Hace aproximadamente un año, Jon Rahm vivía su momento culminante como profesional. Ganar el Masters de Augusta te mete en un selecto club de por vida. Rahm, fuera del campo, también era un modelo de coherencia, un líder al que todos respetaban. Su marcha al LIV cambió las cosas y el reencuentro esta semana con sus ex compañeros del PGA Tour no ha sido todo lo cordial que como le hubiera gustado al jugador de Barrika. “Sí, he notado actitudes hostiles, pero me lo esperaba, mis amigos han seguido siendo mis amigos, pero alguno con los que tenía una relación muy cordial, no me han mirado ni a la cara, son cosas que pasan, si alguien cambia su opinión de mi es un tema suyo, no mío, sabía que iba a pasar pero no sabía quién..”.
Jon Rahm terminó la última jornada con 76 golpes, un resultado de +9 que le deja empatado en el puesto 45º, entre otros con su compatriota José María Olazábal. La peor participación en su historia en este torneo desde que lleva jugando el Masters desde 2017 de forma ininterrumpida.
Aunque Rahm apostilla que esta circunstancia no ha afectado a su rendimiento, lo cierto es que no deja de ser una situación incómoda, que en su momento Sergio García incluso llegó a denunciar públicamente: “Yo quiero jugar donde me quieren”, dijo un García contrariado en el Open Championship de hace un par de años, tras trascender una bronca con Thomas Bjron.
Jugadores importantes con los que Jon Rahm tenía una buena relación como Patrick Cantlay o Max Homa, podrían haber tenido gestos de desprecio hacia el español en este Masters.
Independientemente del juego, este Masters de 2024 ha arrojado un cúmulo de circunstancias emocionales que no es fácil manejar durante toda la semana, donde además Rahm ha tenido diferentes compromisos que atender al ser campeón defensor.
En lo estrictamente deportivo, Rahm ha naufragado especialmente en los pares cinco, donde arrojó un paupérrimo bagaje del par del campo con su resultado de los cuatro días. En sus siete Masters anteriores había acumulado 59 golpes bajo solo en estos pares cinco.
Carlos Toro (Madrid, 1946) es un caso único. Autor de más de 2.000 columnas y de 1.000 canciones, entre ellas algunas de las más célebres de nuestra música, desde 'Resistiré' a 'Mamá, quiero ser artista' pasando, palabras mayores, por 'Oliver y Benji
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Es muy posible que en la natación artística la música, más que escucharla, tengas que sentirla. Y en eso, desde luego, Iris Tió (Barcelona, 2002), la primera medallista de oro de la historia de España en natación artística (en solo libre), lleva ventaja. Su gesta en Singapur quedará para simpre entre las hazañas del deporte español.
En una disciplina dominada siempre por las chicas, alguna vez por las rusas, en una disciplina que en España atravesó un desierto en la segunda mitad de la pasad década, el oro de Iris es absolutamente histórico. "Cuando vi la puntuación de la china me quedé flipada. Estoy en shock, muy muy feliz", decía la protagonista después, con los ojos fuera de las órbitas.
Era el premio a todo su sueño, aunque con una pequeña ventaja, pues puede afirmarse sin lugar a dudas que lleva la música en la sangre. Tanto su padre como su madre son músicos. El primero, Enric Tió, toca el clarinete. Su progenitora, Laia Casas, mientras, es violinista. La chispa del amor saltó en un curso de música de verano, ambos se fueron después a estudiar en un conservatorio de Londres y, desde luego, trataron de lograr que su hija siguiera también sus pasos.
Iris Tió, nueva campeona mundial de solo libre.FAZRY ISMAILEFE
Una decisión que, seguro, contó también con un apoyo entusiasta por parte de su abuela, Mercè Capdevila, inicialmente pianista pero que acabó por dejar el piano de lado para componer de una forma que arrasaba dos décadas antes de que su nieta viniera al mundo: con sintetizadores. No en vano, llegó a ser toda una pionera de la música experimental, y sus composiciones son utilizadas en temas de música electrónica.
Pero a Iris, de niña, lo de tocar un instrumento no acababa de convencerla demasiado, por mucho que sus padres trataran de que le entrara también el gusanillo. Para conseguirlo, trataron de que le sedujera alguno de los instrumentos que ya formaban parte de la familia: el clarinete, el violín y el piano. Pero a ella, lo que más le gustaba, por encima de todo, era bailar. Incluso, con los acordes de alguna de las piezas de Mozart como fondo. En el conservatorio, tener que estar quieta sencillamente le costaba un mundo.
A los cinco años, empezó a dar sus primeros pasos en la natación sincronizada en el Club de Natación Kallípolis, situado en la zona alta de Barcelona, después de ver por televisión lo que era capaz de hacer en el agua toda una leyenda de este deporte como es Gemma Mengual. Decir que allí se sentía como pez en el agua es mucho más que un tópico. Primero, una vez a la semana. Después, a partir de los nueve años, ya de manera diaria.
Tió, en pleno ejercicio de la final.FAZRY ISMAILEFE
Su forma de moverse en el agua no pasó inadvertida. Ni mucho menos. Por eso se estrenó como internacional absoluta cuando tan solo tenía 15 años y en 2021, a los 18 años, se estrenó como olímpica en unos Juegos de Tokio que tuvieron que retrasarse a causa de la pandemia de Covid-19. Allí, hizo pareja con Alisa Ozhogina y la entonces seleccionadora, la japonesa Mayuko Fujiki, quien estuvo al frente de la selección española hasta 2024, llegó incluso a señalar que ambas estaban llamadas a seguir la estela tanto de la propia Gemma Mengual como de otra de las grandes de este deporte: Andrea Fuertes.
Hasta el momento, el palmarés que ha conseguido atesorar Iris Tió desde su estreno en la élite es más que destacable. En total, suma por ahora nada más y nada menos que 21 medallas, ocho de ellas de oro. A esta última, la primera en solo libre, se le suman la conseguida en Fukuoka en la prueba de equipo técnico, las dos logradas en los Juegos Europeos de 2023, en equipo técnico y equipo libre, una alcanzada en el Europeo de 2024 en equipo técnico y tres más conquistadas en el Europeo de 2025 en dúo libre mixto, equipo técnico y equipo libre.
A toda esa retahíla de oros hay que sumarles también cuatro medallas de plata, alcanzadas en equipo técnico en el Mundial de 2024, en solo técnico y equipo libre en el Europeo de 2025 y en equipo libre en el Europeo de 2021. De los ocho bronces, mientras, sin duda el que más reluce entre todos ellos es el alcanzado como equipo en los últimos Juegos Olímpicos de París, el año pasado.
Vista su progresión, no parece exagerado decir que tiene un futuro realmente brillante por delante, en el que el fulgor del oro, a buen seguro, volverá a acompañarla en muchas ocasiones. Y, para cuando llegue el final de su carrera, dentro aún de muchos años, también está encaminando su futuro hacia un mundo que tampoco le será del todo extraño: el de los medios de comunicación. Para ello, a instancias de un CAR de Sant Cugat que siempre invita a sus deportistas a no dejar de lado su porvenir, se está formando a distancia (hace un Grado de Comunicación) en la Universidad Internacional de la Rioja.
La NFL aterriza hoy en el Santiago Bernabéu con un evento en el que, tal y como ha podido saber este periódico, se anunciará por fin que los Miami Dolphins serán el equipo local en el partido oficial que la liga de fútbol americano celebrará el próximo otoño en el coliseo blanco. Un aterrizaje que confirma la importante conexión deportiva y económica entre Miami y Madrid.
La NFL es el último reclamo de una lista que también incluye el Gran Premio de Madrid de Fórmula 1 y su «aprendizaje» del GP de Miami y el fútbol, con el propietario de los Dolphins, según fuentes consultadas por EL MUNDO, interesado en entrar en el accionariado del Atlético.
Pero vayamos por partes. La conexión Miami-Madrid tuvo un punto de inflexión el pasado 9 de febrero. Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del Real Madrid, y Peter O'Reilly, vicepresidente ejecutivo de la NFL, se dieron la mano en Las Vegas y anunciaron en ese momento la llegada del espectáculo del fútbol americano al Bernabéu. Hoy, un año después, Florentino Pérez recibirá a la comitiva de los Dolphins y a representantes de la NFL en el palco de honor.
NFL-Real Madrid, Dolphins-Atlético
El coliseo blanco le ganó la partida al Metropolitano y será el escenario de un partido oficial de la próxima temporada de la NFL. Faltaban dos datos: los nombres de los equipos y la fecha. A día de hoy ya conocemos al equipo local, los Dolphins, y se puede deslizar que el encuentro se disputará en uno de los parones de selecciones de fútbol del próximo curso, en el de octubre o en el de noviembre, aprovechando que el Bernabéu no tendrá citas. De momento, la NFL guarda bajo llave el nombre del rival de los Dolphins hasta el anuncio oficial.
La relación entre Madrid y la NFL no ha dejado de crecer en los últimos años, empujada por varios factores: el interés de la liga de fútbol americano en la marca Real Madrid, el deseo del conjunto blanco de acoger eventos internacionales en el nuevo estadio y la buena sintonía entre los Dolphins y el Atlético de Madrid. Dos estrellas rojiblancas como Koke y Griezmann estuvieron hace unos meses visitando el Hard Rock Stadium de Miami y el francés es un apasionado de la liga, tiene amistad con jugadores e incluso un podcast. Además, Fernando Torres apareció en la retransmisión oficial del último draft de la NFL para anunciar una de las selecciones de los Dolphins, que en verano recibieron a los madridistas Vini y Militao.
Stephen Ross, el nombre
Pero si hay una persona que es capital en esta conexión Miami-Madrid es Stephen Ross, empresario americano de la industria inmobiliaria y dueño, entre otras cosas, de los Dolphins, de su estadio y del Gran Premio de Fórmula 1 de la ciudad. En su bolsillo, según la lista Forbes, una fortuna estimada en 17.000 millones de euros. Las manos de Ross llegan a la NFL, la Fórmula 1 y el tenis, donde es promotor del Mutua Madrid Open y el Masters 1000 de Miami.
Le falta el fútbol. Hace un par de años, el círculo del empresario negó estar negociando la compra del Atlético de Madrid, pero a día de hoy Ross sigue interesado en formar parte del accionariado rojiblanco. No como dueño, pero sí como inversor. Ve al cuadro del Metropolitano, con nuevo estadio y en pleno desarrollo de la nueva Ciudad del Deporte y Ocio, como una vía de negocio interesante y en sus planes estaría tantear a los distintos propietarios para acceder a un 15% de las acciones. El 70,39% del club es de Atlético HoldCo, socio mayoritario propiedad de Cerezo, Gil Marín y Ares Management, el 27,81% del grupo inversor Quantum Pacific, del empresario israelí Idan Ofer, y el 2% de socios minoritarios.
Sus contactos en la capital de España son claves para el futuro deportivo de la ciudad. Es «un ejemplo», aseguran fuentes consultadas por este periódico, para el GP de Fórmula 1 que quiere celebrar Madrid y ambas partes estudian cómo colaborar, tanto a nivel económico como de experiencias.