El Real Madrid da un paso más en la cruzada que mantiene contra el arbitraje y envía una dura carta a la Federación y al Consejo Superior de Deportes (CSD) tras lo acontecido en el estadio del Espanyol, en el que Romero realizó una entrada sobre Mbappé que no fue considerada como tarjeta roja por Muñiz Ruiz ni por Iglesias Villanueva, que estaba en el VAR. El Madrid dice que el arbitraje está “viciado” y pide cambios estructurales.
“Lo sucedido en el RCDE Stadium representa la culminación de un sistema arbitral completamente desacreditado, en el que las decisiones en contra del Real Madrid han alcanzado un nivel de manipulación y adulteración de la competición que ya no puede ser ignorado“, inicia la carta. Se refiere el club a la “brutal entrada sobre Mbappé, merecedora de la expulsión inmediata, como ha puesto de manifiesto la prensa mundial”. Una acción que, según el texto, “en cualquier otra competición habría supuesto una sanción ejemplar”.
“Resulta particularmente grave que el árbitro del encuentro consignara en el acta que la acción se produjo ‘en la disputa del balón’, tergiversando y falseando así la realidad de lo sucedido”, prosigue la misiva.
“La decisión del árbitro e inacción del VAR resultan de una gravedad incuestionable”, insiste el Madrid, que se refiere, asimismo, al gol anulado a Vinicius: “Las imágenes demuestran que nuestro jugador [Mbappé] fue objeto de un penalti claro, sin que el VAR interviniera”.
Para el Madrid, el problema no se soluciona con la nevera, sino con una “reforma estructural”. “Este escándalo no es un caso aislado, porque el arbitraje está completamente viciado y estructuralmente diseñado para protegerse a sí mismo, un sistema calificado como fraudulento por la propia justicia ordinaria”, prosigue.
Cree el Madrid que se ha generado “un clientelismo institucionalizado que convierte al arbitraje en un poder intocable dentro de la propia Federación”. Finalmente, exige, entre otros cambios, “la sustitución de árbitros cuya vinculación con etapas bajo sospecha compromete la legitimidad del sistema y perpetúa la falta de transparencia”.