Aspavientos, gritos y desesperación: Diego Alonso no ordena al Sevilla

Aspavientos, gritos y desesperación: Diego Alonso no ordena al Sevilla

Sevilla – Betis (18.30 h.)

Actualizado

El resultado del derbi ante el Betis de este domingo será determinante para el futuro del técnico uruguayo, que sustituyó a Mendilibar

Diego Alonso, en el último partido del Arsenal-Sevilla.Kirsty WigglesworthAP

«Los entrenadores deben ser viejos, feos e ir en chándal», dijo un aficionado del Sevilla en el aeropuerto de Londres Stansted. Al señor le pesaba la bufanda al cuello. Sus amigos le daban la razón con la cabeza. El Arsenal había despachado fácilmente a su equipo en la cuarta jornada de la Champions League y Diego Alonso, el entrenador que venía a resucitar al equipo, daba muestras de desesperación. Este domingo (18.30 h.), en el derbi contra el Betis podría jugarse su puesto.

Pedrosa de interior, Nianzou de lateral o Jordán de titular. Decisiones que dejan de ser síntoma para convertirse en diagnóstico. Diego Alonso (Montevideo, Uruguay; 1975) no ha sacado al Sevilla de su melancolía. Visto su recambio, el despido de José Luis Mendilibar, sustentado en la falta de puntos en el casillero y en la falta ideas sobre el césped, no parece ahora tan buena idea.

Traer al entrenador uruguayo ha sido la primera gran decisión del nuevo director deportivo del Sevilla, Víctor Orta. El sustituto de Monchi contó en rueda de prensa por qué se fijó en el míster: «Hice un viaje a Uruguay y coincidimos en un asado en casa de Rabajda. Allí me presentaron a Diego y me impresionó una cosa que me dijo, que él sabía que iba a ser entrenador de fútbol desde que tenía 23 años. Aquel día hablamos de Luis Aragonés, de Rafa Benítez y de Héctor Cúper. Desde entonces siempre lo tuve en mi radar y vi cómo evolucionaba. Ahora ha sido mi primera opción para entrenar al Sevilla y agradezco al comité de dirección que la haya respaldado».

Fue una cuestión de feeling, aunque la trayectoria del montevideano no hubiera sido brillante hasta el momento y no tuviera experiencia en el banquillo europeo. Arranca en el Club Atlético Bella Vista y de ahí da el salto al Club Guaraní de la liga paraguaya. Sus buenos números le hacen volver al fútbol de Uruguay, donde fracasa en Peñarol y se desempeña tímidamente en Olimpia.

Llega a México y en Pachuca consigue sus mayores éxitos como entrenador, conquistando el campeonato nacional de Clausura en 2016 y la CONCACAF Liga de Campeones en 2017. Posteriormente, en los rayados de Monterrery, logra su segundo título de la CONCACAF, en el año 2019.

Tuvo un paso breve por el Inter de Miami, por petición de David Beckham. Aquellos días recordaba que Beckham y él se habían enfrentado en la Liga española. «Yo jugaba en el Málaga. David nos clavó un golazo, creo que fue el primero que hizo en España… pues ese no los hizo a nosotros». A aquel Málaga, por cierto, lo entrenaba Juande Ramos.

LAS COMPARACIÓN CON SIMEONE

Por último, antes de su llegada a Sevilla, Alonso había sido contratado por Uruguay, a quien logró clasificar al Mundial de Qatar tras vencer en los cuatro partidos que restaban en el grupo sudamericano cuando ya se veían fuera de la gran cita. La fase final no fue tan brillante. En un grupo formado por Portugal, Corea del Sur y Ghana, la selección charrúa quedó tercera. La eliminación le costó el puesto. Siguiente destino: Nervión.

Las comparaciones con Simeone, un debut esperanzador contra el Real Madrid, la confianza de Orta y la sensación de que había futbolistas infrautilizados con Mendilibar parecían elevar el ánimo blanquirrojo; pero, seis partidos después, la situación es de inquietud y hartazgo. Sólo una victoria, en Copa del Rey, frente a Quintanar de la Orden, de la Primera Autonómica Preferente de Castilla-La Mancha. Dos derrotas, ambas frente al Arsenal, en Champions League. Y tres empates en Liga: Real Madrid, Cádiz y Celta.

Los aspavientos y los gritos desde la banda de Alonso no sirven ni para ordenar ni para motivar al equipo. El Sevilla es inconsistente en defensa, se atasca arriba y lo fía todo al talento individual y a los breves destellos de luz entre el caos. La plantilla se muestra mustia dentro y fuera del campo. «Iba cada uno a su aire, muy callados, muy desconectados, dando la derrota por segura», cuentan desde dentro sobre los futbolistas en el pasado duelo de la Champions. «O se animan en el derbi o este hombre va a durar menos que los abrazos que le doy a mi yerno», advierten.

Este domingo, Diego Alonso se juega su continuidad frente al Betis en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. «Hay un entrenador de moda ahora en Alemania que es Xabi Alonso. De sus siete primeros partidos ganó uno, y con un poco de paciencia, está funcionando. Las victorias van a llegar», defendió Víctor Orta, cuya labor también quedaría en entredicho si el despido se consuma.

kpd