El último Madrid-Barça se está jugando en el NO-DO. Mientras historiadores del Barça y del Madrid discuten cuál era el equipo del Régimen, el consenso llega enseguida cuando se les pregunta cuál no lo era. A partir de aquí, el resto es una larga lista de recortes de periódico, trofeos, insignias, fotografías y declaraciones que arrancan el 17 de julio de 1936, con el inicio de la Guerra Civil, y llegan hasta el pasado 17 de abril de 2023 con una comparecencia de Joan Laporta.
«Quiero hablar del Real Madrid. Un club que dice sentirse perjudicado. Un club que siempre se ha visto favorecido por las decisiones arbitrales, históricamente y en la actualidad. El equipo del Régimen, por su proximidad al poder político y económico. Durante siete décadas, la mayoría de los presidentes del CTA han sido ex socios, ex jugadores o ex directivos del Real Madrid. Que este club se persone y diga que se siente perjudicado por el mejor período deportivo de la historia del Barcelona… Este juicio servirá para desenmascararlos. Es un ejercicio de cinismo sin precedentes», soltó el presidente del Barça hablando del Caso Negreira. La respuesta inmediata fue un vídeo de cuatro minutos y medio de Real Madrid Televisión, en el que los greatest hits son un Real Madrid bombardeado y represaliado tras la Guerra Civil frente a un Barça que condecoraba tres veces a Franco mientras el dictador les salvaba tres veces de la quiebra con recalificaciones. La Generalitat ha pedido su retirada.
«El Madrid es el primer club-estado de la historia, mucho antes que el PSG y el City. Es un equipo favorecido por el Régimen, que representa una determinada idea de España. Es la primera vez que un presidente del Barça dice lo que se piensa en la calle», denuncia el escritor y periodista Frederic Porta, coautor de la trilogía Barça inédito, Barça insólito y Barça olvidado. «Se podría discutir si es el Barça un club estado, porque el apoyo financiero de la Generalitat está fuera de toda duda», apunta, a cambio, el economista y coautor de la biografía del Real Madrid La Forja de la Gloria, Jesús Bengoechea.
Laporta tenía 15 años cuando Miguel Vidal ya le preguntaba a Santiago Bernabéu en 1977.
-Ya sabe usted que se le ha llamado siempre el equipo del Régimen…
-Por una intención perversa (…) Lo que han hecho los gobiernos de Franco es explotarnos, y nunca nos han dado ni cinco céntimos.
Si le preguntamos a ChatGPT. La inteligencia artificial también da la razón a Laporta.
– ¿De qué equipo de fútbol era Franco?
– Si te refieres a Francisco Franco, el ex dictador español, se sabe que era un gran apasionado del fútbol y en particular del equipo del Real Madrid. Se dice que era un gran seguidor y que incluso influyó en algunos resultados del equipo durante su mandato en España.
Pero vamos a la inteligencia natural. Hoy, ambos equipos exhiben sus sedes bombardeadas, sus jugadores represaliados y sus plantillas desmanteladas tras la Guerra Civil. Dos clubes al borde de la desaparición. Un presidente del Real Madrid, Sánchez Guerra, condenado a 26 meses de prisión, y otro, aunque no figura en la lista de presidentes en la web del club, el coronel Antonio Ortega, condenado a morir por garrote vil. También hay un presidente del Barça, Josep Sunyol, asesinado por las milicias falangistas en Guadarrama.
Para saber más
Otra cosa es el ritmo de recuperación. El Madrid tardó 15 años en ganar una Liga tras la Guerra (1953/54) mientras el Barça se hacía con cuatro, además de cuatro Copas del Generalísimo, por dos del Real Madrid. «Si Franco era madridista se le notaba muy poco», dice Jorge Valdano.
Precisamente una final de Copa del Generalísimo, la de 1951, sirvió al Barça para condecorar a Franco con la insignia de oro y brillantes en el mismo palco del Bernabéu. «Le dio la suya el presidente Agustín Montal Galobart porque en la celebración de las bodas de oro, el Barça mostró una ligera tendencia de corte catalanista, aunque fue simplemente folklórica, y eso se tenía que hacer perdonar», lo justifica Frederic Porta.
Pero hubo más reconocimientos del Barça a Franco. Más de los que pone el vídeo del Madrid. Hasta siete, incluida la presidencia de honor del Comité de Inauguración del Camp Nou. «En cada inauguración o novedad en tu club, estabas obligado prácticamente por ley. Estamos hablando de la dictadura, y bailas al son que te marcan, o pobre de ti», apunta Porta. Es probable que algunos lo hicieran hasta encantados, como los ex presidentes del Barça Francesc Miró-Sans (1953-61) y Enrique Llaudet (1961-68), así como el directivo Joan Gich, que pertenecían a la Falange. Eso sí, el número de condecoraciones y reconocimientos del Real Madrid a Franco es cero. «Y si no lo hizo es porque Santiago Bernabéu aguantó la dictadura como pudo, porque era un nostálgico de la monarquía. ¡Si tras ganar la primera Copa de Europa se va con el equipo a ver a la familia real en el exilio para disgusto de la dictadura!», apunta Bengoechea.
Y luego están las tres recalificaciones que habrían salvado al Barça de la quiebra. «Se tiene que comer durante nueve años el estadio de Les Corts porque no llegaba la recalificación que se había prometido por parte del Ayuntamiento. Gracias a la gestión de franquistas del Barça, se aprueba la recalificación del terreno en un consejo de ministros en el 66, y con el Barça muy ahogado, lo que le condiciona para tener un equipo competitivo esos años», apunta Porta.
En el otro bando, recalca Bengoechea, «Bernabéu solicitó al Régimen que le dejara construir un estadio a las afueras de Madrid y el Régimen se lo negó; aquello fue un golpe durísimo para el presidente».
Los culés que sostienen la afinidad del Madrid al Régimen señalan al fichaje de Di Stefano como punto de inflexión. Una investigación de Jordi Finestres y Xavier García Luque concluye que la dictadura influyó en que no firmara con el Barça. El presidente y empresario textil Enric Martí habría sido chantajeado para seguir recibiendo algodón para sus empresas a cambio de que Di Stefano fuera al Madrid. Según los barcelonistas, eso cambió la historia. Según los madridistas, también.
Por encargo del Real Madrid, Antonio Escohotado publicó antes de su muerte una breve historia del club. «España estaba fuera de Europa, había pasado la Segunda Guerra Mundial y no se benefició del Plan Marshall. Franco necesitaba un puente internacional desesperadamente que le permitiese conectar con el mundo exterior, y ese puente fue el Real Madrid y las Copas de Europa. Franco no podía ver al Madrid y amenazó a Bernabéu con el ostracismo. Eisenhower vino después de que el Madrid ganase la cuarta. A partir de entonces empezaron a venir presidentes americanos, que no habían venido nunca. Al igual que las empresas que funcionan bien, el Madrid se convirtió en un equipo querido por el Régimen, pero en realidad estuvo a punto de sucumbir como nido de rojos». Lo certificó el ex ministro de Asuntos Exteriores del propio Franco, Fernando María de Castiella, quien aseguró que el Real Madrid era el mejor embajador que había tenido España. Pero, en realidad, donde quiso poner el foco Joan Laporta es en el nombramiento de los árbitros.
El primer presidente del Comité fue el ex futbolista del Real Madrid Eulogio Aranguren, luego el ex árbitro madrileño Manuel Álvarez, después el socio del Real Madrid y organizador de sus bodas de oro Emilio Suárez Marcelo, y luego el ex jugador del Real Madrid Arturo López. Cargos que hoy serían mucho más que un caso Negreria, salvo por el detalle de que en todos esos años el Madrid no ganó ni una sola vez la Liga.
El barcelonismo moderno pone el foco principalmente en la presidencia de José Plaza, porque el árbitro madrileño Antonio Camacho pronunció la célebre frase: «Mientras Plaza sea presidente de los árbitros, el Barça no volverá a ganar LaLiga». Y así fue. De 1975 a 1990, el Barça solo ganó una. «Si te soy sincero, en la época de Plaza había cierto favoritismo a favor del Real Madrid, pero es verdad que tenía equipazos, y no es fácil de calibrar, por ejemplo con la Quinta del Buitre, que ganaba las ligas con mucha diferencia», reconoce el propio Bengoechea.
Lo del Madrid como el equipo del Régimen, ha traspasado fronteras, de ahí que Sir Alex Ferguson soltara alegremente en 2008: «El Madrid, como club de Franco, conseguía lo que le daba la gana». A lo que Di Stéfano respondió: «En la Coruña había un Franco, jugaba de interior izquierdo y lo hacía muy bien».