Lehecka pone fin a la hermosa historia de Nadal en el Masters de Madrid

Lehecka pone fin a la hermosa historia de Nadal en el Masters de Madrid

Fue Jiri Lehecka, un poderoso tenista checo con muchas armas para adquirir protagonismo en el circuito, el último hombre que vio de frente a Rafael Nadal en la pista Manolo Santana. El adiós del ex número 1 del mundo y ganador de 22 títulos del Grand Slam a una de sus pistas fetiche, tal vez sólo superada por Roland Garros, se produjo pasada la medianoche de este miércoles, tras un partido en el que llegó a sembrar esperanzas de cosechar un nuevo triunfo hasta el desenlace del primer set y peleó hasta el final contra un serio adversario y contra sus propias reservas físicas. El revés de Nadal se fue ancho y Lehecka se impuso en los octavos de final por 7-5 y 6-4, en dos horas y un minuto.

Tras disputar 20 de las 22 ediciones, pues sólo se perdió la del pasado año, por lesión, y la primera, cuando aún era un chaval, se va el mejor jugador que ha pasado por este torneo, como atestigua su incomparable balance. Nadie suma tantos títulos ni tantas victorias. Pentacampeón y con 59 partidos ganados, Nadal, que pronto cumplirá 38 años, es el rey en la capital desde que lograra alzar el trofeo en el Rockódromo de la Casa de Campo cuando el torneo aún se disputaba en pista rápida y bajo techo. Desde que anunció que ésta sería la última ocasión en que lo disputase, cada una de sus presencias en la pista central ha cobrado un aura de especial emotividad, multiplicado de forma sobrecogedora en la que fue su última noche.

Nadal no pudo aprovechar su única pelota de rotura. Llegó en el octavo juego, con la posibilidad de situarse 5-3 y servicio, pero el checo la sofocó con una gran derecha paralela. Es Lehecka, 31º, un jugador completísimo. Además de un servicio que ejecuta con velocidad y dirección, pues tan pronto puede ubicarlo en la línea de intersección del cuadro como abierto, habitualmente por encima de los 220 kilómetros por hora, tiene solidez desde el fondo, ya sea con la derecha como con el revés, y buena mano cuando se acerca a la cinta.

Un juego crucial

El partido se quebró en el decimoprimer juego. Lehecka logró romper y encadenó ocho puntos consecutivos para hacerse con el parcial. Las posibilidades de Nadal, después del duro partido ante Pedro Cachín, pasaban por intentar una victoria en dos sets. El checo, de 24 años, hizo un nuevo break en el primer juego del segundo set y puso las cosas dificilísimas para el ídolo de la afición local, encorajinado por la grada en todo momento.

Tal y como llegó al torneo, con sólo dos partidos disputados en el Conde de Godó desde su reaparición tras volver a lesionarse en los cuartos de final del ATP 250 de Brisbane contra Jordan Thompson, ni siquiera él mismo se veía ganando tres encuentros consecutivos en el Masters 1000 de Madrid. Nadal trata de acelerar su puesta a punto para Roland Garros después de año y medio casi en blanco.

En la Caja Mágica ha logrado adquirir ritmo competitivo y disputar encuentros exigentes, como lo fue el de segunda ronda frente a Alex de Miñaur, el jugador que le detuvo la pasada semana en Barcelona, el disputado ante Cachín, que le exigió un despliegue físico durante más de tres horas, y el disputado esta noche, en un horario infrecuente para él, contra Lehecka. Pese a que tiene un relevo de máxima garantía en Carlos Alcaraz, su figura se recordará siempre en esta ciudad, por su carácter, su compromiso y su capacidad para adaptarse con enorme éxito a unas condiciones que nunca fueron las más favorables para su tenis.

Nadal contempló desde el centro de la pista las imágenes de sus triunfos, en 2005, 2010, 2013, 2014 y 2017, entre el entusiasmo de un público que se mantuvo en la cancha coreando su nombre. «Que era una broma, que el año que viene vuelvo», comenzó su parlamento. «Viendo las imágenes, algunas parecen de otra vida», dijo ya hablando en serio. «Para mí ha sido un regalo que me habéis hecho, quizás más importante que algún Grand Slam que he ganado. He tenido la suerte de haber podido hacer de lo que era un hobby mi trabajo y además hacerlo de manera destacada. No puedo pedir nada más. Espero que de alguna manera haya sido un ejemplo positivo para las nuevas generaciones. Lo único que puedo decir es gracias. La vida y el cuerpo llevan un tiempo enviándome señales de que este día tenía que llegar».

Nadal prefiere la noche para recuperarse antes de afrontar a Lehecka

Nadal prefiere la noche para recuperarse antes de afrontar a Lehecka

Rafael Nadal y Carlos Alcaraz confluirán en el supermartes de la Caja Mágica, día en el que se disputan todos los octavos de final del cuadro masculino. Los dos tenistas españoles no jugaban el mismo torneo desde noviembre de 2022, en Paris-Bercy. Hoy, el Masters 1000 de Madrid tendrá en su programa al pentacampeón del torneo, que este lunes venció por 6-1, 6-7 (5) y 6-3 a Pedro Cachín, 91º del mundo, en tres horas y cuatro minutos, y al vencedor de las dos últimas ediciones, que descansa desde el domingo, cuando dio cuenta de Thiago Seyboth Wild.

Al mallorquín le espera Jiri Lehecka, 31º, un checo de 23 años que se postula desde hace tiempo para dar un salto de calidad y ganó a principios del calendario, en el ATP 250 de Adelaida, su primer título. «Me sorprendería derrotarle. Entrené con él el otro día. Tiene un saque muy potente y golpes duros desde el fondo. Posee un ránking inferior al de Alex [De Miñaur], pero enfrentarme a su calidad y velocidad de bola es otro paso», apuntó Nadal.

Además de la calidad del adversario, habrá de afrontar la dificultad de recuperarse en poco más de 24 horas. De hecho, contra su costumbre, jugará en la sesion de noche (22.00 h., Teledeporte y Movistar). «Lo veo bien. Tengo más horas para dormir y para trabajar mañana. Igual hasta veo un poco el Barça», comentó respecto al partido de Liga que disputaron anoche el equipo azulgrana y el Valencia. Sí habrá de privarse de las semifinales de la Liga de Campeones que el Real Madrid jugará en el Allianz Arena frente al Bayern Munich a las nueve de la noche de hoy, salvo que pueda echar un ojo a la primera parte mientras realiza la sesión de calentamiento.

«Todo son pequeños pasitos»

Tras dejarse sólo un juego ante el júnior Darwin Blanch en el debut y tomarse revancha inmediata contra De Miñaur, que venía de derrotarle en la segunda ronda del Conde de Godó, Nadal hubo de apelar a su vena guerrera para deshacerse de Cachín, que arrastraba 15 derrotas consecutivas antes de llegar al torneo. Cuartofinalista en el ATP 250 de Brisbane, en su regreso al circuito después de casi un año, el ex número 1 disputa por primera vez en 18 meses cuatro encuentros consecutivos, un plus en su apresurada puesta a punto para Roland Garros.

«Mi físico no estaba peor en el tercer set», explicó. «Estaba despierto mentalmente. Ha sido una pena no ganar en dos, pero estoy feliz por haber aceptado el reto. Todo son pequeños pasitos hacia delante. Hace tres semanas y media estaba en Manacor, casi sin poder sacar y perdiendo con los chicos de la academia un día, otro día y otro día».

Una incógnita

No obstante, sembró alguna duda ante la dificultad de jugar dos días consecutivos, algo nuevo en este delicado proceso de reconstrucción. «Es una incógnita para mí. Vamos a ver si soy capaz. Hace mucho que no juego asumiendo esas cargas. Hay que recuperar automatismos».

En su último año en Madrid, salvo lesión, parece improbable que Nadal no salte a la pista frente a un público al que ha distinguido de manera reiterada como el mejor. A principios de año, en Brisbane, tras perder frente a Jordan Thompson en tres horas y 26 minutos, fue en la mañana posterior al partido cuando sintió la lesión que volvió a apartarle de las pistas hasta el Conde de Godó, tal y como recordó ayer en su parlamento frente a los periodistas. «Nunca me he recuperado demasiado mal. Incluso con 35 o 36 años no me pesaba la edad. Hoy es completamente distinto. Nunca había estado dos años sin jugar y mi cuerpo es mucho más impredecible».

Durante la jornada, antes del partido de Nadal, dada la fervorosa simpatía por el Real Madrid que comparte con Alcaraz, se llegó a especular con que el defensor del título abriría la jornada a las 11 de la mañana, tal y como habría sugerido su padre, y que Nadal ocuparía el turno de las cuatro de la tarde, de modo que ambos pudieran presenciar el partido de fútbol. Sólo el desgaste y la longitud del duelo de Nadal dieron lugar al cambio en el programa. Serán Daniil Medvedev y Alexander Bublik quienes inauguren una jornada con los 16 mejores en competición.

Nadal logra tres victorias consecutivas por primera vez en 18 meses tras sufrir ante Cachín

Nadal logra tres victorias consecutivas por primera vez en 18 meses tras sufrir ante Cachín

El bueno de Cachín no tuvo derecho al aliento de la discreta hinchada argentina. Algún grito perdido de "¡Vamos Pedro!" adquirió de inmediato carácter conspirativo y encontró la reacción de un sonoro murmullo en la Caja Mágica. Mal día para llamarse Pedro en el templo del tenis madrileño. Vaya usted a saber por qué. Y eso que el jugador de Bell Ville reaccionó con bravura tras un pésimo primer set y obligó a Nadal, que afina su puesta a punto pero todavía carece de continuidad en el juego, a pasar tres horas y cuatro minutos, las que necesitó para certificar un éxito más sufrido de lo que se podía esperar: 6-1, 6-7 (5) y 6-3.

La victoria ante Pedro Cachín y la consiguiente clasificación para octavos de final fortalecen a Nadal en este largo tiempo de incertidumbre. Son ya tres triunfos consecutivos, registro insólito viniendo de donde viene, y este martes le espera Jiri Lehecka, 31º, un artillero checo de 23 años que no ha de resultarle inabordable, siempre que logre recuperarse bien. La paliza ante Cachín, con menos de 24 horas de descanso, elevará la exigencia en un periodo donde todos los cuidados son pocos.

Superado un top 20 como Alex de Miñaur, 11º en el escalafón, se suponía que Nadal no tendría demasiados problemas frente a Cachín, un argentino de 29 años sin demasiado peso en el circuito. La victoria del sábado, en una escenografía propia de su despedida del torneo, supuso un indudable empujón para el ex número 1 del mundo, urgido a recuperar crédito y autoestima a menos de un mes del inicio de Roland Garros, donde tiene depositadas buena parte de sus ilusiones.

La inesperada reacción

Sin embargo, este lunes, tras disfrutar de un largo pero plácido primer parcial, Cachín mejoró el porcentaje con su servicio y empezó a meter más bolas en pista, progresión confluyente con un decaimiento de su rival. Se situó 4-1 y dispuso de dos bolas de set antes de llegar al desempate, pero envío sendas derechas más allá de la línea de fondo. Fue en el tie break cuando logró igualar el partido tras un passing shot cruzado de revés ante un saque y volea de Nadal.

Octavofinalista el pasado año, Cachín había encontrado la redención en Madrid, tras una secuencia de 15 derrotas consecutivas desde octubre. Su triunfo en segunda ronda contra Frances Tiafoe fue el primero logrado a lo largo de su carrera ante un jugador de los 20 primeros del ránking. Tenista de crecimiento tardío, relanzó su carrera al trasladarse hace unos años a Barcelona y contar como asesor con Álex Corretja.

Dentro de su proceso de reincorporación al circuito, a Nadal le toca foguearse con experiencias de estas características. La temprana rotura en el inicio del tercer set le permitió llevarse un partido que manejó con determinación y oficio en los momentos culminantes. Además de ofrecer un tenis fluido en el primer parcial, fue capaz de sostenerse en pista en el encuentro más largo desde que perdió con Jordan Thompson a principios de año en cuartos del ATP 250 de Brisbane. Entonces fueron tres horas y 26 minutos, con el alto precio de no volver a competir hasta el Conde de Godó. "Vamos a ver cómo nos levantamos mañana, ojalá que bien", comentó a pie de pista.

Jan-Lennard Struff, un viejo conocido en el camino de Alcaraz: "Sé de su nivel, buen saque y volea y buenos tiros de fondo"

Jan-Lennard Struff, un viejo conocido en el camino de Alcaraz: “Sé de su nivel, buen saque y volea y buenos tiros de fondo”

Es tal la suficiencia con que se maneja Carlos Alcaraz que cualquier rival corre el riesgo de ser reducido a escombros. Lo fue Alexander Shevchenko en el debut y corrió similar suerte Thiago Seyboth Wild, a quien se le presumía mayor resistencia sobre arcilla, el territorio donde ganó su único título hasta la fecha, en Santiago de Chile, hace cuatro años, y en el que sorprendió a Daniil Medvedev, nada menos que en Roland Garros.

Para saber más

Pero el bicampeón, que ganó por un doble 6-3, en una confortable hora y cuarto, no ha necesitado la máxima exigencia ni comprometer un físico delicado por la dolencia en el antebrazo derecho para citarse de nuevo este martes con Jan-Lennard Struff, el mismo hombre al que derrotó en la final del pasado año para revalidar el título.

«Sé de su nivel. Buen servicio, buen saque y volea, buenos tiros de fondo... Pero tal y como estoy puedo hacer grandes cosas y voy a provocar opciones para intentar ganar el partido y hacerle sentir incómodo», comentó el segundo cabeza de serie sobre el próximo encuentro.

Struff tuvo que esperar hasta cuatro días antes de cumplir los 33 años para ganar su primer título. Lo hizo hace poco más de una semana en el ATP 250 de Múnich, con una trayectoria impoluta, en la que sacó los colores a Holger Rune en semifinales (6-2 y 6-0) antes de imponerse a Taylor Fritz en la final.

Precedentes

Alto y buen sacador, el jugador de Warnstein, un municipio de Renania del Norte-Westfalia, formó parte del proceso de crecimiento de Alcaraz, que se le encontró en los octavos de Roland Garros de 2021, con derrota en tres sets, y volvió a topársele, un año más tarde, en la primera ronda de Wimbledon, en aquella ocasión con victoria en cinco parciales. Todo ello antes de la final de 2023 en la Caja Mágica, que se llevó por 6-4, 3-6 y 6-3.

Ahora 24º del mundo, Struff ha entrado este año directo al cuadro principal, con victorias en dos parciales frente a Jaume Munar y Ugo Humbert, 14º. Mucho más tortuoso fue su camino en la pasada edición, donde se vio obligado a disputar la fase previa y precisó ganar ocho partidos, dos de ellos frente a Aslan Karatsev, a quien superó en la qualy y en las semifinales, antes de litigar por el título con Alcaraz.

El alemán ha tardado en rentabilizar unas condiciones como las de Madrid, aptas para las características de su juego, de golpeo plano y tendente a conceder poco ritmo al oponente, pero en los dos últimos años, ya en el tramo final de su carrera, sabe extraer rédito de sus cualidades en la altura de la capital.

Nadie ha ganado a Alcaraz en Madrid desde que lo hiciera Rafael Nadal en la segunda ronda del torneo, en 2021 y el resultado de su duelo con Struff pasará más por sus manos que por lo que pueda hacer el alemán. «Sigo sin fiarme del todo del antebrazo, aún está en mi mento. Cada vez que voy forzado o pego una derecha más agresiva viene el pensamiento de cómo va a reaccionar. El objetivo es no hacerme daño», reiteró. «Físicamente estoy muy bien y me muevo bien, pero ese pensamiento va a tardar en irse».

Paradójicamente, la limitación le lleva a hacer de la necesidad virtud, a mostrarse más contenido. «Estoy jugando de una manera diferente. Juanqui [Juan Carlos Ferrero, su entrenador] me dice que no hace falta pegar la derecha al 200%, que basta con relajar y sacar la mano hacia delante, intentando que corra la bola».

La pelota viaja en buena dirección, como lo hace la de Nadal, quien, tras ganar el sábado a Alex de Miñaur, décimo cabeza de serie, en un partido que pudo ser el último en este torneo, jugará este lunes (16.00 h., Teledeporte y Movistar) contra Pedro Cachín, 91º, en un enfrentamiento inédito. El argentino, de 29 años, ha detenido en Madrid la sangría de 15 derrotas consecutivas y viene de superar a Frances Tiafoe, 20º preclasificado. Al igual que en el caso de Alcaraz, Nadal es favorito. Si se ha recuperado bien, tiene muchos números para unirse al murciano en los octavos del martes.

Nadal y Machado

Nadal y Machado

Actualizado Sábado, 27 abril 2024 - 19:49

En su cita con el cotidiano heroísmo triunfal o el martirologio perdedor, y viceversa, Rafa Nadal eliminó a Alex de Miñaur, en otro de esos partidos ambivalentes. De esos en los que cada movimiento, cada gesto suyo es auscultado, interpretado entre la angustia y la ilusión por todo un país que aún no sabe si pedirle que se retire de una vez o que continúe en persecución doliente pero decidida de un último milagro. Seguramente, desde la inmediatez

Hazte Premium desde 1€ el primer mes

Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web

Si lo prefieres
<!--

¿Ya eres Premium? Inicia sesión

--> <!--

Cancela cuando quieras

-->