal para todos aquellos perjudicados por la prohibición autoimpuesta de cinco partidos sin poder comprar entradas para duelos visitantes.

"¿Cómo lo han visto todos?"

Así, aunque sus bufandas sí ondearon en el himno rojiblanco, su actitud fue "pasiva" durante todo el encuentro como explicaron en el mismo texto. No animaron cuando salieron los jugadores al campo, dejando el protagonismo al resto del estadio que brindó una sonora pitada al himno de la Champions. Aunque sí aplaudieron cuando se desplegaron los rojiblancos antes de comenzar el encuentro. "¿Cómo se ha vivido? ¿Cómo lo han visto todos?", contestó lapidario el entrenador cuando le preguntaron por el ambiente del Metropolitano.

Era el resto de la grada la que entonaba las clásicas arengas en el estadio rojiblanco mientras desde el Frente asistían impasibles al espectáculo que estaba brindando el Atlético en el verde aupado a su tridente más esperado. Apenas habían jugado 118 minutos juntos de los 990 que había disputado el Atlético de Madrid esta temporada. A juzgar por lo visto ante el Lille, tanto en ataque como en defensa, una ventaja para los rivales. Funcionó de maravilla y podrían haber matado al Lille si Sorloth hubiera estado más entonado.

Vista del Metropolitano en el gol del Atlético.

Vista del Metropolitano en el gol del Atlético.JUANJO MARTINEFE

Tuvo tres ocasiones clarísimas que marró por dos cucharitas mal ejecutadas y un remate alto. Julián, la que consiguió la enchufó, mientras que Griezmann estuvo en la sala de máquinas para generar dos de las tres de Sorloth y un remate forzado que no pudo concretar. "No es un chico y sabe convivir con estas situaciones", comentaba Simeone tras los fallos del noruego.

Momento paranormal

Ocasiones aparte, el partido lo inclinó Marco Guida, el colegiado de la contienda, con un penalti que nadie se explicó ni en el campo ni fuera de él. Nadie supo si fue mano, si hubo contacto de Koke... Y la losa de fallar oportunidades y ese penalti en contra.

"Vi el vídeo y me parece mano del jugador del Lille, no sé si lo roza Koke, pero primero es mano y me parece que debería haberla ido a ver", comentaba Julián Álvarez en el postpartido. Tanto es así que el propio Cholo tuvo que decir: "Ojalá encontremos algo para poder decir que fue penal". Hasta que luego, ya cansado, admitió: "No fue nada, muchacho".

Bruno Genesio, entrenador del Lille, aseguraba de manera muy política y correcta que no había visto la jugada y no podía valorarla. "No he hablado con mis jugadores del penalti y aún no he podido ver las imágenes", explicó.

El Atlético se queda con tres puntos de nueve posibles y, además, ala diferencia de goles le coloca en el puesto 26 de 24, con lo que estaría fuera de los equipos que se clasifican para los dieciseisavos de final. "Estamos en un momento complicadísimo de la Champions", admitió el Cholo. Toca ganar ante el PSG en París para volver a los puestos de privilegio.

Joao Félix, el futbolista de hojalata: 117 minutos de 630 posibles y sólo un gol en siete partidos

Joao Félix, el futbolista de hojalata: 117 minutos de 630 posibles y sólo un gol en siete partidos

Del Menino de Oro, al menino de hojalata. De ser el jugador por el que pugnó media Europa hace tan solo un lustro, a una rémora que apenas juega los minutos de la basura. La carrera futbolística de Joao Félix ha sido una continua explosión de fuegos artificiales, espectacular al inicio y de disolución igual de rápida como su erupción. Atlético de Madrid, FC Barcelona y Chelsea, por dos veces, lo han intentado, pero el futbolista no ha terminado de romper a estrella. Tampoco en Portugal, donde sus apariciones han pasado de habituales a testimoniales con los dos técnicos, Fernando Santos y Roberto Martínez, con los que ha coincidido.

¿Quién le iba a decir al Atlético de Madrid cuando invirtió 127,2 millones de euros por el portugués en 2019, que lo vendería por menos de la mitad tan solo cinco años después? Los 45 millones de libras (52 de euros) por los que lo ha adquirido el Chelsea han sentado bien en las arcas rojiblancas después de que en este lustro no haya conseguido justificar su fichaje en ninguno de los equipos en los que ha militado.

Tras confirmarse su fichaje por el equipo londinense, el portugués aseguró que era el "sitio perfecto para brillar" y añadió: "Es una oportunidad para mí de encontrar un hogar". Quizás haya encontrado un hogar, pero no un lugar para brillar. No al menos con Enzo Maresca, que apenas cuenta con él en la escuadra blue y no será porque no le advirtió lo que quería antes de su llegada. Según el italiano, les comentó tanto a él como a Sancho: "La razón por la que estoy hablando contigo es que realmente me gustas. Si vienes aquí de la manera que queremos, estamos felices. Pero si vienes aquí y no trabajas duro, es mejor que no vengas", reveló.

Esperando a la Conference League

El luso ha jugado 117 minutos de 630 posibles en Premier League. En los tres últimos partidos, apenas disputó nueve minutos ante el Nottingham Forest mientras que no salió del banquillo ni en la victoria ante el Brighton ni en la derrota ante el Liverpool. El técnico italiano confía ciegamente en el tridente Jackson, Sancho, Madueke con las alternativas de Neto y Nkunku.

Jadon Sancho sí ha tomado con determinación la recomendación de su técnico, pero no parece que Joao Félix lo haya logrado. Sus únicos partidos como titular han sido en la Carabao Cup ante el modesto Barrow de la League Two (cuarta categoría en Inglaterra) en el que sí rindió a alto nivel y en la Conference ante el Gante. Hoy quizás tenga una nueva oportunidad ante el Panathinaikos en Grecia.

De momento, Félix lleva un gol y una asistencia, pero es el delantero con peor rating ofensivo del ataque blue. Es el cuarto en tiros a puerta, el decimoquinto en pases clave y el octavo en regates por partido de la escuadra de Maresca.

Joao Félix controla un balón en el partido ante el Gante.

Joao Félix controla un balón en el partido ante el Gante.Marc AtkinsGetty

El jugador que lidera casi todas esas estadísticas es Cole Palmer. Palmer llegó hace tan solo un año del Manchester City, pero enseguida se ganó a la afición con su liderazgo y su capacidad ofensiva. El joven mediapunta inglés lleva seis goles y cinco asistencias, lo que le convierte en la pieza angular del proyecto de Todd Boehly. El estadounidense ha gastado 1.330 millones de euros en casi 90 futbolistas (40 en propiedad) en tres temporadas. Félix fue la última adquisición del magnate americano y quizás no consiga rentabilizar su inversión como sí hará con Palmer, que costó sólo 40 millones más 2,5 en variables.

En la selección, el camino del luso ha sido similar. Su talento le pone en el once inicial, pero su trabajo le termina sacando de él. Roberto Martínez confió en él a su llegada al combinado luso dándole la titularidad en seis de sus primeros 10 partidos. Sin embargo, en cinco de los últimos nueve no ha disputado ni un solo minuto. De nuevo, la efervescencia mal entendida.

Un penalti inexplicable condena al Atlético ante el Lille

Un penalti inexplicable condena al Atlético ante el Lille

Salió el tridente deseado. Ese que lleva reclamando la parroquia casi desde que se anunciaron los fichajes de Sorloth y Julián Álvarez. Apenas habían coincidido 118 minutos sobre el campo de los 990. Y lo cierto es que podrían haber hecho dos goles en menos de 10 minutos si Sorloth se hubiera conectado antes al partido. Y fue una pena, porque los terminaron necesitando. Cayó el Atlético ante el Lille, que se le dan bien los equipos madrileños. Seis de seis puntos. [Narración y estadísticas, 1-3]

La primera la tuvo el noruego que intentó una cucharita inverosímil cuando estaba mano a mano con Chevalier. Luego un mal control frustró una buena ofensiva del Atlético. Sin embargo, al tener tres espadas y no dos o una, tus opciones de que algo bueno salga son mayores como demostró Julián en el minuto 7. Aceptó el argentino el regalo de Touré para pisar área y colocar la pelota lejos del portero galo. Poco después, al 9 le llegó la oportunidad de aprender de sus errores. No quiso y volvió a la picadita tras un pase maravilloso de Griezmann. El portero francés se mantuvo en pie y la detuvo. El tridente funcionaba, pero no mataba.

Era casi a una por cada 10 minutos, y lo peor es que le caían todas a Sorloth, que no tenía el día. El noruego volvió a marrar otra asistencia de Griezmann. Un minuto después, Giménez obligó a Chevalier a hacer una de las paradas de la Champions tras la salida de un córner. El campo parecía inclinado hacia la portería francesa. El Atlético no especulaba y los franceses pagaban las numerosas bajas en su escuadra, hasta ocho, y ciertos debuts arriesgados como el del joven Touré. 19 años, apenas 4 más de los minutos que había disputado con el primer equipo esta temporada. Aunque pudieron los franceses irse con elempate al descanso si el recién ingresado Zhegrova por la lesión de Cabella acierta un balón suelto que dejó Nahuel Molina en uno de sus habituales despistes defensivos.

No quería más despistes el Cholo en Champions después de la debacle en Lisboa donde el equipo ni compitió. Una cosa es que este nuevo formato dé más holgura ante los fallos y otra es llevar sólo tres puntos de nueve posibles uno de los equipos habituales en las rondas finales de esta competición desde la llegada del argentino. Y el drama sigue.

Quiso el Lille, ya sin el bisoño Touré, morder tras la salida de los vestuarios. Había poco que perder y el resultado era lo suficientemente corto como para poder asustar al Atlético a poco que se estirase el conjunto francés. Bueno para los rojiblancos que en las transiciones se siente también cómodos y Sorloth, pese a su gran tamaño, es bastante más rápido de lo que parece.

Y lo cierto es que el lo escueto del resultado empezó a impacientar un poco a la parroquia, este miércoles sin el aliento del Frente Atlético en huelga por «los ataques del Nacionalmadridismo». Podía llegar el error en cualquier momento y casi llega tras la salida de un córner, pero apareció Oblak y la mano levantada del árbitro. Pareció por poco y, si no es por el esloveno, quizás habría intervenido el VAR por lo ajustado de la jugada.

Debacle

Y no fue un error, sino un acierto lo que condenó al Atlético. Un balón perdido de Gallagher llegó a las botas de Zhegrova, uno de los titulares que Genesio había dejado fuera del once y que entró por lesión de Cabella, y demostró en un disparo a la escuadra porqué debía de estar en el verde. Los peores presagios de la parroquia se cumplían. El equipo había perdonado demasiadas ocasiones y aún perdonó otra Griezmann un minuto después, pero más por lo forzado del remate que por fallo del francés.

Hubo un susto posterior porque el árbitro del encuentro Marco Guida señaló un penalti en contra del Atlético en una jugada donde fue el jugador del Lille el que tocó el balón con la mano en el área rojiblanca. Pero, contra todo pronóstico, el VAR confirmó la pena máxima que transformó el recién ingresado Jonathan David. Al parecer Koke rozó a un francés, al parecer. Luego llegó el asedio rojiblancon una ocasión manifiesta de Giuliano, salvada por Alexsandro en la línea. Pero quien golpeó en el último minuto fue el Lille, con un nuevo gol de su nueve titular, Jonathan David, que dejaba a los rojiblancos fuera de los 24 primeros puestos de la Champions League. Habrá que jugársela en París ante el PSG con tridente o sin él.

Sorloth, el 'sicario' errante, ha jugado en 11 equipos en poco más de una década: "Turquía era como entrar en un campo de guerra"

Sorloth, el ‘sicario’ errante, ha jugado en 11 equipos en poco más de una década: “Turquía era como entrar en un campo de guerra”

Era el minuto 56 en el partido ante el Leganés, cuando el árbitro del encuentro, José Luis Munuera Montero, avisó de cambios en el Atlético de Madrid. Alexander Sorloth (Trondheim, 1995) miró al banquillo con tristeza. Sabía que le tocaba abandonar el terreno de juego, el noruego no había jugado completo ni un encuentro con la camiseta rojiblanca. Entonces, en la planilla salió el 10 y no el nueve que él porta y el gesto le cambió. "Tras cocnocer el cambio de Correa, se sintió más fuerte al ver que tenía todo el partido por delante y cumplió con lo que necesitamos de él", notó también Simeone.

Y es que el Atlético fichó no sólo al segundo máximo goleador de la temporada pasada, también a un delantero centro con movilidad, presencia en el área y juego de espaldas. Pero un jugador que, según sus propias palabras: "Soy muy impaciente, si no juego muchos minutos no me siento parte del equipo", explicó en una entrevista anterior en la que añadió que si perdía confianza en sí mismo "un cambio de aires puede ser positivo para un cambio de rumbo".

Parece ser la máxima de este nómada del fútbol. Sorloth nunca ha jugado más de dos temporadas en un equipo y lo ha hecho ya en 11 clubes en los mismos años de carrera profesional. El Rosenborg, entidad en la que empezó, le firmó su contrato profesional el mismo día de su debut con la primera plantilla. Un día, por cierto, en el que lo hizo marcando. Luego vinieron: FK Bodø/Glimt (Noruega), FC Groningen (Países Bajos), Midtjylland (Dinamarca), Crystal Palace (Reino Unido), Gante (Bélgica), Trabzonspor (Turquía), RB Leipzig (Alemania), Real Sociedad y Villarreal.

El no de Dovbyk

Su estallido llegó el año pasado con el conjunto groguet, donde anotó 26 goles, 23 de ellos en LaLiga, a uno del pichichi, Artem Dovbyk. Especialmente recordado fue su póker al Real Madrid en 17 minutos en la penúltima jornada, con los blancos, eso sí, ya campeones en aquel momento. Quizás fueron esos cuatro tantos los que le trajeron al Metropolitano. Esos y el no del ucraniano a recalar en el conjunto de Simeone tras deshojar la margarita durante un mes.

"Uno de los clubes más grandes del mundo", según contó el noruego, pero sobre todo con "un gran grupo" que le acogió muy bien, algo que él siempre ha necesitado. Otra de las cosas que destaca el delantero es el ambiente en el Metropolitano, una afición que la conoce bien tanto en contra, fue el primer campo en el que marcó cuando recaló en España como jugador de la Real Sociedad, como a favor. Dice que le recuerda a su época en Turquía "una de las experiencias más locas de su vida" en las que entrar en un campo era como hacerlo "en una zona de guerra".

Tranquilo y familiar

Quién hubiera dicho que un noruego silencioso y errante, el primero de la historia del Atlético de Madrid y cuyo máximo divertimento es estar con su novia y su hija recién nacida, tranquilos, disfrute de ambientes muy diferentes a su modo de vida y a su Trondheim natal. Una ciudad cuyo termómetro puede bajar hasta los -13 grados centígrados en invierno en el que apenas hay siete horas de luz al día, por las más de 20 que hay en verano. De ahí que, de pequeño, Sorloth fuera también un gran patinador de velocidad.

No obstante, aunque también probó en el balonmano, con 14 años se decidió por el fútbol, deporte que mejor porvenir le ofrecía y en el que se veía más cualidades, pero siempre que en el equipo en el que esté le den confianza. Confianza que se traduce en minutos y en partidos completos porque la impaciencia del noruego se muestra en su carácter.

"Estaba muy feliz. Es importante para él. A partir de ahora, en su cabeza va a sentirse liberado". Era Witsel, el compañero que deslizaba la importancia de la confianza para la mente de Sorloth, Alex, dentro del vestuario tras su doblete ante el Leganés. Algo atenazaba al noruego con sólo un gol en su casillero pese a sus 24 disparos en 12 partidos, siete más que el segundo del equipo que es Julián. Ahora, con tres tantos, las circunstancias cambian y el noruego vuelve a ser el sicario de Simeone, como le apodó el entrenador.

De padres a hijos, las famosas sagas como la de los Simeone en el Atlético: "Tiene cosas por mejorar, pero tiene hambre"

De padres a hijos, las famosas sagas como la de los Simeone en el Atlético: “Tiene cosas por mejorar, pero tiene hambre”

Si hay una capacidad que se hereda en los Simeone es la de conectar con el público. El Metropolitano no vivía ante el Leganés su mejor tarde y, hasta el minuto 81, se escuchaban casi más pitos que aplausos. Entonces, Giuliano persiguió un balón imposible y, lanzándose con todo, lo alcanzó antes de que saliera por el córner. Los aplausos por el esfuerzo se tornaron en ovación cuando el pequeño de los Simeone puso un centro medido a Griezmann para el 2-1 del Atlético de Madrid.

"Es su trabajo, es lo que tiene que hacer. Tiene muchas cosas por mejorar, pero tiene hambre", concedía el padre poco después en rueda de prensa. Y el hijo respondía que la posición de carrilero, en la que le dispuso su progenitor, es un puesto en el que tendrá que trabajar "día a día" porque está en el Atlético para "sumar minutos" desde cualquier lugar.

La procesión va por dentro, que dirán algunos, pero a Zinedide Zidane, otra de las leyendas que ha entrenado a sus hijos, decía que eso le gustaba y le "parecía bonito", pero que era "más exigente" con ellos. Enzo fue el único de los cuatro vástagos, Theo, Luca y Elyad, del francés que debutó a sus órdenes. Lo hizo en un duelo de Copa del Rey en 2016 ante la Cultural en el que, además, marcó.

"un amor total por el fútbol"

No son pocas las sagas que han perpetuado su nombre en el fútbol. Sí que es cierto que, habitualmente, es difícil que los hijos lleguen a superar la magnitud del padre. Por ejemplo, en el FC Barcelona Jordi Cruyff nunca pudo alcanzar la leyenda de Johan. Y eso que él tuvo que pelear con el Registro Franquista para poder ponerle Jordi, un apelativo catalán, de nombre. Ambos coincidieron en el conjunto culé dos años en los que no hubo buenos resultados y terminaron por salir a la vez en 1996.

Otro caso similar es el de Míchel y Adrián González, un dúo que coincidió en Castilla, Getafe y Málaga. "Cuando era más joven, en cantera, lo que él me trasladó siempre fue un amor total por el fútbol y un gran conocimiento táctico del juego", comentó el vástago sobre su progenitor en una entrevista. La experiencia juntos en el equipo del sur de Madrid no acabó de la mejor manera. "Adrián fue despedido por ser mi hijo", llegó a declarar Míchel después de que Ángel Torres no renovara su contrato. Tampoco en el conjunto andaluz en el que se prescindió del padre por los malos resultados. A día de hoy comparten cuerpo técnico en el Al Qadisiya de la liga saudí.

En el caso de la saga Alonso, Mikel, entrenado por su padre en la Real Sociedad, tampoco pudo acercarse a la leyenda de Periko, uno de los mejores mediocentros donostiarras y cerebro en el campo de la mejor época del conjunto txuri-urdin con dos ligas consecutivas (1980-81 y 81-82). No sólo se acercó sino que la superó su hijo Xabi, hoy entrenador del Leverkusen. No obstante, el poco tiempo en el banquillo de la Real de Periko (apenas diez duelos entre Javier Clemente y John Toshack) y la cesión del menor de los Alonso al Eibar, impidió que ambos compartieran vestuario.

Sagas internacionales

"Es fantástico lo que hemos hecho por el nombre Blind". Es Daley, jugador que milita en el Girona, el que alababa la contribución que él y su padre, Danny, han hecho por su apellido. Juntos estuvieron en la selección de Países Bajos, pero cuando coincidieron en el vestuario no han tenido mucha suerte. La selección no se clasificó para la Eurocopa de Francia en 2016 y eso terminó con la destitución del progenitor.

Aunque si hay una saga que se prolonga aún más que de padres a hijos es la de los Maldini. Cesare, el primero del mítico apellido italiano, entrenó a su hijo en la selección y en el Milan. De rossoneri no terminaron de conseguir buenos resultados, pero en la Nazionale alcanzaron los cuartos del Mundial de 1998, donde fueron eliminados por Francia. La estrella de los Maldini corresponde al vástago. Paolo es una leyenda del Milan con cinco Champions y siete ligas entre otros trofeos. Recientemente, debutó Daniel, hijo de Paolo, y quién sabe si coincidirá con su padre en un futuro.

Ha habido y habrá otras sagas porque, si hay algo claro, es que el fútbol es como la religión. Una pasión que se transmite de padres a hijos.