Segunda jornada
El vasco decepciona con una tarjeta de +1 y se sitúa a ocho golpes del líder, el francés Matthieu Pavon.
La efervescencia del jueves, donde se vivieron escenas de auténtico fervor popular, se desbarató ayer en el Club de Campo de Madrid, donde Jon Rahm no rindió al nivel esperado. La ronda sobre par del jugador de Barrika le hizo cerrar la segunda jornada del Acciona Open de España con una decepcionante tarjeta de 72 golpes (+1), que le deja con -3 en el ecuador del torneo. No estaba en los planes de la afición madrileña que su gran ídolo quede casi perdido en el puesto 45 de la clasificación, a ocho golpes del liderato, propiedad de Matthieu Pavon. El francés aprovechó ayer las condiciones más favorables de la sesión matinal para dejar un -11 en la casa-club, coincidiendo con la mayor eclosión de público en el tee del hoyo 1, donde pasadas las dos de la tarde Rahm tenía ayer su cita con el segundo recorrido del torneo.
La primera salida fue desviada a la derecha, el ejemplo gráfico de lo que iba a encontrarse a lol argo de su ronda. Rahm cazó únicamente cuatro calles a lo largo de 18 hoyos, donde fue regando el campo con putts errados desde todas las longitudes y caídas. Pocas veces vimos tan desatinado al León de Barrika, si bien muchos de los putts fueron tirados con sentido. «Nunca me había pasado en la vida algo así: tirar tantos buenos putts y que no entrase ninguno. Me han dolido los del 5, 6, 7, 8,… Golpes que parecía que iban a entrar, bien tirados, pero nada…» valoraba, visiblemente contrariado, el ganador del Masters de Augusta.
Una ronda extraña con un solo birdie y dos bogeys, y que no terminó nunca de arrancar pese al incansable aliento del público. A Rahm se le ve tocado, pero no hundido y mira ya impaciente a la jornada de hoy. «Estoy a ocho golpes del líder, pero no hay nada perdido. Si me acerco al -10 podría darme una oportunidad, ¿por qué no? Ahora le puede pasar a otro lo que me ha sucedido a mí hoy», concluía, ante la prensa española, confiando en encontrarse con un campo «más duro y exigente» propicio para la remontada.
«Estoy jugando bien»
Alfredo García Heredia, un jugador que habitualmente brilla con fuerza en los Open de España, concentró ayer aquello que Rahm buscaba sin acierto: los birdies. El asturiano acumuló siete en total sin fallo para erigirse en la mejor vuelta del día. Un arreón importante a sus opciones de soñar con algo verdaderamente importante el domingo, de momento desde la cuarta plaza a sólo dos golpes de la cabeza. «A ver qué pasa, porque estoy jugando bien y no descarto nada», valoraba García Heredia, que el jueves había competido con molestias tras un aparatoso corte en la mano. Con -9, se encuentra a un solo impacto de Wil Besseling y Shubhankar Sharma, y a dos del ya mencionado Pavon.
Asimismo, las buenas noticias españolas se completaron gracias a dos jugadores locales, Alejandro del Rey y Gonzalo Fernández Castaño. Del Rey, uno de los grandes pegadores del circuito, terminó séptimo con -7. «Aquí en Madrid hay que estar siempre en calle y coger los greenes, que con el paso de los días se irán poniendo duros. Las banderas son exigentes y dejarlas cerca desde el rough es muy complicado».
Mientras, Fernández-Castaño concluyó con -6, cinco bajo el par en el día en el que celebraba su 43º cumpleaños. «El mejor regalo que podía hacerme», admitía este veterano, en busca de acicates para reengancharse a un deporte que tanto le dio. «¿Se puede decir que ha sido mi mejor vuelta en años? Pues posiblemente. Al principio iba muy centrado en estar dentro del corte, pero luego he empezado a sentirme muy cómodo en el campo y he visto que puedo estar ahí dándome opciones el fin de semana. Creo que me he ganado el derecho a soñar», cerraba Gonzalo. Un hombre feliz en Madrid.