Pedro Porro: “En el pueblo soy uno más, un chico normal, ni profesional ni internacional”

El lateral, que este invierno cambió el Sporting de Portugal por el Tottenham, todavía no ha asimilado su carrera. En un ‘flash’ pasó de Don Benito a la Premier. Habla de todo con EL MUNDO

Para Pedro Porro (Don Benito, 1999) todo ha pasado demasiado rápido. A los 16 años dejó a su familia, su casa, su pueblo y el equipo en el que había jugado durante toda su infancia para mudarse al Juvenil C del Rayo Vallecano, 330 kilómetros hacia la capital. Una apuesta arriesgada, pero que le salió bien. El trampolín funcionó y a los 18 debutó en Primera con el Girona, a los 19 fichó por el Manchester City, a los 21 ganó la Liga y la Copa en Portugal con el Sporting, a los 22 debutó con la absoluta de España y con 23, sin pisar el freno, ha sido el protagonista de uno de los grandes traspasos del mercado de invierno: dejó Lisboa y firmó por el Tottenham a cambio de 45 millones de euros. En mitad de esa tormenta, el lateral derecho extremeño se sienta con EL MUNDO al sol de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, donde esta semana ha intentado convencer a Luis de la Fuente de que tiene un sitio en el once.

Es su segunda experiencia con la selección. ¿Se lo esperaba en esta ocasión?

Siempre es bueno volver aquí. Y bueno, sabía que podía llegar el momento y tenía que estar preparado. Llevaba con la sub’21 mucho tiempo, el año pasado me dieron la oportunidad de debutar y siempre tienes esa espinita ahí, esa ilusión cuando llega el momento de la lista. Y ahora a aprender, que soy joven, a llevarme lo mejor de la experiencia, juegue o no, y a intentar ayudar al equipo todo lo posible.

Han sido unos primeros meses de año muy movidos, ¿no? Fichaje por el Tottenham, llamada de la selección…

Sí… (Risas). Ya lo sabéis. Muy movido.

¿Cómo lleva el cambio de cultura, de idioma y de presión? Han pagado 45 millones por usted.

Bien, es verdad que al principio, especialmente las primeras dos semanas, fue un poco duro, pero ahora ya más adaptado. Intento no centrarme en la presión o lo que puedan hablar y centrarme en lo mío, en hacerlo lo mejor posible. Lo demás viene solo.

Ha probado el fútbol portugués, el español, el inglés… ¿Qué diferencias nota? ¿En cuál se siente más cómodo?

Ha sido un cambio grande, no diré muy grande porque ya jugué competición europea con el Sporting de Portugal, pero se nota el ritmo especialmente. Ahí es donde más he notado el cambio del fútbol portugués al fútbol inglés, por ejemplo, pero bueno, son estilos diferentes, también el español. Y yo me siento más cómodo en el que juegue (risas). Donde sienta confianza, que es lo más importante.

¿Cuáles son sus primeros recuerdos?

Pegado a una pelota. Todo el día. Me interesó el fútbol desde pequeño y siempre estaba con el balón, y a día de hoy también. Cuando me voy a casa de días libres acabo jugando con los pequeños de la familia, no me libro. Ha sido mi día a día siempre. Y fútbol de calle, no de escuela. Yo soy un futbolista de calle.

Debutó en Primera con 18 años. Su proceso hasta llegar a la elite ha sido rapidísimo. ¿Cómo lo ha vivido?

Con 15 años dejé el pueblo y me fui a la cantera del Rayo. Fue una etapa difícil, porque salí de casa muy joven, pero luego Girona, Manchester City, Valladolid, Sporting… Si te digo la verdad, ni me ha dado tiempo a pensar. Fui al Rayo a probar porque me gustaba mucho el fútbol, me surgió la oportunidad y te prometo que cuando me di cuenta estaba en el fútbol profesional. Cuando debuté en Girona no me lo creía, parecía ayer cuando empezaba, pero es eso, cuando la oportunidad te llega tienes que estar preparado. Eso es lo más difícil. Ser tan pequeño y tener esa presión… Hay que estar preparado, saber estar, concentrarse en los partidos… Si no lo estás, no llegarás a nada. Si estás pensando lo que que puede pasar o en lo que dirán, malo.

¿Cómo es volver al pueblo siendo jugador de la Premier e internacional?

Voy como uno más. Siempre que voy intento estar en casa con la familia. Y luego si salgo, que voy al parque con mis amigos, pues si me paran o cualquier cosa intento ser lo más humilde posible. Y en el centro del pueblo lo mismo, no digo “no voy que me van a parar o me van a conocer”. Soy un chico normal. Es verdad que a veces tengo más prisas que otras, pero intento ser humilde. En mi cabeza no pienso que soy profesional ni internacional, mantengo mis amigos de allí, voy a ver a la familia… Eso no cambia.

¿Y la vida lejos de casa?

Ya estoy acostumbrado. Evidentemente cuando tengo algún día libre intento escaparme porque como en casa no se está en ningún sitio, pero estoy acostumbrado. Es duro, eso sí. Los dos primeros años fueron duros, pero luego siempre he intentado llevar a mis padres conmigo para que se me haga menos duro. En Londres estuvieron el primer mes y ahora ya se volvieron al pueblo.

Desde Portugal y ahora Inglaterra, ¿qué se piensa del fútbol español?

Yo lo veo mucho, siempre me ha gustado LaLiga. Y a nivel de selecciones somos una de las mejores del mundo. Cuando vamos a jugar a algún lado la reacción es… “España, eh”. Tenemos ese respeto y nos gusta, pero luego hay que demostrarlo en el campo. Recuerdo que en mis primeros días en el Tottenham algunos compañeros decían “¿De España? Tiki-taka, tiki-taka“. Es lo más obvio, pero es así, en nuestro fútbol llegas un segundo tarde y ya está, “tiki-taka” (risas). Yo sueño con ganar un Mundial y ojalá pueda ser en 2026.