Los jugadores españoles celebran el bronce.Jessica GowEFE
Lo decía con acierto Javier Sánchez en su crónica, desde Gdansk, de la derrota de España ante Dinamarca en semifinales: «El balonmano en España es demasiado pequeño para tener una selección tan grande». Esa selección tan grande lo ha vuelto a hacer y ha rematado un Mundial brillante con una medalla de bronce en un partido intenso y vibrante en el que ha demostrado todo lo que es.
España termina una vez más en la elite de un campeonato y sigue estando muy por encima del desarrollo que tiene este deporte en nuestro país. Desde la explosión internacional del balonmano español a mediados de los noventa con el bronce en los Juegos Olímpicos de Atlanta y la plata en el Europeo del mismo año, hemos visto languidecer a nuestra liga mientras el equipo nacional seguía creciendo sin bajarse del cajón.
Sólo dos de los jugadores que este domingo consiguieron este tercer puesto están en la Asobal, algo que no debería ser negativo en sí mismo ni definitivo: también las grandes estrellas del fútbol argentino o del brasileño están en equipos europeos y su fútbol local sigue funcionando a tope. Y como el fútbol de Brasil tiene su sello, el jogo bonito, el balonmano español tiene el suyo, un estilo propio por el que también reclaman a nuestros entrenadores, repartidos por todo el mundo. Una personalidad que no destaca ni por la defensa, ni por el tiro exterior, ni por el contragol, ni por el contraataque… Es una suma de todo y una resta de nada que convierte a la selección en un bloque compacto con pocas fisuras.
Un balonmano con denominación de origen, la de los hispanos -y el de las guerreras en su versión femenina-, en el que cada debutante parece un veterano, en el que los grandes jugadores que parecen insustituibles siempre tienen su relevo. Se le escapó el otro día a Paco Caro, el entusiasta narrador de los partidos de la selección en RTVE, una frase que puede resultar exagerada: «Disfrutemos con el deporte más bonito del mundo». Ninguna exageración para los que nos gusta el balonmano y, por consiguiente, el equipo español.
La joven almeriense Tasy Dmytriv, de 16 años, se proclamó campeona paralímpica de los 100 braza, sb8 de discapacitados físicos, en la segunda jornada de competición de los Juegos de París, dando a España la primera medalla de oro en París.
Dmytriv es la deportista española con menos edad en París pero su precocidad no le ha impedido brillar en la imponente Defense Arena, una instalación con capacidad para casi 13.000 espectadores.
La nadadora española, entrenada por Patricia Prieto Polonio, refrendó su favoritismo sobre el agua y, al igual que en la ronda clasificatoria, impuso su dominio con un triunfo abrumador (1:19.75) de casi dos segundos sobre la medallista de plata, la británica Brock Whiston (1:21.04). Tercera fue la rusa neutral Viktoriia Ishchiulova (1:24.50).
La Reina Letizia vive cada competición de los deportistas españoles en los Juegos Paralímpicos de París
En las gradas, apoyando al equipo español, estuvo la reina Letizia acompañada por el presidente del Comité Paralímpico Español, Miguel Carballeda.
"Estoy muy contenta y muy orgullosa por el trabajo hecho. He sentido emoción y he querido hacerlo lo mejor posible. Estaba nerviosa. Antes de salir he llorado porque cuando me pongo nerviosa lloro antes. Aún así no he tenido miedo", dijo Tasy, que fue felicitada por la reina Letizia tras su victoria. "La reina me ha dicho que intente hacerlo lo mejor posible en las próximas pruebas", comentó.
Dmytriv, nacida en Lviv (Ucrania) y residente en El Ejido (Almería) desde los 2 años, es la principal estrella emergente del equipo paralímpico español. En 2020 debutó en el Campeonato de España AXA de Promesas Paralímpicas de natación, en el que fue segunda en la clasificación general, aunque se resarció con la victoria los cuatro años siguientes.
La nadadora almeriense, con discapacidad en un brazo, se estrenó internacionalmente en el Mundial celebrado en Madeira (Portugal) en 2022, cuando apenas tenía trece años. Regresó a casa con una colección de oro (en los 100 metros braza), plata (relevo 4x100 estilos mixto) y bronce (200 estilos).
Desde entonces, se ha mantenido en los primeros puestos del ranking internacional. En 2023 participó en el Mundial de Manchester (Reino Unido), donde consiguió el oro en los 100 braza y en el relevo 4x100 estilos mixto. Y el pasado mes de abril recibió el oro en los 100 braza y el bronce en ese mismo relevo durante el Europeo de Madeira.
EL REY DEL KILÓMETRO
Por otro lado, el ciclista Alfonso Cabello consiguió la medalla de bronce en la prueba del kilómetro en pista, su cuarta presea paralímpica en esa distancia y la sexta en general para su palmarés.
Cabello, de 30 años y que nació sin el antebrazo izquierdo, acudió a la capital francesa después de proclamarse subcampeón del mundo en el kilómetro el pasado marzo en Río de Janeiro (Brasil), donde puso punto y final a un año y medio sin competir por secuelas derivadas de covid persistente.
El ciclista Alfonso Cabello y la Reina.CASA REAL
El ciclista de La Rambla (Córdoba) finalizó la fase clasificatoria del kilómetro para ciclistas de las clases C4 y C5 con el tercer mejor tiempo (1'02"050) en el Velódromo Saint-Quentin-en-Yvelines, con lo que se coló entre los seis finalistas.
En la final, mejoró en cada vuelta al velódromo los parciales de sus dos rivales precedentes (el eslovaco Jozef Metelka y el británico Archie Atkinson) hasta detener el crono en 1'01"969, una marca cercana a su propio récord del mundo.
Sin embargo, el británico Blaine Hunt, campeón del mundo el pasado mes de marzo y debutante en unos Juegos Paralímpicos, compitió después y le arrebató el primer puesto provisional en la última vuelta (1'01"776).
El australiano Korey Boddington, que también se estrenó en unos Juegos y se presentó el velódromo parisino con el mejor tiempo de los finalistas, cerró la prueba con la medalla de oro tras ser el mejor en todos los parciales (1'01"650).
Pablo Jaramillo también compitió en el kilómetro para las clases C4 y C5, donde finalizó decimotercero con un tiempo de 1'06"634.
ESTRENO DEL ATLETISMO
Por otra parte, el atletismo se estrenó este viernes en París 2024 con dos medallas de bronce para España, una por la mañana y otra al final de la jornada, y ambas para atletas de la clase T11 (con ceguera).
Alba García subió al tercer peldaño del podio con una marca de 4,76 metros, lo que supone su primera medalla paralímpica particular. A pesar de la lluvia que caía sobre París, la madrileña, de 22 años, salió al Estadio de Francia muy motivada y dispuesta a demostrar su valía, acompañada de su llamador, Pedro Maroto, y su guía, Diego Folgado.
Alba García tras lograr el bronce en la final de salto de longitud.Javier EtxezarretaEFE
García se colocó tercera tras la primera ronda con un salto de 4,76 metros, que, a la postre, le valió para conseguir la presea de bronce, a solo seis centímetros de su mejor marca personal.
En este primer turno, la madrileña fue superada por la china Guohua Zhou, que batió su mejor marca de la temporada con 4,91 metros, y la uzbeka Asila Mirzayoroba, quien, con un espectacular salto de 5,22 metros, pulverizó el récord paralímpico, que ostentaba la española Purificación Ortiz desde Atlanta96 con 5,07.
Por la tarde, Joan Munar logró también la medalla de bronce en el salto de longitud T11 tras un concurso extraordinario y muy competido en el que necesitó mejorar su propia marca personal en el último intento para subir al podio.
La competición comenzó bajo la lluvia, que se ausentó conforme avanzaba el concurso. Munar tuvo una actuación regular con solo un salto nulo y sus dos primeros intentos por debajo de los seis metros.
Joan Munar en uno de los saltos en los que ha conseguido el bronce en longitud.JULIEN DE ROSAAFP
El atleta mallorquín comenzó en la quinta posición (5,91 metros en el primer salto) y se aupó a la tercera de forma provisional tras su tercer intento (6,16), algo lejos de los chinos Dongdong Di y Shichang Chen.
Otro saltador chino, Tao Ye superó a Munar por un centímetro en el quinto salto (6,17), lo que obligó al mallorquín a acercarse o superar su propia marca personal (6,20) si quería hacerse con su primera medalla paralímpica.
Finalmente, Munar voló hasta los 6,32 metros y no fue superado por Ye, con lo que se hizo con su primer metal paralímpico tras cuatro Juegos en su palmarés.
La medalla de oro fue para Dongdong Di (6,85, nuevo récord del mundo), la plata recayó en Shichang Chen (6,50), el bronce llegó a Munar (6,32), en tanto que Tao Ye tuvo que conformarse con la cuarta plaza (6,29).
Es imposible no sentir empatía con el resiliente pueblo escocés, que desconoce el verdadero significado de la palabra verano. «Its a dreich day outside». Se trata de expresión local que viene a significar que ahí fuera hace un día miserable. Es la frase perfecta para la tercera jornada del Open Championship, un infierno bajo la lluvia donde Jon Rahm se mantuvo a flote como pudo. El día podría haber terminado de una forma muy diferente si el putt hubiera funcionado, pero el ganador de dos grandes deja para los últimos 18 hoyos una posible remontada de seis golpes que pueda cambiar el curso de la historia y darle al golf español una ansiada victoria en The Open, que llegaría 36 años después (el último, claro, fue Severiano Ballesteros en la edición de 1988).
Pasadas las dos y media de la tarde, el numeroso público español se concentró en torno al primer hoyo. Gritos de «vamos» o «aupas» acompañaron al de Barrika en su salida. El tropiezo llegó demasiado pronto. Fue en el hoyo dos, tras un golpe agresivo con el hierro nueve y tres putts, pero la recuperación fue instantánea con un zambombazo desde el tee del hoyo 3 de 360 yardas, que culminaba con su único birdie del día. A partir de entonces, se serenó el juego del español, pero no hubo remate. Fueron muchas las oportunidades de birdie, que se iban frustrando ante la desesperación del jugador del LIV Golf. «No he metido nada, ni un putt en toda la semana, es difícil ganar un torneo así, a ver si mañana toca», decía al final de la durísima jornada a los medios.
La lluvia iba en aumento, pero sin apenas viento. Royal Troon se convirtió en un molesto paseo con oportunidades de birdie, sobre todo en los nueve primeros hoyos. Los segundos nueve, directamente, fue como entrar en Mordor. El viento (en contra) y la lluvia fueron en aumento, y la segunda parte del recorrido se transformó en un test brutal.
Consistencia
Ante la ausencia de esos birdies, Rahmbo tuvo que tirar de consistencia, y un solo tropiezo en los segundos nueve hoyos, en el 12, acompañado de ocho pares, no deja un mal sabor de boca. El +1 en el día, dos sobre par en el acumulado, dejó al jugador español a seis golpes de la cabeza del torneo, en manos ahora del estadounidense Horschel, que con un -2 ayer se colocó líder.
Ante la pregunta de si tiene posibilidades de victoria hoy, en la última ronda, Rahm no dejó pasar ni un nanosegundo: «Sí, claro», afirmó con una contundencia llamativa, y el de Barrika apostilló: «Vamos a ver cómo terminan, hay que jugar bien y y tener algo de suerte, pero en un deporte como este no se puede descartar absolutamente nada, claro que no». No será fácil la gesta, pero tampoco es imposible, y más en este campo y estas condiciones meteorológicas, que pueden variar la suerte de cualquier jugador en cualquier momento. Jon Rahm tendrá que recuperar seis golpes y pasar por delante de 14 jugadores.
Nos espera un torneo loco donde sólo nueve jugadores terminaron bajo el par del campo. El sudafricano Thriston Lawrence y el norteamericano Sam Burns aprovecharon las mejores condiciones de la mañana para terminar con las mejores rondas de la semana, 65 golpes, que directamente les llevó a la tercera posición con -3, empatados con Russel Henley, Justin Rose y la revelación del torneo, el ingles numero 272 del mundo Daniel Brown, que llegó como líder al ultimo hoyo del día y termino con un doble bogey. Bajo par también concluyeron Xander Schauffele (-3), el número uno del mundo y firme candidato a la victoria hoy Scottie Scheffler (-2), y el líder tras los primeros 36 hoyos, Shane Lowry (-1) que con +6 sufrió mucho más de lo que estaba previsto. El norteamericano Billy Horschel es el inesperado líder en solitario con -4, después de terminar con 69 golpes.