Nadal vence a De Miñaur y se gana una vida extra

Nadal vence a De Miñaur y se gana una vida extra

¿Qué se puede esperar aún de Rafael Nadal? Este sábado, en el día señalado para su despedida del Masters 1000 de Madrid, con Felipe VI en el palco para rendirle honores por si se consumaba el adiós, el español exhibió de nuevo su gusto por el combate para lograr la victoria ante Alex de Miñaur, décimo cabeza de serie, y clasificarse para los octavos de final, una ronda donde no se contaba con él. Venció en dos horas y dos minutos y jugará este lunes en octavos ante Pedro Cachín. [Narración y estadísticas (7-6 [6], 6-3)]

La escenografía estaba lista después de sus palabras tras la victoria ante Darwin Blanch, en las que anunció que ésta iba a ser la última ocasión en la que disputaría el torneo y que le sorprendería ganar a su próximo rival, el mismo hombre que le derrotó la pasada semana en segunda ronda del Conde de Godó. Ante tal hipótesis, pronto se activaron todos los protocolos para despedir como le correspondía al ganador de 22 títulos del Grand Slam, ex número 1 del mundo y pentacampeón del torneo.

En una atmósfera propia de gran final, con momentos en los que dominó con su derecha como en su mejor época, Nadal desmintió sus propios vaticinios. Sacó adelante un primer set de una hora y 16 minutos, sin importarle conceder las cuatro primeras pelotas que tuvo para hacerlo suyo en el desempate, e hizo sentir al australiano todo el peso de su leyenda.

Público entregado

"¡Viva Rafa!", "Viva el Rey", "Viva España", se escuchaba en ordenada secuencia con atronador respaldo, para que quedasen claras las inclinaciones de buena parte de los 12.500 espectadores que llenaron la pista Manolo Santana, cubierta por el techo retráctil debido a la lluvia. Tampoco esa contingencia favorecía a Nadal, cuyo tenis alcanza su mejor expresión al aire libre y al nivel del mar.

En su tercer partido después del torneo de Brisbane, donde volvió a lesionarse a principios de año, Nadal no se conformó con afinar el aún precario estado físico, sino que se sintió competitivo y, empujado por la grada, se fue a por un triunfo que puede marcar un punto de inflexión en su rodaje para Roland Garros. Le queda mucho por delante, entre otras cosas elevar la velocidad de su servicio, que no llegó a los 190 kilómetros por hora, pero es seguro que este triunfo, por el rival, por el escenario y por la forma en que se produjo, fortalecerá su decaído ánimo. Poco a poco, Nadal empieza a parecerse a Nadal.

El prolongado idilio de Alcaraz con la Caja Mágica: "La altura me favorece"

El prolongado idilio de Alcaraz con la Caja Mágica: “La altura me favorece”

Con la concluyente victoria de este viernes frente al kazajo Alexander Shevchenko son 12 las logradas de forma consecutiva por Carlos Alcaraz en el Masters de Madrid, donde no pierde desde el 5 de mayo de 2021, cuando, en el día de su decimoctavo cumpleaños, siendo todavía un proyecto de estrella, cayó 6-1, 6-2 ante Rafael Nadal.

El hoy número tres del mundo, ya al galope en la élite del tenis, campeón de Wimbledon y del Abierto de Estados Unidos, con tres etapas en el primer puesto de la ATP (Asociación de Tenistas Profesionales), mantiene su idilio con la Caja Mágica y este domingo buscará los octavos de final frente al brasileño Thiago Seyboth Wild. Aquel encuentro ante Nadal fue, de hecho, el único que ha perdido en estas pistas.

Antes, en su debut, superó a Adrian Mannarino. Después, en la secuencia de triunfos establecida en las tres últimas ediciones, ha dejado atrás a Nikoloz Basilashvili, Cameron Norrie, Nadal, Novak Djokovic, Alexander Zverev (en dos ocasiones), Emil Ruusuvuori, Grigor Dimitrov, Karen Khachanov, Borna Coric,Jan-Lennard Struff y el referido Shevchenko. Tenistas de toda clase y condición, con el punto álgido en 2022, cuando liquidó de foma consecutiva a Nadal y Djokovic para ruborizar en la final a Zverev, 6-3 y 6-1, han comprobado cómo se las gasta el murciano en su escenario favorito, donde aspira a convertirse en el primer jugador que gana tres títulos consecutivos.

Es también bicampeón del Conde de Godó, torneo del que este año hubo de ausentarse por la lesión en el antebrazo derecho de la que aún se protege con una malla compresora, y de Indian Wells, donde revalidó el título hace pocas semanas, pero en ninguna competición presenta los registros de la capital.

El Godó e Indian Wells

En Barcelona perdió de entrada ante Pedro Sousa, en 2019, y Frances Tiafoe, dos años después. En el desierto californiano, cayó en su debut, contra Andy Murray, en 2021, y frente a Nadal, en las semifinales, un curso más tarde.

«La altura me va bien. He jugado aquí desde pequeñito y siempre me he sentido a gusto. Estoy cada vez más cómodo. La altura favorece mi juego. Y además, estar en casa te da un plus de energía, con el apoyo de los aficionados y al lado de mi familia y de mis amigos», explicó en la conferencia de prensa posterior al partido, en la que se confesó satisfecho con sus prestaciones y con el rendimiento físico, sobre todo por no sentir molestias en la zona comprometida de su cuerpo, molestias que pusieron en duda su participación casi hasta última hora.

«Decidí que iba a jugar ayer [por el jueves], después de hacer un set de entrenamiento con Daniil Medvedev. Después de comunicar que no participaría en el Conde de Godó estuve una semana sin coger la raqueta. Y vine aquí sin tener claro si podría jugar».

La evolución es buena, pero su continuidad en el torneo dependerá de que siga siéndolo. El segundo cabeza de serie, que afirmó antes del inicio de la competición que se conformaría con disputar tres o cuatro encuentros, reafirmó que ante la más mínima molestia se detendrá: "A la mínima [de dolor], dudo que pueda seguir". El día 8 comienza el Masters 1000 de Roma y el 26 se inicia Roland Garros, el gran objetivo de la estación de arcilla, para el que tratará de encontrarse en plenitud.

Un poco de Alcaraz basta para arrollar a Shevchenko en su estreno en el Mutua Madrid Open

Un poco de Alcaraz basta para arrollar a Shevchenko en su estreno en el Mutua Madrid Open

Hubo un tiempo en el que el tenis llegaba a tener, por así decirlo, un carácter más asambleario. No existía el abismo que ahora se percibe entre el número dos del mundo, por mucho que se llame Carlos Alcaraz y venga protagonizando una carrera de ensueño, y el número 59, Aleksander Shevchenko, a quien este viernes, sin necesidad de exigirse demasiado, asestó un 6-2, 6-1, en una hora y ocho minutos, en la segunda ronda del Masters 1000 de Madrid.

Entonces, quien más y quien menos podía sentirse coyunturalmente protagonista, ganarse su fecha de gloria y saltar a las cabeceras de las páginas deportivas. Porque el nivel, globalmente, era más alto que el de ahora. En su primer partido de la temporada de tierra batida europea, en su reaparición tras unas semanas lesionado, con menos gente en la Caja Mágica de la congregada para ver el jueves el debut de Rafael Nadal, Alcaraz, fino con el revés, cauteloso con la derecha y menos preciso de lo habitual con las dejadas, se deshizo de un plumazo del tenista kazajo, finalista en Metz en el último otoño, y se las verá este domingo con Thiago Seyboth Wild, 63º, quien, tal vez, sólo tal vez, exhiba una propuesta más alegre y solvente.

Reaparición

El ya penúltimo partido de Carlos Alcaraz databa del 29 de marzo, cuando perdió frente a Grigor Dimitrov en cuartos de final del Masters 1000 de Miami. El español, que venía de llevarse en Indian Wells su quinto Masters 1000, decimotercer título de su carrera, se bajó de Montecarlo y Barcelona por una lesión en el antebrazo derecho que aún le impide competir en plenitud y de la que se protegió durante el duelo ante Shevchenko con un vendaje más extenso que el que lucía en los entrenamientos.

Vencedor en las últimas ediciones en la Caja Mágica y aspirante a convertirse en el primer jugador que gana el título en tres ocasiones consecutivas, Alcaraz llamó a la prudencia en las manifestaciones previas al inicio del torneo, decidido, como todos los candidatos a la victoria en la gran cita de la arcilla, a llegar en las mejores condiciones a Roland Garros, donde el pasado año le pudo la responsabilidad en las semifinales frente a Novak Djokovic, en las que fue víctima de calambres tras el segundo set.

Desde que se llevó en blanco, al resto, el primer juego, Alcaraz vislumbró que no iba a tener complicaciones para ganar su decimosegundo partido consecutivo en Madrid, donde no pierde desde que cayó ante Nadal en la segunda ronda de 2021, en la que es de hecho su única derrota en sus cuatro participaciones en este torneo.

Nadal se rueda ante el júnior Blanch y volverá a medirse con De Miñaur

Nadal se rueda ante el júnior Blanch y volverá a medirse con De Miñaur

Los debuts de Rafael Nadal han dejado de ser una cuestión casi anecdótica. A medida que se agosta su raqueta y el físico, problema casi endémico, deja de responderle, cada arranque de competición lleva aparejada una señal de alerta. El partido de primera ronda del Masters de Madrid frente a Darwin Blanch, un prometedor júnior estadounidense, venía, además, prologado, por una conferencia de prensa en la que el ganador de 22 títulos del Grand Slam reiteró que no mejora como desearía y que más pronto que tarde puede decir adiós.

Por fortuna para él, Blanch, 16 años, último semifinalista de Roland Garros y Wimbledon en su categoría, apenas le planteó dificultades: 6-1 y 6-0, en poco más de una hora, se impuso el ex número 1 del mundo. Al mallorquín, acogido como es costumbre en la pista Manolo Santana, casi colmada en sus 12.500 asientos, le bastó con tirar de oficio y aguardar los errores de su oponente, que fueron constantes.

Fue el partido entre un niño y un gigante que aún defiende su inmenso patrimonio, entre el que se encuentran cinco títulos en este torneo, entre un chaval aún por hacer, tanto física como tenísticamente, y un hombre que disputa por vigésima vez el torneo, la última, según dejó dicho, y pronto cumplirá los 38.

Saque y 'drive'

Sólo en contadas ocasiones pudo Blanch, que se forja en la Academia Equelite Juan Carlos Ferrero, donde entrena con Carlos Alcaraz cuando el frenético calendario del murciano lo consiente, conectar su primer servicio y aplicar a continuación el drive, única fórmula con la que lograba sumar puntos.

A la espera del segundo encuentro en poco más de una semana frente a Alex Miñaur, que le superó por 7-5 y 6-1 en la segunda ronda del Conde de Godó, Nadal tuvo poco más que una sesión de entrenamiento. Blanch, también zurdo, disfrutó de la tarde más hermosa en su segundo partido de un torneo ATP, tras perder en Miami frente a Tomas Machac. Se hizo la foto con uno de sus ídolos, le tuvo al otro lado de la red en un Masters 1000 y hasta se consintió conectarle un par de aces, ambos en su primer turno de saque. Al joven de Florida le llegó la cita demasiado pronto en el orden competitivo. Un lujo, no obstante, en su proceso de aprendizaje.

Rafael Nadal: "Si no estuviese en Madrid, no saldría a la pista"

Rafael Nadal: “Si no estuviese en Madrid, no saldría a la pista”

Sobrio, serio, decaído, más allá de la imagen de templanza a la que nos tiene acostumbrados, Rafael Nadal lanzó más dudas de las que ya arrastra desde que en enero del pasado año decidió parar en su afán de intentar recuperarse plenamente. "Estoy con ilusión, básicamente, jugar aquí en Madrid siempre es especial, porque el apoyo que he recibido aquí se me hace difícil decir que lo haya recibido en otro lugar del mundo. No creo que esté preparado para jugar el cien por cien, pero sí para poder salir a jugar mañana. Poder jugar por última vez en Madrid para mí significa mucho", dijo en la conferencia de prensa previa a su partido de primera ronda frente a Darwin Banch, que jugará este jueves a las 16.00 h..

"No le he visto jugar mucho", comentó sobre su adversario. Lo primero es disfrutar de estos últimos momentos aquí. Es un poco incógnita como estoy", prosiguió, antes de entrar a valorar la posibilidad de un homenaje de despedida en la Caja Mágica. "En la vida las cosas no son tan blanco o negro, por lo cual es difícil según qué momentos o decisiones. La gente siempre mantiene la esperanza de que todo se solucione, pues he tenido lesiones y he vuelto. Soy una persona bastante tranquila. Me gustan las cosas naturales, con tranquilidad. Tampoco me tienen que preguntar respecto a homenajes. No aspiro a nada más que salir, jugar, divertirme. Si quieren hacer algo lo harán. Nadie tiene que demostrarme nada".

A vueltas con sus endémicos problemas físicos, confesó que las cosas no van como desearía. "Lo idóneo sería poder jugar, no tener mucha limitación. Las sensaciones de la semana no han sido perfectas. En París, así, no saldría a jugar mañana, pero es Madrid y saldré por motivos personales. No quiere decir que esté renunciando a nada en las próximas semanas. No sé lo que va a pasar en las siguientes tres semanas. Voy a intentar jugar Roland Garros, pero si hoy fuera a París no saldría a la pista. Sólo lo haré si estoy capacitado para competir. Voy a darme las oportunidades para que suceda. Si no es así, no se acaba el mundo con Roland Garros, porque hay unos Juegos por delante, con diferentes formatos en los que se puede jugar".

El paso por el Godó

"Soy una persona competitiva y es difícil jugar sin poder dar el máximo. Aunque emocionalmente es bonito verme jugando, interiormente hay momentos y momentos. Si me preguntas si en el segundo set en Barcelona fui feliz, no, pero si hubiera intentado serlo tal vez hoy no estaría aquí", valoró sobre la derrota por 7-5, 6-1 ante Alex de Miñaur en la segunda ronda del Conde de Godó.

"He jugado aquí Copas Davis, muchas veces el torneo, la final en pista cubierta remontando dos sets a cero, lo cual no hubiera podido sin el público. La historia siempre ha sido de cariño y apoyo. Sé lo que va a pasar y me apetece vivirlo", añadió, evocando su primer triunfo en el torneo, ante Ivan Ljubicic.

Después de unas manifestaciones tan inquietantes, dejó una puerta abierta a que las cosas puedan cambiar. "El objetivo es estar en pista y divertirme cuanto pueda. Terminar vivo el torneo, en cuando a problemas de mi cuerpo. Las cosas pueden cambiar de manera muy rápida, y si no estoy ahí para intentarlo esa posibilidad no existe. No pierdo la esperanza. Acepto la situación. Hoy es la que es. Quiero estar preparado por si ese cambio se produce".

A la hora de precisar sobre los problemas físicos, dijo: "Tocando la pelota no estoy mal, son limitaciones de mi cuerpo. No me siento lo suficientemente bien para jugar con libertad. Eso no me permite competir como quisiera. El saque, mejor que la semana pasada, pero otras cosas no. Hoy no estoy preparado para según qué".

Darwin Blanch, el júnior que entrena con Alcaraz y quiere ganar a Nadal

Darwin Blanch, el júnior que entrena con Alcaraz y quiere ganar a Nadal

Cuando Darwin Blanch vino al mundo, Rafael Nadal ya había ganado 23 títulos, entre ellos tres de sus 14 Roland Garros. El jugador que se enfrentará este jueves (16.00 h., Teledeporte y Movistar) en la pista Manolo Santana con el pentacampeón del Masters de Madrid en la primera ronda, tiene 16 años y en 2023 fue semifinalista júnior en Roland Garros y Wimbledon en categoría júnior. Disputa su segundo encuentro en un torneo ATP tras jugar hace pocas semanas en el Masters 1000 de Miami, donde cayó ante Tomas Machac.

«Tiene gran proyección, posee un buen saque y una buena derecha, pero es un tenista aún por formar. Lleva con nosotros desde los 14», comenta a este periódico Antonio Martínez Cascales, fundador de la Academia Equelite Juan Carlos Ferrero y entrenador del ahora técnico de Carlos Alcaraz a lo largo de toda su carrera.

Zurdo, con 1,90 de estatura y un notable parecido con el emergente Ben Shelton, Blanch, hijo de Eduardo, un alto directivo oscenses de Coca Cola, nació en Deerfield (Florida) en 2007 y vivió parte de su infancia en Tailandia, para trasladarse a Buenos Aires y pasar después un año en Taiwan, antes de recalar en el centro de Villena tras un fugaz paso por la academia de Rafael Nadal. Su madre biológica es puertorriqueña, pero quien le ha criado y a quien considera su progenitora es china. Habla inglés, español, chino y tailandés.

«Es el prototipo del tenista norteamericano, muy agresivo que busca el punto desde la primera bola», comenta su entrenador, Fran Penalva, después del segundo entrenamiento de este martes, que realizó junto al español Roberto Carballés. Darwin, amante de los grandes escenarios, aún asimila la gran experiencia que se le presenta. «No se deja intimidar con facilidad. En Miami también jugó en la central. Es con poco público cuando puede bajar su rendimiento», apunta Penalva. «Si tuviera que buscar alguna analogía con un tenista del circuito, sería Jack Draper, en quien suele fijarse bastante».

Carlos Alcaraz y Darwin Blanch

Carlos Alcaraz y Darwin BlanchAcademia Equelite

Las redes sociales

Hijo de su tiempo, tiene en el móvil y las redes sociales una de sus principales distracciones. «Procuro apartarle de él durante determinadas horas. Es disciplinado, pero se trata de una lucha continua, que a veces se convierte en una batalla perdida», asume su entrenador.

Sus dos hermanos mayores, Ulises y Dali, también entrenan en la academia, por donde pasó su hermana Cristal antes de sufrir una lesión. Blanc es el segundo jugador más joven en obtener su primer punto ATP, y se afana en lograr el estatus que, a modo de simpático estímulo, le han pedido para poder compartir comedor con los jugadores más destacados de la academia. De momento, aún almuerza con la clase de tropa.

Acostumbrado a hacer guantes con Carlos Alcaraz, estudia online cuando concluyen las exigentes jornadas de entrenamiento. «Fuera de la pista es simpático, abierto, y hace amigos con facilidad. Le gustan, los animales, aunque no puede jugar cuanto desearía con Lima, la perrita de la academia, porque tiene alergia», cuenta Iñaki Etxegia, gerente de la Equelite Juan Carlos Ferrero.

Los 37 años de Nadal frente a los 16 de Blanc representan la mayor diferencia de la historia en un partido de rango Masters 1000, la quinta en cualquier encuentro del circuito. Les separan 21 años y 17 días.

Nadal y Alcaraz se citan en Madrid, por primera vez juntos en un torneo desde Paris-Bercy 2022

Nadal y Alcaraz se citan en Madrid, por primera vez juntos en un torneo desde Paris-Bercy 2022

Fue en el Masters 1000 de Paris-Bercy, en noviembre de 2022, cuando Rafael Nadal y Carlos Alcaraz confluyeron por última vez en un torneo ATP. Entonces, el ganador de 22 títulos del Grand Slam cayó de entrada ante Tommy Paul. El murciano se lesionó cuando perdía contra Holger Rune en cuartos y no volvería a jugar hasta el año siguiente. El Mutua Madrid Open reúne de nuevo a ambos jugadores, después de que Alcaraz se bajase del Conde de Godó por las molestias en el antebrazo derecho que ya le impidieron jugar en Montecarlo y aún le aconsejan entrenar con una protección y cuidar su golpe de derecha, como hizo este lunes en su primera sesión en la Caja Mágica.

Pentacampeón de un torneo que ganó por última vez en 2017, Nadal regresa a Madrid tras su ausencia el pasado año, en el que no volvió a jugar tras la lesión sufrida en la segunda ronda del Abierto de Australia contra Mackenzie McDonald. El zurdo, que reapareció a principios de curso en Brisbane y se lesionó de nuevo en cuartos de final, volvió en el Conde de Godó, cayendo ante Alex de Miñaur tras superar de inicio a Fabio Cobolli. Sería precisamente el australiano su adversario también en segunda ronda si supera a Darwin Blanch, de 16 años, en un debut ya señalado para el jueves a las 16.00 h. (Teledeporte y Movistar).

«Rafa llegó justo a Barcelona. Le falta físico. Si tiene la suerte de no lesionarse de aquí a Roland Garros puede coger la forma», comenta a este periódico Jordi Arrese, plata olímpica en los Juegos de Barcelona y comentarista televisivo. «Madrid, por la altura, no conlleva un gran gasto físico. Incluso puede favorecerle no pasar muchas rondas en los torneos previos a París». Uno de los problemas más inquietantes para Nadal es el descenso en la velocidad de su servicio debido a los problemas que ha padecido en la zona abdominal. "Si ese déficit persiste, no va a tener opciones, dado que le provocará mayor desgaste y la posibilidad de contingencias físicas. Hay que esperar a su evolución física. En principio, le veo con más opciones en los Juegos Olímpicos, con mayor tiempo de por medio para entrenar con continuidad y al mejor de tres sets, que en Roland Garros, pero es el mejor de siempre en tierra y de él todo se puede esperar."

Dos citas en la Caja Mágica

Dos de los tres partidos oficiales entre Nadal y Alcaraz se han jugado en el Masters de Madrid. En 2021, el jugador de El Palmar, en el día que alcanzó la mayoría de edad, cayó por 6-1 y 6-2 en segunda ronda. Un año después, en el camino hacia el primero de sus dos títulos en la Caja Mágica, Alcaraz, que puede convertirse en el primer jugador que gana el torneo en tres ocasiones consecutivas, se impuso por 6-2, 1-6 y 6-3. En las semifinales de Indian Wells de 2022 venció Nadal en tres parciales. El pasado marzo se midieron en una exhibición en Las Vegas, con victoria del murciano en tres sets.

Alcaraz, junto a su equipo, entrenando en Madrid.

Alcaraz, junto a su equipo, entrenando en Madrid.Europa Press

«Carlos no necesita mucho. Y menos en las condiciones de Madrid, donde el saque y la derecha le vuelan. Mirando globalmente la temporada, no hay grandes especialistas sobre tierra. Tsitsipas y Ruud son buenos, pero Carlos les supera. Al margen de Nadal, de quien se puede esperar todo, creo que él y Djokovic serán los favoritos en Roland Garros», agrega Arrese. "Nole es el mejor de la historia y el defensor del título. Ha cambiado a buena parte de su equipo y no está en su mejor temporada, pero estoy seguro de que lo hará bien. Bien es cierto que Carlos se tensó demasiado en la semifinal de 2023, pero después le ganó en Wimbledon, en su territorio". Alcaraz, que pasa directo a segunda ronda, jugará contra el vencedor del partido entre Arthur Rinderknech y Aleksandr Shevchenko.

Tsitsipas y Ruud han disputado consecutivamente las finales de Montecarlo y Barcelona, con triunfo del heleno en el Principado y el noruego en el encuentro del pasado domingo. Ambos estarán también en el Masters de Madrid, que sólo tiene a Djokovic como baja sensible.

Garbiñe Muguruza: "No quería estar siempre agotada física y mentalmente"

Garbiñe Muguruza: “No quería estar siempre agotada física y mentalmente”

Basta observar el semblante, la forma de su sonrisa, sus reflexiones y el tono relajado con el que se desarrolla la conversación para constatar que a Garbiñe Muguruza (Caracas, 1993) no le ha supuesto trauma alguno dejar caer el telón. La ex número 1 del mundo, también ganadora del torneo de maestras, finalista en Wimbledon, antes de ganar el título, y del Abierto de Australia atiende a este periódico en el Palacio de Cibeles, donde se desarrolla la vigesimoquinta edición de los PremiosLaureus.

¿Qué tal el día después de hacer oficial su retirada?
¡Uf! ¡Madre mía! De todo, de todo un poco. Emociones buenas, porque no hay motivo para la tristeza, se trata de un buena celebración a una carrera muy bonita, pero por otro lado se acaba una etapa de mi vida que me ha dado mucho.
¿Qué va a extrañar del tenis?
Sobre todo esos momentos de sacar el puño, esa emoción de estar jugando y decirte "¡vamos!", cuando ganas un punto o haces un ace, esa satisfacción que te da hacer las cosas bien. Y también a mi equipo, porque aun tratándose de un deporte individual siempre es bonito tener un equipo que te arrope.
¿Cuándo toma la decisión de retirarse definitivamente?
El año pasado me dije: "no voy a pensar en nada, voy a ir a casa, voy a descansar". No imaginaba que iba a sentirme así de bien. Cuando llevaba un par de días llamé a Conchi [Conchita Martínez, su entrenadora], y le dije: "¿sabes qué, Conchi?, que quiero seguir así, descansando, no siento las ganas de volver a entrar en pista con la misma determinación". Poco a poco fue pasando el tiempo y dije, "bueno, voy a darme este año". Y cuando empezó 2024 no tenía ganas de ir a Australia. Me di cuenta de que ya no pensaba tanto en tenis y que al nivel en el que estaba jugando si no estás a muerte estás fuera.
¿El tenis es malo para la salud mental?
A alto nivel, sí. Es tanta exigencia, sacrificio... No sólo el tenis, sino que en cualquier deporte en el que pretendas ser el número 1 del mundo te vas a dejar todo por ello. Te lleva al límite de tu capacidad.
Dice que quiere recuperar el tiempo perdido. ¿Se sentía encapsulada?
Sí, al final toda la vida haciendo lo mismo, mismos torneos, misma rutina todos los días. No existía nada más que levantarme y dedicarme al esfuerzo físico. No quiero decir que me he perdido cosas, porque he ganado muchas otras, pero se trata de hacer cosas básicas, estar con mis seres queridos y no siempre estar extremadamente agotada, física y mentalmente. Porque mi cuerpo tampoco era el mismo. Lo notaba en la recuperación, con mis problemas de tobillo. Era muy duro el día a día al final.
¿Deja amigas en el circuito?
Siempre he tenido una personalidad en el tenis bastante solitaria. Hay jugadoras que saben diferenciar mucho eso, la relación personal y la competición. A mí me costaba mucho hacer amigas y al día siguiente enfrentarme a ellas en la pista. Es difícil hacer amigas en un deporte individual.
¿El tenis fue un destino casi irremediable?
Yo iba a ser tenista sí o sí. Empecé a jugar a los tres años. Mis hermanos ya lo hacían. Enseguida se vio que tenía facilidad, talento, y poco a poco fui dándome cuenta de que a los 15 años, bien, a los 16 también... Nunca tuve una duda.
¿Hubo algún momento, aún cuando jugaba, en el que se empezase a sentir extenuada?
Sí. Cuando gané las WTA Finals [en noviembre de 2021], acabé supertarde el año. Llegué a Australia [enero de 2022] y me dije: "¡otra vez!". Y ahí fue cuando empecé a notar un poco de dificultad, semana tras semana, un cúmulo de sensaciones. Los resultados no acompañaban. No iban bien las cosas. Y ya empecé a sentir que la satisfacción no era la misma. Creo que es un proceso natural.
¿Siente algún pesar?
Sí, hay momentos, claro. Por ejemplo, las finales del Grand Slam que no pude ganar. La final de Australia me dolió mucho, fue el momento más duro de mi carrera [cayó ante Sofia Kenin, en 2020]. La de Wimbledon menos, porque era muy novata. Una medalla olímpica, que estuve cerca junto a Carla [Suárez]. Siempre te queda algo, "si hubiese, si hubiese". Pero al final ya fue.
Con una vida tan teledirigida como la de los tenistas, ¿siente algo de vértigo ahora?
Sí, una vida teledirigida, como caballos. Como me han dicho Evert y Navratilova, ahora todo serán vacaciones. Ahora se trata de disfrutar un poco de la vida, como me han dicho siempre mis padres. No todo es esa vida frenética, de trabajo y de tener que hacer cosas. Te llega tu momento y ya está. 30 años es una buena edad.
¿Se ha planteado entrenar?
¡Uf! Entrenar es como ser jugador, realmente. Haces la misma vida, pero encima pendiente de otra persona. Yo lo veo durísimo. Ahora mismo ni me lo planteo.
¿Cómo le gustaría ser recordada?
Como una persona y una tenista muy cercana, con mucha determinación en lo que se propone y creo que valiente.
Garbiñe Muguruza confirma su adiós al tenis

Garbiñe Muguruza confirma su adiós al tenis

No por esperada, la noticia deja de tener la trascendencia que le corresponde a una doble campeona del Grand Slam, ganadora de las WTA Finals y ex número 1 del mundo. Garbiñe Muguruza, campeona de Roland Garros en 2016 de Wimbledon en 2017, y de la Copa de Maestras en 2021, anunció este sábado en Madrid, en la ceremonia de entrega de los Premios Laureus, que no volverá al circuito.

"He ido tomando la decisión poco a poco, estos meses han sido clave cuando volví a casa y dejé de competir. El descanso lo recibí con los brazos abiertos. No echaba en falta la disciplina y la dificultad de la vida que llevaba antes. Me he ido dando cuenta de que lo que más me apetece mirar es mi siguiente capítulo y no el del tenis", dijo este sábado en conferencia de prensa.

La jugadora venezolana, de 30 años, decidió tomarse un tiempo fuera de las pistas en febrero de 2023, después de una profunda crisis de resultados, dejando abierta la puerta a un posible regreso. Más de un año después de aquella tregua en principio parcial, ha ratificado que ya no volveremos a verla compitiendo. "El tenis y cualquier cosa a nivel máximo te priva de muchas cosas. Quiero recuperar ese tiempo perdido y hacer cosas normales. Tengo planes de formar una familia, casarme, tener un perro. No soy una persona que se queda sentada, así que surgirán cosas", explicó.

Nadal regresa en la pista que lleva su nombre

Nadal regresa en la pista que lleva su nombre

No hace tanto, sólo un par de años, la tierra aún giraba alrededor de Rafael Nadal. El mejor especialista que ha conocido este deporte pasaba con discreción por los torneos previos a Roland Garros, ausente en Montecarlo, ausente en Barcelona, cuartos de final en Madrid, neutralizado por la explosión de Carlos Alcaraz, y tercera ronda en Roma Escaso bagaje tras ciclos de dominio estremecedor, para llegar a París con el desenlace acostumbrado: decimocuarta corona en el templo de la arcilla, vigesimosegundo título del Grand Slam, último hasta la fecha.

Tras ausentarse del circuito durante un año debido a una lesión en el psoas ilíaco de la pierna izquierda, desde la derrota ante Mackenzie McDonald en segunda ronda del Abierto de Australia, el 18 de enero de 2023 hasta el triunfo contra Dominic Thiem en su regreso en el ATP 250 de Brisbane, el pasado 2 de enero, y verse obligado de nuevo a aparcar la competición por una microrotura muscular sufrida en cuartos de final de ese mismo torneo ante Jordan Thompson, el ex número 1 del mundo volverá el martes en el Open Banc Sabadell.

Nadal reaparecerá en la pista que lleva su nombre, en el Real Club de Tenis Barcelona, su club de toda la vida, en un torneo que ha ganado en 12 ocasiones, que solía ser botín asegurado en sus espectaculares periplos sobre el polvo de ladrillo. Lo hará ante el italiano Flavio Cobolli, 63º, 21 años, cuya mejor carta de presentación esta temporada son los cuartos de final de Delray Beach y de Montpellier.

Objetivo París

Vuelve Nadal, que el 3 de junio cumplirá los 38, dispuesto a afinar en la que, salvo felices imprevistos, será su última temporada en el circuito. Lo hace desde el puesto 646, dispuesto a afilar la raqueta para enfrentar esta temporada un doble desafío en tierra de sobra conocida: Roland Garros, desde el 20 de mayo al 9 de junio, y los Juegos Olímpicos de París, que se disputarán en el mismo escenario del 26 de julio al 11 de agosto.

El Conde de Godó adquiere, así, un peso aún mayor del habitual, el que le distingue como uno de los torneos con mayor tradición. No sólo reaparece Nadal sino que también lo hace Carlos Alcaraz, defensor de la copa y ganador de las últimas ediciones, que se bajó de Montecarlo debido a una lesión en el antebrazo derecho. Es la primera que ambos, que se midieron el 3 de marzo en una exhibición en Las Vegas, coinciden en el cuadro de un torneo desde el Masters 100 de Paris-Bercy de 2022. Entonces, Nadal cayó de entrada contra Tommy Paul y Alcaraz se despidió en cuartos, lesionado cuando perdía frenta a Holger Rune. En Barcelona no se cruzarían hasta unas hipotéticas semifinales.

Siempre a la espera de su evolución tras jugar tan sólo tres partidos oficiales en los últimos quince meses, Nadal también está inscrito en el Mutua Madrid Open, que se jugará en la Caja Mágica del 22 de abril al 5 de mayo, y en el torneo de Roma, del 8 al 19 de mayo. De momento, lo que si está garantizado es que el campeón del torneo en 2021 regresa a Barcelona tres años después, en esta ocasión con la prioridad de poner a prueba sus reservas tras el largo tiempo en el arcén.