La dolorosa nueva realidad de Marc Márquez

La dolorosa nueva realidad de Marc Márquez

Actualizado

El piloto ha sumado este sábado su decimocuarta caída este año y saldrá desde el puesto 17 en Assen

La caída de Marc Márquez de este sábado tras chocar

Este año 2023 está siendo especialmente aciago para Marc Márquez. Por lo pronto, ya ha dado con sus huesos en el suelo hasta en 14 ocasiones. Un número elevadísimo, a pesar de que siempre se ha caracterizado por llegar hasta el límite con su pilotaje. La decimocuarta caída, de hecho, fue poco menos que inexplicable para un piloto de su talla: un despiste al mirar hacia atrás que provocó que acabara chocando con Bastianini cuando ambos rodaban lentos. Tal vez, la suma de todas las circunstancias negativas que está atravesando este año han acabado por hacer mella en un piloto capaz de firmar salvadas poco menos que inverosímiles y que, en el presente curso, en cambio, están brillando por su ausencia.

Está claro que la Honda de este 2023 es una montura casi indomable, pensada para ser conducida al límite. Y ese, precisamente, es el primero de los puntos clave a tener en cuenta para explicar por qué Márquez está sumando tantas caídas. Ahora mismo, está intentando hacer cosas que le salían aparentemente casi sin esfuerzo hace tan sólo unos años. Cuando parecía que acabaría en el asfalto, se las arreglaba para seguir en su montura como si tal cosa. Las lesiones graves que ha sufrido en estas últimas temporadas, sobre todo la que afectó a su hombro derecho, provocan que físicamente no sea el mismo que antaño. Y si a eso le añadimos una moto que está causando problemas a todos sus pilotos, la suma se vuelve del todo explosiva. Para compensarlo, arriesga. Y ahora, casi siempre, sale cruz en lugar de cara.

Factura a nivel mental

«En Alemania sufrimos más de lo esperado, también dije que arriesgaría, y arriesgué, y salió mal. La última caída, con todo, ya fue sin arriesgar, porque el sábado había tirado la toalla ya, pero llegó la caída, así que toca ir poquito a poquito, con pies de plomo, a ver si podemos mejorar el proyecto de cara a futuro», aseguraba el propio Márquez el pasado jueves. Con todo, no fue precisamente cauto, volvió a caer el viernes y, este sábado, evidenció que todo esto le está pasando factura a nivel mental con el choque con Bastianini. «A nivel mental, es el momento más duro de mi carrera deportiva, apartando las lesiones. Toca seguir trabajando, después tendré una semanita y media para descansar y, después, empezar a preparar Silverstone», confesaba tras una sprint race en Assen en la que Marco Bezzecchi, quien había logrado antes la pole por delante de Pecco Bagnaia y Luca Marini, se hizo también con el triunfo.

Precisamente, el hecho de que otros le hayan arrebatado ese lugar de preeminencia que solía tener en el paddock es otro de los motivos que explicarían el gran número de caídas de Marc Márquez. Ninguno de los pilotos que está arriba, desde luego, está dispuesto a perder la relevancia que, a pulso, se han ido ganando en los últimos tiempos. El desafío es cada vez mayor. Y, para responder a ese desafío, al español no le vale con quedarse con medias tintas. Algo que, además, estaría también completamente fuera de su naturaleza, de ese toque especial que le llevó a alzarse con seis títulos de campeón del mundo en MotoGP.

A nivel de máquina, mientras, tampoco se pueden hacer grandes milagros: la normativa no permite presentar una moto completamente nueva para las próximas carreras. En el ambiente que se respira en los circuitos existe el pleno convencimiento de que Honda está tomando buena nota de todos los problemas que se están presentando este año y de que será capaz de dar con una solución idónea para todos y cada uno de ellos. Incluso, aunque tenga que hacer borrón y cuenta nueva. Aunque, eso sí, con vistas ya al curso que viene.

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