25 de febrero de 2006, La Romareda, Zaragoza. Samuel Eto’o amenaza con abandonar el campo después de recibir insultos racistas. “No juego más“.
21 de mayo de 2023, Mestalla, Valencia. Vinicius Júnior sufre insultos racistas desde la grada y amenaza con irse al vestuario. “Es lo de siempre. Me ha llamado mono”.
Entre Eto’o y Vinicius han pasado 17 largos años en los que el fútbol español ha evolucionado en muchas cosas menos en una: hay gente, aunque sea una minoría, que sigue utilizando el color de la piel de su rival futbolístico para insultarle. “Insultar por el color de la piel es una moda que está yendo a más y que no parará hasta que se sancione duramente”, criticaba el camerunés en 2006. Ahí están los ejemplos durante estos años: Dani Alves, Iñaki Williams, Diakhaby, Akapo, Umtiti, Marcelo, Pape Diop, Paulao, Nyom…
En su momento, al Zaragoza le cayó la multa más importante en la historia del fútbol español por este tema: 9.000 euros. Una cantidad “ridícula“, como valoró en su momento Joseph Blatter, presidente de la FIFA, y el propio Eto’o: “Hay que tener mano dura, pero no con dinero. Debemos buscar soluciones entre todos, a ver si la justicia ordinaria también puede ayudar”, pedía el futbolista del Barcelona.
Ahora, en pleno 2023, aquellas declaraciones de Eto’o sirven para desarrollar el contexto de lo que sufrió Vinicius en Mestalla. El brasileño, expulsado por roja directa por un manotazo a Hugo Duro y enfrentado a la grada, a la que hizo gestos de “a Segunda”, recibió durante todo el encuentro cánticos como “eres un mono”, “puto negro” o “uh, uh, uh” y en la bajada del autobús decenas de personas le corearon “eres un mono“. El problema racista es real.
Vinicius, “afectado”
Alentado por su entorno, que ayer clamaba por la “vergüenza” en la que se ha convertido el fútbol español, Vinicius publicó un durísimo comunicado en sus redes sociales en el que calificó a España como “un país racista“. El brasileño, con más de 40 millones de seguidores entre todos sus perfiles, está “muy afectado” con todo lo que está pasando, según pudo saber este periódico, pero no se plantea dejar el Madrid. El delantero recibió el apoyo de sus compañeros de vestuario, de otros futbolistas, de clubes y de estrellas de otros deportes, con especial cariño desde Brasil e Inglaterra. En su país incluso se pronunció el presidente, Lula da Silva, y en las islas británicas, con el siempre tentador interés del fútbol inglés en hacerse con sus servicios, leyendas como Rio Ferdinand salieron al paso de los insultos: “¿Quién te protege en España, Vini? ¿Cuántas veces tendremos que verle pasar por la misma mierda? Necesita ayuda y las autoridades no hacen una puta mierda, no puede quedarse más tiempo bajo la alfombra”.
La realidad es que hay gran parte de razón en el mensaje de Ferdinand, excapitán del Manchester United. Sólo durante esta temporada, LaLiga, que no puede sancionar ni cerrar gradas o estadios (competencia de la RFEF) ha remitido ya siete denuncias derivadas de insultos racistas a Vinicius. 7 en 35 jornadas. Si tenemos en cuenta que todas se han producido en los partidos que el futbolista ha jugado fuera de casa, serían 7 en 16, casi el 50%. Nueve si sumamos las dos realizadas el curso pasado. Denuncias que han ido a parar al archivo del Comité de Competición de la RFEF, de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte y de la Fiscalía de Odio.
Según fuentes de LaLiga consultadas por EL MUNDO, ante “el archivo constante de estas denuncias“, la organización elevó dichas reclamaciones a los Juzgados locales donde se habían producido los insultos racistas.
Cronología de las denuncias
La primera denuncia llegó tras el clásico de octubre de 2021 en el Camp Nou, que se archivó porque la Policía “no pudo identificar” a los agresores. Meses después, en Mallorca, la Fiscalía archivó la denuncia porque “los sonidos proferidos, soeces, deleznables, vejatorios y lamentables, no parecen revestir la dimensión penal que se postula”. El derbi madrileño de septiembre del año pasado fue un punto de inflexión por la polémica del “Baila Vini Jr“, pero los insultos racistas escuchados en el Metropolitano también fueron archivados por “no integrar un delito contra la dignidad de la persona”.
Tras el partido contra el Valladolid, en diciembre de 2022, LaLiga acudió por primera vez a los Juzgados ordinarios y el conjunto de Pucela abrió expediente a 11 identificados. Y llegó de nuevo el derbi, la pancarta y el muñeco de Vinicius colgado de un puente cercano a Valdebebas, que todavía está siendo investigado por el Juzgado de Instrucción nº28 de Madrid.
Luego Vinicius volvería a Mallorca, donde sería nuevamente insultado. Después de la denuncia de LaLiga en los Juzgados de Palma y la declaración del brasileño, se propuso una multa de 4.000 euros y 12 meses de exclusión de los recintos deportivos a uno de los aficionados y la retirada de carnet a dos más.
La sanción no sirvió de ejemplo, y Vinicius recibió de nuevo insultos racistas, denunciados por LaLiga, en El Sadar, el Benito Villamarín y el Camp Nou.
El Madrid prepara las “consecuencias”
En el Madrid hay “malestar y preocupación” por toda esta situación y el club ya prepara las “consecuencias” de todo lo que se ha vivido con Vinicius durante los últimos meses. El conjunto blanco ya ha emitido un comunicado y ha denunciado los insultos ante la Fiscalía, pero no se quedará ahí. Esperará a la resolución de la investigación y se trabaja en darle mucho “cariño” al jugador en los próximos partidos en casa. En Valdebebas no entienden que no se haya actuado con más dureza en las sanciones y claman contra LaLiga y la Federación.