La confirmación del Mundial 2030 para la candidatura conjunta de España, Portugal y Marruecos ha dado paso a un mercadillo entre federaciones para pujar por tener más partidos en su país
“En un mundo dividido, FIFA y el fútbol unen”. Con este mensaje, Gianni Infantino, presidente de la FIFA, confirmaba la candidatura de España, Portugal y Marruecos como el único proyecto para celebrar el Mundial 2030. Pese a que se da por hecho que la final será en el Santiago Bernabéu (la excelente relación entre el Real Madrid y la FIFA ayuda, y mucho y es realmente difícil pensar en un escenario distinto) y que las semifinales se repartirán, a priori, entre Portugal y Marruecos, lo cierto es que, más allá de lo anunciado el miércoles por el organismo rector del fútbol mundial, no existe ninguna certeza oficial.
Al menos de cara a la galería, lejos de establecer un frente unido, como pedía Infantino, las tres federaciones (española, marroquí y portuguesa) parecen pujar ahora por albergar los partidos de mayor importancia en su territorio. “Esperamos vivir una final extraordinaria que honre al continente y a las jóvenes generaciones en un estadio en Casablanca que será maravilloso”. Así pedía este jueves el último partido del Mundial el presidente de la Real Federación Marroquí de Fútbol, Faouzi Kekjaa, en una radio de su país. Y expresaba que sus seis sedes (Agadir, Marrakech, Casablanca, Rabat, Tánger y Fez) “no sólo van a tener las exigencias de la FIFA, sino que gozarán de diversidad cultural y de riqueza geográfica”.
Por su parte, el alcalde de Madrid y la presidenta de la Comunidad ya celebraban que la final se disputará en la capital. “Hoy amanecemos con una buena noticia para Madrid, que la final del Mundial 2030 va a tener a nuestra región, a nuestra capital, como escenario, el Santiago Bernabéu“, decía Isabel Díaz Ayuso. Mientras que el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, esperaba que su Comunidad tuviera “un papel importante” en ese Mundial 2030.
Marruecos y España reclamaban así su cuota de protagonismo en una candidatura que dispondrá en torno a 14 y 16 estadios para albergar 104 partidos de 48 selecciones. Habrá 12 grupos de cuatro equipos de los que se clasificarán los dos primeros de manera directa y los 8 mejores terceros para dieciseisavos de final. Portugal, por su parte, ha declinado hablar del número de sedes que presentará para la organización del Mundial, aunque se apuesta por Alvalade y Da Luz, en Lisboa, y Do Dragao, en Oporto.
Condiciones
Las condiciones de la FIFA para ser sede del Mundial son múltiples. El aforo mínimo es de 40.000 personas y que se disponga de siete estadios construidos en el momento de la elección. Mientras, los campos para el partido inaugural y la final deben tener una capacidad de mínima de 80.000 espectadores, y las semifinales de 60.000. Pero FIFA no sólo exige aforo. También exige infraestructuras (un aeropuerto a menos de 40 kilómetros, un mínimo de tres hoteles de cinco estrellas, al menos 5.000 plazas de aparcamiento así como un espacio amplio para instalar servicios de comunicaciones y seguridad, entre otras) tener terminado todo un año antes, es decir, en 2029.
FIFA también exigirá durante los próximos meses y años al menos 72 posibles lugares de entrenamiento y concentración para esas 48 selecciones. El hecho de que los tres primeros partidos del torneo se jueguen en Suramérica una semana antes del comienzo del torneo ha provocado que España, que contaba con tener entre 11 y 12 sedes, se vaya a quedar con entre 8 y 9, según fuentes de la Federación Española. Fijas son Bernabéu, Metropolitano, Camp Nou, La Cartuja y uno de los estadios vascos, Anoeta o San Mamés. A partir de ahí, el resto deberá pelear por ser una de las elegidas.
La gestión de todo ello, el proceso de selección, la elección definitiva, no será a cargo del Comité Organizador como venía siendo habitual. Será la propia FIFA, a través de una sociedad creada a tal efecto, la que decida todo, como ya ocurrió en el Mundial de Qatar. Si la confirmación oficial de esta elección de candidatura no tendrá lugar hasta diciembre de 2024, el número de partidos en cada anfitrión y el número y nombre exacto de las sedes de cada país no se conocerá hasta el año 2026.
Sudamérica
De momento, sí se han confirmado esos tres partidos que se disputarán en los países que aspiraban, en otra candidatura, a la celebración del Mundial 2030. Uruguay, Paraguay y Argentina tendrán esos duelos para honrar el centenario de la Copa del Mundo mientras que Chile, último país en sumarse a la candidatura sudamericana, se ha quedado fuera. “Es una decisión que la toma FIFA, no nosotros”, se descargaba de la responsabilidad el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez. A lo que el presidente chileno, Gabriel Boric, lamentaba que «haya instituciones que funcionen de manera poco seria y sorpresiva». Igual el fútbol no ha unido todo lo que Infantino quería.