¿Irrumpe otro ‘pequeño Nicolás’ en el fútbol?

¿Irrumpe otro 'pequeño Nicolás' en el fútbol?

Alla por el año 2.022, recuperando una idea de antes de la pandemia, decidieron poner en marcha un proyecto de romper moldes, creando algo nuevo en el entorno del fútbol nacional, una Asociación de Directores Deportivos Españoles.

Se trataba y se trata de aglutinar esfuerzos, de coordinarse en reivindicaciones laborales, de ser respetados en el mundo del fútbol, de que la figura del Director Deportivo esté recogida en la Ley del deporte y de que se regularice la formación para una pieza esencial dentro del mundo fútbol, y que ha sido reconocida por la RFEF.

Y allá que arrancaron con cierto aire de romanticismo tres mosqueteros decididos a que se reconozca la figura del Director Deportivo como una pieza esencial en el engranaje del fútbol: Sergio Huerta “Queco” como Presidente, Adrián Leira como Vicepresidente y José Luis Hernández como Secretario, cargos que se repartieron entre ellos al inicio del camino.

Y dieron sus primeros pasos, fueron reconocidos por la RFEF, que además de la subvención económica les cedió unos despachos en una sede de la misma para que pudieran mantener sus reuniones de trabajo.

En el mes de Diciembre de 2.023 entró la primera parte de la subvención de la RFEF que permitió poner en marcha una maquinaria que aspiraba a tener un recorrido en todo el territorio nacional en donde se ubicaron 17 delegados territoriales (uno por cada comunidad).

Pero, como ya adelantó D. Quevedo, “poderoso caballero es don dinero” y por ahí comenzaron los problemas, cuando el Presidente (según denuncian parte de su junta directiva ahora expedientada de forma poco menos que irregular y que cuenta con un amplio consenso entre los afiliados) intentó convertir su estatus en la asociación en su modus vivendi y en su plataforma de proyección personal. Ahora, el que formaba parte del equipo de mosqueteros es señalado como “el pequeño Nicolás” del fútbol por sus críticos. Porque la información que está llegando desde los afiliados apunta que desde su propio entorno se filtraba que iba a sustituir a Monchi como director deportivo en el Sevilla, que estaba en tratos para ocupar cargos en Badajoz, en Baracaldo, en Huelva, en Talavera… Incluso, que sonaba como director deportivo de la Roma.

Inicialmente se aprobó que cobrara una cantidad mensual de 2.000 euros siempre y cuando hubiera ingresos recurrentes por una dedicación exclusiva. Luego, siempre según explican los críticos, pasó a convertir el vehículo que había obtenido para la asociación en uso particular y exclusivo. Comenzó a pasar dietas de viaje y gastos de kilometraje cuestionados por los otros miembros de la junta directiva, que consideraron que usó sus desplazamientos no para el servicio de ADDE sino para sus intereses personales y así lo expusieron en actos públicos. Luego trató de convencer a los miembros de la junta directiva para duplicar sus ingresos mensuales.

Posteriormente dirigió una carta a la FIFA , sin el consentimiento de la junta directiva, en la que criticaba a la RFEF, al CSD y a las Federaciones Territoriales, buscando únicamente su publicidad y soñando con una candidatura en la que él fuera el nuevo Presidente de la RFEF, apuntan estas fuentes.

Todas estas alarmas pusieron en guardia a casi todo el resto de la junta directiva pero la bomba final, de momento, fue cuando intentó, y ahora lo sigue intentando con sus actuaciones, modificar los estatutos de la asociación con un único objetivo claro “buscar el poder absoluto y perpetuarse en el cargo”, explican los críticos. De hecho en sus propuestas de modificaciones estatutarias apunta que se puedan aprobar directrices y actuaciones de la asociación sólo y exclusivamente con el aval del Presidente.

Y claro, la bomba estalló. Y los tres mosqueteros dejaron de estar unidos. Dos de ellos, el vicepresidente y el secretario, se levantaron en armas contra lo que consideraron que era el “nuevo absolutismo”, y comenzaron a alertar al resto de afiliados de los “movimientos” del Presidente. Y recibieron información de las ‘andanzas’ previas del presidente, al que algunos ya bautizaron como ‘el pequeño Nicolás’ del fútbol.

Aprovechando la convocatoria de la Asamblea General por parte del Presidente para la modificación de los estatutos, celebrada el 16 de Mayo, hubo un primer enfrentamiento con la validación de los votos delegados por ambas partes, por lo que se procedió a una votación para ver si se aceptaban que concluyó con el resultado de 40 votos a favor (todos los asistentes más los votos delegados) 0 en contra y 0 abstenciones. Obviamente en esos 40 votos a favor se encontraba el voto del Presidente.

Posteriormente la asamblea rechazó la mayoría de las propuestas de modificación de los estatutos que proponía el Presidente con las que pretendía quedarse con el poder absoluto.

Tras recibir el varapalo del rechazo de sus modificaciones, el sector crítico procedió a leer un comunicado en el que denunciaron lo que consideran negligencias cometidas por el Presidente. El aludido no respondió a las acusaciones. Los críticos solicitaron poder votar una reprobación y cese del Presidente. Este aludió a que como no estaba en el orden del día y no se podía votar. Intentó poner fin a la asamblea, pero ante el nivel de crítica a su movimiento volvió a ocupar su lugar y se procedió a votar si se podía presentar la reprobación y cese del presidente en esa misma asamblea. Resultado: 23 votos a favor, 11 en contra y 4 abstenciones. Posteriormente se procedió a votar el cese del Presidente con el mismo resultado con la presencia y los votos en contra del Presidente, del Tesorero y de sus votos representados.

Por último votó una nueva junta directiva en la que el Vicepresidente pasó a ser el nuevo Presidente y tanto el ex presidente como el tesorero (que en ese momento y de viva voz y ante el resto de afiliados renunció a su cargo de Tesorero) pasaron a ser vocales al ser miembros fundadores de la Asociación.

Pero el capítulo de la crisis, lejos de cerrarse, está cada día más enconado. El Presidente que debería dejar el cargo no reconoce el resultado de la Asamblea, ha abierto expediente a los dos miembros de la Junta que lideran el intento de cambio acusándoles de deslealtad con él y con la asociación, les ha bloqueado los correos corporativos de la asociación y prohibido la entrada en la sede de la asociación, y eso antes de que se puedan defender y se dé por concluido el expediente sancionador.

Mientras, los denunciantes de los actos irregulares del Presidente no paran de recibir información desde todos los puntos de España con datos sobre anteriores gestiones privadas y el presunto intento de utilizar el cargo de Presidente de ADDE para su presunto beneficio y promoción personal. De hecho denuncian que el cuestionado ha accedido desde el primer día y sin autorización al contenido de los correos electrónicos de los miembros de la junta directiva lo que puede ser una vulneración de la ley de protección de datos.

Ayer mismo, un grupo de afiliados emitió un comunicado en contra de la gestión del aún presidente. “Creemos que están en riesgo distintos derechos y obligaciones de los Afiliados, y concretamente se están cercenando derechos constitucionales de muchos de los asociados y los principio democráticos que debe presidir las asociaciones sindicales para el cumplimiento de sus fines, so pena que se limitan o se han pretendido limitar, derechos fundamentales como son la libertad de expresión, libertad de asociación, derecho a la crítica, presunción de inocencia, principio de defensa, derecho a la propia imagen, dignidad y buen nombre de personas físicas y jurídicas, so pena de que se está judicializando, innecesariamente, toda esta controversia en cauces que no consideramos adecuados. Muchas de estas violaciones de principios básicos sindicales por falta del Sr. Huerta ya han sido denunciados por numerosos Afiliados a lo largo de los últimos meses, alegando falta de transparencia, actuaciones opacas y antidemocráticas, apropiación de bienes de la asociación sindical y un gobierno unipersonal prescindiendo de los procesos estatutarios más básicos”, apunta este escrito firmado por Antonio Herruzo en nombre de los afiliados que demandan una nueva asamblea para tratar de poner orden.

Ahora el partido está por definirse: un acuerdo entre afiliados con la convocatoria en breve de elecciones o un largo litigio judicial.

kpd