El Villarreal llega a Montjuïc como el segundo equipo más goleado de la liga, con una media de dos tantos encajados por partido que sirve para explicar por qué un equipo al que se esperaba luchando por posiciones europeas, como acostumbra, mira temeroso de reojo el descenso. Y ello pese a tener al guardameta que más para de Primera. Filip Jörgensen (Lomma, Suecia, 2002) ha conseguido afianzarse en la portería del Villarreal, algo que ningún guardameta formado en la cantera había logrado hasta ahora. «Es un orgullo, estoy muy feliz y agradecido al club, que me ha dado todo. He trabajado muy duro todos estos años y ha llegado la recompensa».
Empezó a jugar de portero por accidente.
Sí, yo fui delantero hasta los 10 u 11 años. Estaba en el Malmoe y un día nuestro portero se rompió la mano. Me puse yo bajo palos y me gustó mucho.
¿Y cómo acaba un sueco en la cantera del Mallorca?
Mis padres compraron un piso en Palma, que para unos suecos es el paraíso. Tuvimos la oportunidad de vivir allí un año y nos fuimos toda la familia. Estuve probando en el Mallorca pero no me cogieron y pasé un año en el Peña Arrabal, que es un club convenido. Cuando por fin tuve la posibilidad de jugar en el Mallorca les dije a mis padres que quería volver a Suecia, estar con mis amigos y jugar en el Malmoe, que es el equipo más grande del país. Sin embargo, después de un año allí me di cuenta lo diferente que es el fútbol español al sueco. Aquí había entrenadores de porteros incluso en infantiles. En Suecia no había nada de eso, hasta juveniles no empezabas a trabajar con un entrenador de porteros. Le pregunté a mi madre si podíamos volver a Palma y me dijo que sí. Mis tres hermanos y mi padre se quedaron en Suecia y mi madre hizo el sacrificio de venir conmigo y estar un año allí.
Y entonces apareció el Villarreal.
Me llamó mi representante y me dijo que había clubes de Primera interesados. Él ya tenía algún otro jugador en el Villarreal, sabía cómo funcionaba el club y pensaba que era lo mejor para mí. Yo no sabía nada en ese momento y le hice caso, pero creo que fue la mejor decisión por cómo trabaja el club la cantera.
Debutó en el primer equipo con 19 años, en una eliminatoria de Copa del Rey. ¿Cómo recuerda aquello?
Fue difícil porque debutas en un campo así [el Villarreal jugaba en El Palmar, frente al Atlético Sanluqueño] vas ganando 0-5, entré yo y a los treinta segundos me marcaron un gol. Eso fue duro pero fue un día especial y muy feliz.
Supongo que le habrá ayudado entrenar al lado de porteros con la experiencia de Asenjo, Rulli o Reina.
Son porteros que han sido referentes para mí y he aprendido un montón de ellos, tanto en el campo como fuera. A gente con esa experiencia, lo primero que hay que hacer es escucharles y hacerles caso. Han tenido una carrera como la que yo sueño tener un día.
¿Con qué más sueña?
Mi sueño siempre ha sido ser algún año el mejor portero del mundo. Si sueñas con lo más alto y trabajas como debes, como mínimo lleg ybas a un nivel importante. Si no sueñas en grande y no trabajas lo suficiente no llegarás tan arriba.
Llevan tres entrenadores esta temporada. ¿Qué le está pasando al equipo?
Es difícil de explicar. Con los cambios de entrenador, cada uno quiere defender de una manera diferente y puede que no nos haya venido muy bien pero ahora con Marcelino estamos trabajando muy duro. Estamos notando la diferencia en la solidez atrás y creo que nos va a dar mucho en los partidos que quedan.
Es el portero con más paradas de la liga. ¿Eso es bueno o malo?
No lo veo como algo bueno porque significa que te tiran mucho y me han marcado también muchos goles. Yo sigo trabajando y cada partido intento ayudar al equipo lo máximo que puedo para que no nos marquen tanto.
¿Es este un buen momento para sorprender al Barcelona?
Todos los partidos son una buena oportunidad. Ellos no viven su mejor momento pero nosotros vamos a seguir igual, a darlo todo, a seguir trabajando, corrigiendo errores y ojalá podamos llevarnos los tres puntos de Barcelona.
¿Da menos miedo este Barça que el de años anteriores?
Es un gran equipo y tiene buenos jugadores. Igual no es el Barça de antes pero va a ser un partido muy difícil, hay que corregir los errores y trabajar fuerte.
Es internacional por Dinamarca pero llegó a jugar con las selecciones inferiores de Suecia. ¿Por qué ese cambio?
Fue durante la pandemia. Mi padre es danés y tengo mucha familia allí. Siempre me había gustado mucho la selección danesa y me siento danés. Cuando vino la oportunidad de cambiar de selección lo hablé con mi padre y al final decidimos que era lo mejor para mí. Estoy muy contento del cambio que hice.
Es una cuantía histórica la que la Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte ha propuesto como sanción económica a un aficionado que profirió insultos racistas contra Vinicius Junior a través de las redes sociales.
El organismo ha resulto proponer una sanción calificada como muy grave y cuantificada en 60.001 euros así como la prohibición de acceso a los recintos deportivos por un periodo de dos años.
El culpdable es un aficionado identificado como "autor de la difusión reiterada de numerosos insultos de carácter racista e imágenes del mismo cariz contra el jugador Vinicius José de Oliveira do Nascimento (Vinicius Jr.) a través de su perfil en la red social X".
Más allá de propuesta de sanción, la Comisión también ha acordado remitir los hechos a la Fiscalía por si fuesen constitutivos de un delito de odio.
No ha sido el único aficionado que ha recibido una multa de ese importe. La Comisión también ha acordado proponer una sanción similar a otro seguidor que fue identificado en el Athletic Club - Valencia CF. Ese hincha tenía en vigor una prohibición de acceso a los recintos deportivos por dos años, así como otras tres sanciones por hechos similares en la temporada anterior.
Clubes
Además de a aficionados, la Comisión Antiviolencia también sanciona conductas inadecuadas de los clubes de fútbol. En esta ocasión ha propuesto una multa de 50.000 euros al Deportivo Alavés SAD por "su apoyo a la peña Iraultza 1921 a través de la página web del club, además de constatarse la existencia de numerosas referencias a la misma peña en numerosos murales y grafitis que rodean el estadio de Mendizorroza".
El organismo considera que "el Deportivo Alavés SAD es consciente de la consideración de Iraultza como un grupo cuyos miembros han cometido infracciones tipificadas en la Ley 19/2007, habiendo sido advertido el club de la prohibición de cualquier favorecimiento, por acción u omisión, que supusiese una medida de apoyo o promoción de dicho grupo.
Pese a las advertencias, este organismos recoge que el club ha sido propuesto para sanción en dieciocho ocasiones por prestar apoyo o promoción al mencionado grupo ultra.
Se aburrieron de ganar y dejaron el Mundial porque cada victoria, sencillamente, había dejado de ser noticia. Lancia dominó el panorama de los rallies entre 1987 y 1992 gracias a la superioridad de su Delta Integrale, una joya del diseño que aún hoy alimenta el deseo de los coleccionistas. Un coche de tracción a las cuatro ruedas con un motor turboalimentado que conquistó seis títulos de constructores y cuatro de pilotos, repartidos equitativamente entre Juha Kankunnen y Miki Biasion. Sin embargo, aquel proyecto de Cesare Fiorio, desarrollado en el Martini Team por el mánager Claudio Lombardi y Ninni Russo, su jefe de mecánicos, levantó también una oleada de sospechas entre sus competidores.
Para asistir a la génesis del Delta Integrale hay que viajar al Salón de Frankfurt de 1979, cuando Lancia presentó en sociedad su nuevo modelo compacto. Un diseño de líneas muy rectas, acorde a los gustos del momento, obra del genial Giorgetto Giugiaro sobre las bases del Fiat Ritmo. Un coche elegante y versátil como respuesta al recién nacido Volkswagen Golf, pero que no había sido concebido para la competición. Sin embargo, el empeño de Fiorio y Lombardi transformaría aquel vehículo funcional en la bestia rugiente que se impuso en 47 pruebas del Mundial durante siete años.
En realidad, la dinastía se erigió sobre las cenizas de la tragedia. La muerte de Atilio Bettega en el Rally de Córcega de 1985, sumada un año después a las de Henri Toivonen y Sergio Cresto, también sobre las diabólicas carreteras corsas, obligaron a la FIA a prohibir los coches del Grupo B, cuyo exagerado nivel de prestaciones impedía garantizar la seguridad de pilotos y público. Era el turno de los Grupo A, estrictamente basados en su versión de calle. El momento de Lancia, que contaba en la fábrica de Abarth con casi un centenar de mecánicos y técnicos expertos en rallies. Entre su selecto elenco de ingenieros destacaron Sergio Limone y Giorgio Pianta, dando el impulso definitivo a la tracción integral y los motores turbo, las claves para adaptar el coche a la nueva reglamentación. Por no hablar, claro, de los pilotos.
Destruir las pruebas
Algunos aficionados siguen hoy contando la historia de aquel tramo del Rally Mil Lagos que recorría el pueblo de la novia de Kankkunen y que él conocía de memoria porque pasaba por allí casi a diario. "Yo estaba en la salida y vi que se había dado un toque en el tren trasero, por lo que llevaba una llanta totalmente torcida. ¿Te puedes creer que con esa rueda sólo perdió unos segundos en la especial? Aunque flojeaba sobre asfalto, en los tramos de tierra Juha era una bestia. Al revés que Biasion", explica a este diario un testigo directo de aquella época dorada. Un rival que esboza una imagen bastante menos amable de Fiorio -"el típico italiano un poco estiradito"- y que desgrana, sin tapujos, algunos de los trapicheos que convirtieron a Lancia en una sospechosa habitual.
"Disponíamos de un aparato con el escuchábamos lo que se hablaba en los coches. En una ocasión, sin proponérmelo, oí preguntar a Lombardi: Si ha fatto el intervento? Al día siguiente, el Delta corría que era una barbaridad". Esa manipulación afectaba a una brida que Lancia ensanchaba para multiplicar el soplo del turbo. "Cuando iba a terminar el rally, antes de las verificaciones, dijeron que se les había roto el turbo y que para desarmarlo le habían pegado un martillazo. Por lo tanto, no dejaron pruebas de nada. Fue un gran escándalo".
Esas artimañas eran moneda habitual aquellos años, en plena belle époque de los rallies. Los equipos disponían de total libertad para desarrollar sus coches sobre el terreno; los pilotos fraternizaban en los hoteles; los duelos en el Col de Turini, el más legendario del Rally de Montecarlo, se prolongaban durante una noche entera, con casi 150 km cronometrados... "Aunque fuesen rivales, quedábamos para cenar, charlábamos y teníamos una relación que hoy ya no existe. No era ni mejor ni peor. Sencillamente, los rallies han cambiado y ahora son mucho más cortos. Hoy hacen test durante un par de días y antes nos pasábamos dos semanas", asegura Luis Moya, en conversación con este periódico.
"Existía un respeto mutuo, pero jamás contabas cómo iba tu coche y tampoco sabías nada del de al lado, porque nadie hablaba de ello. Nunca se trataba nada de rendimiento, ni de otras historias" añade el ex copiloto de Carlos Sainz. Al volante de un Toyota Celica, la pareja española conquistó los Mundiales de 1990 y 1992. Por aquel entonces, las ventas del modelo japonés crecían como la espuma en España. Cualquier éxito durante el fin de semana se trasladaba el mismo lunes a los concesionarios. El Mundial arrastraba pasiones y los patrocinadores tendían sustanciosos contratos. Había demasiado en juego como para mantenerse lejos de la tentación.
Un año, los tiempos del Team Martini despertaron tantos recelos que ya sólo quedó la pista de la gasolina. "No sabíamos cómo lograban tanto rendimiento hasta que un día nos llegó un extintor. Parece de chiste, aunque fue ahí cuando descubrimos que se trataba de un depósito con combustible enriquecido, con la entrada del caudal por un lado y la salida por el otro. Cuando llamamos al proveedor nos dijeron que se habían confundido con las prisas. En realidad, todo aquello era para Lancia y nos lo entregaron a nosotros por error", rememora la citada fuente, que ha preferido no revelar su identidad.
El boliígrafo Bic
Estas triquiñuelas resultaban tan seductoras que Toyota, un equipo cuyo desorbitado presupuesto le permitía enviar 200 personas al Rally Safari, también terminó sucumbiendo. Los nipones fueron cazados por la FIA en el Rally de Catalunya de 1995 y apartados del Mundial durante dos temporadas. Hoy, los avances en la electrónica y las minuciosas telemetrías dificultan la adulteración, pero por entonces hasta un sencillo bolígrafo Bic permitía traspasar el reglamento. "Era una trampa mucho más sencilla. En el tubo de goma del turbo se metía la funda del boli, la punta con la parte transparente. Unos tres dedos nada más, para que el diámetro del turbo disminuyera y así soplara el doble. Como las asistencias se hacían en el campo, un mecánico retiraba el boli mientras te limpiaban el coche antes de la meta. Durante la verificación final de la presión del turbo imagina dónde podían buscar el Bic.
La estrella de Lancia empezaría a declinar a finales de 1991, cuando la cúpula de Fiat, la empresa matriz, decidió cerrar la división de fábrica del Martin Team. Dos años antes, Fiorio ya se había bajado del barco, por culpa de una oferta irrechazable de Ferrari, en busca de un director deportivo tras el fallecimiento de Don Enzo, Il Commendatore y presentara batalla a McLaren en el Mundial de Fórmula 1. "Había llegado un momento en que sólo salíamos en los titulares si no ganábamos", se justificaba Russo. En verdad, la razón más plausible para el final de este cuento de hadas deba achacarse a una errónea apuesta de Gianni Agnelli. El gran capo de Fiat, bajo el consejo de su director ejecutivo, Cesare Romiti, quiso potenciar una marca de lujo con lo mejor de Lancia y Alfa Romeo. Aquella estrategia se llevó por delante al rey de los rallies.
En 1992 aún pudieron despedirse con el último de sus seis títulos consecutivos de constructores. Pero ya no había vuelta atrás: el equipo oficial pasaría a manos privadas. Las del Jolly Club, propiedad de Claudio Bortoletto. El peor momento para el aterrizaje de Sainz, que se había comprometido unas semanas antes tras solventar un tormentoso conflicto de patrocinio entre Castrol y Repsol. Después de nueve victorias en tres años con Toyota, la pareja española no logró sumar ni una tras 13 carreras, incluida la descalificación del Rally San Remo por el uso de un carburante prohibido. Todo un descrédito para Lancia ante sus propios tifosi.
"No es que fuese el coche fuese malo, no, pero tampoco era bueno, porque no podíamos con nadie. Nos encontramos el Delta tal como lo habían dejado el año anterior. Hacíamos lo que podíamos, pero el coche se quedó en desarrollo cero. Desde principios de año no hubo ninguna evolución. Mientras los rivales iban avanzando y seguían trabajando, nosotros nos quedamos estancados", argumenta Moya.
Aunque el Volkswagen Polo cuenta con un mejor porcentaje de triunfos y de títulos consecutivos -cuatro entre 2013 y 2016- la huella del Delta Integrale sigue presente en las cunetas de media Europa. "Hay varios coches que han ganado mucho, como Citroën con Sebastian Loeb. También Subaru y Toyota han conquistado Mundiales, pero no podría decantarme por uno en particular. De hecho, no creo que tenga sentido comparar coches de diferentes épocas. Considero que no contamos con suficientes elementos de juicio", zanja Moya, sin un mohín de amargura pese a aquella funesta aventura.
"Es un modelo que marcó una época y siempre pensaré que es una lástima que Lancia no esté de vuelta en el Mundial"
Luis Moya
"Es un modelo que marcó una época y siempre pensaré que es una lástima que Lancia no esté de vuelta en el Mundial". De momento habrá que seguir esperando, ya que los rumores que situaban a Carlos Tavares, CEO del gigante automovilístico Stellantis, como nuevo condotiero nunca se confirmaron. El portugués, que ya lideró en 2017 el regreso de Citroën al Mundial, ha querido potenciar Lancia como una de sus tres marcas premium, aunque por ahora los balances de cuentas pesan más que el romanticismo.
La llama de la nostalgia, claro, sigue viva entre los fanáticos, que sobrellevan a duras penas la actual decadencia del WRC. Desde luego, el Delta Integrale es uno de los coches más eficaces y especiales jamás diseñados. Un modelo que toca la fibra sensible. Y es que, pese a su delicadísima puesta a punto, en algunas subastas se han escuchado ofertas de más de 250.000 euros. No sólo se trata del bramido de su motor (1995 cc y 300 CV) sino, a más pequeña escala, de su maravillosa colección de relojes en el cuadro de mandos, con un manómetro de la presión del turbo y otro de la temperatura del aceite. En cuaquier caso, nadie podrá medir o pesar el alma de este coche.
Tour de Francia
JOSEAN IZARRA
@josean_izarra
Bilbao
Actualizado Viernes,
30
junio
2023
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