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El jefe de la Federación Iraní, Reza Zarei, asegura que la deportista está con su familia y niega que esté siendo castigada por haber competido sin velo en el Campeonato Asiático en Seúl.
Una nueva publicación de agradecimiento de la escaladora que compitió hace una semana sin velo ha acrecentado las incógnitas sobre su estado. Si bien el jefe de la Federación Iraní, Reza Zarei, ha negado a través de la agencia semioficial Borna que la deportista Elnaz Rekabi esté bajo arresto domiciliario, fuentes cercanas a la joven aseguran que está siendo castigada por el acto que realizó en Seúl.
Rekabi “está con su familia”, ha insistido Zarei, quien además ha desmentido otras informaciones publicadas en medios opositores estos días: que la Federación amenazó con confiscar 10 millones de tomanes (unos 316.000 euros) en propiedades de su familia, si no se retractaba por competir sin velo, y que fue obligada a firmar un poder notarial para esta institución. Estas han sido, supuestamente, las consecuencias de incumplir la normativa que obliga a toda iraní a competir por su país velada.
Nada más finalizar en cuarto lugar el Campeonato de Asia de Escalada, Rekabi estuvo incomunicada durante dos días. Para atajar la inquietud generada, la cuenta de Instagram de la deportista publicó un mensaje, publicado en circunstancias desconocidas, en el que achacaba su participación sin velo a un “descuido” fruto de la fugacidad del momento. El martes por la noche, la chica regresó a Irán, donde fue recibida por una multitud que la aclamó al grito de “héroe”.
Pocas horas después se publicaron unas fotografías de Elnaz junto con el ministro de Deportes iraní, Hamid Sajjadi. Ella aparecía visiblemente cariacontecida. “Fue retenida en la academia olímpica nacional bajo observación de funcionarios”, aseguraba una fuente al medio BBC persa. Aquella aparición acalló a los medios opositores que aseguraron que sería encarcelada, pero también generó críticas entre algunos clérigos, que señalaron que la gorra que llevaba ella no era una cobertura apropiada.
La última comunicación de Elnaz Rekabi ha venido este viernes a través, de nuevo, de su cuenta de Instagram. “Estoy infinitamente agradecida por todo vuestro apoyo al pueblo de Irán, las personas más decentes del planeta, atletas y no atletas, y a la comunidad internacional”, escribió. Y añadió: “Lo que gané hasta hoy ha sido en cuento al cuidado de vuestras bellas almas; y el futuro no sería un camino sin obstáculos si vosotros no venís”.
Elnaz Rekabi, que acompañó su publicación de una fotografía de su silueta como flotando, se ha convertido en un símbolo más de una ola de protestas que han tenido a las mujeres como protagonistas. La muerte bajo custodia de Mahsa Amini, una chica a la que habían arrestado por su velo inapropiado a ojos de la autoridad, desembocó en muestras masivas de descontento con diversos aspectos de la gestión del país por parte de los responsables de la República Islámica.
Hasta la fecha, docenas de personas, en su mayoría manifestantes y muchos apenas adolescentes, han muerto como consecuencia de la represión de las fuerzas de seguridad. El Gobierno, que ha dado muestras tímidas de querer responder positivamente a las demandas de la calle, ha acusado a los manifestantes de ser “alborotadores” y “sediciosos”, actuando bajo órdenes del “enemigo exterior”, y los ha culpado de la muerte de algunos agentes del orden. Miles han sido detenidos.
Los cortes de Internet y la falta de transparencia dificultan la verificación de las noticias que proceden de dentro del país. Si bien las manifestaciones se han reducido en volumen, en parte debido a la fuerte acción policial, el descontento persiste en una porción notable de la población, en especial entre las generaciones más jóvenes. En algunas universidades y centros de trabajo los actos de protesta y las huelgas por la pauperización de la economía se han mantenido estos días.