Joan Laporta carga contra los capitanes y vuelve a defender la Superliga

Joan Laporta carga contra los capitanes y vuelve a defender la Superliga

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«Lo hemos intentado, con varios jugadores y no sólo no ha salido sino que hemos tenido que avalar 10 millones. Pero lo aceptamos con deportividad», comentó el presidente del Barcelona en la Asamblea General.

Laporta, durante la Asamblea.Joan MonfortAP

La asamblea general ordinaria del Barça, la tercera celebrada de manera mayoritariamente telemática en toda la historia del club, una vez más, reforzó su confianza en la gestión al frente del club de Joan Laporta. Aunque, por el momento, la participación sigue siendo uno de los puntos más flacos del que, de hecho, es el máximo órgano de gobierno del club. De los 4.451 socios y socias convocados como compromisarios, a las 12.00 horas llegaron a acreditarse un máximo de 919 y en las votaciones económicas, el grueso de un amplísimo orden del día, de hecho, participaron muchos menos. En todas, no obstante las peticiones presentadas por la actual junta directiva vencieron por aplastante mayoría.

Los compromisarios aprobaron todos los números presentados, por mucho que hicieran falta múltiples votaciones para cada uno de los dos apartados económicos. A pesar del sí prácticamente a ciegas que se dio en su momento a la activación de las famosas palancas económicas, LaLiga exigió que los socios refrendaran de nuevo su apoyo. «La ratificación fue una imposición de LaLiga para poder inscribir jugadores. Ningún problema: lo estamos haciendo. Me hubiera gustado que LaLiga hubiera mostrado este cuidado antes, cuando se firmaron contratos desorbitados que se depositaron en su sede», señaló el presidente con todo un dardo para la gestión de la directiva de Bartomeu, por mucho que en parte suavizara su discurso contra ella asegurando que su error fue tratar de competir con los clubes estado.

En la primera de las votaciones económicas, los 681 compromisarios acreditados en ese momento ratificaron la venta del 10% de los derechos de televisión a Sixth Street por 25 años a cambio de 265 millones de euros (de lo que de hecho se harán efectivos 207,5 porque ya se ha descontado la futura recompra de los mismos) con 591 votos a favor, 38 en contra y 18 en blanco. La liquidación del ejercicio económico correspondiente a la temporada 2021-22, que presentó finalmente unos beneficios de unos 98 millones de euros, mientras fue aprobada por los 615 compromisarios habilitados en ese momento por 548 votos a favor, 43 en contra y 24 en blanco.

La aprobación de los presupuestos de la actual campaña, la 2022-23, según señaló Laporta «los mejores de la historia», cómo no, también fue ratificada por una amplia mayoría de los compromisarios acreditados. En este caso, por medio de tres votaciones diferentes. En la primera de ellas, la ratificación de la venta del 15% restante de los derechos de televisión por 25 años al fondo Sixth Street a cambio de 400 millones de euros (de los que se pagarán efectivamente 311 debido a que también se ha descontado la cantidad correspondiente a la futura recompra), 474 de los 526 compromisarios habilitados en ese momento votaron a favor, mientras que 39 lo hicieron en contra y 13, en blanco. La venta del 49 por ciento de los activos electrónicos de Barça Studios (entre los que estarían los fan tokens, los NFT o el metaverso) a Socios.com y Orpheus Media a cambio de 200 millones de euros, mientras, fue aprobada con 460 votos a favor, 39 en contra y siete abstenciones de los 527 compromisarios habilitados. El presupuesto del presente curso, que prevé unos ingresos ordinarios de 1.255 millones de euros, finalmente, recibió 478 votos a favor, 35 en contra y 15 en blanco de los 542 compromisarios habilitados para esa votación.

Crítica a los capitanes

Laporta, en su discurso inicial, se mostró muy crítico con LaLiga. Y no sólo por el hecho de la imposición de ratificar todas las palancas económicas previamente autorizadas por la asamblea azulgrana. «A pesar de los 857 millones de euros conseguidos, LaLiga dijo que no era suficiente para poder inscribir también a Koundé, y esta directiva, junto con Mateu Alemany, avaló 10 millones de euros», rememoró el presidente, quien sacó otra vez pecho por el acuerdo sobre los derechos de televisión cerrado con Sixth Street y, a la vez, defendió la necesidad de la Superliga. «La situación en el fútbol europeo es preocupante. Los clubes asumimos todos los riesgos y todos los costes. Por eso, 38 clubs de LaLiga han vendido sus derechos de TV a CVC por 50 años. No lo veíamos bien, es muy respetable, pero no lo consideremos recomendable. Pensábamos que lo podíamos hacer mejor. El fútbol europeo está en una dinámica negativa de asistencia a los estadios y de seguimiento por televisión y cuesta atraer a los jóvenes, seducidos por otras formas de entretenimiento», señaló.

«La existencia de clubes estado genera un desequilibrio evidente. El error de la junta anterior fue intentar competir con estos clubes estado, que no tienen mecanismos de control y no se atienen a las normas del fair play y que incluso tienen lo que definimos como dopaje financiero. Parece que hay que elegir entre tener plantilla una competitiva o no comprometer la viabilidad económica. Nadie le pone freno. La UEFA parece que lo fomenta. Por eso, abogamos por la Superliga. Se evitarán estas desigualdades y seremos los clubes los que gobernemos nuestro destino. Me da la risa cuando los clubs estado dicen que los clubs de la Superliga son los ricos. No tengan duda que sería una Liga abierta, basada en la meritocracia y respetando las ligas estatales. Si la resolución de la UE es favorable, podremos trabajar sin presiones para proponer un formato de competición que sea del agrado de todo el mundo», recalcó un Laporta que, a su vez, les lanzó un duro mensaje a los jugadores que más cobran en el club, como los capitanes, y sus reticencias a hacer un nuevo esfuerzo para inscribir a todos los fichajes.

«Lo hemos intentado, con varios jugadores y no sólo no ha salido sino que hemos tenido que avalar 10 millones. Pero lo aceptamos con deportividad», explicó el presidente azulgrana, quien quiso dejar constancia de que sabe muy bien que las famosas palancas no pueden ser una tónica habitual para la entidad. «Las palancas son medidas excepcionales en momentos excepcionales. Somos conscientes. No tenemos un estado detrás ni un magnate, ni los queremos. Tampoco queremos a los que quieren tutelar al Barça desde la distancia y a los que quieren que al Barça les vayan mal las cosas. Y a estos les mandamos un mensaje: el Barça es propiedad de los socios y socias, que deciden el presente el futuro del club», sentenció el presidente, quien, por otro lado, anunció la inmediata aplicación de una de las contrapartidas negociadas con Spotify: la inclusión del catalán en sus servicios.

«Spotify ha entendido la idiosincrasia del Barça y el compromiso con la lengua catalana. Por eso, puedo anunciar con orgullo que este octubre lanzará su web y aplicación en catalán. Era un compromiso que teníamos con todos ustedes y me complace anunciarlo», aseveró el máximo dirigente barcelonista.

kpd