El primero pasó siete años en el Benfica antes de fichar por el Leverkusen de Xabi Alonso. El segundo pasó por el City y otros destinos antes de llegar a Girona
Si algo pueden atestiguar Alejandro Grimaldo (Valencia, 1995) y Aleix García (Ulldecona, 1997) es que la constancia, al final, tiene premio. Ambos, en este caso, están firmando actuaciones más que destacadas en las filas de sus respectivos equipos, el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso y el Girona de Míchel, los líderes, respectivamente, de la Bundesliga y LaLiga. Pero lo cierto también es que a los dos, en diferentes circunstancias, les ha tocado acumular muchos kilómetros a sus espaldas hasta que ahora, por fin, les ha llegado la oportunidad de estrenarse con la selección española absoluta de la mano de Luis de la Fuente.
Grimaldo, ahora mismo, tras muchos años de trabajo de por medio, es el lateral izquierdo de moda. No en vano, hasta ahora suma siete goles en los 16 partidos que ha disputado con el Leverkusen en lo que llevamos de temporada, 10 de liga, cuatro de la Europa League y dos de Copa. Cuando aterrizó en las categorías inferiores del Barça, en verano de 2008 procedente del Valencia, seguro, soñaba con estrenarse en el Camp Nou.
DESPEGUE EN EL BENFICA
En el mercado de invierno de 2016, tras ver en gran parte frenadas sus ambiciones por un Jordi Alba inamovible en el primer equipo y después de destapar su malestar con el entonces técnico barcelonista, Luis Enrique, hizo las maletas para marcharse a un Benfica en el que lograría tener esos minutos que tanto buscaba a lo largo de siete temporadas y media, pero en el que no acabó de explotar todo su potencial. Algo que, en este caso, sí ha conseguido de la mano de Xabi Alonso en Alemania. Cómo no, en las últimas fechas, se ha dejado querer por un Barça que se mueve entre la veteranía de Marcos Alonso y la efervescencia de Alejandro Balde en su flanco izquierdo. La economía, con todo, no parece proclive a propiciar su regreso.
La historia de Aleix García, mientras, es en cierto modo parecida. Tras despuntar en las categorías inferiores del Villarreal, fue nada más y nada menos el Manchester City el que se hizo con sus servicios. En agosto de 2015 se cerró su fichaje. Inicialmente, para acabar de formarlo en su propio fútbol base. Su evolución fue muy positiva. Tanto, que se estrenó con el primer equipo en febrero de 2016, bajo las órdenes de Manuel Pellegrini.
El relevo del chileno en el banquillo, Pep Guardiola, no obstante, no acabó de confiar del todo en sus posibilidades en una temporada, la 2016-17, en la que estuvo a caballo entre el primer equipo y el sub-23. Por eso, encadenó dos cesiones consecutivas, ambas de dos años. La primera de ellas le llevó a un Girona que había firmado su primer ascenso a la élite del fútbol español. La segunda, tras el descenso del club gerundense, tuvo el Mouscron belga como destino.
En octubre de 2020, tras desvincularse del City, se incorporó a un Dinamo de Bucarest por el que tuvo un paso fugaz. En enero de 2021, regresó a España para jugar con el Eibar. Y, ese mismo verano, regresó de nuevo al Girona, donde se ha convertido en una pieza básica para los esquemas de Míchel.
