El torneo de Wimbledon está lleno de tradiciones como buen campeonato británico pero para la edición de 2025, los organizadores han decidido acabar con una de las más longevas (147 años de tradición), los jueces de línea, según informa EFE.
En las 18 pistas competitivas del All England Club se utilizará en 2025 el sistema automático de canto de líneas (ELC, por sus siglas en inglés), lo que supondrá la eliminación de unos 300 jueces de línea que operaban en el torneo, según informó este miércoles el diario británico ‘The Times’.
Este sistema electrónico se ha usado con regularidad desde el US Open en 2020, durante la pandemia de la covid, y la ATP lo va a utilizar en todos los torneos de este circuito a partir del año que viene.
Además, esta evolución del ojo de halcón provocará que se eliminen los ‘challenges’ de los que disponían los tenistas -tres por set- ya que cada pelota será cantada en un espacio de una décima de segundo desde que bote en la pista. Esto no tendrá incidencia en los jueces de silla, que seguirán en su puesto.
Con este movimiento, ya son tres los Grand Slams que utilizan el ELC, US Open, Abierto de Australia y Wimbledon, y solo se queda fuera Roland Garros, ya que la tierra batida, al quedarse la marca de la pelota, se ha desmarcado por el momento de la tecnología. EFE
La coreana A Lim Kim, ganadora del US Open femenino en 2020, falló su putt para birdie. Tenía unos cinco metros y una caída complicada de izquierda a derecha. La bola se quedó a unos 30 centímetros del hoyo. Muchos jugadores hubieran caminado y simplemente habrían embocado, un pequeño trámite sin más, alguno incluso pateando con una sola mano. Sin embargo, la coreana colocó los pies a ambos lados de la bola e inició su rutina de AimPoint. Todo ello ante el estupor de los presentes y la indignación en las redes sociales. La imagen se viralizó rápidamente. ¿Una parafernalia innecesaria o un sistema revolucionario que ha cambiado el concepto de patear? El dinero saudí no es lo único que ha dividido al golf en estos tiempos.
Aproximadamente un 20% de los jugadores del PGA Tour utilizan el AimPoint, un sistema de lectura de caídas que enseña cómo predecir con exactitud el movimiento de la bola en cualquier campo y en cualquier green. Un sistema, que se aprende en cursos de dos horas y media y que utiliza una serie de tablas que sirven de orientación al jugador, que va ganando cada vez más adeptos. El problema es que su uso extendido en la actualidad choca con la nueva política del circuito, que pretende erradicar el juego lento. El descenso de las audiencias televisivas en Estados Unidos ha hecho saltar todas las alarmas en 2025. Ahora, el PGA Tour estudia cambiar su política y luchar contra las rondas de casi seis horas que se están normalizando en los últimos años en el Circuito Americano.
Son muchos los que han puesto en el foco en el AimPoint y consideran que es un sistema cuya rutina ralentiza el juego y además va en contra de las reglas de cortesía, al permitir que los jugadores que lo utilizan pisen alrededor del hoyo. Fue el último ganador del US Open, Lucas Glover, el que levantó las hostilidades hace unos días: «El AimPoint no ha ayudado a nadie a embocar más putts desde sus inicios en el PGA Tour. Las estadísticas lo han confirmado. También es un poco grosero estar cerca del hoyo, pisoteando para averiguar dónde está la caída. Hay que prohibirlo. Tardan una eternidad».
Jake Knapp observa la caída de la bola en el green.GETTY
Y entonces, ¿qué hacer? Lo primero es bajar un poco más al detalle del sistema. Daniel Colomar, uno de los grandes instructores de putt en España, es además un especialista en esta técnica. «El AimPoint nace de un ingeniero que hizo un acercamiento matemático para predecir las caídas en los greenes, construyó un software y metió todas las variables que puede tener un putt (inclinación, velocidad de la superficie, ángulo, longitud de putt y hasta la hierba del green). Terminó vendiendo el sistema a una televisión americana. A raíz de ahí, la conclusión es simple. Si yo puedo predecir las caídas desde mi casa, también debería hacerlo la gente que está jugando», dice. Mark Sweeney, un profesional de golf, bautizó el sistema como AimPoint hace algunos años. El método se ha ido perfeccionando hasta llegar a una compleja rutina que incluye sentir la pendiente del green con tu cuerpo y tus pies o ayudar a tu vista con tus dedos para determinar el porcentaje de caída. Todo por una obsesión: meter la bola en un hoyo de 108 milímetros de diámetro.
David Morago es profesional e instructor de golf y ahora desempeña labores de caddie. Él aprendió la técnica del AimPoint cuando fue caddie de Adri Arnaus, uno de los jugadores más meticulosos y que mejor representa esta técnica de pateo. «En mi opinión mejora al 100% el rendimiento del jugador. Hay un estudio de la evolución de los jugadores un año después de utilizar el AimPoint. Keegan Bradley, Akshay Bhatia, Sam Burns, Viktor Hollando, Max Homa, Garrick Higgo, Colin Morikawa, Tom Kim, Adam Scott... Todos mejoraron considerablemente su estadística de pateo», afirma a este periódico.
Otro de los grandes expertos en AimPoint es Álvaro Alonso. En su día experimentó esta técnica con algunas de sus jugadoras en el Circuito Americano Femenino: «Con Gabi López dimos un salto grandísimo en 2021. Carlota Ciganda antes de trabajar conmigo perdía medio golpe en los greenes y en tres años usándola fue mejorando para terminar ganándole golpes a los mismos campos donde antes los perdía». Álvaro finaliza con un ejemplo gráfico de otra jugadora española: «Luna Sobrón estaba en el puesto 120 de las estadísticas de pateo y tras aplicar la técnica el año pasado, terminó octava».
A favor y en contra
Iñigo Urquizu, otro de los caddies españoles en el Circuito, no comparte esta visión tan positiva: «Me echa bastante para atrás, yo miro las caídas tirándome al suelo y, en general, las veo bastante bien. He visto jugadores que tardan hasta tres minutos en mirar la caída, así estoy muy de acuerdo con Lucas Glover, yo sería partidario de prohibir la técnica».
«Los que contribuyen al juego lento son los jugadores lentos, hagan lo que hagan para mirar la caída», afirma Morago. En esa línea, el director deportivo de la Real Federación Española de Golf no ofrece dudas: «En tu tiempo estipulado para cada golpe puedes leer la caída o bailar sevillanas». Para Nacho Gervás el AimPoint «es muy útil para aquellos que tienen dificultad para leer caídas».
«Igual es una percepción errónea, pero yo lo asocio al juego lento», afirma por su parte Pedro Oriol, golfista y analista en las retransmisiones del PGA Tour en España. Esta visión no la comparte su compañero en las retransmisiones de Max España, Jacobo Pastor: «Es posible que en momentos determinados se haga mal uso del AimPoint. Como todo, hay que entrenarlo. Por ejemplo, Ludvig Aberg lo usa y es rapidísimo». Dani Colomar va mucho más allá: «Bien hecho, el AimPoint es más rápido y menos invasivo que una lectura normal». «La clave es recibir una buena instrucción de gente autorizada», concluye Alonso.
El debate está servido. De momento, las autoridades del golf no se han pronunciado en ningún sentido sobre el AimPoint, si bien cada vez hay más jugadores que se suman a este nuevo procedimiento que ayuda a ver mejor cómo patear de forma correcta. Aunque sea lento.
El Barcelona ya espera al Real Madrid o al Mallorca en la final de la Supercopa de Arabia, coronación de mitad de temporada que sirve para elevar las penas o empeorar las sensaciones. Gavi y Yamal, con dos goles en el inicio de ambas partes, hundieron a un Athletic débil y errático, lastrado por la baja inicial de Nico Williams y la ausencia de Sancet. Lo intentó en el tramo final cuando el Barça tiró de cautela, aprovechando la actualidad, se relajó y reservó a sus estrellas pensando en la final. Polémico gol anulado a Iñaki Williams. [Narración y estadísticas (0-2)]
Empujado por la alegría, peineta mediante de Laporta, de la 'cautelarísima' para inscribir a Dani Olmo, el Barça arrancó el duelo dominando al Athletic al ritmo de Pedri. El ex del Leipzig no fue convocado para el partido a la espera de la inscripción definitiva, pero parece que tendrá el permiso del Consejo Superior de Deportes (del Gobierno) para disputar la final del domingo y las próximas jornadas de Liga y Copa.
Aún así, a Hansi Flick no le hizo falta Olmo. El técnico alemán volvió a sentar a De Jong, situó a Gavi en la mediapunta y retrasó un poco al canario, que compartió medular con Casadó y fue el timón del conjunto azulgrana. De las botas del de Tegueste nació el asedio inicial de los culés, que bajó varios metros su tradicional defensa adelantada para evitar la velocidad de Iñaki Williams.
sin Nico ni Sancet
Pedri siempre encontró a su espalda a Prados o Unai Gómez, pero su habilidad para sortear la presión, girarse y conectar con Raphinha y Yamal desestabilizó al Athletic en los primeros minutos. Raphinha tuvo el 0-1 en varias ocasiones, una al rematar alto un centro y otra tras un saque de falta que desvió Unai Simón, pero el primer gol del Barça no tardaría en llegar. En el 16, Raphinha recibió en tres cuartos, evitó la entrada de un Lekue que perdió la marca en su carril, el brasileño cedió a Pedri, el canario aceleró hacia el área, vio la llegada de Balde en libertad y el lateral asistió a Gavi para que anotara por bajo ante Simón. Una acción rápida y vertical, máximo deseo de Flick.
Al Athletic, sin Nico ni Sancet, le costó despertar tras el tanto del andaluz. El Barça siguió fluyendo en la medular, superando la débil presión rival y aprovechándose de los errores en salida de Prados y Jaureguizar, que no consiguieron hacer suyo el juego. La tardanza rojiblanca en asentarse sobre Yeda casi le permitió al Barça alejarse en el marcador, pero Raphinha y Lamine no estuvieron acertados ante Simón.
Ante las dificultades para combinar, el Athletic optó por los balones largos a la espalda de los centrales azulgrana. Perdió muchas posesiones, pero se acercó con peligro cuando consiguió ganar las segundas jugadas y decantó el partido hacia el área rival durante unos minutos, hundiendo al Barça en su área, siendo más intenso en la presión sobre Pedri y teniendo un arreón al final de la primera parte en busca del empate, pero falló ante el gol.
Szczesny neutraliza una ocasión de Iñaki Williams.EFE
Ahí se encontró con Szczesny, titular en lugar de un Iñaki Peña castigado por Flick por llegar tarde a la sesión matutina en el hotel. En el 34, Yuri llegó a línea de fondo, puso un centro fuerte por bajo hacia Guruzeta y el portero polaco estuvo ágil para poner una mano fuerte que evitó el remate del delantero.
El descanso reinició sensaciones y la segunda parte arrancó como la primera. Con el Athletic demasiado errático en salida y con el Barça presionando y aprovechando los errores de su rival. Raphinha tuvo la primera opción en el 48, pero su disparo ante Simón salió mordido, y Yamal amplió la renta cinco minutos después.
Jaureguizar quiso conectar con Guruzeta en el círculo central, su pase no salió perfecto e Iñigo saltó al corte. El balón aterrizó en Gavi, que se giró y buscó a Lamine en la frontal. Medio gol. La joven estrella azulgrana controló hacia Simón, tuvo segundos para pensar y batió al rojiblanco para delirio de la grada saudí, que llenó hasta la mitad el Estadio King Abdullah. Entrada pobre a la espera de un posible clásico.
Dos goles anulados
Y de nuevo, se volvió al guion de la primera parte. Un paso atrás del Barça y una marcha más de los bilbaínos, sin éxito en sus acercamientos. Flick retiró del campo a un Yamal que volvía a jugar tras estar lesionado y el partido se igualó. Apretó el Athletic, más por la inercia del partido y por la entrada de Nico, al que Valverde dio media hora después de ausentarse en el entrenamiento previo..
La cautela del Barça hacia la final hizo crecer al Athletic, que se encontró con varias oportunidades. Falló Jaureguizar, falló Vesga, falló Nico... Y falló Iñaki Williams. El delantero voleó desviado un centro y no acertó a asistir con acierto a Nico Serrano en una contra, precipitándose el canterano al rematar desde lejos.
El tramo final tuvo polémica. Ortiz Arias anuló dos tantos al Athletic por fuera de juego. Uno a De Marcos, en clara posición antirreglamentaria, y otro a Iñaki después de un error de De Jong, que pasó el balón hacia atrás. El VAR avisó al colegiado de que Djaló había rozado la pelota del holandés y por tanto la jugada no podía ser válida. Protestó el Athletic, pero no sirvió. El Barça está en la final.
"Había pensado en ello varias veces. En Cuba no tenía opciones de competir, tenía muchas dificultades para entrenar y sabía que ése era el momento. Del 6 de mayo al 26 de julio de este año estuve en París ayudando a las judocas de mi país clasificadas para los Juegos Olímpicos y el día de la inauguración, cuando llegué al aeropuerto para regresar a La Habana, me separé del grupo".
A los 31 años, a la judoca Dayle Ojeda se le escapaba la carrera, la vida. Nacida en La Habana en 1993, entre 2019 y 2020 ganó un Campeonato Nacional, compitió en los Grand Slam de París y Dusseldorf e imaginó un futuro mejor, distinto, próspero. Pero después todo se desvaneció. En su categoría, de más de 78 kilos, Cuba contaba con una leyenda algo mayor que ella, Idalys Ortiz, cuatro veces medallista olímpica, campeona en Londres 2012, y no había dinero para ambas. En cuanto las autoridades escogieron a Ortiz, acabaron los viajes para Ojeda y hasta se limitaron los entrenamientos.
"A los Juegos Olímpicos viajan más, pero al resto de competiciones sólo van las primeras figuras de Cuba, apenas tres o cuatro judocas. No había recursos para nada, no había manera de desarrollar una carrera deportiva y no tenía medios para vivir. Recibía un salario mínimo que no alcanzaba para las cosas fundamentales y me tenían que ayudar mis padres. Sólo había dos caminos: o salir de Cuba o dejar el deporte", comenta Ojeda a EL MUNDO desde Valencia, donde llegó después de todo un periplo. Porque viajar de La Habana a Valencia con escala en París es relativamente fácil, pero desertar de un país es otra cosa.
"No sabía qué pasaría, unas amistades me recogieron"
"Estaba nerviosa, miraba atrás por si me seguían, no sabía qué pasaría. Por suerte unas amistades me recogieron en el aeropuerto. Después cogí un autobús hasta Barcelona, me quedé allí unos días con una amiga y luego llegué a Valencia, donde me esperaba Ayumi".
Subcampeona en los dos últimos Abiertos Panamericanos de Varadero, Ojeda podía haberse marchado a Estados Unidos, a Miami, donde tiene familiares, o podía haberse quedado en Francia, una potencia mundial en judo, pero escogió España porque "nos parecemos en muchas cosas" y por Ayumi Leiva, compatriota suya nacionalizada el año pasado y aspirante a medalla en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 2028. Ella le explicó las bondades del sistema español y le introdujo en el Centro Especializado de Alto Rendimiento (CEAR) de Benimaclet, donde entrenan los recientemente olímpicos Salva Cases y Tristani Mosakhlishvili 'Tato'.
"El judo es judo en todo el mundo, pero la preparación en España no tiene ni punto de comparación con la de Cuba por muchos motivos. En primer lugar porque aquí la preparación física es más profesional, está más estudiada, hay más recursos. Y en segundo porque aquí hay muchísima gente de nivel. Hay muy buenas judocas en España y, además, cada semana viene gente de nivel de otros países. Sólo llevo aquí dos meses, pero noto que he mejorado más que nunca en mi vida", reconoce Ojeda, a quien aún le queda un camino largo.
Dayle Ojeda.David GonzálezAraba
"En mi mente sé que es lo mejor, pero en mi corazón me cuesta porque voy a pasar tiempo sin ver a mi familia. En Cuba tengo a mi mamá y se me hace duro. Hablo todos los días con ella, también hablo con mi hermana, con mis sobrinos, pero no es lo mismo que verlos en persona. Eso es lo más difícil".
Con la añoranza a cuestas, Ojeda ahora intentará destacar en el Campeonato de España que se celebrará en diciembre -en su peso la selección no tiene representantes olímpicos o mundialistas- y poner en orden su situación. La Federación Valenciana de Judo le ha ofrecido una plaza en su residencia y le ayuda con la manutención y el material, pero necesita competir cuánto antes. El proceso de nacionalización es complicado y, más allá del apoyo institucional, los resultados ayudan.
Como demostraron los casos de compatriotas suyos como el saltador Jordan Díaz o el boxeador Enmanuel Reyes Pla, si Ojeda se confirma como una opción de medalla para los Juegos Olímpicos de Los Angeles 2028 el Consejo de Ministros no tardará en actuar. "Ahora mismo mi motivación es trabajar al máximo para estar preparada cuando llegue mi momento. Me encantaría poder ir a los próximos Juegos Olímpicos y devolver a España toda la ayuda que me está dando", finaliza Ojeda.