Quique Llopis y la espeluznante caída de la que no se acuerda: “¿Qué ha pasado?”

Quique Llopis y la espeluznante caída de la que no se acuerda: "¿Qué ha pasado?"

Europeo pista cubierta

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El valenciano tropezó en la final de 60 vallas y quedó inconsciente unos segundos. “Decía que le dolía mucho la cabeza y el oído”, relata Miguel Cos, el fisioterapeuta de la Federación que le atendió. No sufre fracturas y el martes vuelve a España

Jason Joseph vence en los 60 vallas, con Llopis tendido al fondo.MICHAEL BUHOLZEREFE

Quique Llopis saltó una valla, dos, tres… A la cuarta llegó el tropiezo, un ligero error técnico, milimétrico, quizá provocado por el ímpetu del que otea la gloria unos metros más allá, de una mala salida que intentaba remontar. La primera medalla continental para quien hasta los 14 años sólo jugaba al fútbol en su Gandía natal. Ya trastabillado, en el quinto y último obstáculo ocurre el infortunio, una aparatosísima caída que dejó al español tendido en el tartán del Ataköy Spor Salonu de Estambul como un boxeador noqueado, mientras sus rivales, ajenos al drama, festejaban a unos metros no sin polémica (el ganador, Jason Joseph, pidió públicamente disculpas).

“¿Qué ha pasado?”. Cuando recuperó la consciencia, unos segundos después del brutal golpe en la cabeza, Quique no recordaba absolutamente nada de la final de los 60 metros vallas del Campeonato de Europa de pista cubierta que acababa de disputar. “Decía que le dolía mucho la cabeza y el oído, pero respondió bien desde el principio a las preguntas de urgencia en estos casos”, recuerda Miguel Ángel Cos, el fisioterapeuta de la Federación Española de Atletismo (RFEF), el hombre que, con su pulgar hacia arriba, fue el primero en tranquilizar la angustia de familiares, compañeros y aficionados mientras el atleta era trasladado en camilla con un collarín.

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No sólo fue la imagen de Llopis, también el protocolo médico que, en un abrir y cerrar de ojos, cubrió la escena con sábanas mientras el atleta permanecía en el suelo sin moverse y con la mirada completamente perdida, haciendo temer lo peor. “Bajé corriendo. Entiendo que todo lo que se monta es por seguridad, también para evitar que se filmen imágenes poco adecuadas, pero eso genera tensión. Porque no sabes lo que te vas a encontrar”, relata Cos, recién aterrizado en Madrid con el resto de la delegación española, que se trae de Turquía el oro de Adrián Ben en los 800 metros y la plata de Adel Mechaal en los 3.000, pero, sobre todo, el alivio de las noticias que hoy acuden sobre el estado de Llopis: ya ha sido de alta y este martes volará de regreso a España.

“Fue un susto tremendo. Afortunadamente, poco a poco fuimos comprobando que Quique no sufría peligro. Fue respondiendo bien a todas las pruebas iniciales y le sangraba el oído, lo que suele ser buen síntoma, porque significa que está drenando”, relata el fisioterapeuta, que, renonoce, en 33 años en el atletismo jamás vio una caída tan aparatosa y peligrosa como la del vallista valenciano, la que silenció unos minutos la fiesta del Campeonato de Europa.

Acompañado de su padre y de su técnico Toni Puig, y de Vicente Moreno, jefe de los servicios médicos de la Federación, Quique fue trasladado de urgencia a un hospital de Estambul. Antes había sido reanimado en la misma pista, donde quedó dramáticamente tendido boca arriba, con la medalla con la que siempre corre entre los dientes. Tras el TAC y las diferentes pruebas médicas, se descartó fractura alguna en el cráneo ni el hombro ni daño cervical grave. El diagnóstico es una trauma craneal y torácico, además de la conmoción. Por la noche, el joven atleta, cuya carrera de momento ha estado marcada por la mala suerte y las lesiones, lanzó un mensaje tranquilizador desde la cama del hospital a través de las redes sociales de la Federación Española: “Está todo bien, ha salido todo bien. Ahora, a recuperarse y ya”.

Además, a favor de Quique juega su juventud (en octubre cumplió 22 años) y su fortaleza física. “Hay que ser prudentes, pero son de una pasta diferente. Ahora debe estar tres semanas tranquilo y luego poco a poco irá reactivando, primero con trabajo en bicicleta, sin impacto”, agrega Cos. “Como en los accidentes de tráfico, las consecuencias cervicales pueden tardar en aparecer unos días, así que hay que tener precaución”, concluye.

kpd