El golf abandonó a Jon Rahm en la última jornada del WM Phoenix Open
La garra no fue suficiente. El golf abandonó a Jon Rahm en la última jornada del WM Phoenix Open y ‘su versión b’ de golf le dio para terminar el día con 69 golpes y alcanzar una tercera plaza en solitario, su mejor participación en el torneo de Arizona. Y todo pese a un comienzo arrebatador del jugador de Barrika, que arrancaba con birdie en el hoyo uno poniéndose a un solo golpe de Scotty Scheffler. Respondió bien el norteamericano con birdie en el hoyo dos y en el par cinco, hoyo tres, donde Rahm metió un meritorio putt cuesta debajo de seis metros para mantener el pulso. Sin embargo, a estas alturas de vuelta, el español no parecía encontrarse cómodo con su juego. Una vez fuera de combate Rory Mcilroy, el canadiense Nick Taylor, tercer integrante en el partido estelar, asumió el reto de plantear batalla entre los números dos y tres del mundo, aunque sus brillantes 65 golpes no fueron suficientes, en gran parte del recorrido logró poner contra las cuerdas a dos de los pesos pesados del golf.
La garra no fue suficiente
A Rahm lo siguió sosteniendo la garra y el espíritu competitivo. Logró hacer approach y putt en el hoyo 5 desde 90 metros para salvar el par, birdie en el 6, tropiezo en el hoyo 8, con el primer bogey del día, y otro par clave en el hoyo 12 con un putt de cuatro metros cuesta abajo. Los líderes estaban entonces tres golpes por delante del español, quedaban hoyos para la remontada pero no el suficiente golf en las manos del jugador español. La llama se mantuvo encendida hasta el segundo golpe del hoyo 15, par cinco. El hierro de Rahm terminó en el agua, sus esperanzas, hundidas como su bola, terminaron se ahogaron en ese lago, habrá que esperar para celebrar su tercera victoria del año.
“No ha sido tan frustrante, no ha habido muchas diferencias con otros días, pero el viernes fui capaz de manejarlo mejor. Hoy no sentí que hice malos swings, pero la bola terminó en malas posiciones. Si en los días anteriores no hubiera conseguido esas recuperaciones, ni siquiera hubiera podido estar arriba hoy y mucho menos salir en el partido estelar. Hay mucho para estar orgulloso esta semana”, un decepcionado Rahm sacaba lo positivo de la semana.
“Hay mucho de lo que estar orgulloso”
Aunque independientemente de la posición en el torneo, la espinita de Rahm en el día fueron esos dos bogeys seguidos en los hoyos 15 y 16, donde, con sus rivales titubeantes, podría haber cambiado el rumbo del final del Phoenix Open. “Sí, a lo único que voy a estar dando vueltas un tiempo es a ese tramo final. Ninguno de los dos golpes fue un mal swing y perdí dos golpes. Así es el golf. En el 15 con ese viento de derecha a izquierda, la bola salió por la derecha como quería y terminó en el agua, podría decir que fue uno de los mejores swings de la semana y terminó en el agua”, confesaba Rahmbo, en cuyo discurso seguía predominando lo positivo.
“Hay mucho de lo que estar orgulloso, me di muchas oportunidades, en los momentos que estuve fuera de posición y pude minimizar el daño, pero aún así, si a principio de la semana me dicen que el resultado ganador iba a ser -19, con este viento, pensaría que habrían ganado con seis o siete golpes de ventaja”.
Scheffler dio una auténtica lección de efectividad en los greenes hoy, y cimentó la quinta victoria de su carrera (la primera desde el Masters de Agusta de 2022) y el número uno del mundo.
