Ben Thomas sorprende a los velocistas antes de la criba del ‘sterrato’

Ben Thomas sorprende a los velocistas antes de la criba del 'sterrato'

Un póquer de osados derrota a un pelotón desquiciado por una pelea estéril entre los velocistas. El francés Ben Thomas se anotó la victoria en la amurallada Lucca tras aprovechar una escapada en el tramo final de la etapa en la que también se metieron Michael Valgren (EF Education-EasyPost), Enzo Paleni (Groupama-FDJ) y Andrea Pietrobon (Team Polti Kometa). El pistard olímpico galo otorga el primer triunfo al Cofidis en esta temporada.

En la espléndida primavera de la Toscana. Los equipos de los sprinters quedaron en evidencia. Los cuatros escapados se marcharon cuando sólo quedaban un puñado de kilómetros para la clausura, pronto sumaron 45 segundos de renta y a partir de ese momento apareció en descontrol en el grupo perseguidor. Jonathan Milan y sus lanzadores del Trek reclamaban a los integrantes del Alpecin, Soudal y Visma que les relevaran en la punta de lanza. Unos se hacían los sordos, otros se escondían. Cuando se pusieron de acuerdo ya era muy tarde.

Los fugados se compenetraron espléndidamente. Pietriobon lo intentó con un ataque a falta de 600 metros, pero el empuje de Thomas fue insuperable. Primer triunfo del curso para el corredor de 28 años, que el pasado logró una etapa en los Cuatro días de Dunkerque.

El francés acaparó notoriedad en la monumental Lucca, cuna de los compositores Giacomo Puccini y Luigi Boccherini. También es la patria de Mario Cipollini, uno de los sprinters más formidables de siempre, que atesora el récord de victorias en el Giro, 42, una más de Alfredo Binda. Fue el más astuto de una jornada etapa nerviosa, con varios enganchones que provocaron las caídas, entre otros, de Woods, Valter, Milesi y Foss.

Una etapa que precedió a la estresante cita de este jueves, con la presencia del temido sterrato, esa tierra prensada que acelera el pulso de los corredores. Un escenario incómodo en el que Tadej Pogacar siempre ofrece altísimas prestaciones, como ya demostró esta temporada con el apabullante dominio en la Strade Bianche. Un día para los clasicómanos y los rodadores más potentes.

La cita, que sale de Torre del Lago Puccini y finaliza en Rapolano Terme, consta de 180 kilómetros, con un trazado plano hasta el ecuador del ejercicio. Los tres tramos de pista sin asfaltar, con un total de 11,6 kilómetros, están situados en la última parte de la etapa. 50 kilómetros estresantes. El primer desafío aparece en el kilómetro 130 y tiene una longitud de más de 4.000 metros. Sin apenas descanso irrumpe el segundo segmento, en Grotti, que romperá la carrera debido a sus 4,8 kilómetros de subida. El tercero está situado sólo a 16 kilómetros de la meta y tiene una longitud de 2.400 metros, con subida y bajada. Martirizantes obstáculos del polvo y la grava. Trabajo extra para los mecánicos.

Un territorio comanche en el que Pogacar amenaza con divertirse y martirizar a sus enemigos. Un día divertido en el que algún aspirante al podio podría despedirse de sus opciones. Este Giro no ofrece tregua.

kpd