Alcaraz se luce ante Harris y alcanza los dieciseisavos por tercer año consecutivo

Alcaraz se luce ante Harris y alcanza los dieciseisavos por tercer año consecutivo

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Venció por 6-3, 6-1 y 7-6 (4), en dos horas y 27 minutos de una gozosa actuación y se medirá con el británico Daniel Evans, 26º favorito

Alcaraz, en una acción ante Harris.MIKE STOBEGetty Images via AFP

Después de jugar tan sólo una hora en primera ronda debido a la retirada de Dominik Koepfer, Carlos Alcaraz se encontró con el tenis tan aseado como a la postre inconsistente de Lloyd Harris. El sudafricano trata de recuperar pie en el circuito después de una operación de muñeca que le tuvo seis meses de baja en la segunda mitad del pasado curso. Juega como 47º, con ránking protegido, estatus más real que el número 177º al que se ha visto relegado.

El defensor del título tuvo así un partido completo, de los que convienen para ir tomando la medida al torneo. Y lo aprovechó para desplegar buena parte de su catálogo. Tan pronto se aplicaba con el cortado como con derechas de extraordinaria violencia, sin olvidar la sabia combinación de la dejada y el globo, inalcanzable para un atleta de 1,93 metros. Se impuso por 6-3, 6-1 y 7-6 (4), después de dos horas y 27 minutos de una gozosa actuación, y estará por tercer año consecutivo en los dieciseisavos del Abierto de Estados Unidos.

Fue un Alcaraz suelto, alegre, con buenas aproximaciones a la red y decisiones valientes y acertadas para encarar las situaciones adversas, pues las hubo: hasta 10 bolas de rotura creó su rival, que sólo rentabilizó la que le dio el sexto juego y ventaja de 4-2 en el tercer parcial. Lo perdió en blanco y con doble falta el de El Palmar.

Leve distracción

Es tal la superioridad que suele señalar en la mayoría de sus partidos que a veces se distrae. Le ocurre cada vez menos, pero aún le ocurre. Más acertado con el saque, que había penalizado Alcaraz cuando no le entraba el primero, Harris igualó la confrontación, pero no supo rentabilizar su ventaja y murió en el desempate.

Cuartofinalista del torneo en 2021, el sudafricano, que ha hecho este año semifinales sobre la hierba de Palma de Mallorca, es un jugador que no deja ver con facilidad sus debilidades. Bastante estable, pero sabedor de su situación y del rival que le tocó en suerte, jugó hasta donde pudo, hasta donde le consintió el reciente campeón de Wimbledon, que le fue cerrando puertas según avanzaba el partido antes de ese tercer parcial más incierto.

Una vez ya con ventaja en el segundo set, merced a dos dobles faltas consecutivas de Harris que le situaron 3-1 y servicio, el español se había desatado con su golpe de derecha. Rápido de piernas, con un juego vigoroso y diáfano, fue disolviendo a su oponente a la vez que se daba el gusto de mostrar su vena más jovial y agradecida por la grada, que volvió a aclamarle en la sesión nocturna de la Arthur Ashe. Sólo esa laguna en el tercer set evitó un marcador aún más concluyente. Le espera el británico Daniel Evans, 26º favorito, al que ha ganado en sus dos enfrentamientos, el más reciente la pasada primavera en el Conde de Godó.

kpd