Las tres protuberancias son consecuencia de lesiones musculares anteriores y no suponen ningún riesgo
Los tres bultos en la pierna de Fali.CAPTURA DAZN
La remontada del Atlético ante el Cádiz de este domingo (3-2) dejó una curiosa imagen que sorprendió a muchos aficionados: los bultos en la pierna de Fali. El central tuvo que ser sustituido por lesión en el minuto 32 de la segunda parte y se subió la pernera del pantalón de la pierna afectada, momento en el las cámaras captaron los tres bultos del jugador cadista.
Tras el partido, los periodistas preguntaron al entrenador del Cádiz, Sergio González, por la lesión del defensa. “Su cambio fue una merma. Estaba teniendo un rendimiento muy bueno y era un cambio que no teníamos previsto. Está claro que es un baluarte. Tenía alguna molestia en el recto y antes de romperse le cambiamos. Esos bultitos en el muslo no son de hoy. Eso ya lo tiene hace tiempo. Está sano. está perfecto”, afirmó.
Según ha informado DAZN, encargado de la retrasmisión del partido, los bultos de Fali son consecuencia de lesiones musculares anteriores y no suponen ningún riesgo para el futbolista. “Cuando lo he visto me ha impresionado, debe haber tenido lesiones importantes, yo he tenido roturas y no me han salido esos bultos”, comentó Andrea Orlandi, uno de los comentaristas del post-partido.
Según aclaró el propio Fali DAZN a pie de campo, estos bultos son quistes de grasa que pueden ser extirpados mediante cirugía sin mayor problema.
Borja Bastón (Madrid, 1992) compartió generación con Carvajal, Isco, Morata o Deulofeu. Ganaron el Europeo sub'19 de 2011 y a partir de ahí el destino del fútbol les fue colocando en diferentes lugares. Ahora, en 2024, el balón enfrenta a Bastón, canterano del Atlético y delantero del Pachuca, con el Real Madrid en la final de la Copa Intercontinental tras 12 equipos y tres años intentando ascender a Primera con el Oviedo.
Después de tres temporadas en el Oviedo, ¿cómo le llega la oportunidad del Pachuca?
Pues el dueño del Pachuca es el mismo que el del Oviedo. Tras mi primer año en el Oviedo (marcó 22 goles), tenía varias ofertas, el Grupo Pachuca compró el club y me hicieron un contrato largo con base en Pachuca y con una cesión en el Oviedo para intentar ascender. Pasaron dos años, no se consiguió el ascenso y me fui a México.
¿Qué tal el cambio?
Bien, aunque al principio las condiciones fueron complicadas. Acabé la temporada con el Oviedo el 24 de junio y el 28 tenía que estar con Pachuca para la pretemporada. No tuve ni dos días de descanso después de un año que mentalmente había sido muy duro por el desgaste. La liga empezaba al momento, no conocía a los compañeros y me tuve que adaptar muy rápido. Es un fútbol diferente, unas costumbres diferentes y no ha sido fácil. No estoy jugando todo lo que yo quisiera, pero todo tiene un proceso. El campeonato que hemos hecho no ha sido bueno, pero tengo ganas.
Y les llega el premio de la Intercontinental.
Teníamos muchas ganas de este torneo. Ganar al campeón de la Libertadores, ganar al campeón de África y ahora enfrentarte al ganador de la Champions, y que encima sea el Madrid, uno de los mejores de la historia... Algunos nos hemos podido enfrentar a ellos alguna vez, pero para muchos es un sueño medirse al Madrid.
En Europa a la Intercontinental no se le da demasiado bombo. En América es diferente, ¿no?
Para ellos es la final del mundo. El torneo más grande a nivel de clubes. En Europa no se le da tanta importancia, también porque el ganador de la Champions va directo a la final y eso le quita todo lo que hemos vivido estos días, los partidos que hemos ganado, las alegrías...
¿Es muy diferente la presión en España que en América?
Creo que depende. Hay clubes en México con mucha masa social y con una presión enorme. Pachuca es un club grande, ganador, aunque a lo mejor no tiene esa masa social como otros en el que el día a día es más duro.
Se miden al Madrid. Usted coincidió con Carvajal en las inferiores de la selección, con Nacho, con Courtois en el Atlético...
Dani y yo somos de la misma generación y nos hemos enfrentado desde pequeños en la cantera, en los derbis, hemos compartido selección madrileña, española... Nos tenemos cariño, aunque no tenemos una relación de hablar todos los días. Con Courtois estuve dos pretemporadas, él era súper joven, casi no hablaba español al inicio, y luego en Inglaterra, cuando él jugaba en el Chelsea y yo en el Swansea, nos enfrentamos, pero también sin contacto día a día.
¿Ser canterano del Atlético le da un impulso más al partido de esta noche?
Bueno, el partido en sí ya es especial, pero claro, yo desde pequeñito he sido del Atlético y esa rivalidad la llevas dentro.
Cuando se da un cambio de equipo como el de Courtois, ¿los futbolistas que son de ese club lo viven tanto como el aficionado o no?
Depende un poco. Cuando 'Tibu' vino al Atlético era un cedido del Chelsea. Hizo dos temporadas espectaculares, pero no tenía ese arraigo que se tiene desde la cantera. Es diferente. Lo hizo lo mejor posible en el Atlético, volvió a su club y luego le surgió la oportunidad del Madrid, donde está demostrando la clase de portero que es.
¿Cómo ha llevado usted tanto movimiento en su carrera? Suma trece equipos.
Bueno, cuando perteneces a un club grande como el Atlético tienes a grandes delanteros delante. Yo sufrí una lesión, no tenía continuidad y me tocó salir cedido. Cada año iba a un destino intentando hacer bien las cosas para quedarme en el Atlético y al final, el año del Eibar, no me pude quedar y salí vendido al Swansea. Y allí lo mismo, me fui a una liga diferente, no tuve la continuidad que esperaba y volví a España. He ido enlazando situaciones en las que he tenido que buscar equipo. En Oviedo he encontrado una estabilidad de tres años que era lo que buscaba, y ahora a ver lo que depara el futuro.
Hace justo 11 años, el Atlético y el Real Madrid se enfrentaban en el Calderón en un duelo a cara de perro. En aquella ocasión era en el campeonato doméstico, no en la Champions. Se adelantaron los blancos con un gol de Benzema y luego remontaron los colchoneros con tantos de Gabi y Koke, el único que se mantiene junto con Modric y Courtois, aunque este último vestía de rojiblanco. Cristiano Ronaldo ponía el 2-2 final con Diego Simeone y Carlo Ancelotti viéndolo también desde el banquillo. El Barcelona arrasaba al Almería y hacía de LaLiga un pañuelo.
Como si fuera un déjà vu, esta temporada estamos viviendo un espejo de aquella de 2013/2014. No cambian los cuatro primeros aunque sí sus posiciones. Si en aquella eran los blancos los que lideraban la tabla con el Barça a un punto y el Atlético a tres, este curso son los culés los que mandan, empatados con los blancos y con un punto más que los rojiblancos, teniendo además, el Barça, un partido menos por el aplazamiento de su duelo contra Osasuna.
Como en este curso, los tres llegaron a ser líderes en algún momento. Comenzó el Barça mandando la primera mitad de la liga, se asomó el Real Madrid a la cabeza hasta la jornada 29 y ya sería la escuadra de Simeone la que lo tomaría hasta el final dando al argentino la primera de las dos ligas que ha ganado como técnico rojiblanco. Lo haría, además, jugándosela en la última jornada en el Camp Nou con el Barça de Messi.
Ya no está Messi, pero siguen Simeone y Ancelotti. Nadie queda del Barça de entonces. Imposible, si la mitad de la plantilla tiene edad de seguir en el instituto. Pero la igualdad se mantiene como hace 11 años.
Partidos que resta liga marzo 2025
Dice el Cholo que eso ocurre cuando los dos grandes están más irregulares. No le falta razón al argentino, aunque en ambas temporadas, tanto en la actual como en la 2013/14, fue una cuestión más de regularidad que de irregularidad. Hablamos de unas 21 victorias de los tres grandes, y las diferencias definidas más por los empates y las derrotas. En la última década, a estas alturas de liga, el líder siempre suele rondar ese número de victorias, una arriba o una abajo, y son los otros los que no mantienen el ritmo.
Otra de las frases de Simeone es que el Barça "es el equipo que mejor juega". Desde luego, si nos fijamos en los goles a favor, por ejemplo, con 71 tantos, el equipo de Flick saca 27 al Atlético y 14 al Real Madrid. En la parcela defensiva, en cambio, Simeone ha conseguido recuperar su fortaleza atrás y es con 18 tantos encajados el club menos goleado de LaLiga. Culés (25) y blancos (26) han encajado casi lo mismo en las 27 jornadas que van de competición.
Jueces de LaLiga
Aún quedan 11 jornadas, 32 partidos con estos tres equipos implicados (hay dos duelos directos), por lo que el calendario tiene varias trampas y fechas supuestamente relajadas para los tres. Curiosamente, los clubes sevillanos pueden ser jueces improvisados. Tienen enfrentamientos en la jornada 30 (Sevilla-Atlético y Barcelona-Betis) y en la 37 (Sevilla-Real Madrid y Atlético-Betis). También es destacable el doble duelo de dos candidatos ante equipos vascos en la última jornada. El Madrid recibe a la Real y el Athletic hace lo propio con el Barça. El Atlético cierra su participación en la liga visitando al Girona de Míchel.
Quizás los puntos se escapen en esas jornadas o en los enfrentamientos directos, que aún quedan dos entre los tres contendientes. Colchoneros y culés volverán a verse las caras mañana, en medio de su duelo copero, aunque el Madrid tampoco tendrá fácil hoy en Villarreal. El Clásico en el estadio de Montjüic llegará en la jornada 35 y, como si se quisiera mantener el espejo de la igualdad, los rojiblancos recibirán a la Real Sociedad. El devenir de las eliminatorias de Champions para Barça y Madrid, con el Atlético ya eliminado, y la diferencia en el desgaste que eso supone, también son un factor a tener en cuenta.
Las heridas no escuecen hasta que les echas sal. Y a Simeone le debió caer un salero en rueda de prensa previa al choque contra el Espanyol. Dos palos, le dijeron. Dos palos, no, uno, se revolvió sobre los fiascos, que no derrotas, ante Real Madrid y Barça, y recordó la polémica del doble toque de Julián. Pero lo cierto es que en una semana el Atlético se despidió de la Champions y LaLiga. Y ante el Espanyol, el tercer palo.
Faltaba saber si el equipo resucitaba en el césped y no lo hizo. Lento y sin ideas, se agarró a un gol que se encontró de Azpilicueta y dejó ir el partido hasta que se vio con el duelo empatado. Vida para el Espanyol, extrema unción liguera para el Atlético. Queda la Copa, pero no llega en la mejor dinámica el equipo. [Narración y estadísticas, 1-1]
Quien sí mostró una nueva vida, como Lázaro, fue Griezmann. Se levantó y anduvo el francés tras un último mes para olvidar. Edad, exceso de minutos, mala dinámica... las razones pueden ser variadas, pero la calidad del extranjero con más partidos en LaLiga siempre vuelve. Mostró otra energía pero se agotó pronto.
Había otros electrones con menos carga aún por el parón de selecciones. Giuliano no llegó a un pase en largo y tardó en responder a dos ayudas a Llorente y eso es noticia en el Cholito. Se muestra siempre omnipresente pero no se puede apalizar a Brasil y hacer lo propio al Espanyol en apenas tres días. ¡Ay!, las famosas 72 horas.
No juega el equipo catalán cada tres días, pero sí lo hace con la tensión de estar entre los cinco que se pegan por evitar las dos plazas que quedan sin candidatos para el descenso. El farolillo rojo es difícil que se le escape al Valladolid. Aunque para tensión la que se vivió a la media hora cuando Roberto y Le Normand chocaron las cabezas en un remate del delantero blanquiazul. La historia médica del hispanofrancés hizo contener el aliento a muchos. El Cholo lo retiró inmediatamente por precaución y el central salió con la cabeza ensangrentada.
Azpilicueta celebra su primer tanto con la camiseta del Atlético.Alberto EstevezEFE
Poco después, en el minuto 37, los blanquiazules recibieron el primer golpe, fortuito y tras un choque entre Kumbulla y Sorloth con tintes de falta en ataque. Pero Alberola se tragó el pito y Azpilicueta quiso evitar la contra espanyolista con un zapatazo. La diferencia entre un despeje y un golazo es que la bala fue a la escuadra, imposible para Joan, uno de los porteros del campeonato. Y al gol, el primero del navarro como colchonero, se agarró el Atlético para hacerle dos ocasiones en un suspiro a los blanquiazules, pero las falló.
Simeone dio descanso a Julián ante el Tourmalet, otro, que le espera al Atlético. Era la hora de la reivindicación de Sorloth, que venía de marcar en el parón de selecciones, pero el noruego tiene cara de jugador número 12 en este equipo. Juega mejor media hora que 60 minutos, que es lo que le dio el Cholo en Cornellá. Ante los blanquiazules apenas un disparo cruzado al inicio de la segunda mitad. De hecho, cuando vio el técnico que el partido no estaba ni mucho menos controlado, decidió sacar al artillero argentino pese al kilometraje que llevaba en sus botas.
Buen final blanquiazul
Manolo González se tiró con todo a por los puntos de Cornellá y dobló la delantera con Véliz para juntar más al Atlético a Oblak. El argentino metió el susto en el cuerpo a los rojiblancos con un control en medio del área que le rebañó Llorente cuando iba a empalar. La verdadera oportunidad llegó justo después y fue un fallo bestial de Lenglet. Hay miles de agarrones en cada partido, pero hacerlo delante del árbitro es de inocentón. Puado no perdonó y puso en jaque al conjunto colchonero.
Que decidió no reaccionar o por actitud o por capacidad. Sin embargo, el Espanyol sí quiso buscar la victoria en casa. Algo, por cierto, que a veces le viene bien al Atlético para cazar alguna contra. Despertaron los colchoneros en el 90. No se le dan mal los descuentos este año, pero los cuatro que dieron fueron insuficientes. La vida está en la Copa. La única.