No es para nada extraño que el héroe, para retomar el poder perdido, tenga que descender hasta los mismísimos infiernos y someterse a pruebas terribles. Pruebas que, a veces, incluso le llevarán a pensar que lo mejor es arrojar definitivamente la toalla. No obstante, si es capaz de sobreponerse, su poder no solo se renueva, sino que también aumenta significativamente. Y eso es lo que parece que le está pasando ahora a Marc Márquez.
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El ocho veces campeón del mundo empezó a deshacerse de sus demonios el año pasado, en un curso en el que, al lado de su hermano en el equipo Gresini, con una Ducati ligeramente inferior a la oficial, saboreó brevemente las mieles de antaño. Ahora, con la que es a todas luces la mejor montura del paddock, sencillamente está dispuesto a arrasar. Así lo demostró en un fin de semana en Tailandia de ensueño, en el que volvió a lo más alto de la tabla. Y, ahora, nadie parece capaz de hacerle sombra.
El sábado se hizo con la pole y dominó la sprint race. El domingo, tras otro arranque fulgurante, dejó que su hermano le adelantara para ahorrarse problemas con la presión del neumático delantero y, a tres vueltas del final, dio el golpe definitivo. «Ha parecido que Marc jugaba con nosotros durante toda la carrera», confesó después un Pecco Bagnaia que se vio superado tanto por su compañero como por Álex Márquez.
El mayor de los dos hermanos estaba sencillamente exultante, emocionado hasta las lágrimas. De alegría, desde luego. «Es el mejor momento que he vivido en mi carrera. Para mí, la familia es lo más importante. Mi hermano se lo ha ganado, no me emocionaría si no estuviera él también en el podio, sé todo lo que ha trabajado. Poder compartir el primer y el segundo puesto en un fin de semana normal, sin lluvia, sin muchos accidentes, con todos en la pista excepto el campeón, Jorge Martín, es algo totalmente increíble. Estoy muy feliz por mis padres, por mis abuelos, y en especial por mi abuelo, que tanto lo seguía, y que lo estará viendo desde el cielo», recalcó Marc en declaraciones a DAZN.
Aleix y Marc Márquez, en el podio de Tailandia.AP
«Mi último Mundial lo celebré aquí, y desde entonces había sido un infierno. El año pasado salí un poco y este año me siento con velocidad, con calma. Lo que venga, bienvenido sea. Si no puedo ser campeón este año, será el otro. Acompaña ser feliz en tu vida personal y en tu vida profesional. Así, todo es más fácil», sentenció un Marc Márquez que ha atravesado todo un calvario desde ese 2019 en el que levantó un título por última vez. Al curso siguiente, en 2020, un par de graves caídas, unidas también a la eclosión de la pandemia del Covid19, que cambió de arriba a abajo el mundo tal y como lo conocíamos, le obligaron abandonar el Mundial con vistas a un retorno en 2021.
En ese año, no logró volver a subirse a una moto en un Gran Premio hasta el mes de abril. Pero, aun así, logró imponerse en los Grandes Premios de Alemania, Las Américas y San Marino, a pesar de sufrir varias caídas que incluso llegaron a afectarle a la visión. En las dos últimas citas, las de Portugal y Valencia, en cambio, no pudo competir a causa de un accidente sufrido mientras practicaba motocross.
La Honda, en 2021, empezaba ya a estar lejos de lo que había sido antaño. Y eso se acusó aún más en una temporada 2022 en la que Marc Márquez tenía que arriesgar para compensar las carencias de su máquina. Algo, que tal vez, influyó también en la grave caída sufrida en los entrenamientos del Gran Premio de Indonesia y que le provocó un desagradable episodio de visión doble, si bien pudo reincorporarse a la competición en Austin.
Las cosas, además, no mejoraron tampoco demasiado en una temporada 2023 que acabó con una más que sonada separación del equipo Honda y el anuncio de su fichaje por el equipo Gresini, junto a su hermano Álex y con una montura mucho más competitiva: la Ducati del curso anterior. Allí, durante el año pasado, se reencontró con sus mejores sensaciones. Tanto, que el equipo oficial no dudó en lanzarse a por su fichaje por encima de un Jorge Martín que, a la postre, se proclamaría campeón del mundo y que terminaría fichando por Aprilia. Martín no ha podido debutar este fin de semana en Tailandia debido a una caída la semana pasada, y ahora sólo él parece capaz de discutir con el rey, Marc Márquez. la supremacía en MotoGP.