Hasta los más incrédulos, como uno mismo, ya no podemos subestimar más al líder Girona. En el Camp Nou se condecoró como el mejor de la Liga. Y con diferencia. Por el lado tenebroso, Xavi hizo el mayor ridículo táctico que he visto en años en un técn
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Más de una hora después de los graves incidentes que obligaron a suspender provisionalmente el derbi en el Metropolitano, el capitán del Atlético de Madrid, Koke, aparecía en sala de prensa. Tras valorar lo ocurrido llegaba la pregunta de este periódico acerca de si el club debía echar a sus radicales: "¿El Frente Atlético? [gesto de sorpresa]. El club tendrá que hacer lo que deba con sus aficionados, yo no soy quién para decir si tiene que echar a alguien o no de un estadio de fútbol".
En el club, directamente, dicen no reconocer al Frente Atlético. No reconocen al grupo como tal, y por eso, argumentan fuentes rojiblancas, no pueden actuar contra sus integrantes. ¿Por qué? Según estas mismas fuentes, el Frente Atlético "no es una peña del club". Es así porque, en diciembre de 2014, le fue retirada su condición de peña oficial. Entonces, el Atlético de Madrid lo hizo obligado por las circunstancias de que en el seno del Frente había ocho socios relacionados con el fallecimiento del seguidor del Deportivo de la Coruña, Francisco Javier Romero Taboada, Jimmy. Era la segunda muerte achacable a este grupo de radicales tras la del seguidor de la Real Sociedad Aitor Zabaleta en 1998.
Sin embargo, la realidad choca contra este argumento puramente técnico. La realidad es que los jugadores siguen dotando al Frente de un tratamiento privilegiado respecto al resto de la afición, como lo demuestra el agradecimiento que les brindan tras cada partido, incluso tras el derbi del domingo. O diferentes gestos, algunos de ellos muy recientes, como la entrega de una camiseta al terminar el duelo con el Leipzig que les hizo Giménez en persona. Echando la vista atrás, también se puede ver recordar la mítica foto de Koke celebrando un título con la bufanda del Frente en la cabeza.
La realidad también demuestra, con un simple vistazo a las redes sociales del grupo radical, que son ellos quienes ocupan el Fondo Sur del Metropolitano. Cuelgan vídeos de sus cánticos, de sus homenajes a personas de tradición atlética que han fallecido o, simplemente, recuerdos de sus desplazamientos, como el del primer partido de la Liga de este año en Getafe. Pruebas más que evidentes de que el Frente Atlético sí existe y ocupa la grada del Fondo Sur del estadio del Atlético de Madrid. Sin embargo, al no formar parte del listado de peñas, argumentan en el club, no se puede hacer nada.
Los incidentes que rodean a este grupo se han sucedido en los últimos años y siempre tienen tintes delictivos. Desde las dracas, o quedadas para pegarse con aficiones rivales o entre ellos mismos, hasta incidentes racistas como cuando colgaron un muñeco de Vinicius de un puente en enero de 2023 bajo el lema "Madrid odia al Real". Algo que volvieron a demostrar el domingo.
Tan pronto el primer mechero cayó en el estadio Cívitas Metropolitano hacia la figura del portero del Real Madrid, Thibaut Courtois, en torno al minuto 65 del derbi, los servicios de Seguridad del Atlético de Madrid y la Policía sabían que su labor era identificar al agresor de esa acción y a los responsables de las posteriores.
En total se contabilizaron seis mecheros, según fuentes del club, aunque, en estos momentos, solo hay una persona identificada a la que se le aplicará la ley y el reglamento del Atlético de Madrid. Este código, en su artículo 37, apartado d, califica de falta muy grave el "lanzamiento de objetos contundentes entre aficionados o al terreno de juego que puedan causar daños" y cita a jugadores entre las potenciales víctimas así como el agravio de que pueda provocar una sanción al club.
Según ha podido saber EL MUNDO la acción de este socio la califica la entidad como muy grave y la sanción que le espera, también recogida en el artículo 38, apartado C, del mismo código interno es la "pérdida de la condición de socio y prohibición de acceso a sus instalaciones de forma definitiva". La entidad, además, se reserva la posibilidad de interponer acciones legales, así como la reclamación de los daños y perjuicios sufridos. Por este tipo de hechos, la Ley Antiviolencia contempla sanciones de entre 3.000 y 6.000 euros.
Posible sanción al club
Este lanzamiento de objetos fue recogido tanto en el acta, como en el informe del delegado arbitral así como en el que elabora LaLiga. Estas pruebas documentales, así como las imágenes de los incidentes, serán analizadas el próximo miércoles por el Comité de Competición lo que, con toda seguridad, acarreará una sanción al club que podría ser tanto económica como de cierre parcial de la grada desde donde se produjeron los lanzamientos.
Sería la segunda sanción a la que se expone el Atlético de Madrid en menos de un año por culpa del fondo sur del estadio donde se ubica el Frente Atlético. La anterior fue por los insultos racistas a Nico Williams en la visita del Athletic de Bilbao en abril de la temporada pasada. Finalmente, el Comité de Apelación revocó la multa económica y el cierre parcial del Metropolitano porque el club actuó con la "máxima diligencia posible". ¿Está haciendo lo propio con el Frente?
Las de hoy eran sus dos últimas finales, la opción a sumar dos oros más en estos Juegos de París en los que estaba brillando. La barra de equilibrio traicionó a Simone Biles, que tropezó y la dejó en quinta posición en la prueba, y en la final de suelo, donde siempre ha bía sido la reina fue superada esta vez por la brasileña Rebeca Andrade, la única rival a su altura en estos Juegos.
Ambas, tanto Biles como Andrade, venían de haberse quedado fuera del podio en barra, pero en suelo una Andrade sonriente, la segunda en salir, hizo un ejercicio redondo, clavando cada pirueta en el suelo. Se notaba que se lo estaba pasando bien. Obtuvo una puntuación de 14.166, por encima de los 14.133 de Biles, que se salió del tapiz en dos de las diagonales.
La competición entre las dos rivales y amigas, que se conocieron en los Juegos de Río, ha sido ajustada en estos Juegos: en la competición individual Biles, de 27 años, ganó el oro y Andrade, de 25, la plata. La propia Biles dijo tras la prueba: "Rebeca me hace moverme", dijo.
A Biles se le escapa así la opción de rematar estos Juegos de París con dos oros más. Se lleva tres y una plata.
La de barra ha sido una prueba atropellada, donde prácticamente todas las atletas tropezaron en la barra, y donde se premió a las únicas que no lo hicieron. Biles fue la penúltima en salir, cuando ya había visto a la mayoría de sus rivales resbalar en la viga. Cuando estaba a más de la mitad de su ejercicio, en una de las piruetas, sus piernas dudaron, no pudo mantener el equilibrio y cayó sobre la lona. Los miles de espectadores presentes en el estadio Arena Bercy suspiraron. Biles volvió a subir a la barra, entre los aplausos del público.
La gimnasta americana torcía el gesto mientras esperaba el resultado, que se hizo esperar. Sabía que el oro se le había escapado, pero no que iba a quedar fuera del podio. El jurado le dio una nota de 13.100, algo inusual en la estrella acostumbrada en estos juegos a rozar casi los 15.000.
El podio fue inesperado, y dejó fuera a las favoritas. La italiana Alice D'Amato ganó el oro con la máxima puntuación, 14.366. La plata fue para la china Zhou Yaquin, con 14.100, y el bronce para la italiana Manila Esposito (14.000). Se trata del primer oro en barra para Italia. Las favoritas al metal dorado eran Biles y la brasileña Rebeca Andrade. Esta no tropezó pero el jurado le dio una puntuación de 13.933 y quedó cuarta.
Las de hoy son las últimas pruebas de gimnasia artística. En estos Juegos, y a falta de realizar la prueba de suelo, Simone Biles ha logrado tres oros, el que consiguió por equipos, el del concurso individual y el de salto.
Se consagra, a pesar del tropezón en la barra de hoy, como la mejor gimnasta, con solo Andrade al nivel. También confirma su redención tras haberse tenido que retirar de los Juegos de Tokio por problemas de salud mental. La barra de equilibrio que hoy le ha jugado una mala pasada fue el único aparato en el que Biles logró una medalla (de bronce) entonces, antes de abandonar.
Tiene siete oros (tres en París más los cuatro de Río) y se queda cerca del récord de la soviética Larissa Latynina, que logró nueve entre 1956 y 1964. La nadadora Katie Ledecky entró en este podio el sábado pasado.