Quiere Manuel Pellegrini (Santiago de Chile, 1953) reivindicar una carrera que le sitúa como uno de los técnicos que más partidos ha dirigido en el fútbol profesional y, también, más éxito ha cosechado. Lo hace a EL MUNDO a las puertas no de otro posible título, sino de hacer historia con el Real Betis. Desde el nacimiento del club, hace 118 años, no la logrado ningún título europeo. Así que saca pecho el chileno de una profesión de la que sigue enamorado.
- ¿Qué le diría al Manuel Pellegrini que empezó en Chile?
- Estoy muy orgulloso. Quizás me precipité en haber sido el técnico, pero pagué mi error descendiendo con el club, aunque inicié mi carrera convencido de que serían la preparación y la exigencia lo que me permitiría llegar más arriba.
- ¿Cómo resume estos 40 años?
- Una gran satisfacción y una gran alegría. He logrado dirigir en seis países distintos, aunque en la primera etapa de mi carrera personalmente no estaba conforme con lo que había realizado. Tuve que tomar la decisión de seguir en la ingeniería, en mi pequeña empresa constructora, o me dedicaba 100% al fútbol. Hoy en día no me arrepiento de haber decidido por el fútbol porque creo que en la medida que uno hace lo que le gusta, la capacidad de triunfar es muchísimo más grande si se tiene una preparación importante.
- ¿Es usted el técnico que quiere ser?
- Sí, absolutamente. El que quise ser, el que quiero ser y el que pretendo seguir siendo algunos años. Hay muchas maneras de tomar la carrera, con más o menos éxito, con un estilo u otro pero, no lo digo por vanagloriarme, no es casualidad que haya tenido la mejor campaña en la historia de los equipos en los que he estado.
- Del Málaga todo el mundo se acuerda del ‘robo’ ante el Dortmund.
- Lamentablemente, para la gente que no valora el VAR, yo lo hago y mucho, es la ayuda para que los árbitros se equivoquen menos.
- ¿Y lo de China?
- Fue una decisión deportiva, económica y personal. Me buscaron durante mucho tiempo para hacer un proyecto completo, hacer un club de la nada, que además venía de tercera división, y conseguimos quedar cuartos. Tenía oportunidades en clubes importantes en Europa, pero tomé la decisión, también desde un punto de vista cultural, de conocer Asia.
- ¿Cómo lo llevó su familia?
- Parto solo siempre, mi señora va y viene, ella también es ingeniera, tiene un puesto importante. Para mí todo lo que es cultura, lo que es aprendizaje, no solamente la parte futbolística, también es importante.
Momento de la entrevista al entrenador del BetisAraba
- De los más de 1.500 partidos, ¿hay alguno que recuerde en concreto?
- Muchísimos, pero la verdad que sería injusto hablar de uno. Igual que sería injusto hablar de un equipo. Me quedo con el enfoque que le di a mi carrera, cómo la afronto, la relación con la gente, con la prensa, y la exigencia personal cada vez más alta que creo independiente de la edad.
- El de hoy no lo va a olvidar…
- Absolutamente. Se va a hacer inolvidable, aunque muchos recuerdos que uno tiene de la vida han sido inolvidables en su momento. Es la primera vez que el Betis juega una final internacional y nos sentimos doblemente comprometidos tanto con el club como con la hinchada, por el cariño que me reflejan todo el tiempo.
- Una Copa del Rey es un título, pero la Conference es hacer historia.
- Por eso yo digo que es muy importante que sea la primera Copa Internacional, que el club haya podido llegar a esa final sin dejar la liga de lado, clasificamos cuatro o cinco fechas antes para el Europa League.
- ¿Cómo se le gana a un aprendiz?
- No, de aprendiz no tiene nada. Maresca es un técnico formado. Nos ha demostrado lo que ha hecho en el Chelsea, y en el Leicester. Tuve la fortuna de conocerlo como jugador. Después fue ayudante mío. Tengo una amistad personal, pero conociéndolo a él, ha aprendido de muchas personas y está permanentemente mejorando y aprendiendo.
- ¿Han hablado antes de la final?
- Le mandé al principio de la Conference League. Nos vemos en la final. Una coincidencia (ríe).
Pellegrini charla con el periodista.Araba
- ¿Qué hace antes de un duelo clave?
- Trato de tener la cabeza fría, de enfrentar las finales convencido del camino que nos ha llevado a ellas. Hay que confiar más que nunca en lo que uno hace, transmitirle a los jugadores esa confianza, exigirles manejar ese exceso de pasión, de motivación, no cometer errores tontos, expulsiones o penales que deciden el duelo.
- ¿Ejerce de psicólogo?
- Cada jugador tiene una personalidad distinta y hay que saber ser exigente con ellos pero saber llegarles. A lo mejor uno con uno tiene que pegarle un par de gritos y el otro tiene que hacerle más cariño.
Isco
- Con Isco ha dado en la tecla
- Dimos en la tecla cuando lo llevamos a Málaga con 19 años. Él no había jugado nunca en Primera y sabíamos la calidad que tenía. Son muy pocos los jugadores que juegan ocho años en Real Madrid y ganan cinco Champions. En los dos últimos, por exceso de confianza o falta de ambición, se fue quedando, pero terminó por hacer esa autocrítica que me bastó conversar con él cinco minutos para encontrar una persona madura, inteligente, que quiso volver a partir de cero. El 95% de futbolistas no habrían tenido esa capacidad de autocrítica tan fuerte y lo demuestra día a día en cada entrenamiento y en cada partido.
Pellegrini dirige un entrenamiento del BetisEFE
- ¿Cuánta energía le queda?
- Sigo disfrutado, pero bajo una exigencia también personal muy alta, futbolística y extra futbolística, aunque para muchos con 71 años ya bastaría. Lo que es la cultura, el aprendizaje de idioma o cosas relacionadas con la preparación, el jugador tiene que sentir que hay un técnico enfrente de él más preparado.
- ¿Usted sigue enamorado del fútbol?
- Absolutamente. Me quedan muchísimos años y ojalá muchos de ellos aquí en el Betis. Tengo también ese desafío de la selección chilena. Así que mientras tenga esa obligación mental y personal de exigirme un poco más, seguiremos esta carrera.