Entrevista
“Es básico que te digan lo que no quieres escuchar”, asegura el lateral del Madrid, que pelea con Balde un puesto en el once ante Escocia.
Sorprenden los 169 centímetros de músculo que aparecen por la zona de toldos de Las Rozas, donde desde hace un par de años se hacen las entrevistas con los internacionales. Fran García (Ciudad Real, 24 años) está cuadrao, como se suele decir, y habla con ese deje manchego que no se ha ido en los 11 años que lleva en Madrid. Llegó con 13 a Valdebebas, el glamour, y ha pasado tres años en Vallecas, el barrio con K. De esa mezcla ha salido un chaval con un discurso interesante, al que, parece, no se le ha subido a la cabeza el regreso a los brillos del Real Madrid, donde todo se multiplica por infinito.
Está en Las Rozas peleándole un puesto, el de lateral izquierdo, a Alejandro Balde, con permiso de José Luis Gayà, lesionado, y aunque parece que esta noche esperará en el banquillo ante Escocia, quienes le han visto entrenar esta semana no lo tienen tan claro.
- Leí en una entrevista que no se siente especial por ser futbolista.
- Claro que no me siento especial. Somos personas que hacen su trabajo, como otros. Tenemos la suerte de que nos gusta nuestro trabajo, y vamos contentos a hacerlo. Pero no somos diferentes ni especiales.
- En alguien tan joven no es frecuente oír eso. Algunos parece que caminan por encima del suelo.
- Sí, no sé. Para estar aquí hace falta jugar bien al fútbol, que es como un don, y mucho esfuerzo y sacrificio, cómo no, pero también está el factor suerte, que también es importante en este mundo. Pero eso no te hace diferente a otra persona que tiene que trabajar sus ocho horas diarias.
- ¿En qué se siente diferente a un fontanero?
- En nada. No me siento diferente para nada. Somos personas iguales, tenemos sentimientos, hemos de cumplir con las mismas normas. Ser futbolista no es ser diferente ni especial.
- ¿Ni siquiera en hacer lo que le gusta?
- Bueno, sí, quizá en eso sí. Mucha gente tiene que ir a trabajar o dedicarse a algo que realmente no le llena, o que no tiene nada que ver con lo que ha estudiado, una carrera o lo que sea. Pero insisto, creo que la suerte es muy importante.
- ¿Sigue manteniendo el contacto con su pueblo?
- Sí, sí, claro, y teniendo los mismos amigos. Eso no tiene por qué cambiar.
- Pero sabe que hay gente que sí cambia.
- Seguramente, pero ser humilde, seguir teniendo tu grupo de amigos, tu círculo, es lo que te hace mantener los pies en el suelo. Es importante que no se te suba el ego. Somos personas normales. El fútbol ya se aísla demasiado y todo lo que sea tener los pies en el suelo y mantener ese núcleo de personas que te digan: ‘eh tú, a ver qué haces’ es fundamental.
- ¿Quién es ese núcleo de personas en su caso?
- Yo tengo un grupo muy importante aquí en Madrid, porque me vine con 13 años, y luego mi familia, mis amigos íntimos de allí…
- Cuando vuelve al pueblo, ¿es Fran o es un jugador del Madrid?
- Ahora eso ha cambiado un poco. Trato de ser una persona normal, pero no es fácil. ¡Que yo lo entiendo, eh! Yo he sido niño y he sido el primero que ha dado el coñazo cuando veía a alguien famoso por la calle, y le perseguía y no paraba hasta que me hacía caso. Por eso cuando a mí me viene un niño siempre me paro, porque 10 segundos de tu vida le alegran el día a alguien, y eso vale mucho. O a una persona que no está bien anímicamente y tú le animas.
- ¿Pero siente que ya no puede ser Fran desde que juega en el Madrid?
- Trato de hacer las mismas cosas de siempre. Eso también es importante para mí. Quizá he tenido que cambiar algunos aspectos.
- ¿Por ejemplo?
- Pues por ejemplo ir a comer, en vez de ir a las dos que sé que va a estar lleno, ir a las tres, o un poco antes. Pero no cambia nada. Ahí está la esencia de la persona. Hay veces que no puedes, pero cuanto menos cambies, mejor.
- ¿Qué es lo peor de jugar en el Madrid y en la selección?
- Seguramente la presión a la que se nos somete. Pero en todo tipo de trabajo hay cosas buenas y malas, y hay que lidiar con ello y sobreponerse.
Es básico que te digan lo que no quieres escuchar
- ¿Cómo la sobrelleva usted?
- Pues estar cerca de tu gente y saber desconectar con tu familia y amigos.
- ¿Cómo desconecta?
- Salir a dar una vuelta y tomar un café en buena compañía. Vivo en Alcobendas y salgo por Valdelatas y La Dehesa. Es una zona muy buena, llevo tres años viviendo allí, la gente ya me conoce. Yendo al cine o tomando café. Cosas normales.
- Usted no dejó sus estudios.
- No te puedes olvidar de los estudios, porque nunca sabes cuándo se acaba esto, y siempre hay que mantener.
- Parece usted muy centrado.
- Tengo gente cerca que me ayuda a mantener los pies en el suelo y gente que te dice las cosas que no quieres escuchar. Es básico eso.
- Un ex entrenador suyo dice que es un poco borrico entrenando.
- Sí sí, a veces me paso entrenando.