Lamine Yamal y Nico Williams tienen una conexión especial. Tanto sobre el césped, cuando defienden los colores de la Roja, tal y como quedó demostrado en la pasada Eurocopa, como fuera de él. Mientras duró una competición que culminó con el cuarto título de su historia para la selección española, el joven de los Williams casi siempre estaba cerca de los jugadores del Barça. Una actitud que llevó a propios y extraños a pensar que su fichaje por el club azulgrana no era para nada una quimera. Más aún, cuando tanto el ahora 10 del Athletic, como la última gran perla de La Masía, pasaron también juntos incluso parte de sus vacaciones. Su amistad, a pesar de todo, tendrá que quedar aparcada este mismo sábado, cuando el conjunto que dirige Hansi Flick se mida en Montjuïc a unos leones que han peleado con uñas y dientes para evitar que el jugador hiciera las maletas. Por lo menos, este mismo verano.
El propio presidente, Joan Laporta, en la presentación del técnico germano, dejó caer que el club estaba en disposición de contratar tanto a Dani Olmo, su único gran fichaje, al que se le sumaría también el del joven Pau Víctor, como a Nico Williams. El Athletic, no obstante, removió cielo y tierra para asegurarse la continuidad de un jugador al que le dieron nuevos galones otorgándole un dorsal con tanto peso como el número 10 y por quien estaban incluso más que dispuestos a denunciar al Barça ante la Liga si, finalmente, el club pagaba los 58 millones de euros que figuran ahora mismo en su cláusula de rescisión. Su argumento: que la entidad azulgrana incumpliría los controles económicos de la competición y que superaría el límite salarial que tiene establecido. Algo que se evidenciaría, en este caso, con los problemas que está teniendo el club barcelonista para inscribir a Olmo y que han acabado cristalizando en la salida relámpago deIlkay Gündogan, cuyo regreso al Manchester City traspasado a coste cero se oficializó este mismo viernes.
“Después de sólo un año, ya es hora de decir adiós. Vine aquí para afrontar un reto nuevo y emocionante, y estaba preparado para hacerlo. Lo di todo para luchar por el equipo y el club de la mejor manera posible en una temporada difícil y quería ayudar a mis compañeros en una nueva campaña. Ahora me voy en una situación difícil, pero si mi marcha puede ayudar financieramente al club, eso hace que me sienta un poco menos triste“, señaló el alemán en un mensaje escrito en inglés y compartido a través de sus redes sociales. “Después del partido contra el Valencia, tuvimos una conversación honesta y pensé que quería ayudarnos, pero ha cambiado de idea, son cosas que pasan. Le conozco personalmente, ha sido un jugador fantástico para el Barça y sólo puedo decir cosas buenas de él“, señaló al respecto Hansi Flick.
Con esta salida, eso sí, espera que Olmo pueda ser al fin inscrito en la Liga. “Dani, está listo para jugar, esperamos que pueda hacerlo, que pueda entrar en el equipo y que pueda ayudarnos. Confío en poder disponer de él lo antes posible”, aseguró el técnico alemán, quien tuvo también palabras de elogio para un Lamine Yamal a quien tiene en muy alta consideración. “Jugó la Eurocopa, lleva dos semanas y media entrenando con nosotros y lo que he visto hasta ahora es increíble. Tiene posesión, control… Jugadores como él ayudan enormemente a cualquier equipo. Espero que no repitamos los errores que cometimos en la primera mitad en Valencia y hay que ubicarlo en la posición adecuada», apuntó acerca del joven crack barcelonista. Muchísimo más parco en palabras, eso sí, se mostró a la hora de valorar el juego de un Nico Williams por quien tanto han suspirado los azulgrana.
“No es mi trabajo hablar de él, yo me centro únicamente en mis jugadores. Jules Koundé le frenará bien”, se limitó a apuntar Flick acerca del delantero del Athletic. El tira y afloja que han protagonizado tanto la entidad bilbaína como el Barça por el jugador, con el club azulgrana resistiéndose a renunciar a su contratación hasta prácticamente el último momento y los leones jugando todas las cartas posibles para retenerlo, mientras el propio futbolista hacía gestos más dirigidos hacia su continuidad, podría provocar que la grada de Montjuïc le brinde un recibimiento poco amistoso. Ernesto Valverde cree que todo discurrirá con normalidad. “Yo he jugado muchos partidos en Montjuic. Y te garantizo queno es el campo más caliente del mundo, más que nada por la distancia que hay con la gente. Además, es verano. El público animará a su equipo, habrá muchos turistas y la gente estará con ganas de ver al Barça, igual que cuando nosotros jugamos aquí. No espero nada especial“, dijo ayer el técnico del Athletic.