Los datos, en apariencia contradictorios, no deben esconder lo esencial en la UD Las Palmas, un equipo recién ascendido, instalado en la zona media de la tabla y artífice de un fútbol que concita el aplauso unánime. Todo gracias a Francisco Javier García Pimienta, uno de los técnicos expulsados por Joan Laporta de La Masia en junio de 2021. Uno de los teóricos de eso que llaman ADN Barça, curtido durante 19 años en la cantera azulgrana, gran catalizador ahora de la joven y refrescante UD Las Palmas, que hoy recibe en su estadio al equipo de Xavi Hernández. Dos variantes, frente a frente, del juego de posición, donde todo orbita en torno a la pelota. Sin embargo, García Pimienta no se anda con los remilgos tácticos ni las digresiones de su colega. Su equipo, queda escrito, es uno de los más desconcertantes e indescifrables de Primera. Y él, uno de los técnicos con más futuro en la elite. Para comprender su éxito, EL MUNDO ha conversado con quienes mejor le conocen.
«Es un loco de esto, tanto en las variantes tácticas como en el análisis previo», comienza Jordi Roura, ex ayudante de Tito Vilanova y Tata Martino en el Camp Nou. «Sabíamos de su potencial desde los tiempos en que él trabajaba con el cadete», continúa Aureli Altimira, otro de los históricos de La Masia. Roura y Altimira salieron del Barça al mismo tiempo que García Pimienta. Igual que Guillermo Amor. «Mantiene una idea que es la que ha trabajado y vivido, con una metodología y con el pensamiento de que en el fútbol se trata de querer y tener el balón más tiempo que el rival», analiza el ex director de Relaciones Institucionales y Deportivas con Josep Maria Bartomeu. La pelota no se discute para Pimi, aunque quedarse con esta variable resultaría de lo más reduccionista.
La UD Las Palmas, con 15 goles a favor y 15 en contra, viene sacudiendo ideas hegemónicas. Tras 18 jornadas de Liga, sólo Alavés y Cádiz marcaron menos, pero únicamente el Real Madrid valló mejor su puerta. Durante este tiempo, el equipo se ha asentado en un 4-3-3, con mucho juego asociativo por la izquierda en torno a Alberto Moleiro. El mediocentro, de 20 años, despunta como el gran canalizador, mientras Kirian Rodríguez, con su sedosa bota derecha, es el máximo artillero. Sólo tres goles.
«Controlar a través de la posesión»
Atrás, Álvaro Valles se ha confirmado como uno de los mejores porteros del campeonato. El canterano del Betis es, tras Rui Silva, el guardameta con mejor ratio entre disparos recibidos y goles encajados (84,1%). Y el que más pases ha completado (739). Un guarismo que se entiende mejor al considerar que Kepa y Lunin, tras 18 partidos, sumaban 501 en el Real Madrid. Las Palmas defiende en 4-1-4-1, sin acumular hombres en su área, optando por la presión y una línea de cuatro muy adelantada.
«Su obsesión era el equilibrio. Ofensivamente, el Barça siempre había tenido chicos con mucho talento, pero no se daba tanta importancia al juego defensivo. Durante las últimas etapas de formación, Pimi fue capaz de sacar rendimiento en ambas facetas», desarrolla Altimira. Por muy contracultural que parezca, Las Palmas lidera hoy la tabla liguera en derribos al adversario, con 353 tacklings. Esta muestra de su actitud sin balón no debe interpretarse como sinónimo de agresividad, ya que sólo Atlético y Real Madrid cometieron menos faltas (198). «El sistema es algo circunstancial, porque por encima de todo está la idea de controlar a través de la posesión», puntualiza Roura, técnico interino del Barça durante los primeros meses de 2013. Si hablamos de balones en largo, ningún equipo de LaLiga utiliza menos este recurso (532).
«El buen posicionamiento te permite una buena posesión y una buena presión. Tener el balón no te asegura la victoria, pero te acerca un poquito más a ella», subraya Amor. «Cada temporada, los rivales te plantean escenarios diferentes y la obligación del entrenador es buscar matices en el juego de posición. Sin perder la esencia, claro está. Pimi ayudó a ver más allá de ese fútbol típico de pase y pase, con poca movilidad, cuando todo puede volverse muy previsible», desarrolla Altimira. Hoy, García Pimienta ha encontrado la solidez pese a la ausencia de Fabio González, el pivote desde el que debía estructurar su medular, ya listo para volver tras cuatro meses de baja por una lesión de tobillo. Y se ha ganado al vestuario a pesar de su conflicto con Jonathan Viera, el gran ídolo pío-pío, a quien el club busca una salida.
«Aquí siempre tuvo el respeto de la caseta, porque era firme cuando tenía que serlo. Incluso a edades tempranas hay que tener un punto de mala leche y él lo tenía cuando era necesario. Pero también convencía a los futbolistas hablando con ellos, haciéndoles ver qué buscaba en cada uno», apunta Altimira. «Es un tipo serio y profesional, muy competente. Trabaja en equipo, escuchando siempre a todos», concluye Amor. Alex García, uno de sus antiguos colaboradores en el fútbol formativo del Barça, continúa a su vera en el Estadio de Gran Canaria. Y el calor de su familia, instalada en la isla desde julio, ha multiplicado su calidad de vida.
García Pimienta, director de los primeros pasos de Leo Messi, Gerard Piqué o Cesc Fábregas, llegó a la cima con el título de la Youth League de 2018, en un Barça B liderado por Iñaki Peña, Óscar Mingueza, Alex Collado, Riqui Puig y Abel Ruiz. Aquel éxito quedaría enturbiado por los truncados ascensos a Segunda, en 2020 ante el Sabadell y en 2021 en los penaltis frente al UCAM Murcia.
Su sello es muy evidente, lo que demuestra que tiene las ideas muy claras
Por entonces ya se había confirmado su continuidad en La Masia, donde aún contaba con un año más de contrato. Pero Laporta, ganador en marzo de las elecciones, manejaba otros planes. Desde el entorno presidencial se filtró que la ficha de Pimi era demasiado alta. «Nos comunicaron que debíamos salir porque tenían compromisos con gente nueva. Fue un shock, pero así es el fútbol y la vida», admite Altimira, despedido el mismo día, con escasos minutos de diferencia.
Hoy, tras la ampliación del pasado octubre, el compromiso de García Pimienta en Gran Canaria se extiende hasta 2025. A los 49 años se perfila como uno de los más brillantes estrategas de LaLiga. «Su sello es muy evidente, lo que demuestra que tiene las ideas muy claras», zanja Altimira, gran amigo de Vilanova. «Lo que está haciendo Pimi supone un mensaje para mucha gente, demostrando que tenía nivel para seguir formando futbolistas del Barça. Y salir a Las Palmas le ha venido bien para demostrar todo su potencial. Sé de buena tinta que en la isla están encantados con él. Seguro que todo lo que va a venir después va a ser mucho mejor», finaliza.