El Madrid superó su 19º eliminatoria/final de las últimas 22 que ha disputado, y Benzema mantuvo su racha contra los equipos ingleses: sus últimos 10 goles en Champions, contra clubes de la Premier.
La frase que recorría ayer los aledaños del Santiago Bernabéu era la misma en todas sus esquinas: “Acuérdate de lo del Chelsea el año pasado…”. “Lo del Chelsea” fue una victoria del Real Madrid por 1-3 en Stamford Bridge y un 0-3 para los blues en el minuto 75 del partido de vuelta en Chamartín que dejaba fuera a los blancos. Un infierno que todavía hoy hace temblar Concha Espina, igual que los cuartos de 2017 contra la Juventus, que se puso 0-3 en Madrid después de que los blancos hubieran vencido 0-3 en Turín; igual que las semifinales de 2017 contra el Atlético, capaz de situarse 2-0 en el Calderón tras haber caído 3-0 en el Bernabéu; igual que el Borussia Dortmund en los cuartos de 2014, que con un doblete de Reus subió al marcador un 2-0 que metió el miedo en el cuerpo al cuadro merengue después del 3-0 de la ida… Al Madrid, ya lo saben, le van más las remontadas.
Sobre la memoria de aquellos duelos nació ayer la segunda cita de la eliminatoria entre los de Carlo Ancelotti y el Liverpool. A priori, una jornada que debía ser tranquila después del histórico 2-5 de Anfield Road, otro puño madridista sobre la mesa de los ‘reds’, derrotados en las finales de Kiev 2017 y París 2022 y en los cuartos de 2021. En ese contexto llegaron a la noche madrileña, con los exteriores del coliseo blanco lejos de igualar el ambiente de las tres eliminatorias de la pasada campaña camino de la final de París. Y es que quizás no volverá a haber nada como aquello.
La mirada fija de Klopp
Ya en el césped, Jürgen Klopp, siempre con gorra, pisaba la hierba de Chamartín con las manos en los bolsillos y la mirada perdida en la grada. Sus futbolistas ya estaban calentando a poco más de media hora del inicio, pero a él le daba igual. Su cabeza buscaba el túnel de vestuarios y la salida de los jugadores del Madrid. Como hace siempre, el alemán estuvo todo el calentamiento observando a los futbolistas del conjunto blanco. No les quitó ojo. Una manía que no cambia a pensar de las derrotas.
En el partido 300 del Madrid en la Champions moderna (desde 1992), Chamartín recibió a su equipo con un tifo que rezaba “en el lado bueno de la historia“, la frase que usó Courtois, portero del Atlético en Lisboa, cuando ganó su primera Copa de Europa vestido de blanco. “Voy a pedir copyright“, bromeó después el belga.
Decía Ancelotti en la previa que para él en este partido “era tan importante la energía de la juventud como la experiencia”. Y fue consecuente en su alineación: en su mediocampo se combinaron Camavinga, Kroos y Modric. “Kroos y Modric juegan porque lo merecen, no por su carrera”, insistió el italiano tras el choque.El francés le ganó la partida a su compatriota Tchouaméni y fue el escudero de los dos timones del Madrid en una primera parte en la que los blancos no especularon. Al contrario. Metieron ritmo y electricidad en lugar de pausa y pudieron anotar varios goles ante la meta de Alisson, vital para mantener el empate en el descanso. Courtois, eso sí, también tuvo que aparecer. 4 disparos de cada equipo a puerta, 4 paradas de cada portero y 0-0 en el intermedio donde llegó brillando Kroos, impoluto en la dirección.
Benzema, 77 en Champions: “Estaré en el clásico”
En la reanudación, Ancelotti se desesperó pidiendo “¡Calma!” a sus jugadores mientras el duelo se rompía, algo que siempre emociona al Bernabéu, deseoso de goles en su torneo fetiche. Fallaron ante Alisson Benzema y Valverde, pero el Madrid mantuvo la compostura defensiva con un gigante Militao y con un Nacho que se volvió a ganar los cánticos de “¡Quédate!” por su defensa a Salah, la gran amenaza rival. La impotencia del egipcio ante el español fue también la de Klopp, enrabietado con el árbitro y amonestado por protestar. Ha perdido 7 de los últimos 8 partidos ante el Madrid.
El gol de Benzema, que igualó los 129 partidos de Ramos en Champions (Casillas llegó a 150), fue la sentencia, la confirmación de la victoria 33 de Ancelotti en Europa como técnico del Madrid, igualando a Del Bosque. El galo acumula 77 tantos de blanco en Champions, tres en esta ronda. “Fue un golpe fuerte en la tibia, sólo un golpe. Estaré el domingo en el clásico”, dijo Karim sobre su lesión. Los diez últimos goles que ha marcado el capitán del Madrid en Champions han sido contra equipos ingleses: 4 contra el Chelsea, 3 contra el City y 3 en esta edición contra el Liverpool, sus únicos goles en este curso continental.
Con este triunfo ante el Liverpool, el Madrid ha salido vencedor en 19 de las últimas 22 eliminatorias/finales en Champions League, donde desde la 2015-2016 sólo el Ajax en los octavos de 2019, el City en los octavos de 2020 y el Chelsea en las semifinales de 2021 han podido con él.
La crítica de Courtois a Hernández Hernández
No hubo sorpresa, ni siquiera conato de susto, y el Madrid, ovacionado por un Bernabéu que hizo sonar el You’ll never walk alone como agradecimiento al homenaje de Anfield a Amancio Amaro (“un gesto muy bonito”, elogió Klopp), estará en el sorteo de cuartos mañana. «Al Milán lo quiero en la final, no en cuartos», bromeó Ancelotti, que admitió que «no es fútbol pitar un penalti así», sobre la mano en el City-Leipzig. El italiano mantuvo una charla con Klopp antes del encuentro en la que valoraron el penalti pitado al Leipzig en Manchester. “Hablé con Klopp sobre ello, ha sido una locura ese penalti, cuidado con esto porque no es fútbol pitar un penalti así en Champions, creo que nadie se ha dado cuenta, creo que tampoco Guardiola se había dado cuenta de que le habían pitado el penalti a favor”.
En zona mixta, Courtois le recordó a Hernández Hernández, que estuvo en el VAR en el City-Leipzig, el penalti no pitado en el derbi de 2021 por una mano de Felipe. “Fue una mano más clara que no pitó. Me gustaría preguntarle…”, aseguró el belga, que confesó que en el vestuario no hablan mucho del ‘Caso Negreira’: “Estamos alejados de eso. Solo esperamos que el árbitro que pite sea honesto. Se puede equivocar, pero que sea honesto”.