España aplasta a Georgia y encuentra algo de paz en mitad de la tormenta

España aplasta a Georgia y encuentra algo de paz en mitad de la tormenta

Eurocopa 2024

Actualizado

La selección encarrila su clasificación para la Eurocopa (1-7) con un hat-trick de Morata y da paso a Lamine Yamal, el debutante y goleador más joven de la historia del país (16 años y 57 días)

Álvaro Morata celebra el primero de sus tres golesEFE

Cuentan quienes salen al mar como forma de vida que, en mitad de una tormenta, unos segundos de calma son lo más próximo a la felicidad. A la felicidad o a la paz, que en según qué casos pueden ser hasta sinónimos. Atraviesa España, la Federación, el equipo por cercanía, una tormenta de las de aúpa, un ‘tsunami’ que se ha llevado por delante al presidente y que se llevará por delante muchas más cosas, y por eso la goleada de este viernes en Tiflis a Georgia supone esos segundos de calma, de felicidad, de paz, gloria pura en este momento para la institución. Para el equipo también, que encarrila de buen modo la clasificación para la Eurocopa y arregla, en parte, el trastazo de Glasgow, pero eso, el fútbol, hoy, aquí, es casi lo de menos. La goleada supone un momento de paz. Como en el mar, apenas durará unos segundos, pero a la Federación y al equipo le parecerán horas. [Narración y estadísticas].

No supone heoricidad alguna ganar, e incluso pasar por encima, de Georgia, un colectivo entusiasta, apoyado en los 54.000 hinchas que llenaron el estadio, y con un jugador superlativo, Kvaratskhelia, pero cuyo talento se pierde entre la medianía del resto del equipo. El extremo del Nápoles no existió, en parte también porque Carvajal está en un momento estupendo. No supone pues gran cosa ganar en casa de este equipo, pero tal y como camina esta España frágil, una noche así viene estupendamente. Con la Federación en un proceso autodestructivo con un final difícil de intuir, con un entrenador al que no se le quita la pátina de interino y un equipo sin definir, cualquier rato así es bienvenido.

En realidad no hubo partido. Desde el pitido inicial, España fue infinitamente mejor que su oponente. Con un once que empieza a ser reconocible (apenas tres cambios, y uno de ellos por lesión) respecto a la final de la Liga de Naciones, la selección se apropió de la pelota, nada nuevo, con la variante, agradecida, de que la utilizó para atacar y atacar bien. Por fuera (así llegó el primer gol) pero sobre todo por dentro, con un Fabián Ruiz estelar (así llegaron los otros tres tantos). España fue una apisonadora y se fue al descanso 0-4 como se podía haber ido 0-7. Tras el gol inicial de Morata, que hizo tres, se destapó Fabián.

Fabián es un chico al que Luis Enrique le hizo la cruz, a saber por qué, tras el partido de Croacia en la Eurocopa. Con De la Fuente ha recuperado protagonismo y parece haberle ganado la partida a Mikel Merino. Rompiendo desde segunda línea, destrozó a Georgia, para la que fue indetectable.Generó la selección un buen puñado de ocasiones, y al contrario que otras veces, no concedió nada. En toda la primera parte, Unai Simón tocó el balón sólo porque se lo daban sus centrales para apoyarse en la salida.

Poco antes del descanso llegaron las lesiones, simultáneas, de Olmo y Asensio. Con el partido ya completamente cuesta abajo, fue el momento de ver a Lamine Yamal, el debutante más joven de la historia de la selección (16 años y 57 días). Junto a él salió Nico Williams, y ambos vieron, junto al resto, los únicos momentos de mínima zozobra del partido, cuando en una salida desesperada, Georgia logró marcar su gol tras un barullo en el área. Fue poca cosa. A los cinco minutos, la posesión de España había sofocado el mínimo intento de rebelión, enterrado definitivamente con el tercero de Morata, el de Nico y el de Lamine, también, claro, el goleador más joven de la historia de España.

De ahí al final, el interés estaba casi más en el tremendo diluvio que caía sobre Tiflis que en otra cosa. La tormenta, la climatológica, arreció conforme pasaban los minutos, al tiempo que la otra tormenta, la de la Federación, amainaba siquiera haya sido por unos segundos.

kpd